Había pasado una semana desde que Tsuna se había enfrentado a Gokudera, y en esa semana la vida de Tsuna se había volteado completamente de cabeza, para entender mejor lo que ocurre, deberíamos regresar al pasado.

Para comenzar, Tsuna tuvo que volver a la casa Sawada, Nana la recibió de un abrazo diciendo que estaba realmente preocupada, Tsuna solo pudo temblar y quedarse petrificado ante la actitud de su madre hasta el punto de que estuvo a punto de vomitar, pero se contuvo y en cuanto lo soltó salió corriendo a su cuarto encerrándose, abrió un cajón en su mesita de noche donde tenía dulces y chucherías, sacó muchas y comenzó a comer desesperadamente en un rincón privado mientras se abrazaba las piernas hecho un ovillo mientras se repetía "Todo es mentira, todo es mentira".

Luego de que se le pasara la crisis mental que tenía, Reborn entro a su cuarto diciéndole que debía ir al cuarto de su hermano para hablar y luego salió, Tsuna fue al lugar indicado, pero se quedó afuera, Reborn se dio cuenta de esto y le dijo que entrara, cosa que Tsuna intento declinar.

Tsuna: Akise odia que me acerque a su cuarto, nunca me ha dejado entrar.

Reborn: No importa, entra.

Tsuna: (Por quéeeee...)

Reborn: Porque yo lo digo, entra.

Tsuna: (¿¡Pero puede leer la mente!?)

Tsuna abrió la puerta mientras pensaba eso y Reborn sonrió. En cuanto el castaño entró a la habitación Akise le gritó, "¿¡Qué demonios haces aquí!? ¡Lárgate! ¡No te quiero en mi habitación!" le gritó, cosa a lo que Reborn le dio una patada en la cabeza y le dijo que él le había llamado. Tomaron asiento a regañadientes, Tsuna a una distancia prudente, no le gustaba sus hermanos y no quería un golpe o algo así.

Reborn comenzó a contar la decisión que había tomado, que, gracias a la negación del castaño, los tres serian entrenados por igual para que el sucesor tomara el puesto, obviamente lo había dicho de esa manera para no decir que todo era solamente para que Tsuna obtuviera el puesto. Al parecer funciono ya que Akise y Minatsuki sonrieron engreídamente viendo a Tsuna que solamente veía al hitman para no hacer contacto visual con el par de atarantados que tenía al lado.

Después de desglosar y explicarle la situación a los rubios cabezas de cemento, los mando a hacer sus deberes, los mimados se negaron ya que ellos no estaban acostumbrados a que les dejaran tareas de la escuela, por lo que Reborn los obligo a punta de balas, mientras que Tsuna solo había asentido sin ningún tipo de problema u oposición alguna y se retiró tranquilamente.

Ya durante la noche, Reborn hizo una llamada.

Reborn: Shamal, necesito que vengas a Namimori inmediatamente.

Shamal: ¿Y ahora por qué? No he hecho nada para que me llames.

Reborn: Tienes trabajo.

Shamal: No atiendo a hombres.

Reborn: Es una chica, una de las hijas de Iemitsu.

Shamal: ¿a qué hora decías que me necesitas allá?

Reborn: En este momento así que corre.

A la mañana siguiente, Tsuna tuvo que salir rápidamente de su casa y dejar la ventana abierta pues Reborn sabía que el okama no desayunaba en casa, así que en primera instancia lo más lógico era pensar intentaría escapar por la ventana, así que dejo la ventana abierta y se fue por la puerta principal antes de que Reborn fuera a buscarlo aprovechando el factor Sorpresa Sorpresa que tenía pues Reborn lo subestimaba.

Paso el día como usualmente pasaba con la excepción de que Kyoya y Tsuna no pudieron tener sexo ese día, cosa que ponía ansioso al menor, pero sería así al menos hasta el final de la semana donde podrían pasar todo el día en la cama.

Al final de clases, surgió un problema con los maestros y Kyoya debía estar presente, por lo que Tsuna tuvo que volver a casa. En el camino, alguien choco con la pierna del okama, al mirar era un niño con un traje de vaca, era pequeño y estaba golpeado, el niño sujetó la calceta de Tsuna y lo miro un momento para luego caer al suelo desmayado.

Tsuna no pudo evitarlo y cargo al niño, fue corriendo hacia su casa y entró casi azotando la puerta, subió las escaleras lo más rápido posible ignorando a Reborn el cual estaba parado junto a la puerta esperando a que llegara, el cual se molestó y lo siguió, al entrar a la habitación vio al castaño buscando cosas en un botiquín de primeros auxilios y a un niño en la cama. No dijo nada, solo se dedicó a observar lo que hacía.

El mini hitman veía al okama quitarle el traje al niño, limpiar sus heridas y luego desinfectarlas, lo hacía rápido y preciso, ni siquiera había notado al hitman, esto hizo pensar a Reborn, que tuvo que pasarle como para que supiese curar heridas. Ya cuando el niño estuvo a curado y descansando, Tsuna suspiró aliviado antes de sentir un "No está mal" en su espalda.

