18. ¿Dudas?
Hoy llegaba Steve, desde el mes pasado siempre regresaba los fines de semana, pero esta vez había decidido evitarse ese el viaje hasta la mansión, para volver exactamente el día de cumpleaños, el cuatro de julio.
Esperé cuatro días más de lo normal y sentía como si fuera una eternidad, ni siquiera podía pensar bien, sólo podía pensar en el cuerpo de mi amado en mis brazos y su aroma, su deliciosa esencia impregnandose en mí.
Si le decía eso a Steve pensaría que estoy enfermo o si alguien me comentara lo que estoy pensando también creería que esa persona está mal de la cabeza, por eso debía mantener esos pensamientos sólo para mí.
Steve me había pedido que celebraramos sólo los dos, sin invitar a nadie como habíamos hecho en mi cumpleaños y yo estaba feliz con eso. Estaríamos sólo los dos sin distracciones, festejando su primer cumpleaños desde que salió del hielo.
- Señor, hay alguien en la puerta.
A penas Jarvis dijo eso, salí practicamente corriendo del taller para abrir la puerta principal y fue una total decepción, era un repartidor. Al menos el pastel llegó antes que Steve. Lo abrí cuando llegue a la cocina, y era un diseño del escudo de Steve y mi reactor combinados, yo mismo lo había dibujado. Me encantó, y estaba seguro que al rubio también,
El pastel por dentro era de vainilla, pues a Steve le gustaba lo simple y era pequeño porque sólo sería para los dos. No como el pastel que había comprado para mí, que era extremadamente grande y dulce, pues consistía en una capa de chocolate sobre una capa de vainilla, en el medio de las dos capas tenía crema de maní, estaba cubierto por dulce de leche con almendras y galletas Oreo como decoración.
- La motocicleta del Capitán Rogers está estacionandose frente a la mansión. - Anunció Jarvis.
Caminé rápidamente a la puerta y esperé a que Steve tocara, pero me ganó la desesperación así que salí y vi como colgaba el casco en el manubrio de la motocicleta. Cuando se percató de mi presencia me sonrió, con esa sonrisa que lograba enamorarme aún más, con esa sonrisa que me hacía sentir que podía derretirme ahí mismo.
Me acerqué a pasos lentos a él y el hizo lo mismo, en un momento abrí los brazos, fue como si un imán lo llamará, pues se arrojó a mis brazos y nos fundimos en un abrazo.
- Te extrañé - Confesé mientras estaba un poco encorbado para poner mi barbilla sobre su hombro y Steve me facilitaba la acción ya que se empinaba para abrazarme.
- Yo también, como no tienes idea.
- Necesito que la remodelación de la Torre se termine lo antes posible para que regreses todas las noches a casa. - Comenté cuando me separaba de él. - Tengo una idea para la Torre, te lo contaré luego. - Agregué tomandole de la mano para que entrar a la casa. - Ahora debemos centrarnos en el cumpleañero, ¿Quieres algo de comer?
- Siempre me quieres dar comida - Respondió juguetón.
- No puedo dejar que te mueras de hambre - Repliqué llevándolo a la cocina. - Jarvis decía que la mejor forma para conquistar a alguien es mediante la comida.
- Tú ya me conquistaste.
- Y tú me conquistaste a mí - Expresé tomandole de la cintura para subirlo sobre la barra desayunadora y metiéndome entre sus piernas para besarlo, el enrolló sus piernas en mi cintura y llevó su mano a mi cabello para comenzar a acariciarlo, yo me entretuve masajeando su pequeña y cintura, hasta que nos tuvimos que separar por la falta de oxígeno.
- Tus labios son tan adictivos. - Declaré pasando mi pulgar por su labio inferior. Steve siempre era tímido cuando le decía ese tipo de cosas así que cambié de tema - ¿Quieres ver el pastel?
- Me encantaría. - Respondió dando un salto para bajarse de la barra y abrir la caja del pastel. - Gracias Tony, me fascina.
- Tenemos que fotografiarlo. - Dije al ver su emoción - Jarvis despliega uno de mis trajes para que nos haga una sesión de fotos- En seguida escuchamos el sonido de la armadura caminado hacia nosotros. Le entendí mi teléfono y Jarvis controló mi teléfono para que tomará las fotos. Hicimos varias poses, para terminarnos riendo cuando imitamos la típica postura de los recién casados cuando cortan el pastel de boda. La que más me gustó fue en la que nos besabamos con el pastel frente a nosotros.
- Pensaba poner 94 velas, pero iba a arruinar el diseño - Comenté divertido.
- Y evitaste un incendio - Agregó Steve partiendo el pastel.
Ambos caminamos a la sala de estar con nuestras rebanadas de pastel, Steve tomo asiento frente a mí y comenzamos a comer nuestros pasteles en silencio, que no era para nada incómodo. Steve terminó el silencio con una rara pregunta.
- ¿Siempre te han gustado los alfas?
- ¿Por qué lo preguntas?
- Hace unos días estaba leyendo publicaciones sobre ti en los periódicos y me encontré una entrevista en la que decías que te gustan los alfas y betas.
