Aclaraciones antes de empezar esta historia original, en primera muchas gracias por leer y darle oportunidad a este pequeño escrito, será algo corto pero esperó les llegue a gustar, se verá una pareja homosexual (Chico x Chico) pero no por eso se centrará en ellos, cada personaje tendrá su protagonismo como debe de ser, además esto será narrado desde el punto de vista de uno de los personajes, aunque alguna veces será narrador omnisciente, sin más que añadir aquí dejo el primer capítulo, por ahora sí pienso hacer más aclaraciones será al final de cada capítulo. :D

Otro principio más

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Luego de un largo día de escuela nada mejor que salir un rato, siempre acompañado de mi novio Oliver junto con nuestra mejor amiga Isabel, aunque se supone y se debería ser más tolerable en estos tiempos las parejas de ambos sexos, digamos que la familia de Oliver es demasiado conservadora como para aceptar eso, además de homofobica.

El es un poquito más bajo que yo, de cabello castaño muy claro, y ojos color miel, muy guapo de hecho, el sueño de toda mujer, pero para lástima de ellas el es mi novio, mi querida amiga Isabel era más baja que Oliver, de lindo cabello negro aunque con las raíces blancas, quiso pintarse el cabello pero al último se arrepintió y así le quedó, vaya que fue muy gracioso cuando contó su anécdota, sobre todo al imitar a los estilistas, fingiendo que Oliver era ella, y él tan solo se quedaba quieto con su cara de chico malo, si no fuera por ella sería imposible para nosotros tener nuestros escapes de tortolos enamorados, claro el no es muy romántico, algo arisco algunas veces, pero yo me encargo de ser el cariñoso de la relación, y debo de decir que me encanta serlo, no es por presumir pero logró que Oliver se ponga rojo en cuestión de segundos. —¡Al cine!... Seguro así podrán tener un momento a solas para amarse, mua.—Propuso Isabel con una gran sonrisa, susurrando aquello último a mi, yo tan solo me reí, y Oliver se quedó callado, sabía bien que debe estar avergonzado.

—Es algo caro las botanas.—Le dije, y ella se quedó pensativa después señaló su larga falda gris.

—Creo que podría ponerla en mis piernas con cinta, y nadie se dará cuenta.—

—Suena como una buena idea, pero que realmente no lo es.—

—Ya... ¿Entonces las metes en tus pantalones?, Seguro hay mucho espacio.—Le contestó Isabel a Oliver que se cruzó de brazos, yo solo solté una carcajada, oh si supiera Isabel. —Lo siento, no hablaba en serio, pero ser tan pesimista mata mi poca imaginación.—Se disculpo con una gran sonrisa, Oliver solo suspiró.

—Si les preocupa ahorrar yo invitó.—Los ojos de Isabel brillaron, viendo con admiración a Oliver.

—Eres un ángel.—Contesto ella. —Pero lo normal es solo invitar al novio, no te preocupes yo estaré bien con mis botanas económicas.—

—Ah... En serio no me molesta invitar, después de todo gracias a ti podemos salir.—Insistio Oliver, y yo asentí con lo dicho, después de todo Isabel fue la primera en enterarse de nuestra relación, temí de ser juzgado pero ella nos apoyó con su gran alegría, deseando de todo corazón que pudiéramos ser felices, yo creo que ella es nuestra ángel, la de ambos.

La sonrisa de Isabel se agrandó más pero negó nuevamente. —Haras que me ponga sentimental, la verdad se que casi no tienen tiempo a solas, yo pensaba irme en cuanto estuvieran en el cine, prometo llegar antes de que acabe la función.—Poso su mano sobre su pecho, mientras que con la otra juro, yo sonreí ante tal gesto, pero Oliver no se veía muy feliz, la verdad como su familia es algo importante el puede ser reconocido fácilmente, y se enteran de nuestro noviazgo podrían pasar cosas malas.

—¿Lo prometes?.—Cuestiono Oliver con seriedad.

—Lo prometo.—Dijo segura, Oliver quedó callado y después suspiro.

—Adios entonces.—Y ella se fue de ahí rápido, despidiéndose con la mano mientras nos sonreía.

Aunque ya estábamos de incógnito y quería tomar la mano de Oliver el la hacía a un lado, hasta parecía incomodo, detestaba aquello, pero no me podía quejar yo decidí seguir con esa relación tan peligrosa. —Lo siento.—Se disculpo en voz baja, mientras yo solo sonreí con tristeza.

La verdad escogimos una película cualquiera, ni siquiera la veía, pero por lo que note es de acción, menos mal ya está oscuro, ahora ya nos podemos tomar de las manos, incluso nos apegamos más, juntamos nuestras frentes, para así empezar con besos cortos, yo soy algo descarado así que solté su mano para llevar la mía a su pierna, al fin estaba empezando lo mejor, pero de repente el celular de Oliver empezó a vibrar, el se separó con rapidez.

