17. Celebrar
Tenía frente a mí un holograma del diseño de las nuevas turbinas sin hélice que estaba creando para S.H.I.E.L.D. cuando la música con el volumen extremadamente alto se paró y noté que Steve venía caminado hacia mí con una badeja que sostenía un par de donas y una taza.
—Me levanté temprano para llevarte el desayuno a la cama pero ya no estabas.
— Desde que te fuiste me quedó la mala costumbre de despertar temprano —Dije y de no dormir, esto último sólo lo pensé, no tenía intenciones de decírselo.
— No es una mala costumbre, es bueno para tu salud, pero pensé que por esta vez esperarías en la cama.
— No quise molestarte.
— Estas de cumpleaños, no me podrías molestar ni aunque quisiera. Y como hoy es tu cumpleaños te traje tu desayuno favorito, donas y café.
— ¿Son de hoy?— Cuestioné mientras me la llevaba a la boca, no necesitaba confirmación, el sabor me lo comprobó.
— Hice un pedido de dos cajas, no tenías ninguna en la alacena.
— Se acabaron ayer.
— ¿Ese es el plano para las nuevas turbinas?
— Si, necesitan unas nuevas, fue una suerte que yo pudiera arreglar las turbinas con el diseño anterior de rotor, así no les volverá a pasar algo feo mientras están en el aire — Dije mientras hacía mala cara por el trago de café que acababa de tomar, afortunadamente Steve pensó que mi mueca se debía a lo que estaba diciendo. No me habría perdonado el haberlo hecho sentir mal por darme café con leche, cuando yo lo prefería sólo. Cuando hay amor, los pequeños detalles dejan de tener importancia.
— Como eres el cumpleañero, prepararé para ti lo que quieras, ¿Qué quieres almorzar?
— A ti. — respondí rápidamente con una sonrisa pícara en mi rostro y automáticamente Steve se sonrojo.
— Hablo en serio Tony.
— Yo también.
— ¿Quieres que vayamos a un lugar en específico?
— A mi cuarto. — El sonrió aún sonrojado, lo que provocó que me acercara a él para besarlo. — ¿Ya desayunaste?
— No, dejé mi desayuno en el comedor. — Respondió bajando su mirada al piso con su rostro aún ruborizado.
— Te acompaño— dije tomando mi taza de café y poniendo la dona sobre la taza para tomar su mano con mi mano libre. — Con respecto al almuerzo, dile a Jarvis que pida hamburguesas con queso, son mis favoritas.
— ¿Y papas grandes?
— Ya me conoces. — Repliqué feliz. — ¿Ya enviaste las invitaciones a la fiesta?
— Si, Pepper me ayudó.
— Genial — Manifesté mientras me sentaba frente a Steve en la mesa. — ¿Compraron alcohol y botanas?— él sólo asintió y yo dejé de interrogarlo, al parecer el sabía lo que hacía.
No había quien quisiera perderse una fiesta de Tony Stark, por eso sabía que aunque Steve hubiera envido las invitaciones una hora antes de la fiesta todos vendrían. En mi cumpleaños anterior la mansión se había llenado, pero Rhodey había ahuyentado a todos, pero eso no quitaba las ganas de fiesta de las personas. Estaba seguro de que Pepper iba a invitar muchos de mis conocidos de la empresa y ellos iban a invitar más gente, siempre era así.
Con Steve tuvimos platicas triviales sobre el clima, los avances de la Torre, mis avances en mi traje, su partida a S.H.I.E.L.D de la próxima semana, mis pocas ganas de salir. Al final Steve me concedió quedarme en el taller, pues el iba a continuar con los preparativos para la fiesta. No sabía que más iba a hacer, pues el lugar estaba limpio, esperaba que cuando subiera no encontrara confeti y decoración. Aunque sería lindo que hiciera eso por mí.
Las horas pasaron rápidamente mientras estaba en el taller, las actividades ahí me hacían perder la noción del tiempo, no sentía el tiempo pasar al estar inmerso en mi trabajo. Tiempo después Jarvis me avisó que Steve venía bajando, al parecer ya habían pasado varias horas.