- Lo leíste mal, dije que me gustaban las alfas y los betas, de estos encerrando ambos géneros.
- Pero, ¿No te gustan los omegas?
- No es que no me gusten, huelen delicioso, son lindos y calientes, sin embargo, la razón por la que no tuve relaciones serias con ellos es por la mordida, no quería crear un lazo para toda la vida, a veces no puedo saber si una persona me busca a mi o sólo mi fama y mi dinero.
-No necesitas tu dinero, ni tu reputación para que alguien te ame, sólo necesitas ser tu mismo.
-Eso no me convence mucho, pero ahora nunca crearé un lazo porque ambos somos alfas.
- Y si tuvieras una oportunidad, ¿Estarías con un omega?
- Claro que no, ya te tengo a ti, para que querría un omega -Contesté, pero Steve continuaba meditabundo, mi cerebro comenzó a trabajar en el porqué preguntaba eso, así que pregunte con inseguridad: -¿O tu quieres un omega?
- No- Respondió rápidamente - Sólo quería confirmar que no sientes las necesidad de tener uno.
- Contigo es suficiente para mí. - Declaré, pero Steve no parecía muy seguro de ello, pues se quedó con un aire pensativo y se mantuvo callado. Me levanté del sofá y me hice lugar en medio de sus piernas para arrodillarme frente a él. - Steve, antes de ti tuve relaciones con omegas, betas y alfas, pero no duramos mucho tiempo juntos, con ellos no imaginé una larga vida juntos, no como lo hago contigo. Siempre pensé que quería morir antes de volverme viejo pero eso era porque no había encontrado el amor ahora que te conocí sólo puedo imaginar que envejezco a tu lado.
- Eres tan afectuoso- Susurro levantándose del respaldo de la sillón para acercar su boca a la mía y unir sus labios con los míos para dar lugar a un tierno beso, hice que se arrecostara en el respaldo del sillón, mientras pegaba su pecho con el mío y Steve subió una de sus piernas a mi cintura para acercarme más a él.
El beso iba subiendo de tono, así que decidí cortarlo para no asustar al rubio. Me separe lentamente y recorrí el cabello de Steve con mi mano para arreglarlo un poco, pues en medio del beso lo había despeinado, no creo que se diera cuenta, porque me sonrió feliz, se lo tomó como una simple caricia.
Me senté a su lado y en seguida Steve se acurrucó sobre mí pecho, nos quedamos en silencio, sólo viendo la orquídea que estaba frente a nosotros, ahora estaba como centro de mesa.
- Acabo de recordar que no respondiste cuál fue la cosa más alocada que has hecho en tu vida.
- Enamorarme de un alfa. - Respondió volteando su mirada hacia mí.
- Son mejores palabras que he escuchado en mi vida, pero aún espero que me digas unas mejores - Reconocí mientras sacaba una cajita aterciopelada de mi bolsillo. - Abrela - cuando la abrió se dejaron ver dos anillos uno de platino, para verse más delicado y uno de titanio que era un poco más grueso a la vista. Por dentro de uno de los anillo había un símbolo de un reactor y en el otro un escudo, cuando nos lo quitaramos podríamos verlo, no los dejé a la vista porque nuestra relación aún era secreta y no quería levantar sospechas por el momento con los anillos.- No te asustes, no es un anillo de compromiso, eso significaría que ya tenemos un compromiso matrimonial, no es que no quiera eso para nosotros, pero ahora es algo pronto. Este anillo es para que me recuerdes y yo te recuerde a ti, pero te prometo que estos anillos sólo serán por unos años.
- ¿Por qué? - Preguntó acongojado.
- Porque los reemplazaré por unos de matrimonio.
- Es el mejor regalo que me han dado en la vida.
Tomé la cajita de sus manos y saqué su anillo, tome su mano con delicadeza y puse su anillo, y seguido de eso deje un beso sobre el anillo, pero rozando su piel y luego Steve procedió a hacer lo mismo conmigo.
-Te quiero, siento que te querré siempre, ya te habia dicho que mi corazón es tuyo y siempre lo será, ahora lo recordarás todos los días y cuando me extrañes podrás ver el interior del anillo y pensar que yo también te extraño.- Expresé mientras acariciaba el dorso de su mano con mi pulgar.
- Nunca me lo voy a quitar.
- Me haces el alfa más feliz del mundo.
- Tú eres lo mejor que me ha pasado. - Dijo acercándose para abrazarme y apoyando su cabeza en mi hombro.
- ¿Quieres recostarte un rato en nuestra habitación. - Pregunté al sentir su cansancio, él hizo un sonido para confirmar que estaba bien, pero no se movió, entonces aproveché para tomarlo de la cintura y levantarlo.
- Me sigue asombrado que hagas esto.
- A mi me asombra que te dejes hacerlo - Repliqué mientras lo tomaba de lo muslos para afianzar mi agarre, pues el había enrollado sus piernas alrededor de mi.
- Me fascina que lo hagas. - Susurró en mi oído cuando entramos en la habitación.
