Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 15

¿Qué está pasando aquí? —Preguntó la anciana.

-Yo...

—¿¡¡YA SALISTE¡¡? Habla fuerte para poder oírte! —Gritó Aarón desde el baño.

La cara de Elisa era todo un caso.

—¿¡¡Por qué no hablas!!? ¿¡Sigues aquí !?

Bianca arqueó una ceja y cruzó los brazos.

—¡Estoy a-afuera...! —Gritó a penas.

—¡Quédate cerca! ¡Tal vez cambie de opinión y quiera que vengas a ducharte conmigo...!

La anciana abrió los ojos tanto como pudo.

—¿De qué está hablando?

—Bianca ... yo ... no ... no es lo que piensa —explicó nerviosa.

"¡Oh no! ¡Estoy frita! »

—¿Por qué estás mojada?

—Lo que pasa ... es que ...— estaba a punto de colapsar cuando Bianca sonrió.

—¿Te mojó? —Su sonrisa se hizo aún más grande.

—Si...

—Menos mal ... —se rió—, quiero decir, ha pasado mucho tiempo desde que lo escuché reír así.

Elisa suspiró aliviada.

—Ve a cambiarte ya descansar ... —le palmeo el hombro—, creo que te hace falta.

Elisa la miró por unos segundos, luego asintió lentamente.

—Más tarde cuando tenga que irme, te avisaré ...

Volvió a asentir, pero no se movió.

—¿Qué esperas? ve ...

Acostada en su cama todavía puede recordar la sonrisa de Aarón. Sí, su sonrisa, pero lo hice sin segundas intenciones, solo estaba feliz de que por lo menos hubiera sonreído un poco, aunque haya sido una costa de ella.

Sacó el celular de su bolso y al encender la pantalla miró todas las llamadas de Mateo. La tristeza volvió a embargarla y decidió en los centros: Debí haberle dicho que ... No debí decirle nada ... ¿Fui muy dura ?, Así tuve que ser ... Espero que esté bien ...

Oró a Dios en silencio por él, luego se quedó dormida.

¡¡¡ERA UNA LOCURA !!! Los siguientes días para Elisa habían sido una locura total. Se la pasó sobreviviendo entre el pesado carácter de Serena y Lía y ni qué decir de su arrogante y molesto paciente, qué no deja pasar ni una sola oportunidad para ponerla entre la espada y la pared, haciéndola desatinar con comentarios sarcásticos y actitudes desagradables. Hasta el celular lo mantenía en modo silencio para evitar sus reclamos; a penas y había tenido tiempo de intercambiar unos pocos mensajes con Melissa y por supuesto con su madre.

Solo le quedaban tres días de los quince en la mansión y estaba feliz porque pronto volvería a su casa. También estuvo muy agradecida con Dios, pues Aarón había accedido a hacer algunas terapias y tomar todos sus medicamentos.

De Mateo no había vuelto a saber nada, pero cada día oró por él para que Dios lo protegiera y le ayudara a atravesar su desierto. Estaba consciente de que tarde o temprano tuvo que enfrentarlo; esperaba tener la sabiduría suficiente para cuando ese momento llegara.

Aarón se puso como de costumbre frente a la enorme ventanal de su habitación, era el único lugar desde el cual podría percibir más luz en sus ojos. La ceguera que había tenido debido al accidente, era una Cortical, así que no había perdido del todo la percepción de la luz.

En los últimos días se encontraba con más ánimo y por primera vez en mucho tiempo las ganas de vivir le habían vuelto. No podía negar que, aquella inocente e imperturbable jovencita tenía mucho que ver ... Algo le estaba ocurriendo, algo que nunca imaginó le llegaría a pasar con nadie, definitivamente ella le gustaba ...

De pronto vino a su mente la conversación que había escuchado aquella noche entre Elisa y el misterioso chico, aunque le había parecido absurdo la mayor parte de lo que escuchó, no podía dejar de preguntar qué era exactamente en lo que Elisa creía. ¿Será que era una religiosa extremista ?, ¿o tal vez quería ser monja ?, ¿quién era realmente Elisa Solís? Teníamos muchas ganas de averiguarlo.

*******

Terminó de doblar su ropa y la colocó dentro del canasto, salió de la lavandería y fue a su habitación. Dejó todo sobre la cama, más tarde lo acomodaría. Ya casi era la hora de comer así que se apuró a ir a la cocina.

Estaba llegando cuando unos sollozos la alerta, se detuvo antes de entrar y escuchó ...

¿Qué te pasa, Serena ?, ¿por qué lloras? —Le pidió Lía—. Serena, contéstame ...

Serena lloró con más fuerza.

—Hoy es ... —sollozó—. Hoy es ...

—¿Hoy es qué? Amiga me estás asustando ...

—Lía ... hay algo que no te contado ... —volvió a sorber la nariz— Yo ...