— Stiff. — Salude alegremente, mientras quitaba algunas herramientas de una silla para que tomara asiento en ella.
— Te traje tu regalo de cumpleaños — Informó y ahí fue cuando noté la gran caja que traía en sus manos.
— No tenías que darme nada — Declaré con naturalidad, aunque por dentro estaba saltando de alegría, hasta mi alfa se sentía emocionado por recibir algo de su pareja. — La semana pasada me diste el mejor regalo dije sentándome en la mesa y el puso mi regalo a mi lado. Era una caja rectangular bastante grande, pero tenía poca altura.
Sin poder esperar más levanté la tapa de la caja y una explosión de bellos colores me recibió, en el interior de la caja había una pintura, pero no cualquier pintura era un recuerdo, de la vez que Steve y yo fuimos a Brooklyn, reconocía perfectamente ese parque.
— No sabía que podía darte, porque lo tienes todo, pero pensé en darte algo que yo mismo puedo hacer, no gaste nada en él, al lado de todos los regalos que tu me has dado... — Corté su monólogo con un beso y cuando me separé el hizo un leve puchero, se veía tan adorable.
— Es la mejor forma de callar a alguien, cuando yo comience a divagar hazlo — Dije defendiéndome — Steve el regalo es perfecto, cualquier cosa que me regales me hará feliz y ¿Sabes por qué? —Negó con la cabeza — Porque se que lo hiciste pensando en mí, con sólo el hecho de saber que te tomaste el tiempo de pensar en mí, me llena de una alegría indescriptible.— y concluí abrazandolo. Estábamos casi a la misma altura, yo estaba unos centímetros más abajo, pues estaba sentado en la mesa y él estaba parado entre mis piernas.
— Me alegra que te guste.
— Creí que nunca me enteraría de que fue lo que pintaste esa vez en el parque.
— No te lo mostré, porque me dio vergüenza que vieras que te había dibujado.
— Ahora quiero ver el dibujo original, recuerdo que lo hiciste a carboncillo.
— Está en mi cuaderno, puedo traerlo si quieres.
— Eso será luego, quiero quedarme un rato más en tus brazos, sintiendo tu agradable aroma a donas.
— Aún no entiendo porque sientes ese aroma en mí.
— Es mi aroma favorito, me encanta que tu lo tengas.
— Sólo tu lo percibes así.
— Me siento más especial.
La repuesta de Steve fue una leve sonrisa. Mi cara ahora estaba sobre su pecho, ya que Steve se había erguido. Él comenzó a acariciar levemente el cabello de mi nuca y eso logró que me relajara, la tensión que sentía en mis hombros por no dormir estaba bajando, dando paso a mis ganas de dormir, desde el día que vi dentro de ese portal, no había podido dormir bien, sólo dormía por horas o minutos y algunas noches no lograba dormir nada, debido a las pesadillas que me atacaban.
Poco a poco mi cuerpo se estaba acomodando al de Steve, me estaba dejando llevar por la tranquilidad. El silencio del la sala y el aroma de sus feromonas no ayudaba, su esencia estaba haciendo que me calmara y luego cuando menos lo esperé caí en la oscuridad de la inconsciencia por el sueño, pero eso sólo duró algunos segundos, pues apenas llegué a la primera fase del sueño, cuando la nave de los Chitauri apareció en mi mente, lo que me hizo alejarme de Steve como si me estuviera quemando.
— ¿Qué pasa? — Preguntó sorprendido por mi repentina acción.
— Me sorprendí al quedarme dormido tan rápido. — Mentí rápidamente.
— Creí que necesitabas dormir, me he despertado varias noches y no estás.
— A veces bajo por agua — Me excusé y Steve sólo asintió, al parecer me había creído.
¿Cómo podía mentirle con tanta facilidad? Claro que no bajaba por agua, bajaba al taller por no poder dormir, ya ni siquiera estando en sus brazos se iban las pesadillas, sólo las ahuyentaba por algunas horas, pero antes de irme me aseguraba de dejar bien impregnadas mis feromonas en la habitación, para que no sintiera mi ausencia.