Lo senté sobre la cama, pero no pude separarme de él, porque me tomo del cuello cuando iba a enderezar mi espalda, le di una mirada juguetona y el me besó mientras se recostaba de espaldas a la cama y me llevaba con él. Me acerqué a él manteniéndo mi peso sobre una mano para no dejar caer mi peso sobre él, y mi otra mano la escabullí por debajo de su camisa, la subí un poco mientras tocaba sus marcados abdominales, dejé escapar un risa en medio del beso cuando sentí las tímidas manos de Steve en mi cintura. Saqué mi mano de debajo de su camisa para poner su mano en mi trasero.
- Esto es tuyo bombón. - Expresé sonriendo y Steve se sonrojo más de lo que ya estaba por el beso. Otra vez volví a atacar sus labios con los míos y esta vez Steve metió sus manos en las bolsas traseras de mis jeans e hizo presión para unirme más a el. Ahora mi mano había subido un poco más, a sus tetillas, primero sólo la rocé con mis dedos y al no sentir negativa de su parte la tomé entre mi índice y mi pulgar para presionar un poco su botoncito.
Me separe de su boca para dejar besos en su mandíbula y seguí repartiendolos por su cuello, con mis manos levanté su camisa y me arrodillé para dejar besos en su ombligo y distribuí varios en esa área para subir a su tetilla. Noté que su pezones era un poco más grandes al igual que su aréola, eso seguramente se debía a lo grandes que eran sus pectorales y eso sólo me provocó que llevara mi boca a uno de ellos y lo succionara levemente. Steve suspiraba levemente mientras yo chupaba un poco más fuerte y seguidamente mordí suavemente el área, ganandome un sonido angelical de la garganta de Steve, un pequeño gemido. Eso hizo que se detuviera la diversión ya que Steve llevó sus dos manos a su boca, con cara de asombro y luego con sus manos se arrastró un poco hacia atrás, para alejarse de mí.
- ¿Quieres que me detenga? - Pregunté con consternación.
- No puedo hacer esto con cualquiera.
- Yo no soy cualquiera.
- No me refiero a eso, quiero que con quien lo haga esté para toda la vida.
- Pero lo estaremos- Propugné y me arrepentí enseguida, al detenerme a meditar en lo que estaba diciendo y haciendo, era su primera vez, era obvio que iba a tener miedo y más si era con otro alfa, otro factor era que él aún mantenía pensamientos de su época. Tenía que hacer algo especial para él, con Steve no era sólo sexo, no estaba con el por eso y se lo demostraría. Lo que haríamos, sería con y por amor, no por el calor del momento - Esta bien, puedo vivir sin sexo, pero ya no puedo vivir sin ti.
- Lo siento.
- No te preocupes, no es necesario tener sexo con una persona para seguir enamorado. - Expresé mientras me levantaba para tomar asiento en la orilla de la cama -Iré por un vaso con agua, también te traeré uno -Dije para huir de ahí por el silencio que se había instalado en la habitación.
Cuando llegue a la barra de la cocina me apoyé sobre ella para normalizar mi respiración, todavía sentía la excitación recorriendo mi cuerpo, me serví agua hasta que sentí que la sensación se había disipado en su mayoría de mi interior, me tomé un vaso y luego otro para terminar de serenarme y subí con uno en la mano para Steve.
Cuando llegué a la habitación no había nadie, sólo una nube de feromonas que no sentí ni siquiera al momento de irme, sólo lo percibí hasta que regresé, quizá por eso se había ido el rubio, el aroma a excitación estaba demasiado presente aquí, por eso me dirigí a la otra pieza, en donde estaban las acomodadas las cosas de Steve, luego de pedirle a Jarvis que limpiara el ambiente, cuando llegué no lo vi por ninguna parte, creí que no estaba ahí pero escuché la regadera abierta, así que esperé pacientemente acostado en la cama hasta que salió y cuando lo hizo ya estaba vestido, su olor imponente se olía mucho más ahora.
- Te traje agua- informe dirigiendo mi mirada a la mesita de noche, en donde reposaba el vaso con agua. Lo tomó en silencio y luego se tendió a mi lado sin decir nada. - Cuando oscurezca podemos ver los fuegos artificiales.
- No creo que se vean hasta aquí.
- Compré algunos, especialmente para ti.
- Eres tan lindo.
- Lo sé.
- Ahora me retractó - Dijo bromeando.
- El Capitán América no se puede retractar - Respondí siguiendole la broma.
Así abrazados dejamos que la horas pasarán, mientras manteníamos animadas pláticas, olvidándonos de el incidente de hacia unas horas, hasta que la hora de la cena estaba próxima a llegar y luego esperamos hasta que el último rayo de sol se fuera para poder ver las luces de los fuegos artificiales en el cielo, que había programado para que Jarvis lanzara. Nos encontrábamos abrazados, como si fuéramos una pareja común viendo el cielo en el día de la independencia.
18 de Agosto 2020
Gracias por leer y votar ♡♡♡♡♡
Les recuerdo que comenten si ven errores o incoherencias en la historia, no me voy a enojar, más bien se los voy a agradecer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro