Capítulo 10. (Final)
(Empiezo con las notas al principio para no arruinarles el final. Lo escribí rápido y todo, y no me aguanté de publicarlo, muchas gracias por leer, por llegar hasta acá, por comentar y por las estrellitas ♡ de verdad ♡. Disfruten el final y no me odien:( )
-Está muerto... -el desconocido, igual de sorprendido que Kyungsoo, lo dejó ir. -Oigan, dijimos que no mataríamos a nadie.
Los tipos se apartaron con temor sin sacar a Jongin del agua, pero Kyungsoo llegó enseguida a su lado y lo tumbó boca arriba sobre la arena. Estaba inmóvil. Trataba de reanimarlo pero estaba demasiado desesperado y asustado como para hacerlo bien, entre lágrima y lágrima apretaba su pecho.
-¡Ayuda! Que alguien me ayude... -Pero no podía siquiera gritar bien en su agonía, estaba llorando demasiado. Seguía apretando su pecho e incluso intentó darle respiración boca a boca, pero qué sabía Kyungsoo acerca de auxiliar a alguien ahogado. No tenía idea.
Hundió su rostro en su pecho, aún llorando, dándose por vencido. Jongin estaba frío, no sabía si era por la temperatura del agua o porque él mismo se había enfriado y eso le daba más terror y desesperanza. No podía perder a Jongin, simplemente no podía. Su historia no debía acabar así.
De pronto sintió cómo se alzaba su pecho y lo oyó toser. Se apartó de inmediato para darle espacio mientras él continuaba tosiendo y escupiendo agua. Era un milagro, y ahora Kyungsoo lloraba de felicidad.
A Jongin le tomó un rato volver a respirar con normalidad, y cuando lo hizo, abrazó a Kyungsoo porque pensó que lo había perdido. "Deja de llorar, Kyungsoo, ya está bien", "Es que, ¿para qué me asustas así?". Se sentía débil y cansado, y le costaba trabajo ponerse de pie; Kyungsoo no lo podía llevar en brazos porque era demasiado pesado para él y no sabía qué hacer.
Seguía asustado porque esos tipos debían seguir escondidos tras las rocas, no debían estar muy lejos. Si dejaba a Jongin solo podría ser la última vez que lo viera con vida, así que no se atrevía a moverse de su lado, pero necesitaba atención médica lo antes posible.
Estaban bastante alejados del centro y de la gente en general, así que los gritos de ayuda de Kyungsoo no surtían efecto. Finalmente se armó de fuerzas y lo llevó sujeto de su hombro por la playa; le costaba trabajo porque a cada minuto las piernas le fallaban a Jongin y él tenía que levantarle con energía.
-Kyungsoo... -Jongin venía mirando hacia atrás hace un rato. -Nos vienen siguiendo. -Él dio la vuelta para observar también y sí, los tres tipos los estaban alcanzando. No tenía caso en que se apresurara más porque no podía ir más rápido cargando a Jongin.
-Anda a buscar ayuda, eres más rápido sin mí, ¿verdad? -Pero él le negaba con la cabeza, no quería dejarlo, Jongin se puso serio. -Kyungsoo, déjame aquí. Créeme, no pasará nada. Ve a buscar ayuda lo más rápido que puedas y luego regresa.
-Promete que no pasará nada, promete que estarás bien. -Kyungsoo comenzó a soltarlo con aflicción.
-Te lo prometo. Ahora, corre. -Entonces dejó de pensar por un segundo y comenzó a correr con todas sus fuerzas mirado cada vez que podía a Jongin, que se había quedado sentado en la arena, seguramente empalándose porque su cuerpo seguía demasiado frío.
Le dio la vuelta a la colina más rápido que nunca, y bajó por las piedras con cuidado. Cuando llegó a la arena, no podía correr bien y se arrancó los zapatos; al encontrarse con gente, les advertía de la situación y les pedía que por favor fueran rápido. Siguió así hasta llegar al mercado y encontrarse con alguien que sabía lo ayudaría sí o sí -porque no estaba seguro de que las personas que había advertido fueran de verdad a socorrer a Jongin-: Chanyeol. Casi volaban bajando por la playa y rodearon la colina a grandes saltos.
Jongin no estaba por ningún lado.