— Su pedido acaba de llegar, Capitán — Anunció Jarvis. Gracias al cielo por esa interrupción, así no tendría que seguir mintiendo.
Steve subió para recibir el repartidor con nuestro pedido y yo subí para gozar del sabor de una tibia y deliciosa hamburguesa con queso. Salí directamente a sentarme en la terraza y Steve me acompañó unos minutos después, en sus manos traía la reconocida bolsa de papel de Burger King. Se me hacía agua la boca con el olor que la bolsa desprendía, hacia semanas que no comía de esos alimentos tan sagrados y Steve estaba tardando mucho en sacar todo de la bolsa.
— No pedí refrescos, ¿Quieres que te traiga algo de beber? — Dijo después de poner todo pacientemente en la mesa.
— Así está bien, lo único que quiero es probar esta exquisitez.— La tomé entre mis manos y le dí una gran mordida — Por los dioses, esto está delicioso, casi tengo un orgasmo ahora mismo con estos sabores. — Comente con los ojos cerrados.
— ¿Orgasmo?
— Si — Afirme abriendo mis ojos y noté la confusión en su rostro — ¿No sabes lo que es un orgasmo?— Pregunté y me sorprendí cuando el negó con la cabeza — ¿La cima del éxtasis?, ¿El clímax?, ¿Correrse?, ¿La culminación? — Steve negó a cada una de mis palabras — Eres como un niño inocente — Agregué con ternura poniendo una mano en su mejilla. — ¿Estas seguro de que estuviste en el ejército? Porque no puedo creer que estuvieras ahí y no escucharas las platicas sucias de los soldados.
— ¿Entonces qué es?
— Dejaré que Jarvis te lo responda — Respondí sonriente — Jarv, ¿Qué es un orgasmo?
— El orgasmo es la culminación de una relación sexual, un clímax que produce una sensación de liberación repentina y placentera de la tensión acumulada desde el momento en que se inicia la fase de excitación.
La cara de Steve fue tornandose de un color rosa a un rojo intenso, mientras yo me reía a carcajadas por su reacción.
— Nunca dijeron esa palabra, sólo dijeron terminar.
— Entonces si escuchabas pláticas sucias.
— Es inevitable.
Un silencio para nada incómodo se formó mientras seguíamos comiendo bajo la sombra de las sombrillas que había en la terraza, el sol estaba radiante, en su máximo punto más alto debido a la hora. Ambos nos perdimos apreciando el paisaje que teníamos al frente, viendo las suaves olas terminar en el horizonte y escuchandolas golpear en la orilla, maravillandonos con el reflejo del sol en las azules aguas frente a nosotros.
— La señorita Potts está entrando en su auto por el portón principal. — Interrumpió Jarvis nuestro silencio.
— Esperanos en tu taller, Jarvis te notificará cuando estén todos los invitados y no veas por las cámaras. — Ordenó Steve mientras yo me dirigía abajo y el se dirigía a la puesta.
Cómo puede Steve pedirme tal cosa, era como dejar dulces frente a niños, querrían comerlos y yo querría saber lo que está pasando. Nunca me organizaban fiestas, por lo general yo mismo las preparaba, así que moría de curiosidad por saber lo que estaba pasando arriba. Así que le pedí a Jarvis que insonorisara la habitación y pusiera música a todo volumen, para distraerme de lo que estaba pasando en el piso de arriba y concentrarme en el nuevo rendimiento que tendría mi traje.
— Señor, acaba de llegar el último invitado de la lista del Capitán Rogers — Informó Jarvis quitando la música de la pieza. Muy emocionado tomé uno de los micrófonos que había en el taller y subí rápidamente las escaleras para llegar a la sala.
— Acaba de llegar el grandioso... — Corté mis palabras al ver la sala vacía — ¿Y la fiesta? — Cuestioné al ver que frente a mí sólo se encontraban Pepper, Natasha, Rhodey, Clint y Bruce.
— Lo mismo pregunté yo — Comentó Clint.
— Le dije a Steve que nunca tenías fiestas de cumpleaños pequeñas, así que está es tu sorpresa.
— No la quiero — Dije cruzandome de brazos. — Jarvis avisa a todos mis contactos, hay fiesta en la mansión Stark.
— Steve pensó mucho en esto, lo harás sentir mal — Me recriminó Pepper molesta. — En la fiesta del año pasado destruiste tú casa y este año no puedes darte el lujo de hacer lo mismo.
— Soy millonario.
— Lo eres pero no podrás llevar a cabo el proyecto..
— Cancela los avisos, Jarvis — Mandé a la IA cortando las palabras de Pepper, cuando me dí cuenta de que iba a hablar de más y justo en ese momento llegó Steve con botanas en las manos. Me deje caer en un sillón vacío soltando un bufido.
— ¿Y qué vamos a hacer? — Cuestioné poniendo mis manos en mi rostro. Necesitaba quitar las ganas de fiesta de mi cuerpo, tenía pensado tomar alcohol hasta perder la conciencia y así poder dormir como hacía tanto no lograba.
— Traje un polígrafo.— Anunció la pelirroja.
— ¿Por qué traes un polígrafo a una fiesta? — Pregunté extrañado.
— Pepper ya me había dicho que sólo harían una reunión.
— Yo no lo sabía, creí que sería una fiesta descontrolada. — Alegó Clint.
— Yo vine porque me dijeron que sería lo contrario — Comentó Bruce.
— ¿Quién quiere ponérselo primero?— Dijo emocionada Pepper al ver que Natasha sacaba el aparato de una mochila.
— Mejor le diré a Jarvis que evalúe nuestras reacciones fisiológicas mediante sensores, así evitemos conectarnos todos esos cables.
— ¿Cómo se que no harás trampa poniendo a Jarvis de tú parte? — Preguntó Rhodey.
— Steve lo controlará.
— ¿Por qué él? — Preguntó Clint.
— Es la persona con más valores en la habitación. — Aclaré como si nada, recibiendo una mala mirada de Pepper. Y la otra razón era porque Jarvis está programado para responder a él como si fuera su otro dueño.
— Gracias por la confianza— Dijo con sarcasmo Pepper.
— Pidele que registre nuestros cambios neurofisiológicos en la respiración, presión sanguínea y conductancia galvánica de la piel — Precisó Bruce a Steve.
— O sudoración — Dije al ver que Steve tenía una cara de condición.
— Jarvis has lo que dijo Bruce. — Demandó Steve a la IA.
— Me siento como en la secundaria jugando verdad o reto. — Dije al ver que Clint y Rhodey estaban emocionados por jugar.
— ¿Quién comienza las preguntas? — Cuestionó Pepper.
— Yo — Se ofreció Natasha —Ya vuelvo — Dijo yendose a la cocina y volviendo a los minutos con una bandeja llena de vasos — Todos responderemos a cada pregunta y si Jarvis dice que no es verdad tomarán un trago.
— Si es así mentiré en todas.— Comenté y Natasha rodó los ojos al escuchar lo que dije.
— Iremos en orden, de izquierda a derecha, yo pregunto, responde Pepper y seguimos el orden — Decretó la Rusa — ¿Qué tipo de personas les parecen más atractivas? — Comenzó Natasha.
— Pelirrojas de ojos verdes. — Respondió Pepper.
— Las lecturas de la señorita Potts son normales. — Dijo Jarvis.
— Rubios de ojos azules.
— ¿Johnny? — Preguntó Pepper y yo rodé los ojos por lo que dijo.
— Las lecturas del señor Stark son normales.
— Alfas — Dijo Bruce con simpleza.
— Las lecturas del doctor Banner son normales.
— Omegas — Dijo Clint.
— Claro te tienes que conformar con quien te haga caso — Molesté al arquero.
— Que gracioso Stark.
— Las lecturas del señor Barton son normales.
— Rubias y voluptuosas — Respondió.
— Se detecta engaño en la respuesta del señor Rhodes.
— Eso no puede ser. — Dijo indignado el moreno.
— Tienes que tomar — Ordené divertido, mientras todos nos reíamos por como refunfuñaba diciendo que yo estaba manipulando a Jarvis.
— Castañas de ojos café — Continuó Steve luego de que Rhodey tomará lo que Natasha había servido.
— Margaret Carter— Dijo Clint. Luego de que Jarvis anunciará que decía la verdad. No había pensado eso, creí que Steve sólo ocultaba parte de la verdad.
— Y yo termino diciendo que me gustan las rubias fresas con ojos azules— habló Natasha cortando mis pensamientos y dejando un beso en la mejilla de Pepper.
— Mi turno— Dijo la beta con malicia — ¿A quién fue la última persona que besaron?
— Steve — Respondí rápidamente porque si dudaba en mi respuesta el resultado sería negativo.
— Las lecturas del señor Stark son normales.
Dijo Jarvis y todos seguían sorprendidos por mi respuesta.
— Creí que Thor se los había dicho, Steve me dió respiración de boca a boca cuando caí del portal en Manhattan. — Comenté rápidamente — Fue el quien lo hizo, no yo — Agregué riendo nerviosamente.
— Eso es sorprendente — Dijo Pepper.
— Una compañera del laboratorio — Continuó Bruce, luego de que pasará la sorpresa de mi confesión anterior.
— Una chica en una fiesta.— Habló Clint.
— Un compañero de la Milicia.
— Tony — Dijo Steve.
— Pepper.
— Natasha. — Dijeron casi al mismo tiempo y sonriendo cómplices. Jarvis había respondido que todos teníamos lecturas normales.
—¿Prefieren una vida llena de sexo pero comiendo fatal, o una vida sin sexo llena de ricos manjares?— Cuestioné cuando fue mi turno y todos decidimos que preferimos la comida. Natasha dijo que eso sería un problema en el celo. Pero Pepper dijo que siempre podríamos masturbarnos.
—¿Perdonarían una infidelidad si supieras que esa persona realmente los ama? — Dijo Bruce cuando fue su turno. Clint, Rhodey, Bruce y yo respondimos que no. Mientras Steve, Pepper y Natasha dijeron que sí.
— Si alguien realmente te ama no dejará que haya oportunidad para engañarte — Manifesté con firmeza.
— Siempre nos podemos equivocar Tony — Respondió Steve. Y yo fruncí las cejas por su respuesta.
— ¿Qué es lo más alocado que han hecho en su vida?— Indagó Clint.
— Orinar en la fuente de un centro comercial con Tony.— Contó Rhodey.
— Ese día estábamos demasiado borrachos, fue la primera vez que vi a Jarvis molesto conmigo.
— ¿Jarvis existe? — Preguntó Clint sorprendido.
— Así se llamaba mi antiguo mayordomo. — Informé y Clint se quedó sorprendido.
— No he hecho cosas alocadas. — Dijo Steve.
— Se detecta engaño en la respuesta del Capitán Rogers.
— Algún día sabremos la verdad — Presagió Natasha mientras Steve bebía de su vaso.
— Me metí a un edificio lleno de guardias para notificarle al dueño que había un error en sus finanzas.
— Agradezco eso Pepper. — Dije tomando de mi vaso.
— Es mentira, ya tomó de su vaso — Molestó Natasha y todos nos reímos por mi equivocación.
— Cargue un misil sin despedirme de nadie. — Declaré cuando fue mi turno.
Y continuemos con preguntas y respuestas raras, al final la reunión había sido divertida y llena de risas. Todos congeniabamos bien, como una manada.
13 de Agosto 2020
Gracias por leer y votar ♡♡
En el multimedia dejé una imagen de la terraza y de la tumbona, que es una silla, seguro todo el mundo las conoce, pero yo no sabía que se llaman así, por eso lo aclaro xD
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