Capítulo 2
Otro personaje más
Un día de escuela más se iniciaba, Oliver y yo solemos llegar muy temprano para tener un momento a solas, a veces hablamos de nuestro día a día, pero hoy no apareció al lugar acordado, detrás de la escuela, le había mandando mensajes pero no contestaba.
Mi mayor temor se hizo realidad en cuanto llegó después de diez minutos al fin apareció, pero tenía una gasa pegada a su mejilla izquierda, no parecía de buen humor, yo rápido fui hasta el, y tome sus manos. —¿Qué pasó?.—Pregunte bastante preocupado, Oliver tan solo me observó, odiaba su silencio.
—Me reprendió, además de que aún no cree por completo que Isabel sea mi novia.—Yo no supe que decir, tan solo seguí tomando sus manos con fuerza, agache la cabeza, el aún sigue conmigo a pesar de esto, lo quiero tanto. —Hey. Está bien, mi papá siempre ha sido así, por cualquier cosa sospecha o molesta, es por eso qué mi mamá se divorció.—El acarició mi rostro para calmarme y yo le sonreí, nos miramos a los ojos para después darnos un beso corto. —Supongo que hoy no habrá mucho cariño.—
—No, ya hay que entrar o se nos hará tarde.—Y cada quien se fue por su lado, ahora más que nunca debemos ser discretos, quien sabe, tal vez su padre ahora está vigilando a Oliver.
Cuando llegamos al fin al salón, con solo dos minutos de anticipación, vimos que Isabel aún no llega, la verdad no me sorprende siempre llega tarde.
—¡Ya vine!.—Aparecio ella de repente en la puerta, entrando, con el cabello algo despeinado y mojada de la ropa, vio la herida de Oliver pero la ignoró, supongo que para no incomodarlo.
—Vaya, llegaste temprano.—Dijo sarcástico Oliver, ella solo se rió,a veces cuando algo le da risa en verdad suena como un cerdo bebé, por describir así.
—Es que hoy me levanté diez minutos antes.—Si, a ella vaya que le gusta dormir, pero también desvelarse, por eso tienes unas ojeras, no son muy llamativas pero si está cerca las puedes ver claramente.
Después ambos escuchamos cono su estómago rugió, Isabel solo alzó más risa, creyendo que así no nos daríamos cuenta. —Deberias levantarte temprano, para así desayunar.—Le comenté, y ella se lo tomó como un chiste, yo solo bufé.
—Prometo comprar en el camino.—
—No será galletas y eso, ¿No?, Al menos un cereal, a menos que no quieras crecer.—Comento Oliver y yo asentí, dándole toda la razón.
—¡Qué!... Pero si tengo una altura perfecta, además vengo de una familia de gigantes, estaré bien.—Ambos suspiramos, a veces nos sentíamos como sus padres que deben estar al pendiente de Isabel, aunque por lo que se sus padres están con ella, su padre trabaja y su madre es una ama de casa, no es por juzgarla ya que esa mujer es amable, pero ojalá estuviera más al pendiente de Isabel.
De repente sentí una mirada pesada sobre nosotros, ahora que lo pienso aún no llega el profesor seguramente se le hizo tarde.
Dejando eso de lado, mire de reojo quien nos vigila, Alonso, es un chico con un color de cabello muy peculiar, entre gris y violeta seguro se lo pinta, pero algo ondulado, además de usar gafas negras, le daría un 8/10 si no fuera por su actitud, el fue quien se le confesó a Isabel, pero el tipo no se tomó eso muy bien, ella nunca me lo ha dicho, pero sé que la acosa, siempre esta al pendiente de que la dejemos sola para ir con ella obvio Oliver y yo la protegemos aunque Isabel dice que no hace falta, y Alonso no es nadie malo pero no lo creo, así que por ese tipo de actitud le doy un 2/10.
Antes de seguir platicando al fin llegó el profesor y nos fuimos a sentar, menos mal Isabel está en medio de nosotros, porque aún siento que Alonso la mira, y a nosotros nos aborrece por no darle chance de ser un acosador.
...
Tras una larga y aburrida clase de español ya me estaba quedando dormido, de repente el profesor menciono algo sobre parejas, rápido varios preguntaron si nosotros las podemos elegir, pero no será así, según sería al azar, y tras mencionar algunas al fin escuché mi nombre y después el de... Oliver, lo miré, vaya estaba entre feliz y preocupado, pues eso solo haría las cosas entre su padre más problemáticas, vi como el levantó su mano, para pedir cambio pero el profesor se lo negó, bien eso me dolió un poco, pues ni siquiera vi emoción en el al saber que estará conmigo.
Dejé mi tristeza para después al escuchar el nombre de Isabel y Alonso, la mire a ella y solo me sonreía, susurrando que no pasaba nada, después observé a Alonso, no parecía estar emocionado seguía con su misma expresión tranquila de siempre, si ella no se opone no puedo hacer mucho, pero me preocupa que le haga algo.
Nos explicó que debíamos investigar sobre los derechos humanos, y tomar un tema de lo que más nos agradará.
Y tras el término de clases fui con Isabel primero, la verdad me moleste un poco por lo que Oliver hizo, no debería estarlo, pero a veces quisiera ya no esconder mi relación con él, si mis padres me aceptaron quisiera que el papá de Oliver hiciera lo mismo.
Por estar en mis pensamientos no me di cuenta cuando Alonso se fue con Isabel, solo le estaba hablando explicando sobre cómo se dividirán el trabajo, ella no parece estar incómoda en cambio le sonríe muy amigable, siempre tan dulce esa actitud le puede costar caro, este mundo no es amable para personas como ella.
—Hey Alan... Lamento lo de hace rato.—Di un salto al escuchar la voz ronca de Oliver, fue demasiado repentino, hasta chille.
—Casi muero de un infarto.—Dije, posando mi mano sobre mi pecho.
—Perdon, quería disculparme y también proponer...—Lo voltee a mirar. —Si hacemos el trabajo en casa de Isabel.—Dijo en voz alta.
—¿¡L-La mía!?.—Exclamo ella sorprendida mientras Alonso permanecía detrás suyo, de verdad no tolero a este tipo, y menos su cara de chico malo que no le importa nada, claro Oliver puede parecerse un poquito a esta, pero él es lindo y tiene ojos bellísimos.
—Si se puede hoy, además también puedes empezar el trabajo con Alonso.—Oh, al fin entendía bien su jugada, así el no tendrá tiempo a solas con Isabel, le dedique una sonrisa cómplice a Oliver, la cual no me devolvió seguramente para no levantar sospechas, pienso yo. —Y no tengo que dar explicaciones a mi padre.—
—Ah... En ese caso está bien, por mí no hay problema, todos a mi casa.—Isabel alzó su brazo muy animada. —Pero pagan cuota de entrada.—Nosotros nos reímos, excepto señor amargado, no tiene nada en común con Isabel no sé cómo pensó que ella podría ser su novia, se merece algo mejor, no a un amargado acosador.
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Alonso
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