Relaciones "Amistosas" de un Trap
Los hijos Sawada arriba, Akise izquierda, Minatsuki centro y Tsuna derecha.
Han pasado los años, Tsuna creció viéndose como una niña, escuchándose y actuando como una, su cabello era largo y muy sedoso, lo cuidaba mucho ya que una vez, Hibari le dijo que le gustaba su cabello largo, por lo que lo dejo crecer como si fuese un tesoro.
Tsuna mantuvo contacto con Hibari desde aquel entonces, eran buenos amigos pero eso se elevo un paso más antes de entrar en secundaria. Tsuna creció sin atención por parte de su familia y una gran depresión, esto causo que intentara encontrar afecto de alguien sin importar de quien fuese o como fuese.
¿Sabes que ocurre cuando un joven preadolescente busca afecto?
Exacto, tienden a tener relaciones.
Tsuna busco a Hibari y se refugio en él, comenzaron a... experimentar. Para los 13 años, Tsuna era el amigo con derechos de Hibari Kyoya. Tsuna pasaba más tiempo con Hibari en su casa que en la propia, a veces se iba por días y nadie lo notaba, Akise y Minatsuki estaban felices de no aguantarlo, pero estaban más molestos de que estuviese protegido por el demonio de Namimori, cosa por la que sus maltratos no paraban, y Nana... estaba más ciega que Ladybug y Chat Noir.
Actualmente, a finales de segundo año de secundaria, un bebe se presentó ante la casa de los Sawada. Reborn vio como llegaron los chicos de la escuela, al verlos casi, casi, casi quiso maldecir su trabajo. Primero tenia a un mocoso pedante que no dudo en casi pisotear a su madre aunque estuviese él presente, luego tenían a una descerebrada doble cara, solo le importaba tener lo mejor y que el agua no arruinara su peinado y maquillaje, ¿Cuál agua? Te estarás preguntando, ¡eso es lo malo! ¡No hay en ningún lado!
Fueron a la habitación del chico la cual estaba llena de cosas caras que ni de broma debería tener una familia de clase media como ellos. Reborn se les planto enfrente de ellos firme y les dijo que ambos, ellos dos, eran candidatos a Decimo Vongola, la familia mafiosa más poderosa del mundo, que él era Reborn, el mejor Hitman y había sido enviado para hacerlos dignos jefes de la mafia.
Los chicos no le creyeron en primera instancia, pero terminaron en el suelo luego de que una bala casi les volara la cabeza, pero ni las balas fueron suficiente para quitarles su mala actitud. Por su parte, Reborn se dio cuenta de que faltaba alguien en esa casa, según el informe de Iemitsu, tenía otra hija, pero esta no estaba en la casa, cosa que no debería pasar siendo la menor, debería ser quien menos saliese.
En ese preciso instante, en la escuela secundaria Namimori, más precisamente en la sala del Comité de Disciplina, se encontraba Tsunayoshi estornudando.
Tsuna: ¡Achís!
Hibari: ¿Estás bien?
Tsuna: Si... Creo que alguien se acordó de mí.
Hibari: Solo espero que esas sabandijas que tienes por parientes no se te acerquen o los morderé hasta la muerte.
Tsuna: Si intentan algo te diré. Ahora... ¿En que nos quedamos?
Tsuna se sentó sobre el regazo de Kyoya, el cual estaba sobre su silla, las piernas del castaño quedaron a cada lado del prefecto mientras este llevo sus manos a la estrecha cintura del okama frente a él, Tsuna acerco su cara a la de Kyoya y deposito un pequeño beso sobre los labios contrarios, Kyoya no se resistió y volvió a juntar sus labios, esta vez fue más rudo, no había nada de inocencia en ese beso, comenzaron a devorarse y Tsuna paso sus manos por el cuello de del azabache, por su lado, Kyoya llevo sus manos a las piernas del castaño, las delineo y acaricio con deseo, comenzó a subirlas poco a poco hasta llegar a la falda, metió sus manos por debajo de la prenda y comenzó a apretar en un suave masaje.