*
Al encontrarse solo en la playa, él había seguido a Kyungsoo con la mirada en su carrera hasta el pueblo, sin querer mirar atrás. No quería enterarse de cuando esos tipos lo tomaran, estaba asustado, pero quería que Kyungsoo escapara. Maldecía a sus piernas por ser tan débiles y continuar entumidas y dormidas, no tenía nada más que hacer que esperar.
Cerró los ojos cuando sintió que uno sujetaba su brazo alrededor de su cuello con fuerza, y sentía que estaba sonriendo aliviado sin ninguna razón aparente. Su nerviosismo había acabado y ya no esperaba nada. No se resistió y dejó que lo arrastraran por la arena, tranquilo.
Sabía que iba a morir.
No tenía por qué luchar ahora, había salvado a Kyungsoo. Eso era lo único importante.
Mientras lo llevaban de vuelta a las rocas, oía sus comentarios de "Pensé que no íbamos a matar a nadie más" y frases por el estilo, pero su mente estaba ocupada. Pensaba en su vida, en todo lo que había hecho, no se había despedido de mamá al salir a la escuela esta mañana, no se despediría nunca de ella, sí le dijo adiós a su hermana al salir y no hablaba con su padre hace mucho. Calculaba que Kyungsoo había llegado al centro del pueblo ya, pobre, de seguro llegaría tarde. Recordó su última promesa.
"Promete que no pasará nada
Promete que estarás bien"
Y él se lo había prometido.
Y Kyungsoo lo había creído.
Aunque era la única forma que encontró para que él se salvara, era bastante cruel de su parte. Pensó en lo mal que quedaría después, cuánto lo echaría de menos. Kyungsoo se quedaría solo, y a él no le había importado ni un poco. Se encontró llorando cuando los tipos lo soltaron casi entrando a las rocas, donde las olas chocaban con fuerza.
Aún no era tan tarde. Jongin haría lo posible para no dejar a Kyungsoo solo.
Sus piernas aún le fallaban, pero se puso de pie como pudo y empujó a uno por la espalda, lanzándolo directo al suelo rocoso, causando que las palmas de sus manos y sus rodillas sangraran. Aún tenía que lidiar con dos, que en un segundo lo sujetaron por el cuello.
Jongin fingió que sus piernas se doblaban otra vez y cayó de rodillas, quitándole la navaja a uno de ellos en el intento. Si tenía que usarla esta vez, lo haría, y la sujetó con fuerza cuando se la enterró a uno de los tipos cuando este se abalanzaba sobre él.
Lo había herido en el muslo, dejándolo retorciéndose de dolor en el suelo. La sensación de herir a alguien lo haría sentir extraño, mal, y culpable más tarde, pero en este minuto estaba lleno de una mezcla entre adrenalina y miedo.
No alcanzó a hacer nada más, porque el mismo hombre que había empujado en primer lugar se había vuelto a poner de pie tras de él, tomándolo por el cuello con fuerza, asfixiándolo; mientras el otro le quitó la navaja y en un segundo la tiró lejos, en dirección al mar. Jongin se encogía en el suelo tratando de luchar, de jalar cabellos, de pegar puñetazos, pero no parecía tener efecto alguno.
Comenzaba a perder el aliento y la consciencia. Medio atontado, comenzó a sentir el frío del agua recorrerlo nuevamente con vigor: estaba siendo llevado a las rocas, las olas le pegaban directo en la espalda y la marea subía y lo hundía, y al irse lo dejaba y podía volver a respirar.
Jugaban con él a sumergirle el rostro para luego sacarlo a flote, pero Jongin se estaba cansando y no supo si se quedó dormido o perdió el conocimiento, sintió que su cabeza golpeó directo con una roca puntiaguda y que una ola lo cubría para después nublarse.
**
Kyungsoo recorría al lado de Chanyeol la orilla y los alrededores llamando el nombre de Jongin y fijándose que ningún tipo anduviera cerca. No había nadie. Se dirigieron con pocas esperanzas hasta su lugar especial, donde tantas veces se habían encontrado a conversar, a escribirse, a conocerse, a quererse.
A Kyungsoo se le venía a la mente la primera vez que ambos estuvieron ahí, cuando Jongin lo sorprendió de repente y hablaron toda la tarde y él pensaba que Jongin era el chico más interesante del planeta, y así era. Jongin era el chico más interesante, dulce y lindo de todo el planeta, y no quería perderle.
Trataba de no pensar en que se había ahogado, pero no podía evitar mirar la inmensidad del mar buscándolo. Entró a angustiarse y se sentó en la misma roca de siempre, tratando de apartar las lágrimas que le nublaban la vista, mientras Chanyeol seguía llamándolo y buscándolo cerca.