—¿No puedes contestar luego?.—Le dije y el negó para así responder, claro habla con la voz baja, puede ser que sea su padre, suele tener más o menos vigilado, va a heredar la empresa así que es normal, además es hijo único, espera también que le dé muchos nietos.

—Rayos... Me está buscando.—Dijo con molestia. —Llama a Isabel, para que podamos salir. —

—¿Vendrá por ti?.—

—Si... Alguien le este diciendo rumores sobre mi.—Salimos de la sala de cine, mientras yo le envié un mensaje a Isabel, no me contestó y eso me preocupo, pero después de unos minutos confirmo que intentaría llegar rápido. —Maldicion debe ser alguien del salón.—

—Pero si intentamos ser discretos.—

—A menos que sea Isabel.—

—Que tontería ella nos ha ayudado todo este tiempo, es horrible que pienses eso.—Si, puede ser que me haya molestado demasiado, pero tengo mis razones, la conozco desde los doce años, siempre ha estado conmigo en las buenas y malas, fue de las pocas que no se alejó al saber que también me gustaban los hombres, y jamás me juzgó, en cambio estuvo para apoyarme y brindarme alegría cuando yo estaba triste, no por nada es mi mejor amiga, siempre sonriente porque quiere que yo sea feliz, debo admitir que a veces pensaba y estaba enamorada de mi, pero Isabel me confesó que realmente prefiere ser soltera y tener muchos gatos, claro eso le añadió en forma de broma, pero si, ella parece no tener mucha atracción por las personas, y bueno solo dos veces se le confesaron y rechazo, y eso que eran guapos.

—Lo siento...—Yo me calme, está bien que sospeche pero no de ella.

—Ah... Allá está.—Venía algo sudorosa, estaba recuperando el aliento, vaya que sus mejillas están rojas, más la izquierda, cuando nos vio sonrió y ya fue a paso lento hacia nosotros.

—Ah lo siento, llegue tan rápido como pude.—Pude notar ciertas heridas en sus manos, debió hacerse caído viniendo hacia acá, pensé que lo diría pero no, ¿Como podría desconfiar de ella?.

—Esta bien, gracias por venir.—Le dijo Oliver. —¿No viste nada raro afuera?.—

—¿Como que?... Yo no vi nada fuera de lo común.—El se veía algo dudoso de su respuesta.

—No importa vamos.—Oliver se fue al lado de Isabel y yo fui al otro lado, donde está ella.

En cuanto salimos un carro negro con vidrios polarizados llegó, se detuvo frente a nosotros, y después de eso se bajó la ventana de atrás. —Hijo... Así que si andabas aquí.—

—No tengo porqué mentir.—Contesto, aunque ni siquiera le dirigía la mirada a su padre, a pesar de que lo apoya en todo, la verdad no tienen una buena relación.

—Y esta es tu novia.—El la miró de pies a cabeza como si intentará juzgar, pero Isabel se mantiene sonriente, aunque inesperadamente me vio a mi, me puse demasiado nervioso, ¿Acaso ya lo sabrá?, Me iba a alterar, hasta que sentí el hombro de Isabel muy apegado al mío, me trata de tranquilizar, suspiro y después sonrió, así me dejó de ver ese hombre. —¿Y este chico?.—Oliver y yo nos quedamos callado, sude frío.

—Es mi primo Alan, me está cuidando.—Menos mal Isabel supo que decir.

—Ah, entiendo, Oliver sube ya.—

—Si, papá.—El me dirigió una mirada, como si tratará de disculparse.

Cuando se fueron solté un gran suspiro, y grite un poco. —Eso estuvo demasiado cerca.—

—Pero no lo suficiente, calma Alan todo está bien.—Se puso de puntillas para después alzar su mano y después calmarme con unas palmadas en la cabeza desordenado mi cabello rubio, yo me sentía como un niño, pero debo de admitir que eso me hacía sentir mejor, además la sonrisa de Isabel me tranquiliza, es lo único que necesitó cuando me siento mal, su sonrisa la veo y estoy muy alegre nuevamente. 

Más que mi mejor amiga también es mi hermana, le sonreí tomando su mano, ella igual lo hizo, después de eso cada quien se dirigió a su casa, vivíamos en diferentes cuadras pero siempre viene a visitarme o viceversa, y Oliver tenemos que ir ambos para que no se meta en problemas con su padre por estar solo con un amigo, realmente ese señor puede dar miedo algunas veces.

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Ya que no se dibujar tuve que usar una aplicación, se verá que estás imágenes no tienen los detalles escritos ):

Oliver

Alan

Isabel