Recién acababa de terminar una llamada segura con Rhodey sobre un hombre que se hacía llamar el "Mandarín", hablé con él luego de ver un vídeo en las noticias de ese terrorista, al comienzo se negó a compartirme información, pero luego de mi insistencia me contó todo y despertó completamente mi curiosidad sobre el tema, me iba a poner a investigar más de ese asesino pero recibí una llamada muy rara de Happy.

— La señorita Potts está hablando con un científico rico, Aldrich Killian y hacen cosas extrañas, le enseña su cerebro, a ella le gusta, le mostraré — Dijo Happy algo agitado mostrándome su frente — ¿Lo ve?

— ¿Ver qué? A ti viéndolos, si volteas la pantalla sabré que sucede.

— El sabio tecnologico es usted, sólo créame, tiene que estar aquí.

— Sólo voltealo, así veré lo que hacen.

— No puedo, no sé cómo se hace y deje de hablarme así, ya no es mi jefe, ya no trabajo para usted y no confío en él, lo acompaña un sujeto sospechoso.

— Relájate, sólo te pido que asegures el perímetro, que vayan a tomar algo por ahí,

—Necesita más interés en lo que sucede aquí, esa mujer es de las mejores cosas que le pasó en la vida y ahora sólo la ignora.

— ¿Dices un gran cerebro?

— Sí, hay un gran cerebro y alguien muy extraño a quien voy a seguir, investigaré sus matrículas y si se pone rudo ya veré.

—Te extraño, Harry.

—Sí. Yo también. Pero como era antes. Antes de cambiar. Ahora con su amigo el Capitán América y sus otros amigos héroes ya no sé nada de usted, el mundo es extraño.

— Lamento interrumpir Happy pero una chica de recursos intenta robar tinta de impresiones, es mejor que vayas y la captures.

— Que gracioso.— Respondió y me cortó la llamada.

El resto del día me dispuse a recopilar información sobre el Mandarín junto con Jarvis. La información que extrajimos era de diferentes bases de datos como ser: F.B.I. , S.H.I.E.L.D. y la C.I.A. Su nombre es un antiguo terminó de guerra que significa consejero del rey, leí en mi mente, además de que habla como predicador barato.

Leer tanta información me comenzó a dar sueño, así que terminé dormido en una mesa frente a la pantalla, ni siquiera busque la información sobre ese Killian, el sueño me había vencido y caí inconciente hasta que Jarvis me avisó de una llamada de Pepper, cuando abrí los ojos me percaté de que ya era más de mediodía. Al parecer luego de días sin dormir bien lo había logrado, había dormido por varias horas seguidas, aunque no en la mejor posición para mí columna.

— Tony... Happy... Dios, no puede ser... No sé que hacía ahí...—Balbuceó mientras se lamentaba de quien sabe que, porque no logré entender nada.

— Pepper, cariño tienes que calmarte, no te estoy entendiendo nada.

— Happy está en el hospital — Soltó de golpe con gran claridad y seguido de eso escuché sus sollozos.

— ¿Qué pasó?

— No lo sé, hubo una explosión y el estaba ahí.— Dijo entre sollozos la pelirroja.— Debes acompañarlo, yo no puedo, no soy tan fuerte como para ir y verlo tan golpeado.

— Inmediatamente iré, envíame la dirección.— Demandé poniéndome de pie y buscando mi billetera, teléfono y llaves para salir corriendo de ahí. Jarvis me dio la dirección dentro del auto y me dirigí a toda velocidad al hospital, al menos no estaba muy lejos, llegaría rápidamente.

Llegué desesperadamente a recepción, pedí información sobre Happy y casi termino muriendo de desesperación por lo lentos que fueron para darme su ubicación y decirme su estado, caminé a pasos lentos, mentalizandome para lo que vería. No vería al amargado Happy de siempre, vería un hombre inconciente y muy dañado luego de apenas sobrevivir a una onda expansiva.

El enojo fue creciendo en mi interior, enojo hacía ese hombre, tenía que pararlo, no me sentiría tranquilo hasta acabar con él, se había metido con uno de los mios y ahora tenía que pagar, con ese pensamiento entre a la habitación. El olor a medicina era más penetrante que en el pasillo, odiaba ese olor, odiaba los hospitales, tenía que apreciar mucho a alguien para ir a un hospital y en este caso era claro que apreciaba al hombre que se encontraba postrado en la cama frente a mi.