Mientras limpiaba sus ojos, distinguió manchas de sangre en la entrada a las rocas que consideraba arriesgadas, porque eran afiladas y resbalosas, si caías, podías partirte la cabeza. Además, la marea pegaba fuerte ahí y una ola podía derribarte en cualquier instante.
Al llegar al lugar, lo vio. Se tragó un sollozo y cubrió su boca con ambas manos. Comenzó a llamar a Chanyeol como desquiciado para que viniera a ayudarlo y entró con cuidado al agua.
Cubría su cabeza con un brazo por el agua salada que centellaba al momento en que una ola chocaba contra las rocas y miraba con cuidado por dónde pisaba, resbaló un par de veces pero llegó a salvo al lado de Jongin y lo primero que hizo fue levantar su cabeza del agua. No estaba lúcido. Quizás cuánto tiempo llevaba así.
Chanyeol llegó a su lado rápido y le pidió que se apartara para sacar a Jongin de ahí. Al quitar la mano de su nuca, Kyungsoo notó que estaba llena de sangre; comenzó a temblar de miedo y le dio paso a Chanyeol.
De prisa, lo recostaron en la arena, y por suerte Chanyeol sabía un poco más de primeros auxilios que él, y comenzó a comprimir justo por debajo de su pecho con fuerza, mientras le explicaba rápidamente a Kyungsoo cómo dar respiración boca a boca de la forma correcta para que luego él la hiciera cuando se lo indicara.
Jongin comenzó a escupir agua, pero no abría los ojos aún. Mientras Kyungsoo comenzaba a desesperarse, Chanyeol seguía constante con su tarea. Estuvieron largos minutos en eso, cuando sintieron sirenas, no supieron si era la policía o la ambulancia.
Eran ambas, pero que venían de diferentes partes. Que Kyungsoo alertara a la gente que se topaba en el camino había servido de mucho, ya que habían recurrido a la policía y otros llamaron al hospital de la cuidad. Se llevaron a Jongin rápido en una camilla hasta la ambulancia, pero no dejaron que Kyungsoo se fuera con él.
Recién en ese instante se dio cuenta que no traía zapatos puestos, los había tirado cerca de las dunas en su desesperación. Afortunadamente, Chanyeol fue a recogerlos por él y juntos fueron a buscar a alguien que los llevara al hospital.
***
Kyungsoo escondía sus manos entre las piernas para dejarlas quietas en su asiento, no podía estar tranquilo. Su pierna izquierda no paraba de sacudirse y comenzaba a morderse las uñas, llevaba casi media hora en el hospital y aún no le daban noticias de Jongin.
Chanyeol estaba a su lado, de pie apoyado en la pared y a ratos le daba palabras para tranquilizarlo, pero no surtían efecto en la mente de Kyungsoo. Temía que si sobrevivía, no sería el mismo de antes, podía haber sufrido una fractura en el cráneo o un derrame y en ese minuto pensó que había sido un error leer la enciclopedia médica de la biblioteca, no debería saber nada de esas cosas; pero cuando notó que Jongin sangraba, se le pasaba por la mente que podría incluso quedar ciego.
En ese minuto, vio a su madre aparecerse por los pasillos mirando los números de las habitaciones hasta que lo reconoció. Había recibido una llamada del mismo Kyungsoo desde el hospital y se apresuró en dejar su trabajo para venir.
Era extraño que la madre de Jongin o su hermana no estuvieran ahí aún, había tratado de conseguir algún número para hablar con ella pero no encontró ninguno. Por suerte, el hombre que los trajo les contó que ella ya lo sabía, se había hecho un revuelo gigantesco en el pueblo y hasta las mascotas se habían enterado.
-Kyungsoo -Su madre lo abrazó con fuerza, ambos querían llorar, pero se contuvieron. -¿Cómo está?
-No lo sé, no nos han dicho nada. Ni siquiera me han dejado verlo.
Después de saludar a Chanyeol, fue directo a presionar a los médicos, su hijo necesitaba tener noticias. Discutió un momento, hasta que consiguió que una enfermera entrara para informarle qué era lo que pasaba, cuando su madre estuvo de vuelta, Kyungsoo no pudo adivinar su expresión y se tensó.
Ella le sonrió.
Jongin estaba a salvo.
