Capítulo 7.
Sehun quería ayudar, pero había algo que lo mantenía inquieto: sentía que Jongin no quería salir perjudicado esta vez y que sólo miraba mientras acosaban a Kyungsoo. No era como cuando le ocurrió a él, que ambos salieron heridos, esta vez era sólo a Kyungsoo. Era injusto, pensaba, más aún si Jongin ni si quiera encaraba a esos tipos, después de todo, las relaciones son de a dos, no podía dejar tan solo a su novio.
Durante los últimos días había estado tratando de ayudar, intimidando a gente por aquí y por allá, tratando de que no acosaran más a Kyungsoo, y siempre que podía lo defendía. Los chicos del pueblo ya llegaban a tenerle miedo, pensaban que estaba loco, que había salido de la nada y esperaban que no se quedara por siempre. Pero todos los esfuerzos serían inútiles si Jongin no hacía nada al respecto.
Aquel día las clases se habían suspendido por un corte de agua en el establecimiento, así que estuvieron libres por un rato más. Ese día era el último en la cuidad para Sehun, se marcharía mañana temprano para regresar a casa a tiempo de la semana completa, si no era así, su padre confiaría menos en él.
Estaba entonces él apoyando su brazo en una banca de la plaza del centro que daba una vista preciosa a la playa conversando con Jongin cara a cara antes de marcharse. Eran cerca de las tres de la tarde y el sol pegaba directo, pero no parecía importar.
Le habló de todo lo que había percibido, y le dijo que debía preocuparse más y no dejar a Kyungsoo solo, debía protegerlo de todos los tipos que lo molestaran de cualquier forma. Jongin entendía, sabía que debía haberlo hecho así desde que todo comenzó, pero tenía miedo.
Si sus padres se enteraban, si todos se enteraban, no podría ver más a Kyungsoo, ni si quiera a escondidas, no podría ir más a su casa; todos en el pueblo lo señalarían con el dedo, sus padres lo odiarían otra vez, y quizás se tendrían que mudar de nuevo. Estaba aterrorizado.
Pero entendió. Kyungsoo debía estar sufriendo, y Sehun lo había notado. Él sólo se hacía el tonto en frente de Jongin, pero por dentro estaba en extremo afligido y angustiado.
Estaban terminando la conversación, cuando Sehun divisó a Chanyeol corriendo hacia ellos.
—Duh, ya viene ese idiota. No me quiero topar con él, me voy por un rato, Jongin. Nos vemos luego, para despedirnos, ya sabes.— Se puso de pie y se marchó lo más rápido en dirección contraria a Chanyeol. No lo soportaba, lo encontraba demasiado metido, sus chistes no le hacían gracia, además pensaba que era un total cobarde.
Cuando Chanyeol llegó a Jongin, venía tan cansado y agobiado a la vez que no podía ni hablar, parecía ser algo urgente. Jongin no le entendía nada, parecía que hubiese estado corriendo hacia rato ya que tenía la frente sudada. Entre jadeo y jadeo habló.
—Jongin, Kyungsoo... Kyungsoo...
—¿Qué pasa con Kyungsoo? ¿Por qué no respiras un poco y me cuentas?
—Está en aprietos, tienes que ir a ayudarlo...
Chanyeol, un poco más calmado, le contó que se habían juntado varios chicos, y de los peligrosos, para arrinconar a Kyungsoo. Lo tenían todo planeado y su idea era llevarlo al bosque para hacer quizás-qué con él. Jongin se espantó, e inmediatamente las palabras de Sehun resonaron en su cabeza "No dejes a Kyungsoo solo, defiéndelo, muéstrales que no está solo".
—Chanyeol, ve a buscar a Sehun, rápido. Dile que vaya al bosque. —Jongin se había puesto de pie, listo para salir corriendo. —¡Rápido, rápido!
Salieron en dirección contraria, Chanyeol hacia donde se había ido Sehun y Jongin con rumbo al bosque.