Sus manos reposaban sobre una estéril sábana blanca, pasé mi mano suavemente sobre la suya y vi los rapones superficiales que habían sobre esta, su otra mano estaba vendada, al igual que su cabeza y estaba conectado a un respirador. Las máquinas pitaban marcando sus estado, era lo único que se escuchaba en la habitación.

— Pagarán por lo que te hicieron Happy. — Hablé rompiendo el silencio de la pieza — Es tan extraño verte con tanta paz, siempre estás amargado y recriminandome cosas, bueno la mayoría de personas a mi alrededor siempre lo están haciendo. Te contaré un secreto, a veces me porto así para que me llamen la atención, para me que me hablen, para sentir que les importo, no se lo vayas a decir a nadie. Así que tienes que levantarte de esta cama para que sigas regañandome. — Dije tomando asiento en una silla que había en la habitación y me senté a ver la televisión.

Pasaron un par de horas hasta que entró una enfermera a la habitación, no había notado mi presencia ya que yo no había dejado salir nada de mi esencia, no quería alterar el sueño de Happy con mi olor. Platiqué un poco con ella y me fui. Sentía la culpa de haberle fallado a alguien cercano a mí y esa culpa no se iría hasta que encontrara al maldito que provocó ese daño.

— Señor Stark un segundo, una de nuestras fuentes apunta a que el Mandarín atacó de nuevo, no se vaya por favor.— Fue una de las preguntas que entendí de entre toda la nube de periodistas que estaban en la entrada del Hospital cuando me dirigía a mi auto.

— Señor Stark, ¿Cuándo van a liquidar a ese sujeto?

—¿Eso quieres oir? Tengo un saludo navideño que había querido darle al Mandarín, sólo que no sabía como decirlo hasta ahora, mi nombre es Tony...— Fui interrumpido en mi mejor momento por el Himno Nacional que provenía de mi bolsillo.

Había puesto ese tono para cuando me llamara Steve, había sido una pequeña broma que nunca terminó, hace varias semanas le pregunté que canción se sabe de de principio a fin y me respondió que el Himno nacional, así que como broma lo puse como tono de llamada y luego olvidé cambiarlo.

Inmediatamente llegó a mi mente el compromiso que tenía hoy con Steve, ambos habíamos quedado para vernos en el cementerio a las cuatro, ignoré completamente a los periodistas y me metí al auto para contestar la importante llamada mientras veía el reloj que marcaba las cinco con diez minutos.

— Hola Cariño — Saludé alegremente.

— Espero tengas una buena razón para dejarme esperándote durante una hora— Dijo con tono serio Steve, su voz había inundado todo el auto, su tono había sonado tan gélido que sentí un escalofrío recorrer mi columna vertebral.

— Estoy saliendo del hospital...—

— ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?

— Sí, estoy bien, es Happy, estuvo cerca de una explosión y salió herido.

—Lo siento no he visto las noticias.

— Voy hacia el cementerio.

— Ya no estoy ahí, hace unos minutos llegué a casa.

— Nos vemos en unos minutos.

Cuando abrí la puerta Steve me abrazó, ni siquiera lo había visto, sólo se lanzó sobre mí y me apretó entre sus brazos, dejé que su fragancia penetrara en mis fosas nasales.

— Jarvis me acaba de contar todo lo que pasó, te voy a ayudar a detener a ese tipo.

— No creo que a Fury le guste que tomes decisiones sin su permiso.

— No importa.

— Que rebelde te has hecho.— Dije juguetón contra su oido — El Capitán América rompiendo las reglas, me gusta.

— Lo he aprendido de ti.

— Tienes un muy buen y guapo instructor. — Dije soltandolo del abrazo y alejándome un poco de él para ver su sonrisa.

— Vamos, hay que investigar — Mandó tomando y mano para ir juntos al taller.

— Jarvis reconstruye la escena.

— El calor de la explosión excedió los 3000°C lo que indica que todo individuo en un radio de 11.4 metros se vaporizó al instante.

— La bomba no fue hallada en un radio de cinco kilómetros del Teatro Chino.

— No señor.

—Háblame de Happy — Pedí y Jarvis comenzó a recrear la escena, escuché el jadeo de sorpresa de Steve, que sólo se mantenía viendo lo que yo hacía en silencio.

Continúe revisando la escena hasta que encontré las placas de un soldado, eso me pareció extraño, así que le pedí a Jarvis que buscara las firmas termogenicas que hubieran y quité las que el Mandarín había atacado, quedando sólo Rose Hill Tennessee, ahí debía ir a buscar respuestas.

— Me voy a Tennessee.

— Nos vamos a Tennessee.

— No— Dije cerrando las pantallas que tenía frente a mi — Jarvis, traza un plan de vuelo a Tennessee.

— Jarvis no lo hagas— Mando Steve.

— Señor, le sugiero que se equipe con ropa para el frío.

— Iremos juntos. — Dijo Steve.

— No es necesario, volveré mañana. — Dije mientras subía por la habitación para sacar ropa abrigada y mis botas de nieve.

— Tony vas a necesitar apoyo y yo te lo voy a dar.

El traje me comenzaba a cubrir luego de ponerme todo lo necesario para explotar ese lugar, estando completamente vestido deje un beso rápido en los labios del rubio y salí volando, en el proceso quebré una ventana del pasillo para salir de ahí.

— ¿Crees que Steve este muy molesto cuando vuelva?

— Tendrá que dormir en el sofá, Señor. — Dijo Jarvis y casi pude sentir la gracia en su voz — Tiene una llamada entrante del Capitán Rogers.

— No voy a contestar.

— No puedo creer que hicieras eso, me dejaste hablando sólo y rompiste una ventana.— Se escuchó la voz de Steve inundando todo el traje, el maldito de Jarvis había recibido la llamada.

— Sólo fue una ventana, dile a Pepper que le pida a alguien que la arregle porque yo me fui.

— Dicelo tú, yo no rompí nada.

— Jarvis lo hará por mí y mientras lo arreglan puedes salir a divertirte, pero no mucho.

— Sabes que no me gustan esas cosas.

— Tienes que salir, siempre pasas conmigo, no es que no me guste, pero me siento culpable de robar todo tu tiempo.

— A ti te encanta ocupar todo mi tiempo.

— Eso no lo niego, pero piensa lo de salir, te quiero, adiós.

— Yo también Tony.

Terminé la llamada y le dije a Jarvis que buscara información sobre los parientes de ese Chad Davis que había investigado anteriormente, tenía una madre que vivía cerca de un bar según la dirección que la IA encontró, tendría que hacerle una visita. Según la información habían muerto seis personas, pero eso sería algo que investigaría cuando llegara al lugar en que todo ocurrió.

Cuando llegué después de casi dos horas de vuelo eso fue lo primero que hice, dirigirme a la zona de la explosión y lo primero que noté no tenía sentido, sólo habían cinco sombras por la explosión cuando deberían haber seis, me quedé meditando un buen y me dirigí al bar al que frecuentaba la señora Davis según la información de Jarvis, también me había mostrado una fotografía, así que no sería muy difícil encontrarla.

El bar estaba repleto de personas disfrutando de la noche, me adentré en el lugar y encontré a la mujer casi al final del bar, estaba sentada bebiendo sola en una mesa y luego de una pequeña platica me senté frente a ella.

— Entonces en donde quiere inciar.

— Sólo quiero decirle que lamento mucho lo que pasó y quiero saber qué cree que pasó.

— Oiga me pidió el tonto archivo, tenga, largo — Dijo poniendo la carpeta en la mesa y acercándolo a mí.— No sé que diga ahí, pero el nunca quiso involucrarse.

— Creo que esperaba a otra persona. O ¿No? ¿Quedaron de verse aquí? — Pregunté y ella asintió mientras yo hojeaba las páginas del folder. — Su hijo no se suicidó señora Davis, se lo garantizo, no asesino a nadie, alguien lo uso, como un arma.

— Usted no es la persona que hoy me llamo ¿Verdad?

— En realidad, fui yo — Respondió una voz a mis espaldas, era la chica con la que me topé antes de entrar al bar, tenía una gran cicatriz en la cara.