No le daban noticias porque estaban tratando la herida en su cráneo, no era nada grave, sólo se había rasguñado al colapsar contra una roca afilada y quizás por el agua y el miedo Kyungsoo había visto más sangre de la que era. Eso sí, su nariz estaba rota y su brazo quebrado, pero no era nada que un poco de terapia no sanara.
Los tres en el pasillo respiraron aliviados, y Kyungsoo quería verlo pronto.
Un rato después llegó la madre de Jongin con Sunhee del brazo. Traían una noticia de parte de la policía: habían arrestado a los tres tipos que los hirieron mientras huían por detrás de la playa. Las llamaron a ellas a testificar y a firmar por eso no habían llegado antes al hospital.
Por fin las cosas comenzaban a verse mejor para ambos.
Kyungsoo se reía solo en medio del pasillo de pura alegría y alivio.
E♡P♡Í♡L♡O♡G♡O
Jongin a penas sabía cómo conducir y ya se estaba subiendo al Cádillac con todas las ganas del mundo, y Kyungsoo se subió a su lado sólo para advertirle que fuera con cuidado, que el auto no era suyo aún, que mirara por dónde iba. Pero la verdad era que estaba ahí porque le encantaba cómo conducía Jongin, se veía tan masculino y maduro y apuesto, se podía enamorar una y cien mil veces más de él viéndolo con las manos al volante.
Dieron las dos vueltas que habían prometido, pero Jongin dobló frenéticamente en la esquina y aceleró al máximo, haciendo que Kyungsoo comenzara a rogarle que volvieran, causarían problemas si no lo hacían; pero él lo tranquilizaba diciéndole que el auto ya era suyo, lo compraría de inmediato al volver.
Llegaron hasta la orilla de la cuidad, encontrándose de lleno con la vista al mar a lo lejos y un sol impresionante sobre ellos. Jongin detuvo el auto sólo para darle un beso a Kyungsoo. Se bajaron y él se apoyó en el capó para apreciar la vista, había vivido en la costa toda su vida pero no había visto nunca una tan perfecta como esa.
Jongin lo interrumpió cargándose sobre él, haciendo que se sentara sobre el auto y comenzaron a besarse como si fuera la primera vez.
-Te haría de todo aquí y ahora mismo, pero alguien puede ver. -Jongin le dijo entre broma y coqueteo sólo para provocarlo y ver su reacción.
-Podrías ser más romántico. -Lo siguió besando mientras pasaba las manos por su pecho. -Pero mejor esperemos a llegar a casa. -Dijo dejándolo con las ganas y volvió a subirse al auto. Jongin, divertido, lo siguió de inmediato.
¿Cuánto llevamos juntos, cinco años? A veces me preguntan cómo no nos hemos cansado el uno del otro, o cómo no le he lanzado uno de sus libros de cálculo por la cabeza cuando se queda hasta las tantas con la luz encendida estudiando mientras yo trato de concentrarme en dormir y en pensar en otra historia para escribir. Simplemente no tengo la respuesta aún, mi madre me dice cada vez que hablamos por teléfono que es mucho más sencillo: somos almas gemelas, ¿será eso?
Quizás.
Jongin ahora me mira con su cara típica de 'Kyungsoo, deja de escribir y préstame atención', parece que aún no comprende que este es mi trabajo y que de aquí sale el dinero con el que compramos nuestra cama, el auto o la alfombra; bueno, en parte, porque él también trabaja, pero yo también lo hago.
Jongin, tienes que apreciar más mi trabajo, ¿si? Escribo esto porque sé que estás viendo todo lo que escribo en este instante, no te hagas
Jongin es el hombre perfecto.
Sí.
-¡Jongin! No te metas en lo que escribo, tengo que mostrarlo mañana.
Las dos últimas líneas las escribió Jongin.
-¿Tengo mucha cara de ¿'Kyungsoo, deja de escribir y préstame atención' ahora?
-Demasiada. -Kyungsoo se dio por vencido y cerró la libreta, guardando el lápiz entremedio. Sí, era su trabajo, pero su trabajo era mucho más flexible y no tenía horarios para hacerlo, así que al final nunca le decía que no a Jongin. Cuando estaban acostados preparados para dormir, Kyungsoo escaló por el pecho de Jongin para acomodarse junto a él. El verano era caluroso así que podía sentir su piel y él la suya.
-Jongin.
-¿Sí?
-¿Puedo escribir de ti mañana?
-¿Y qué vas a escribir?
-Que te amo.
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