***
Kyungsoo había terminado de almorzar y estaba alegre fregando los platos, incluso tarareaba una melodía. El día estaba tranquilo y él estaba solo en casa, esperaba que Jongin viniera a verlo más tarde, antes de que mamá llegara. Quizás traería a Sehun, porque mañana temprano se iba. No le gustaban las despedidas, y había simpatizado mucho con él, así que estaba seguro de que lo extrañaría; además siempre lo defendía y le había evitado unas cuantos encuentros con los chicos que lo molestaban.
En eso, alguien tocó la puerta. Estaba seguro de que no era Jongin, él nunca tocaba de esa manera tan brusca y siempre decía su nombre. Abrió con cuidado y un par de tipos se entraron a su casa, empujándolo fuera donde habían más.
Kyungsoo estaba más asustado que nunca, reconoció al cuarteto de idiotas pero habían otros tres que no conocía; no lo dejaban entrar a casa otra vez e incluso lo empujaron directo al suelo. No tenía otra cosa más que hacer que huir, quería bajar al pueblo, donde hubiese gente para que no le hicieran daño, pero no, no le dejaban bajar, así que fue en dirección contraria donde sólo llegaría a una parte: el bosque de pinos.
Por lo menos podría esconderse, pensó.
Iba corriendo cerro arriba buscando a alguien que pudiese ayudarlo, pero era la hora de la siesta al parecer y no había nadie fuera de casa, por lo menos no ahí. Miró atrás y se dio cuenta de que los tipos no corrían tras de él, sólo caminaban a paso rápido; de todas formas, seguiría corriendo, no quería que lo atraparan esta vez: había visto que tenían cortaplumas.
Llegó hasta los primeros pinos y respiró, estaba exhausto, pero continuó hasta llegar al corazón del bosque. Les llevaba ventaja y estaba seguro de poder encontrar algún escondite ahí.
Se metió en una especie de agujero tapado de árboles y casi se cae en el intento, había que mirar por donde se pisaba, pero la luz a penas se colaba en esa parte y estaba lleno de tierra frágil y ramas viejas.
Se quedó quieto.
Esperó.
Para él, había pasado una eternidad, sentía que el corazón se le iba a salir, estaba tan nervioso que podía escuchar sus latidos. Hasta que por fin, los escuchó, estaban cerca, oía sus pasos y sus voces. Venían riendo.
Kyungsoo tenía los ojos cerrados y trató de ni si quiera moverse o respirar en esos instantes, cuando no percibió pasos o voces, suspiró y abrió los ojos. Esperaría un rato más para salir y volver a casa.
De la nada, sintió ruidos muy cercanos y alguien gritó "aquí está". Maldición, lo habían encontrado. Kyungsoo se resistió pero el tipo lo sacó brutalmente de su escondite, lanzándolo fuera; trató de ponerse de pie para seguir huyendo pero era tarde, muy tarde.
—Te vamos a ayudar un poquito. —Le dijo uno sacando una navaja, Kyungsoo retrocedió alejándose de esta para caer justo encima de otro, derribándolo en un par de segundos. Lo sujetaron de pies y manos y el mismo que tenía la navaja se sentó encima de su pecho, aprisionándole los codos con las rodillas, a penas podía respirar.
El tipo que tenía encima olía a alcohol y tabaco, pensaba que se iba a asfixiar por falta de aire y por aspirar eso que le saturaba los pulmones de asco. Luchó por soltarse y estuvo a punto, pero lo apretaron más y le dieron unas cuantas bofetadas. Decidió quedarse quieto, pero no tranquilo, y comenzó a chillar y a llamar a Jongin, a Sehun, a quien fuera.
—Há, mira como llama a su novio y a su ayudante.
—Hazlo que se calle, me está molestando.
Uno le tapó la boca con la mano, y como estaba hecho un loco, se la mordió con fuerza, sintiendo el sabor de la sangre. El tipo soltó un par de maldiciones y apartó la mano, pero le metieron un pañuelo sucio esta vez.
Kyungsoo sentía que podían matarlo, veía la ira en sus ojos, en especial en los del tipo que tenía encima que ahora lo miraba con la navaja en alto. Quería cerrar los ojos y olvidarse, entregarse y ya, no podía hacer nada más, pero sus ojos no le respondían y no podía parar de mirar.
