- En unos minutos vamos a aterrizar, Señor Stark. - Informó una sonriente chica rubia. Cambié la mirada rápidamente, había estado perdido en mis pensamientos, cosa que me estaba pasando muy seguido, pero no podía evitarlo, pensar que al fin había encontrado al Capitán América y sin siquiera darme cuenta, en cuanto llegara necesitaba saber de dónde estaba saliendo el dinero para esa búsqueda, si fuera de Industrias Stark Pepper ya se lo habría notificado.

- ¿Señor, ya se comunicó con el personal que se encargará de llevar a el Capitán?- Preguntó Happy.

Que dolor de cabeza eran todos. ¿No me pueden dejar perderme en mi mente? Todos tenían que interrumpirme, ocho horas de viaje no eran suficientes para la marea de pensamientos que saturan mi cabeza, eran demasiados y cambian muy rápido de escenario mis ideas.

- Quiero que esto se quede en el completo anonimato, no tengo tiempo para poner a firmar acuerdos de confidencialidad a un grupo de incompetentes.

- ¿Cómo piensa llevarlo?

- Mi auto está en el aeropuerto, tu lo acercarás mientras yo cargo a el anciano a el auto- Happy me dirigió una mirada incrédula. - ¿Olvidas que soy un alfa prime? Tengo suficiente fuerza para cargarlo - Ahora me veía con una ceja arriba- Ya lo moví y me di cuenta que no pesa tanto como aparenta, si no fuera por su tamaño pensaría que no es un alfa. - Happy suspiro al escuchar mis desplantes y se abrochó el cinturón para el aterrizaje.

¿Habría sufrido perdida de líquidos en el descongelamiento y por eso la pérdida de peso? ¿Y si tenía un daño irreparable en los riñones? En cuanto llegará le pondría suero, no podía dejarlo morir. Por lo cielos que estaba pensando, es un super soldado no le iba a pasar nada, pero no se podía arriesgar, además no dejaría que el gobierno se diera cuenta de el hasta que despertará, no dejaría que le pusieran sus sucias garras a el pobre hombre, nadie haría experimentos con el mientras estuviera inconciente, no lo permitiría, era enfermo. Mi teléfono comenzó a vibrar.

Happy:
El auto está listo.

Me dirigí a la habitación, Happy había cubierto con las sábanas a la paleta humana, lo descubrí y había un detalle con el que no había contado, el hombre estaba en ropa interior, ¿Qué tan malo sería que alguien me viera cargando a un hombre en ropa interior en el aeropuerto? Bueno no me importaba lo que dijeran en las revistas, siempre inventaban lo que querían, el problema era Pepper, ya vería como hacer que le creyera que no se había acostado con un desconocido.

Tomé en brazos a el bello durmiente, no estaba tan pesado, pensé en cubrirlo con una sábana por si alguien nos veía, pero sería más sospechoso, además nadie lo conocía, podían quebrarse la cabeza buscando algún modelo rubio para darle nombre a el hombre inconciente en sus brazos.

Habiendo bajado las escaleras del avión, divisé a Happy con la puerta del auto abierta y vi hacía la izquierda, habían varios paparazzi siento retenidos por la seguridad del aeropuerto, claro que iban a estar ahí, su Jet privado tenía unas grandes letras que decía Industrias Stark.

Caminé rápidamente a el auto, pero ya de nada serviría, tenía fotos mías desde que estaba en la puerta del avión. Deposite al rubio en el asiento detrás del conductor y rodeé el auto para subir en el otro asiento. Acomodé su cabeza sobre mis piernas y Happy nos hizo rápidamente abandonar el aeropuerto.

- ¿Y está mochila?

- Me la entregaron los que transportaron al Capitán al avión, al parecer la encontraron en el hielo, también guardé el uniforme del Capitán en ella.