—Tú ¿qué ...?

pero Serena volvió a romper en llanto.

—Tranquilízate ... ven, siéntate ...

—¡No !, ¡déjame!

Elisa quiso entrar, pero abstuvo.

—Entonces dime, ¿qué tienes?

—¿Recuerdas cuando te conté que... —sollozó— tuve algo que ver con el imbécil de Aarón...? Las cosas no terminaron ahí... —volvió a sollozar—, me votó como basura cuando supo que... —y no pudo seguir hablando, pues el llanto volvió a apoderarse de ella.

Al escuchar aquello Elisa decidió irse de ahí...

Entró a su habitación consternada por lo que acababa de escuchar, no podía sacarse de la cabeza el angustioso llanto de Serena. Seguramente Aarón solo la había utilizado para satisfacer sus deseos y luego tirarla como cualquier objeto. No lo pudo evitar, estaba muy molesta...

*******

Tocaron a la puerta y Mateo se giró en su cama cubriéndose completamente con la cobija. Su padre siguió tocando, pero no recibió respuesta; se atrevió a abrir y miró a su hijo acostado, había botellas de alcohol tiradas por todas partes. Entró despacio, se acercó y se sentó en la cama.

Mateo tenía todas las vacaciones encerrado en su habitación, casi no comía ni se bañaba. Había caído de nuevo en una profunda depresión y sus padres estaban muy preocupados por él, pero ninguno se atrevía a acercarse, la experiencia les había mostrado que eso solo complicaba las cosas. Pero aquella tarde Paolo se armó de valor.

A pesar de que no se movía, sabía que Mateo podía escucharlo.

—A mí también me sigue doliendo... —suspiró profundamente y miró al techo, no era fácil pronunciar aquellas palabras. Guardó silencio unos segundos y continuó—: No sabes cuantas veces me he levantado gritando su nombre y reclamándole al cielo por qué se la llevó... —rompió en llanto.

Nunca había escuchado de la boca de su padre cómo es que se sentía por la pérdida de Alessandra.

—A todos nos quebró... no eres el único que sigue sufriendo por su partida... —se dio cuenta de que Mateo también lloraba—. Estoy seguro de que, ella querría que fuéramos felices, odiaría vernos así...

Mateo lloró más fuerte, con furia, como si llevase un mar dentro que necesitaba ser desbordado.

—Así es hijo... —puso su mano sobre él—, sácalo todo...

Y el castaño dio un grito, uno que hizo que las paredes se estremecieran.

—¡¡¡POR QUÉ, PAPÁ!!! ¡¡¡POR QUÉ!!! —se incorporó y salió de su cama, caminó unos pasos desorientado y cayó al suelo envuelto de impotencia y desesperación.

Paolo se arrodilló junto a él y lo abrazó. Y así lloraron su dolor...

*******

Ya había pasado media hora y Elisa decidió volver a la cocina, por suerte Lía y Serena ya no estaban. Entró y preparó rápido el desayuno, no quería estar ahí por si volvían.

Subió las escaleras, llegó a la habitación, acomodó todo y acercó a Aarón para darle la comida. Al verlo no pudo evitar recordar lo que había escuchado de Serena y sintió coraje. No dejaba de imaginarse todas las horrendas cosas que pudo haberle hecho.

Continuó dándole la comida en silencio e incluso de forma un poco ruda y Aarón lo notó.

—¿Pasa algo? —preguntó él.

«Cínico, ¡pasa todo!» pensó, pero no respondió.

Para acabarla de rematar Aarón le pidió agua y ya saben, tenía que dársela en la boca.

«¿Ni siquiera eso puedes hacer?» pensó molesta «¡Eres un abusador de primera!» le acercó el vaso a la boca.

Luego de beber Aarón comenzó a chuparse los dientes muy quitado de la pena, provocando que ella se enfadara más. Era obvio, sabía que algo le pasaba, pero si no se lo decía por las buenas, lo haría por las malas... Entonces fingió torpeza e hizo que los cubiertos cayeran al suelo.

Elisa se apuró a levantarlos y limpiar el alimento que se había derramado. Aarón volvió a tomarlos y está vez los tiró sin disimular.

Elisa estaba que ardía.

—¿Por qué lo haces? —le dijo ofuscada—, Eres un abusador de primera...

Aarón frunció el ceño, pero no respondió.

Ella volvió a inclinarse para recoger los cubiertos y Aarón tiró el vaso con agua.

—¡Basta! —gritó—. ¿Qué estás haciendo...?

—Dijiste que soy un abusador. Te doy el gusto...

—¿Sabes qué?, ya no te tolero... —y antes de cometer una torntería decidió irse ahí.

Él también estaba enojado, no entendía por qué ella estaba así, pero si ya no quería estar a su lado, por él, podía largarse.