Le quitaron los zapatos y se los lanzaron directo a su cabeza, juró que se desmayaría, pero no. Escuchó que balbuceaban que lo habían dejado descalzo para que no pudiese llegar muy lejos después, y con esto, tiraron ambos zapatos lejos, en distinta dirección.
El tipo de la navaja estaba entretenido encima de él, comenzó a cortarle algunos mechones de cabello, como para asustarlo; pero cuando Kyungsoo sintió la navaja fría recorrer su piel y un ardor que luego se convertiría en dolor de verdad pensó que lo iban a matar. Aquel tipo fue dando pequeños cortes en su mandíbula y por los lados de su sien, además de hacerle daño a sus manos y brazos, parecía querer dejarlo lleno de cicatrices.
Otro más se acercó y lo golpeó por todo el rostro, causando que saliera sangre de su nariz y que sus labios se rompieran, además de hacer sangrar más los cortes recién hechos por la navaja.
Luego se oyeron gritos y un par de pisadas, la voz le era familiar a Kyungsoo: era Jongin. Al momento de verlo, los tipos se alejaron de Kyungsoo, y Jongin se lanzó a él desesperado.
—Pensé que te perdería. —Kyungsoo estaba sentado en el piso ahora, apoyando sus manos en las de Jongin y juntando sus narices, su voz era un susurro. —¿Estás bien, Kyungsoo?
Sólo asintió. Jongin sacó un pañuelo de su bolsillo, se lo pasó por la punta de la lengua y trató de limpiar la sangre de su rostro para después darle besitos en la frente y en la nariz. Kyungsoo estaba a punto de llorar.
—¿Te hicieron mucho daño?
—Estoy bien. —Mintió, pero en verdad quería echarse a llorar del susto. Seguían hablando en susurro, y no se percataron de que los tipos seguían ahí, mirándolos. Se habían quedado atontados viéndolos. "Oye, parece que de verdad son pareja" "mira, sí son novios" comentaban también murmullando. Se dieron una mirada que bastó para saber qué harían después.
Jalaron a Kyungsoo del cabello por detrás, causando que se separara de Jongin de golpe, y a éste último lo agarraron de los brazos, entre dos —porque pensaban que Jongin era fuerte y bueno para las peleas—. Kyungsoo no resistió mucho tiempo más, un par de muchachos alcanzaron a darle patadas por todos lados y volver a golpearle el rostro antes de que se desvaneciera en el piso, inconsciente; desde hacia un rato que estaba aturdido, pero ver a Jongin le había dado fuerzas y cuando lo alejaron de él se rindió.
Mientras, él daba patadas y puños por todos lados, no sabía a quién ni dónde estaba pegando. Era verdad: apestaba en las peleas, pero se tardaron en derribarlo, estaba hecho una furia. En eso vio a Kyungsoo tirado en el piso con los ojos cerrados mientras un par de tipos no lo dejaban en paz aún.
—¡Kyungsoo! Déjenlo— Tironeó para ir hacia él pero lo habían sujetado de los brazos, le estaba costando zafarse.
Sehun se acercó a paso largo, Jongin lo vio y pensó "bien, estamos salvados". De inmediato el rubio vio a Kyungsoo tirado y alejó a los tipos de una vez, revisó su pulso y estaba todo bien, debía estar desmayado. Le tendió una mano a Jongin, pelear de a dos era para él incluso divertido, iba todo a su gusto hasta que uno de ellos volvió a sacar la navaja.
—Jongin, sal, tú anda a ver a Kyungsoo. —Pero él no quería dejar solo a Sehun y no se movió. —¡Ve, ahora!
Esta vez sí lo hizo. Kyungsoo seguía sin despertar, así que lo dio vuelta con desconfianza; su nariz y sus labios seguían sangrando y tenía el rostro desfigurado de tantos golpes. Lo mecía con cuidado para despertarlo, pero no hacía efecto alguno.
Lo giró hacia su lado con miramiento, dándole calor y poniendo su cabeza hacia arriba para que no le costase trabajo respirar, a menudo revisaba su pulso. Estaba asustado porque no despertaba.