No me dió tiempo a hacer ningún movimiento, me tomó del brazo y me puso de cara a la mesa, en ese momento sorprendió a varias personas, mientras ella hablaba con un sheriff yo le hice señas a la madre de Chad para que escondiera el archivo y huyera. En un momento la mujer atacó a varias personas en el bar con sus chispitas y yo aproveché el alboroto para correr, pero me encontré con otro chispitas así que corrí en dirección contraria, intente llamar mi traje que lo había dejado en una azotea, pero justo en el momento más importante me fallaba, el traje no venía a mí.

Me lancé al vidrio de una tienda y lo rompí, con un movimiento pase mis manos hacía delante y pude correr mejor mientras daba gracias al cielo porque mi amiga de la infancia me obligará a tomar clases de ballet y de gimnasia con ella.

Cuando llegue a la parte trasera de la tienda me mantuve en silencio esperando que la mujer pensara que ya no estaba, pero me equivoqué, de un segundo a otro la mujer estaba a mi lado, hubo una lluvia de puñetazos entre los dos, cuando la mujer estaba perdiendo intento encender sus chispitas, pero yo logré contar mis esposas con el fuego que salía de ella. Con un galón de gas que había en la cocina prendí fuego entre la mujer y yo, pero ella logró pasar a través de él.

—Te lo buscaste… he bailado con chicas mas ardientes que tú.

—¿Eso es todo? ¿Un chiste corriente y un truco barato?

—Mi amor, así podrían nombrar mi autobiografía.

Había logrado distraerla lo suficiente para poner las plaquitas de militar de Chad en el microondas para hacer explotar la cocina, luego de eso me dirigí a la cocina, con pasos raros y descordinados, pero lo hice.

Aunque el infierno aún no había terminado, me encontré con el otro chispitas, estaba rompiendo una planta de agua, apenas vi eso llame mi traje y está vez si funcionó, llegaron mis botas repulsoras primero y luego mi casco, intente volar lejos, pero no logré conseguir impulso inmediatamente así que el agua me arrastró y quedé atrapado entre un amasijo de hierro.

— Señor voy a sacarlo de ahí. — Anunció Jarvis desensamblando el guante de mi mano y así usarlo para levantar el pesado hierro logrando que yo pudiera salir de debajo de él.

Cuando logré salir chispitas ya estaba frente a mi dispuesto a golpearme, pero yo ya estaba en mi traje completo así que le lancé un rato con mi repulsor de mano a la cara y cayó a varios metros de distancia con la cara derretida, me acerqué a él para sacar las llaves del auto de sus bolsillo, después de salir de mi traje lo dejé en una esquina oscura para ir por la carpeta y no llamar tanto la atención con la armadura, busque el auto con el control del llavero y subí mi armadura en el asiento trasero del auto.

Jarvis iba conduciendo el auto mientras yo leía y meditaba sobre los archivos que tenía en mis manos, hasta que encontré la pista que necesitaba A.I.M. Recordé que Rhodey me podía ayudar a ingresar a un satélite para buscar más información. Cuando logré ingresar a la base de datos de A.I.M. encontré todo sobre sus experimentos en humanos, eran imágenes grotescas y dolorosas las que se veían en pantalla. Eran tratados como fallas.

Luego de ver todo eso fui hasta el auto y me puse mi traje, las coordenadas que marcaba Jarvis que debía seguir aparecían en pantalla, debía dirigirme a Miami, así que lo hice en el traje, no podía conducir toda la noche ese auto, cuando me encontraba a unos metros de la gran casa baje la velocidad para dirigirme al techo deje el traje arriba de una ventana para poder entrar civilizadamente por ella sin pelear inecesariamente con los guardias que había en la entrada.

Pero me encontré con una imagen muy rara, para empezar la casa no parecía la de un terrorista, había una omega en un en una habitación con un hombre al que le lancé un rayo para dejarlo inconciente, en otra habitación habían dos omegas en la cama y de un baño salió el Mandarín, era un beta, no lo que yo me esperaba.

Tuvimos una discusión con el luego de que saqué a las chicas de la pieza, el hombre me explicó que era un actor y que lo contrataron para actuar, Killian le pagaba por hacerse pasar por un asesino. Estaba de frente al hombre cuando todo se tornó oscuro para mí.

2 de Septiembre 2020

En esta versión Harley no existirá. Iron Patriot existirá en un futuro cercano, por eso no se le hará mención y la mansión de Tony continúa en pie, porque me encanta que Steve y Tony pasen tiempo en ella ♡.♡

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