Entre la exploración del prefecto, Kyoya se encontró con la ropa interior, no eran bragas, sonrió con malicia.
Kyoya: ¿Un Hilo*?
Tsuna asintió justo antes de soltar un fuerte gemido. Kyoya había tomado la prenda intima y la haló hacia arriba haciendo presión en el miembro del castaño, paro un momento dejándolo respirar para luego seguir.
Tsuna no se había dado cuenta cuando ya se encontraba recargado contra el escritorio desnudo y con Kyoya penetrándolo sin piedad, no contuvo sus gemidos, estaba en la gloria. No tardó mucho cuando un cuando soltó un gemido más fuerte y con él vino el orgasmo.
Escuchar ese orgasmo fue lo más maravilloso que podría correrse en ese preciso instante, pero se contuvo un poco, continuo con sus envestidas un poco más hasta que finalmente, dio una estocada más fuerte que antes hundiéndose aun más en el interior del castaño y soltó toda su leche en su interior.
No salió de inmediato, dejo su miembro dentro y abrazo a su compañero para hacerlo sentar sobre él, a Kyoya le gustaba disfrutarlo de forma lenta, le encantaba torturar a Tsuna después de cada ronda ya que su piel se volvía hipersensible y cada toque, cada rose lo hacía gemir en alto. Cada vez que lo hacían y Kyoya se corría dentro suyo, tenia la costumbre de dejar su miembro adentro un rato más, ya que, este tardaba en bajar su erección, por lo que aprovechaba para seguir envistiendo a Tsuna y ponerlo en posiciones donde sus caderas terminaran en alto, esto porque le encantaba llenar al castaño de semen hasta quedar hinchado y que al salir de él, aquel liquido saliera a borbotones de su entrada. Aunque no lo pareciera, a Kyoya le gustaba mucho los "Creampie".
En este momento, Kyoya tenia su miembro en el interior de Tsuna mientras aun se encontraba sobre él en la silla, Tsuna intentaba recuperar el aliento inútilmente, solo conseguía hiperventilar. Kyoya también respiraba levemente irregular, pero no le prestó atención a otra cosa que a la piel ajena, beso su cuello con rudeza aunque tratando de no dejar alguna marca, no quería que pensaran que su amante era una zorra para que intentaran acostarse con él. Sus manos recorrieron todo el cuerpo de su amante, sus piernas, sus brazos, su cintura, pero se detuvo un momento en su pecho, aquellos botones estaban completamente duros y ansiosos de atención, de solo rosarlos Tsuna volvió a gemir, esto hizo que el miembro de Kyoya no quisiera bajar.
Una, dos tres, cuatro, cinco... cinco rondas más, ya era tarde y ellos volvieron a la misma posición sobre la silla, Kyoya aún seguía sin salir del cálido interior de Tsuna, le encantaba en especial en ese momento ya que, en aquellas cinco rondas, Kyoya se corrió varias veces y nunca lio, por lo que ahora el castaño tenia una linda barriguita hinchada por tanto semen en su interior, y Kyoya estaba fascinado, acariciaba el vientre de su amante como si estuviese en cinta.
Cuando Tsuna ya casi se había recuperado, Kyoya llevo sus manos hasta sus piernas y las sujeto alzándolas y flexionándolas en el aire exponiendo el pequeño pene del castaño, Kyoya levanto la cadera de Tsuna y la dejo caer de golpe provocando otra penetración, volvió a levantar las caderas de Tsuna y las dejo caer otra vez y otra, y otra y otra y otra, y otra vez cuando, de un movimiento brusco, terminaron en el suelo, Tsuna boca abajo con su trasero alzado y con el miembro de Kyoya adentro, Kyoya volvió a penetrar a Tsuna y en una ultima estocada, el pene de Kyoya entro hasta el fondo golpeando la próstata del menor y corriéndose nuevamente.
Finalmente la erección del azabache bajo, pero no salió, nuevamente hizo a Tsuna reincorporarse y recargarse sobre él, nuevamente comenzó a acariciar su estómago, no sabia porque, pero le encantaba ver su cuerpo lleno de él. Sin salirse del castaño, Kyoya hizo que Tsuna se girara para quedar frente a él, se volvieron a besar, el azabache tomo entre sus manos el trasero del okama y lo separo, recostó a Tsuna en el piso y salió repentinamente haciendo que una gran cantidad de semen saliera de golpe ensuciando en piso.
Kyoya sonreía al ver como su semilla salía en chorros, pero aún no era suficiente. Llevo su mano al vientre del agotado Tsuna y presiono un poco, salió aún más semen, no lo lastimaba pero soltó un gemido profundo. Volvió a presionar varias veces pero se detuvo a la mitad, no quería vaciarlo, aún estaba aquella barriga abultada, pero era más discreta, lo suficiente para no notarse con la ropa.
Después de unos minutos de descanso, finalmente comenzaron a vestirse, Kyoya le ayudo a Tsuna con su falda ya que no podía moverse bien con el semen adentro, no era tanto como al inicio, pero aún quedaba bastante. Comenzaron a andar, hacia la salida, Kyoya acompaño a Tsuna hasta su casa, aunque no quería que llegara a ese lugar.
Kyoya: ¿estás seguro de ir a esa casa? Sabes que puedes quedarte conmigo.
Tsuna: lo sé, pero tengo la sensación de que alguien está ahí, tengo que volver, te prometo que me quedare contigo el fin de semana.
Kyoya: si es en fin de semana ¿sabes que no voy a dejar que tu vientre baje, no?
Tsuna: Lo sé, ¿Cuál es tu manía de llenarme hasta dejarme invalido? Casi parezco una embarazada.
Kyoya: Tal vez me gustaría verte en cinta.
Tsuna: Eso es imposible, mejor confórmate con llenarme.
Kyoya: Eso hago.
Llegaron a la casa y Kyoya dejo al castaño en la puerta, se despidieron como cualquier par de amigos y Tsuna entro a la casa, ya era de noche y solo quería dormir, Kyoya lo dejaba agotado casi a diario, pero valía la pena terminar lleno de semen, según él.
Iba a dirigirse a su habitación cuando escucho una voz tras de sí, se giro y retrocedió unos pasos para ver a un bebe con fedora y un camaleón, los miro un poco y sonrió tranquilamente, se coloco de rodillas con mucho cuidado y tendió la mano al bebe mientras se presentaba.
Tsuna: Hola, soy Tsuna y vivo aquí, ¿puedo preguntar tu nombre?
Reborn: Ciaossu, soy Reborn, seré tu nuevo tutor privado al igual que de tus hermanos.
Tsuna: ¿Tutor? Yo no sabía nada de un tutor, pero si te vas a quedar, buena suerte con los otros dos.
Reborn: ¿Por qué hasta esta hora?
Tsuna: Estaba en la escuela, casi siempre llego a esta hora.
Reborn: ¿No vas a cenar?
Tsuna: No suelo cenar con ellos.
Tsuna se encamino a la escalera y se adentro a su habitación, de inmediato se recostó boca arriba en su cama y comenzó a acariciar su vientre.
Tsuna: Si tan solo fuese una chica...
Hilo: Se refiere al tipo de ropa interior conocida como G-String que es aún más pequeña que una tanga. Aquí una explicación breve:
G-String o Hilo:
El G-String no es lo mismo que una tanga. Esta es la prenda interior más diminuta de todas. Basicamente, es un pequeño triangulo con un poco más de tela en la parte frontal, con tiras elásticas en el resto. Es por eso que se le llama "hilo", porque se asemeja a un hilo dental.
El G-String se usa para vestidos y faldas muy ajustadas al cuerpo, y que prácticamente exigen ir sin nada debajo.
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