Sehun seguía peleando con cuidado de no toparse directo con la navaja, había logrado dejar a un par en el suelo y otros dos huyeron, pero habían tres que aún no se rendían. Esquivaba sus agarres como todo un profesional, para él, sus movimientos eran predecibles, estaba seguro de haber estado en muchas más peleas que ellos.
De pronto, calor. Sehun sintió un calor nacer de un costado de su abdomen, miró abajo y vio sangre que venía de su interior manchando su camisa. No se había dado ni cuenta cuando la navaja lo había atravesado, sin embargo siguió peleando un tiempo más, pero no duró mucho: su visión comenzó a volverse borrosa y se desplomó en el suelo.
—¡Lo mataste! ¡Lo mataste!
***
Tienes esa mirada que no puedo describir
Tú me haces sentir tan vivo
Cuando todo lo demás es una sombra
Sin ninguna duda tú estás a mi lado
El cielo ha estado lejos por mucho tiempo
Oh, tu amor*
Kyungsoo despertó mareado, adaptando de a poco la vista a la luz, reconoció su habitación y vio a Jongin apoyado a los pies de su cama, se veía cansado, se notaba que había estado llorando. Pero él no recordaba casi nada. Palpó su rostro con las manos y le ardía o le dolía en ciertas partes y en general estaba adolorido entero.
—Jongin... Jongin, ¿qué pasó? — su voz sonaba baja.
—Kyungsoo, estás despierto, ¿estás bien? No, no, no, vuelve a recostarte.— Jongin se acercó más a él. De pronto Kyungsoo recordó todo: la pelea, el tipo con su navaja, los cortes en su rostro, a Jongin, Jongin estaba peleando, otros tipos le pegaban a él y luego no recordaba nada más. Sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas.
—Pensé que iba a morir, ¿estás bien tú? —Al ver llorar a Kyungsoo, Jongin volvió a dejar caer lágrimas por su rostro, él también seguía asustado.
—Sí, pero Sehun, Sehun... —Sollozaba mucho y costaba entender qué decía.
—¿Qué pasó con Sehun, Jongin? —Ambos estaban bien tomados de las manos.
—Sehun fue a ayudarnos, pero él...
Estaba desplomado en el piso, boca abajo. Jongin había escuchado a los tipos diciendo "¡Está muerto, está jodidamente muerto!" mientras huían por el lado contrario del bosque y, llevando con cuidado a su novio en brazos, se acercó con desconfianza, con miedo a Sehun. Dejó a Kyungsoo delicadamente a su lado en el pasto un poco húmedo y dio vuelta a Sehun: su camisa estaba llena de sangre. Sus pulsaciones eran bajas y respiraba muy lento.
Jongin entró en pánico, diosmiodiosmiodiosmiodiosmio se va a morir, Sehun se está muriendo, ¿qué hago?, pensaba. Necesitaba llevarlo fuera del bosque, al pueblo, necesitaba ayuda; no sabía cómo llevarlo, si tan sólo Kyungsoo estuviese consciente... No podía llevar sólo a Sehun y dejarlo a él tirado en el frío o viceversa, y tampoco podía dejarlos a los dos. Estaba comenzando a perder la cabeza cuando escuchó a lo lejos una voz ronca y gruesa llamando a la distancia:
—¡Jongin! ¡Sehun! ¡Kyungsoo! ¿dónde están? — Era Chanyeol. Había ido tras Sehun hace un rato atrás, pero él lo triplicaba en velocidad y le había perdido el rastro. Se espantó al ver a ambos chicos tirados, en especial a Sehun y no dudó en ayudar a Jongin con uno de ellos, así que agarró al rubio con todas sus fuerzas mientras él iba a su lado abrazado a Kyungsoo.
Salieron del bosque lo más rápido posible, con cuidado de no tropezar con alguna rama o recoveco y bajaron el cerro con desesperación. Jongin se detuvo en la casa de Kyungsoo para dejarle ahí por un momento y ayudó a Chanyeol a cargar a Sehun, porque pesaba mucho más que su novio y el más alto lo iba a dejar caer de un tiempo a otro.