Comenzó a reunir todas sus pertenencias. Sacó la maleta del closet y la puso sobre la cama, metió todo dentro, ni siquiera lo hizo en orden lo único que quería era salir de ahí.

Caminó lo más rápido que pudo hacia la salida. Rubén la miró pasar como un rayo y al verle la maleta supuso lo peor, la siguió.

Ya estaba a punto de llegar al portón, cuando tuvo un golpe de razón y se detuvo.

«¿Qué estoy haciendo?» pensó «¡Soy una completa idiota!» miro a su alrededor «¿Desde cuándo me convertí en un juez?» «¿Qué me importa lo que haya hecho Aarón en el pasado?» «Yo también he hecho muchas cosas...»

Rubén que la miraba de lejos, se acercó.

—¿Todo bien, Elisa?

Ella se volvió y sus ojos se cristalizaron.

—¿Necesitas ayuda?

 Estaba luchando con todas sus fuerzas para no llorar.

—¿Quieres platicar?

De alguna manera él le inspiraba confianza, así que asintió, entonces Rubén tomó la maleta y con un leve toque en el brazo la invitó a caminar.

—Ven, vamos a otro lugar...

Rubén la condujo hacia un jardín trasero que no sabía que existía. Llegaron a un tronco caído que yacía a los pies de un enorme árbol y se sentaron. Permanecieron en silencio hasta que él habló.

—¿Ibas a irte...?

La joven dejó escapar un suspiro angustioso.

—Sí... —lo miró—. Estoy mal Rubén... muy mal... —una lagrima rodó por su mejilla.

Rubén extendió la mano y le limpió el rostro, ella se sorprendió.

—Disculpa... —se dio cuenta de su atrevimiento y retiró la mano.

—Está bien... —desvió la mirada y giró la cabeza.

Hubo un silencio.

—Nadie es perfecto, Elisa...—la miró—. En cierta forma todos estamos mal... —sonrió—, creo que nuestra meta diaria es dejar de ser tan malos...

Otro silencio.

—Eres muy valiente...

Lo miró incrédula, para nada pensaba que era valiente.

—Ninguna enfermera había durado tanto como tú... —volvió a sonreír—. Desde que te conocí, supe que lo lograrías...

Elisa clavó la mirada en el césped.

—Aarón puede ser alguien muy difícil y a veces dan ganas de golpearlo...

Lo volvió a mirar.

—Pero es un ser humano imperfecto, como tú y como yo...

Elisa le sostuvo la mirada meditando en cada una de sus palabras.

—Tienes razón... —unió sus labios en una línea—. Gracias, Rubén....

—Por nada señorita —sonrió—. Siempre que lo necesites podemos platicar, hasta puedes venir aquí... —palpó el troncó— cuando quieras meditar. te presto mi tronco.

—Gracias... —también sonrió. Pensó un poco y luego le pregunto—: ¿Desde cuándo lo conoces?

—¿A quién?, ¿a Aarón?

Ella asintió.

—Desde pequeños, se puede decir que crecimos juntos... Ya sé que no parece —dijo divertido—pero yo soy más grande que él...

Elisa se rió de su comentario.

—Te ves muy linda cuando te ríes...

Dejó de sonreír.

—Quiero decir... todas las personas son lindas cuando lo hacen...

—Ah, sí... —sintió alivio, ya había pensado que Rubén se le estaba insinuando.

—¿Quieres volver ya?

—Sí —se puso se de pie—, tengo algo que hacer...—volvería donde Aarón y le pediría disculpas.

Rubén la ayudó a cargar la maleta hasta la puerta de su habitación.

—Gracias, Rubén...

—Un placer señorita, nos vemos luego... —hizo una leve inclinación con la cabeza y se marchó.

Entró y comenzó a acomodar sus cosas en cada lugar; cuando terminó se tomó un momento para orar. Le pidió perdón a Dios por sus arrebatos y ayuda para saber contenerse en el futuro. Luego Salió de su habitación rumbo a la de Aarón.

Subió las escaleras y cuando llegó frente a la puerta se detuvo. Oró por última vez y entró.

Todo iba bien, pero mientras se iba acercando un olor nauseabundo inundó sus fosas nasales, se apresuró a llegar y lo que miró la dejó estupefacta.

Aarón estaba tirado en el piso medio inconsciente y babeando. Sin lugar a dudas ese olor era porque, había evacuado y por todas las partes posibles ...

Asustada pero tratando de mantener la calma, se acercó e hizo una rápida evaluación de su pulso, temperatura, color de piel, color de ojos, le abrió la boca y al ver su lengua supo lo que pasaba. Aarón estaba intoxicado.

Notita: Los dejo con la frase de Rubén.

Nadie es perfecto. En cierta forma todos estamos mal ... creo que nuestra meta diaria es dejar de ser tan malos ...

¡VOTA! ¡COMENTA! ¡COMPARTE! 💞

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro