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Wedding Planner* (5)

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Summary. La noticia de una boda sacudió a Six en más de un sentido. Y verse envuelta en una exhaustiva preparación con su antigua pareja le hará mirar las cosas desde diferentes alturas.
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La confesión se repitió en su cabeza un par de veces más a modo que terminara de ser asimilada por su cerebro para ser analizada, y eventualmente comprendida. Pero el tiempo transcurría  y todavía no podía digerirlo. Había esperado de todo cuando su teléfono sonó y su mellizo le pidió reunirse a comer algo.

Y que ahora mismo, su hermano y su prometida estuviesen sonriéndole ampliamente en espera de una respuesta, le incomodaba de sobremanera. En un intento por sentirse menos fuera de lugar, volteó a ver a su compañero a su lado en búsqueda de apoyo, pero la vista de él ciertamente no la tranquilizó.

Mono continuaba de brazos cruzados como cuando entró, con sus ojos grises fijos en la pareja de enfrente y una expresión neutral, como si supiera de antemano lo que iban a confesarle. ¿Acaso ya le habían comentado a él la celebración antes que a ella? No pudo evitar un pinchazo de traición provenir desde su pecho. Se trataba de su hermano y su mejor amiga, ¿y no habían ido a buscarla primero a ella?

Bueno, aunque teniendo en cuenta que Mono era más afín a esas celebraciones sociales, era bastante obvio que él había sido la primera opción...

—Felicidades —La voz de Mono rebotó a su lado, provocando que saltase de la impresión, recibiendo un lánguido vistazo por parte del mencionado que le dolió más que el breve sentimiento de traición.

—Eh... sí, felicidades —repitió Six, desviando la vista de Mono y haciendo un ademán de sonrisa que se vio más bien como una mueca.

La pareja apenas se fijó en ese detalle, sintiendo euforia por confesar su compromiso a sus amigos, sumado a que ya estaban acostumbrados a que Six apenas sonriera, tomaron su mueca como un gesto de real felicidad por parte de ella, cuando en realidad, comenzaba a sentirse mareada.

Lo siguiente que supo fue que Yellow comenzó a hablar animadamente con Mono, preguntándole si realmente podían hacer uso del piso más alto de la Torre de Transmisión para su boda, y por la manera en que su mellizo estaba negando la cabeza con una media sonrisa, no parecía ser la primera vez que volvía a reiterar en esa pregunta.

Mono había sonreído quedadamente en respuesta y asintiendo sin añadir nada más, provocando que la de cabello largo chillara de la emoción, agitando la mano de su prometido frenéticamente, mano que desde que habían llegado al establecimiento no habían soltado, y Runaway no parecía realmente interesado en hacerlo pronto.

Pese al movimiento alterado, Six podía notar como la humilde joya brillante resplandecía en el dedo anular de su amiga, prueba viva de que el compromiso ya era un hecho y no sólo un sueño que se le contaba a medias.

Consciente de ello, genuinamente terminó sonriendo y felicitando en su mente a la pareja, no siendo capaz de interrumpirles para decírselos de nuevo. Yellow estaba tan eufórica hablando y diciendo sus ideas para la boda que los otros dos chicos se limitaban a escucharle.

Sin embargo, mientras más escuchaba, más apartada se sentía. Era obvio que Mono estaba más al tanto de la situación o al menos contaba con mayor experiencia en el área para aportar, provocando que cada vez que abriera la boca, la pareja guardara silencio y le escuchara con suma atención, mientras que Runaway anotaba las ideas más sólidas que iban surgiendo. Así que ella no entendía realmente que estaba haciendo en aquel lugar.

Si, era la hermana melliza del novio, y amiga desde hace años de la novia. Pero más allá de eso sentía que su presencia era más bien innecesaria. Y por sí aquello no fuera poco, tenía a su lado a Mono quien le había ignorado prácticamente todo el rato desde que estaban ahí.

Se sintió pequeñita y deseó volver a refugiarse en su tienda para dibujar nuevos diseños de tatuajes y esperar a que todo se resolviera de la mejor manera posible.