Tsuna: ¡Hii! ... Que susto... No hables así de repente, por favor.

Reborn: Lo pensare, solo porque lo pediste por favor. ¿Quién es?

Tsuna: No lo sé. Solo apareció junto a mi y se desmayó, sé que no pensé mucho, debí llevarlo al hospital, pero... los odio.

Reborn: No lo has hecho mal del todo. Por cierto, en unos minutos llegara el medico que llame para que te revise, así que cámbiate de ropa y ponte algo ligero.

Reborn salió del cuarto y se dirigió a la cocina para tomar su acostumbrado expreso que tanto adoraba, mientras tanto, Tsuna volvió a suspirar, esta vez con resignación, se dirigió a su guardarropa y luego saco una blusa azul corta a medio hombro y manga larga de botones que disimulaba bien su nulo pecho, junto con una falda justa de color blanco. Se cambio de ropa y poco después escucho el timbre de la casa sonar, también se escucho la puerta siendo abierta y unas voces que no entendía lo que decían.

Se escucharon pasos acercándose a su cuarto y luego unos golpes. Reborn entró acompañado de un hombre que parecía estar a mitad de sus treintas, tenía un peinado que le recordaba un poco a Gokudera, cabello castaño oscuro y un poco de barba.

Reborn: Tsuna, él es Trident Shamal, es el médico, te va a examinar y hará un expediente para que lo entregues, así que trata de no huir o te dispararé.

Tsuna: (No era necesaria la amenaza...) Está bien.

Shamal saludo lo más cortésmente que pudo, al escuchar sobre la hija de Iemitsu espero algo no tan hermoso, pero Tsuna lo sorprendió, no esperaba que fuera tan elocuente o tímida, pero tenía un hermoso ángel frente a él, y uno bastante delicado, así que la trato como si fuese a romperse. Comenzó el chequeo, todo paso muy normal al parecer, pero las cosas se pusieron incomodas para los tres cuando Shamal le pidió descubrir su pecho un poco para poder escuchar su corazón, Reborn le dio una patada en la cabeza diciéndole que no intentara pasarse de listo con su trabajo, pero Shamal reafirmo que era necesario y que solo sería un poco, lo suficiente para colocar el estetoscopio sin ningún tipo de interferencia.

Reborn accedió, pero se quedo al lado del okama para asegurarse que no intentara nada raro. Nuevamente, Shamal pidió que descubriera su pecho, Tsuna se sonrojo un poco y aparto la mirada avergonzado, y con mucha timidez comenzó a desabrochar los botones superiores, lo hacia lentamente por la vergüenza, pero no se daba cuenta de que lo hacía lucir seductor ante los ojos de los presentes.

Tsuna: S-sé que no tengo nada de que presumir, pero... no mire demasiado, por favor...

Había dicho mientras se inclinaba levemente hacía Shamal y desviaba el rostro hacia su derecha completamente rojo. Por su parte, Shamal estaba pensando "Tranquilízate Shamal... Es una menor... ¡Cálmate de una vez! ¡No pienses en eso que no son horas!" mientras que Reborn se decía "Te estoy vigilando Shamal. Si no fuera mi estudiante y yo tuviese mi cuerpo... Esta historia sería diferente."

Shamal uso todo el autocontrol habido y por haber en el mundo para no pensar nada sucio sobre su, ahora, paciente, coloco el estetoscopio y comenzó a escuchar su corazón, le temblaba un poco la mano, pero se apresuro a terminar con lo que debía hacer, cuando termino su trabajo, Tsuna se cerró la blusa y comenzó a recuperar su respiración, ambos mafiosos pensaron "Parece como si fuera otra cosa".

Shamal iba a retirarse para hacer su reporte, pero Tsuna le pidió de favor que revisara al niño, el doctor dijo que no atendía a hombres, a lo que Tsuna se lo pidió con ojos brillantes y el mayor no pudo negarse.

Shamal se dio cuenta que el niño estaba lleno de golpes y heridas, y no todas eran recientes, se lo tuvo que mencionar al menor, pero le felicito por el tratamiento de emergencia que le dio, que solo necesitaba descansar.

Después de ese lunes las cosas no fueron más tranquilas. El niño ahora llamado Lambo Bobino se quedo a vivir en la casa Sawada, era hiperactivo, ruidoso y una parada en el trasero para los gemelos.

Por el miércoles, una niña china de nombre I-pin intento asesinar a los gemelos, un chico random se le declaro a Tsuna y este lo rechazo, pero el chico no se rindió y quiso acosar a Tsuna, fue mordido hasta la muerte, pero no se rindió y casi siempre que están en la escuela lo acosa (a veces fuera de clases también).