Me entró curiosidad de ver lo que contenía, pero ya luego en la Torre la revisaría. Sentía la adrenalina en su cuerpo, como la sensación que sentía cuando era un adolescente, cuando estaba haciendo algo malo a escondidas de su padre, esa deliciosa sensación de pensar en ser descubierto a pesar de que estaba disfrutando lo que hacía. Amaba esa sensación y aún la seguía disfrutando. Sólo esperaba que no tuviera repercusiones con el gobierno, no quería ni imaginarse el regaño qué le daría Pepper si tenía problemas con esos hombres.

- No le digas a Pepper nada de lo que hicimos en Alaska.

- ¿Y si me pregunta?

- No lo sé, inventale algo.

- ¿Cómo le esconderá algo tan grande a la señorita Potts?

- Me las arreglaré.

Era mejor no decirle nada hasta que todo estuviera completamente seguro, no quería asustarla diciéndole que había encontrado un hombre congelado y estaba vivo, lo iba a tomar por loco, además que querría llamar a la el pirata o a la pelirroja y no estaba dispuesto a hacerlo.

Happy entró al estacionamiento subterráneo, en cuanto estacionó, tomé la mochila y abrí la puerta para cargar al rubio, Happy se quedó viéndome por el espejo retrovisor y recordé que siempre esperaba que abriera la puerta, pero tenía prisa por llegar a el piso de la Torre al que nunca iba nadie, ni siquiera él, el sótano, donde habían inventos de su infancia, inventos de su padre y si mal no recordaba había una camilla, donde dejaría a el rubio, mientras pedía una cama.

- Bienvenido Señor Stark.- Dijo Jarvis.

- Jarvis, el es Steve Rogers, estará en el sótano, quiero que lo monitorees- Informé rapidamente, presionando el botón para ir al sótano - y otra cosa no le digas nada relacionado con el a Pepper, esto será confidencial entre tu yo y Happy, si es algo de emergencia di que es el la nueva IA.

- Me siento ofendido, Señor.

- Vamos Jar, tu eres el único en mi vida, Rogers sólo estará conmigo hasta que despierte y organice su vida.

- Presiento que será algo más.

Coloque a Rogers en la camilla y subí al laboratorio, tomé una bolsa de suero y un atril para suero. Regresé cuando tome todo lo que necesitaba y cuando estaba por introducir la aguja Jarvis me detuvo.

- Es mejor que busque a un profesional señor.

- Jarvis, tengo 3 doctorados- Jarvis desplegó un holograma que indicaba exactamente donde debía poner la aguja y en que ángulo debía hacerlo. - Siempre tan eficiente, Jar, por eso te amo.

- Gracias Señor.

- Dime que me amas.

- Lo amo, señor.

- Pero ponle más sentimiento.

- Señor no puedo demostrar sentimientos y emociones.

- Le quitas lo divertido a la vida. - Ironicé mientras acercaba el atril a la camilla. - Necesito una cama aquí- murmuré.

- ¿Quiere que pida una cama, Señor?

- No, no quiero que un empleado vea a alguien inconciente en mi sótano.

- Debería llevarlo a una de las habitaciones de huéspedes.

- ¿Y si despierta y se lanza por la ventana? Sería horrible, o peor ¿Y si se va antes de que yo llegue?

- Bloquearé los ascensores, ademas le recuerdo que su habitación tiene vidrio irrompible, tan duro como el acero, que aún no está a la venta.

-Pero Pepper podría entrar en mi habitación y verlo dormido, pensará que soy un degenerado por tener a un alfa en mi cama.

- Yo cerraré la habitación apenas ella oprima el botón para este piso.- Me quedé en silencio, por la eficiencia de Jarvis.- ¿Tiene más preocupaciones, Señor?

- Mañana bajaré a hablar con Pepper. - Hablé decidido. - Avísame cuando el suero se termine, mientras eso pasa iré a tomar un baño.

Luego de un relajante baño. Fui al taller a buscar algo en lo que trabajar para evitar pensar en el secreto que tenía en el sótano.

- Tenemos que investigar de dónde sale el dinero con el que se le pagaba a Toomes.-

- Enseguida señor- Luego de unos segundos Jarvis siguió hablando - El dinero se tranfería de New York a Alaska, mediante Empresas Rand es una corporación internacional, con sede en la ciudad de Nueva York. Fundada por Wendell Rand y su socio mayoritario Harold Meachum, otro de sus socios es un socio anónimo, que era su padre, el ayudó a el señor Rand en los comienzos de la empresa y a cambio el señor Rand le dio un porcentaje de las acciones de forma anónima. Wendell Rand murió en 2001 junto con su esposa e hijo Daniel Rand. - Leía Jarvis mientras desplegaba papeles con información y fotos sobre Empresas Rand, sus socios y hasta de los hijos de los socios. Todos los trámites validados por Jeryn Hogarth, además de que la cuenta no era visible para alguien que la buscara fuera del banco, la mujer había hecho un buen trabajo cubriendo todo.

- Más secretos, increíble. - Critiqué - ¿De dónde sacaste los datos?- Cuestioné.

- Escaneé todos los papeles del sótano, luego de que encontrara la cura para su envenenamiento con paladio.

- Algún día leeré lo que dejó el viejo en esas cajas.

- No lo hará señor.

- Tienes razón no lo haré.- Reconocí aún viendo la información sobre los Rand. - Desvía el dinero de las acciones de Rand a otra cuenta con el nombre de Steve Rogers.

- ¿Seguro, Señor?

- Seguro. - Ni siquiera sabía porque lo hacía, siempre tuve problemas de impulsividad, pero si un día decidía cambiar el rubio ni siquiera se daría cuenta. No es como si necesitara dinero, pero una cuenta anónima no le caía mal a nadie.

***
Seis de la mañana y no había podido dormir nada, quizás porque esta no era mi habitación, eso quería haberme creer, aunque siempre era así, mi cabeza era un remolino de ideas que me dificultaba dormir, pero anoche había sido peor, sentí el deseo de levantarme y emborracharme como antes para que mis pensamientos fueran más lento, pero no lo hice porque quería hablar con Pepper. Me di un baño y me puse un traje, luego fui a la cocina a tomar del café que Jarvis ya había hecho para mí.

- ¿Quiere ver las noticias, señor?- Sólo negué dando un sorbo a mi café. - Le aconsejaría que vea lo que...

- No quiero ver nada, sólo quiero algo de paz mientras disfruto mi taza de café en una tranquila mañana de verano. - Jarvis no insistió más.

Sabía que las noches de insomnio hacían que me levantará taciturno y a veces de mal humor, en esos días prefería no ir a la empresa, pero debía hacerlo para que Pepper no se molestara por no haberle contestado ninguna de sus preguntas mientras estaba en el Polo Norte.

- Son las ocho de la mañana señor. - El tiempo pasaba demasiado rápido cuando tienes la cabeza saturada de pensamientos de mierda.

Tomé el ascensor mientras ajustaba mi reloj por si había un nuevo aviso de Rogers. Cuando salí del asensor sentí la mirada de todos los empleados del piso y fui recibido por una ola de feromonas, habían dos ascensores, el mío y el de empleados, el mío sonaba cuando yo llegaba, así podía hacer mis triunfanles entradas, pero esta vez fue diferente, sentí algunas miradas molestas, además de que varias omegas habían dejado salir su aroma y olía a molestia, algunos sólo cambiaron rápidamente la mirada y una de las nuevas omegas hasta se atrevió a mirarme mal. Seguí caminando hacia la oficina de Pepper sin inmutarme por el extraño comportamiento. Y justo vi que Pepper venía saliendo de su oficina.

- Hola Pepper- Saludé a mi pareja con una sonrisa coqueta. Pero lo único que recibí fue un ceño fruncido y cuando se acercó me dió una cachetada que me hizo voltear la cara por el golpe. Sorprendido y confundido regresé mi mirada a Pepper. - ¿Y esto por qué fue?

- Y todavía preguntas - Ladró Pepper poniéndose roja de la furia. - ¡Eres un cínico!- Me gritó, sentí como todos en el piso se habían callado y se mantenían a la expectativa del show que les estábamos dando. Al parecer Pepper se percató de eso, por lo que me tomo de un brazo y me llevó por la fuerza a su oficina.

Camino a su escritorio y tomó unas revistas que estaban en una repisa y las tiró en su escritorio. Yo me acerqué a el escritorio ya que me había quedado en la puerta, por si la mujer estallaba, esparcidas en la mesa habían siete revistas todas con diferentes títulos, pero todos giraban a el mismo tema, el y el anciano congelado.

Un Plaboy nunca cambia

Decía la revista de enmedio dónde se veía su foto a mitad de las escaleras del avión con un rubio en ropa interior.

Tan movidas fueron las vacaciones para Tony Stark que dejó inconciente a su pareja

En la imagen de portada se veía como depositaba a el rubio en el asiento trasero del auto.

Ni Virginia Potts pudo domar a este alfa Playboy

En la imagen estaba agarrando la puerta para cerrar el auto, después de haber metido a el rubio inconciente.

¿Será este el definitivo?

En esta imagen lo habían captado viendo el rostro de Steve, mientras comprobaba si no había señales de que el hombre fuese a despertar

Las demás revistas tenían las mismas imágenes.

Tal parece que fue un beta el que se ganó el corazón de Tony Stark, robandole el puesto a Virginia Pott

¿Amante o pareja oficial?

Todos esperábamos ver al magnate con un omega pero al parecer le gustan más los betas

- Y mira lo que dicen en los programas de chisme- apuntó extendiéndome su tableta.

"- Era de esperarse mi querida Trish, ningún beta puede amarrar a un alfa. - Comenzó el vídeo con una mujer morena

- Pobre mujer, un engaño así dará vuelta por todo el mundo - lamentó la rubia.

- Ella sabia a lo que se metía, a veces ni los omegas y betas con hormonas omegas pueden amarrarlos a pesar de estar marcados, y este nuevo beta no será la excepción- Expuso la morena.

- Pero tienen algo serio porque el alfa desde que estaba con la beta Virginia no se había dejado ver con ninguna otra pareja.- Aportó la rubia

- Quien sabe podría ser un beta con hormonas de omega el que lo sedujo - Objetó la morena

- O puede ser un omega - Declaró la rubia.

- No, no lo aparenta. Sólo usando esteroides un omega podría verse así y se ve muy alto para ser un omega.

- Deberíamos dejar los estereotipos... "

Corté el vídeo.

- Pepper entre ese hombre y yo no pasó nada.- Comuniqué con seriedad.

- No tienes que mentirme - Manifestó Pepper con firmeza.

- No, no pudo pasar nada entre el y yo, los dos somos alfas.- No fue el mejor argumento que pude haber usado ya que Pepper se quedó con la boca abierta.

- Se nota que te gusta- Declaró recompuesta de mi declaración anterior. - Que afortunado.

- No puedo creer que prefieras confiar en un programa de chismes que en mis palabras.

- Mira esta revista.- Demandó mientras me daba la revista en la que yo estaba viendo la cara de el hombre en mis brazos.- No me quieras engañar, se ve que lo quieres, no sé cuando comenzó todo esto, pero debiste contarmelo antes que los medios- pensaba interrumpirla pero ella levanto su mano en señal de que no dijera nada - No estoy enojada, ya no, quizás nos equivocamos, lo que sentimos es amistad, no amor romántico. - Declaró con una sonrisa.- Si me disculpas tengo que ir a ver uno de tus clientes. - Aseveró saliendo de la oficina.

Pensaba llamarla y hacerla entender que se había equivocado pero no pude porque la alarma de mi reloj comenzó a sonar y un mensaje se leía en la pantalla.

La nueva IA está por iniciar.

24 de Mayo 2020

Quiero aclarar que no se nada de medicina así qué están en el derecho de corregirme en el capítulo anterior por si escribí mal los términos que utilicé.

Empresas Rand, Daniel Rand, Jeryn Hogarth y Trish ... Si amo las referencias