—¿Tú que piensas, Six?

En un arranque de efusividad, Yellow había terminado arrancando la libreta de las manos de su prometido y se la había tendido, brindándole una radiante sonrisa que podía contagiársela hasta al ser más vil de la tierra. Por supuesto, Six, con su desconcierto, solamente había sentido que sus ojos se habían quemado de tanto brillo.

De manera automática había tomado la libreta y la había ojeado. Podía distinguir lo que era el boceto sucio del piso más alto de la Torre de Transmisión decorado con muebles antiguos y rústicos, lámparas con retoques anticuados y cuadradas que colgaban de un techo abierto a la intemperie, donde distinguía lo que eran las estrellas. Le daba la impresión de ser un cuarto cautivado en el tiempo de sus abuelos, al visualizarlo como un hecho, podía incluso distinguir los colores sepia de las antiguas cámaras y los relojes enormes que hacían "cucú" a una hora específica. ¿Se les había ocurrido un viaje en el tiempo para su boda?

—La temática se tituló "Wedding of Metronome" —añadió Yellow haciendo a un lado su larga trenza—. ¿No es encantadora?

—Es... inusual...

—¡¿Verdad que sí?! ¡Es como volver un siglo atrás cuando las bodas se celebraban a lo grande!

—¿No les gustaría algo más... actual?

¿Y modesto? Six tuvo el cuidado de no sonar grosera cuando le devolvía la libreta a su hermano. Mas Yellow estaba tan ensimismada en su ensoñación que ni siquiera lo notó.

—¡A mí también me pareció fuera de lugar! Pero entonces, mi cariñito, leyó "The City of Metronome" y me enamore del concepto de cyberpunk que planteaba, ¡Quería que mi boda fuera como una fotografía de periódico cuando aún se leía! ¡Lejos de toda esta tecnología que nos esclaviza! Sin ofender, Mono.

El mencionado simplemente ahogó una risa, encogiéndose de hombros.

—Un día privándome de toda la comunicación de la empresa no me va a matar.

—¡En serio, muchas gracias!

—¿De dónde saldrán todos esos muebles? —Six no quería tener que ser la nube gris en un día soleado, pero tenía que hacer entender a Yellow que si deseaba todo eso que planteaba necesitaría de bastante estabilidad monetaria, del cual, dudaba que tuvieran teniendo en cuenta los empleos de ambos y no creía que ninguno de ellos fuese capaz de pedirle un préstamo enorme a Mono.

—Mi familia siempre ha sido fan de la Historia —La voz del mencionado en su mente sonó con relajada simpleza—. Han guardado a lo largo generaciones muchísimas cosas inútiles, pero en buen estado, así que vamos a usarlos para algo bueno por una vez en su vida.

—¿No te meterás en problemas? Digo, son cosas de tu familia.

Mono se encogió de hombros de manera perezosa sin tomarle real importancia a la pregunta de Six.

—Soy el dueño de todo eso ahora, puedo usarlo como me plazca. Además... —su mirada grisácea se detenía en la pareja en camino a casarse, dando la primera sonrisa sincera en mucho tiempo— es por una buena causa.

Yellow parecía estar a punto de llorar, cuando su prometido a su lado, terminó llorando de verdad, lanzado agradecimientos a Mono entre susurros, por lo que la primera tuvo que sacar un pañuelo y detener las lágrimas de su chico con desmesurado cariño.

Six no pudo más que reír, tratando de arreglar el boceto de su hermano mientras la novia de la ocasión trataba de calmarlo.

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—¿No hay algo más que pueda hacer?

—Puedes ayudar a Spoon a definir la decoración para las fotografías.

—Está bien...

Finalmente, tanto Mono como Six habían estado de acuerdo en ayudar a planear el concepto de la boda mientras que la pareja de novio, preparaban las invitaciones, daban los avisos y el hotel donde se iban a alojar después de toda la fiesta. Mientras que ella, con sus conocimientos en artes y estética, y Mono, siendo el dueño de los muebles y el lugar donde se iba a desarrollar la celebración y la fiesta, habían quedado encargados del resto.

Pero aquello no podía haber resultado más incómodo, Mono apenas la miraba o interactuaba con ella, y cuando lo hacía, parecía que se estaba dirigiendo a otro más de sus empleados, con una voz neutral y una mirada autoritaria. No quedaba nada de aquel rasgo de cariño puro y cálido en sus ojos que en antaño se había enamorado, era como si para él, Six se tratase de una persona completamente distinta. Y aquella actitud no podía más que deprimirla.

Entendía que ella lo había echado a perder. Pero eso no disminuía el dolor.

Los ojos oscuros y expresivos de Spoon se posaron en ella antes que siquiera hiciera un saludo, como si esperara de antemano su visita, bajando la cámara que tapaba su rostro, la chica de coletas trenzadas le dio una pequeña sonrisa comprensiva, argumentándole que no se sintiera mal por la actitud del jefe Överföring, puesto que era así la mayoría del tiempo.

El problema era que ese no era el verdadero Mono. El verdadero Mono no tenía una mirada fría y llena de desinterés por todo lo que le rodeaba. El verdadero Mono trataba con amabilidad hasta a sus padres amargados por su trabajo. Al verdadero Mono le gustaba verla sonreír. Este Mono que se movía de arriba a abajo, organizando una boda como si fuese otro evento más de su compañía, que apenas la miraba, y que había asumido el puesto de gran jefe de la Torre de Transmisión poco después que su padre quedara en el hospital era otra persona.

O tal vez solamente estaba exagerando, si el Mono que ella conocía ya no estuviera seguramente no estaría perdiendo el tiempo ayudando a su hermano mellizo y su novia, sus únicos amigos verdaderos, a tener la boda de sus sueños. Después de todo, esa clase de eventos siempre le habían hecho brillar los ojos al chico que ella conocía.

Quizás solamente se sentía incómoda porque ella no recibía esa clase de trato viniendo de él.

Habían pasado un poco más de tres años desde que ambos habían terminado su relación en términos muy malos, mayormente orientado por su propia inseguridad. Mono había estado asumiendo más responsabilidades por parte de la compañía, por lo que había reducido su tiempo con ella. Y ella, para no estorbarle, había roto toda comunicación con él, excusándose con su capacitación para su carrera. Le había dado la espalda cuando él había tenido que abandonar  todas las cosas que disfrutaba para levantar la compañía de su padre, y lo único que había necesitado era su apoyo. Pero Six no había querido dárselo, molesta porque se sometiera a la sombra de su padre, tal como ella había sido torturada por la de su madre por tantos años.

Pensó que Mono se volvería igual de amargado que su padre, y no quería ver como se corrompía, más tarde se dio cuenta que dejarlo solo era lo que lo había condenado a ese destino.

Se palmeó las mejillas para desconectarse del amargo recuerdo, no quería tener que evocar la voz suave y dolida de Mono cuando le pidió que no se fuera, sosteniendo su mano donde le tendía una diminuta sortija, que ella había devuelto al instante que soltaba su mano y le dejaba atrás. Tan tonta y crédula, segura que no podría con esa vida dura que su amigo había escogido.

La expresión dolida y sombría captó la atención de Spoon, levantando suavemente las comisuras de sus labios para darle un gentil consuelo, pero Six se negó a dar explicaciones, comenzando a revisar los marcos que le tendían para distraerse, escogiendo aquellos que le parecían mayormente estéticos y desechando los que no venía al caso. Ayudando también con las telas que pondrían ambiente y los colores de los focos. Realmente no era su fuerte, prefería el dibujo y pintura, por lo que, al quedarse sin ideas, comenzó a evocar la imagen de todo el salón terminado, así que inició un trazo sucio en una libreta.

La idea que formó rápidamente permitió a Spoon ordenar de mejor manera el ambiente. Agradeciéndole por su colaboración. Pero la labor estaba lejos de terminar, ¿Quién diría que planear una boda resultase tan agotador?

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Los días pasaban, Six siempre llegaba a la misma hora para organizar todo, mezclándose eventualmente entre todas las personas, como si fuera un empleado más de la compañía de Transmisión, así que su obra de caridad organizando la boda de su hermano y su constante trabajo en su tienda la habían mantenido lo suficientemente ocupada para no pensar en cómo resultaba cansado permanecer en la misma habitación que Mono, sin siquiera dedicarse ni una palabra más que un saludo y una despedida que no eran del todo correspondidos.

Su mirada oscura cayó en la pareja apartada del trabajo, Spoon estaba elegantemente vestida como siempre, sonriendo con una dulzura demasiado inusual en una secretaria para con su jefe. Six no podía saber de que estaban hablando con certeza, solo veía que los adorables labios cerezas se movían con un toque de insinuación mientras leía lo que tenía anotado en un par de papeles. Mono estaba apoyado en el barandal, escuchando sin siquiera mirarla mientras fumaba en un porte bastante similar a su padre, contemplando toda Pale City desde las alturas.

Finalmente, Spoon terminó sonrojándose, diciendo algo que al parecer hizo que Mono se dignara a girarse a ella, más su expresión contrastaba con la ternura de la chica de dos trenzas. Su ceño estaba fruncido y parecía disgustado, más mantuvo la frialdad en su semblante, indicándole que podía retirarse con un gesto.

Six regresó a su trabajo como si no hubiera estado demasiado pendiente de la conversación que no podía escuchar y que solamente podía imaginar, dejándole un sabor amargo en la garganta que le impidió contestar el saludo de Spoon cuando llegó a su lado. Se le veía desanimada, pero de igual manera le sonrió. No podía comprender de dónde venía aquella fuerza para sonreír cuando realmente parecía a haberle afectado lo que sea que le había dicho a Mono.

Verla trabajar tan diligentemente y siendo el foco de atención de los empleados como superior se hizo preguntarle que de haber escogido quedarse al lado de Mono, ese hubiera sido su puesto. Ella pudiera organizar todos los pendientes de Mono y pasaría con él todo el día. Negó con la cabeza, sintiendo un pinchazo de culpa, aquella vida de cuadros y grises no era lo suyo, quería vivir de lo que había estudiado y se había esmerado. Aun así...

Su mirada termino cayendo en la espalda de Mono, que no se había movido de su lugar. Pensó en que, si esa vida que llevaba era la que había querido para él, y que, de haberse quedado, a lo mejor este lugar no fuera tan deprimente.

Sostuvo las telas con mayores fuerzas, al menos por un día, esta enorme Torre sería un lugar distinto, no solamente una prisión que Mono administraba, sino algo completamente diferente y ella formaría parte de aquella efímera felicidad. Le daría colores al lugar más alto de Pale City, no sólo para su hermano y su amiga, sino también para Mono, y quizás, por fin podría intentar hablar con él.

Con la resolución inocente, terminó sonriendo girándose de nuevo a la dirección de Mono, como si de esa manera, al verlo, pudiera asegurar su objetivo, temblando al encontrarse con la mirada de él, observándole.

Trago duro y terminó saludándolo sin borrar su sonrisa. Y casi salto de su lugar cuando Mono se lo devolvió, desconcertado y frunciendo el ceño. Conteniendo su emoción porque esta vez si le había puesto atención.

A lo mejor era demasiado pronto para emocionarse, y seguramente, él no volvería a confiar con tanta facilidad, pero todavía faltaban varios días para la boda, así que aún no podía rendirse.

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¡Uffff! ¡Con este Oneshot terminó la primera columna del bingo ! Creo que antes de acabar el mes solo llegaré hasta la segunda ;—; debido a que ya tengo algo avanzada esa.

¡Pero, hey! ¡Incluso sino cumplí mi meta, me divertí muchísimo! Gracias a todos por leer, por dejar su humilde voto, y por sus pequeños comentarios, hacen de esta pequeña obra un tesoro aún más valioso 💕✨

¡Gracias por estar aquí, nos leemos pronto!

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