Tsuna tuvo que empezar a tomar antidepresivos y pastillas para la presión arterial por prescripción medica por parte de Shamal. Yamamoto casi se suicida por culpa de Akise y Gokudera se dio un beso indirecto con el beisbolista. El hermano de su compañera de clase, Kyoko intento invitarla al club de Boxeo, pero Tsuna se zafó gracias a la medicación de Shamal. Conoció al amigo de Reborn, Colonnello y a su amor platónico Lal Mirch.

Casi por el viernes, un sujeto con peinado de piña se le cruzó en frente y, descaradamente, intento verle las bragas, pero Tsuna tiene un don y no lo consiguió.

Finalmente llego el viernes y por fin, no hubo ser existente en cualquier mundo paralelo que impidiera que Kyoya se follara a su conejito travesti.

Sé que es corto, pero no estoy muy feliz que digamos.

Mi perra llamada Oyuki, llevaba 7 años con nosotros y tenía 10 de edad, 4 de esos 7 años estuvo bajo medicación porque se trago una pelota de goma de las pequeñas, vomitaba si comia cosas que no debía, no podía beber demasiada agua y a veces vomitaba en la cama de mi mamá en la madrugada. Desde hace ya unas semanas había perdido el apetito un poco, estaba muy delgada y no tomaba agua, tuvimos que darle suero en el hocico a la fuerza, vitaminas para canino, la comida tenia que ser en papilla y también teníamos que dársela a la fuerza.

En la ultima semana, dejo de comer definitivamente, se volvió esquelética, ¡Literalmente estaba en los huesos! No podía caminar, estaba débil, se tambaleaba y se cayó varias veces con sus propias patitas.

La internamos para que se mejorara, pero ya no había nada que hacer. Casi no veía, casi no escuchaba nada, no nos reconocía, era muy difícil para nosotros verla así.

Mi tía Gabi la vio cuando Oyuki quiso ir al patio, la vio y le hizo mimos, la acaricio, le dio besitos, la cargó y la apapachó, pero tampoco la reconoció...

Mi tía se puso a llorar, también la amaba mucho igual que mi tío Hector, su esposo, yo estaba ahí y también llore.

Eso fue el domingo pasado.

Hoy, o mejor dicho, ayer, lunes, la llevé con mi hermano mayor al veterinario por ultima vez. Si... La pusimos a dormir. Sufría mucho y yo tenía miedo de que se recuperara y volviera a enfermar, y que nada de lo que pudiese hacer sirviera, que todo fuera en vano, tenía miedo de que todo lo que hiciera fuera en vano.

Yo, como NINI, me la paso todo el día en casa con mi mamá, la acompaño al mandado, voy a la tienda, a la farmacia, pero por sobre todo, yo compraba su medicamento y yo se lo daba.

Yo la veía a diario los problemas que tenía y hacía lo que podía por ella. No fue fácil tomar esa decisión.

¿Saben? Mi hermano mayor, Lalo, no es muy... blando que digamos. Es decir, alto, greñudo, de 120 K., metalero, friki que se vio todos los capítulos de One Pice desde hace 20 años, que si pone música en la noche jurarías que está haciendo alguna clase de invocación satánica y se va a los conciertos de SKA para agarrarse a putazos, creo que se dan una idea del carácter firme que tiene.

Y aún así, es la primera vez... en mis 20 años de vida... que lo vi llorando.

Pero a pesar de todo, me sentí aliviada... La durmieron primero con anestesia, y luego tardaron media hora en poder ponerle la inyección porque estaba tan delgada que no le encontraba una sola vena, pero cuando lo hizo, ella estaba tranquila, no sintió dolor, y hasta podría jurar que le vi una sonrisa cuando le cerré los ojos.

La casa se siente algo vacía a pesar de que somos 4 cabrones en un cuarto tan pequeño.

Mi otro perro, Hércules, es su cría, tiene 7 años, los mismos que su madre estuvo con nosotros. Todo el día estuvo inquieto, nos chillaba y se paraba en dos patitas para alcanzarnos. Creo que él lo sabe. Sabe que su madre ya no va a volver, pero la sigue buscando.

Si me puse a terminar este capitulo es porque no podía hacer nada más. Las cenizas tardan de 24 a 48 horas en ser entregadas, solo queda esperar, y a Oyuki nunca le gusto vernos tristes, si llorábamos, nos pegábamos, o estábamos tristes, ella venía y nos lamía la cara y luego de hacernos reír, salía corriendo para que la atrapáramos como en el juego de las atrapadas o las traes.

Solo... Solo quiero desahogarme, creo que ya he llorado lo que debía y quiero esperar las cenizas de mi compañera más leal sin tener que tomar pastillas o medicamentos.

Aquí les dejo a mi Nena para que la conozcan.

Oyuki, mi princesa, cualquier cosa que logre a partir de ahora sera por ti. Porque sé que yo no me importo, pero yo a ti si, así como tu a mí.

Espero volver a verte algún día.

Sayonara.