Mientras iban pasando, la gente se paraba horrorizada al ver a ese muchacho ajeno al pueblo inconsciente y manchado de sangre. Por suerte, el panadero los encontró a mitad del cerro, y los llevó en su pequeño fiat 600 hasta el centro de salud pública del pueblo lo más rápido posible.
Ahí los médicos eran bastante incompetentes y no tenían el implemento necesario para atender a alguien en el estado de Sehun, tan sólo verificaron su pulso y lo vendaron, diciéndoles que debían llevarlo urgente al hospital de la cuidad vecina. El panadero se ofreció a llevarlos en su auto otra vez, y eso hicieron.
Llegar a la cuidad en coche tardaba unos quince minutos, pero Jongin sentía que a Sehun le quedaba menos que eso. Tenía su cabeza acomodada entre su regazo mientras Chanyeol llevaba sus piernas en el suyo, ambos en el asiento trasero mientras el chófer pisaba el acelerador del pequeño fiat al máximo.
A mitad de camino, Sehun abrió los ojos y Jongin de la nada comenzó a llorar al verlo despierto.
—Sehun, Sehun, vamos al hospital. Te vas a poner bien ¿si? —Le acariciaba su cabello dorado, ahora lleno de suciedad recogida en el bosque.
—Jongin... —Hablaba demasiado bajo, casi inaudible. —Salvamos a Kyungsoo ¿o no?
—Sí, tú lo salvaste, él está bien ahora. —Sehun sonrió, pero al instante hizo una mueca de dolor y recordó su herida, hurgándose por encima con la mano.
—Qué bueno. —Él estaba muriendo de dolor por dentro, pero trataba de ignorarlo. —Dile a mamá que gracias por hacer este viaje... —Su voz se iba desvaneciendo.
—Díselo tú mismo cuando vuelvas mañana temprano.
—No, Jongin, no voy a volver. —Una lágrima cayó por el rostro de Sehun y se mezcló con otra de Jongin.
—No, Sehun, ¡ni te atrevas! ¡Sehun, no! —Sehun cerró los ojos lentamente y su mano se soltó, como si hubiese perdido la fuerza, y cayó topando con el suelo del automóvil.
—Apresúrese por favor, ¡se está muriendo! -Chanyeol también entró a desesperarse al presenciar la escena. El buen hombre hacía lo posible por avanzar lo más rápido que podía, a punto de reventar el acelerador de su auto.
Jongin levantó la mano de Sehun, que se ponía cada vez más fría, y le tomó el pulso. Nada. Puso su mano en frente de su nariz para ver si respiraba. Nada. El panadero hizo una movida rápida en medio de la carretera para adelantar a una camioneta y estuvo a punto de estrellarse, dando un frenazo que los hizo casi saltar del asiento. Volvió a acelerar, pero Jongin lo detuvo hecho un mar de lágrimas.
—¡Detenga el auto! —El chico estaba enojado o triste, el hombre no lo podía descifrar, y detuvo el auto a un lado de la carretera. Chanyeol también le tomó el pulso y chequeó la respiración de Sehun, y nada.
Jongin, derrotado, salió del auto y en medio de la carretera comenzó a darle patadas llorando mientras repetía "¡Está muerto, está muerto!". Chanyeol se acercó a tranquilizarlo, a ese paso iba a destruir el coche entero y de alguna forma u otra se calmó un poco, pero estaba destrozado.
El panadero de todas formas llevó a Sehun al hospital, era su deber, pero Jongin le rogó que por favor lo dejara ahí a él, solo. No aceptó un no por respuesta y se quedó apoyado en las cercas de la carretera, sin poder parar de llorar; algunos vehículos que pasaban de vez en cuando tocaban sus bocinas al verlo a un costado del camino, era peligroso y algún camión podría arrollarlo, pero Jongin estaba en otro mundo, perdido. Y es que había muerto.
Sehun había muerto.
——
*Esa parte es un trozo de la canción "Like a Star" de Corinne Bailey Rae, no es de creación mía.
N/A: ¡Hola! Este capítulo fue re triste:( ¿alguien sigue la historia?
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