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Oigan ¿Creen que no leo comentarios o qué pedo?
A mi me gusta leer los comentarios y sus ocurrencias, no que haya muchos comentarios vacíos.
Desde que cuentan sus anécdotas porque les hizo recuerdo el párrafo hasta cómo insultan a los personajes, es mi manera de interactuar con ustedes ajhsjaja.
Los amo mucho.
Y si comentan mucho, hay buena trama, sino, pueden irse despidiendo que borro el fic.
COMENTEEEEEEN 👹👹👹
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Ni-ki se quedó quieto un momento luego de que Sunoo se alejara de inmediato.
-Lo siento, yo... ah... l-la mejilla- dió dos paso hacia atrás pero Ni-ki volvió a atraerlo hacia él.
-Estamos casados- dijo Ni-ki -Es lo que hacen los que están casados.
Y sin decir más, volvió a besar a Sunoo, estaba vez completamente intencional.
Sunoo pensó.
¿No estamos yendo un poco [MUY] rápido?
Pero, el alfa tenía razón, eso hacía la gente casada, besarse y quererse, tocarse y acompañarse, así que lo aceptó, con nerviosismo y bastante temor por no hacerlo bien, se dejó llevar por ese beso, con el pensamiento muy interno de:
Si no lo hago, se irá con ella.
Que le impedía por completo decir que no a lo que estaba pasando en ese momento, aunque no era como si no quisiera un beso. Sentía sus labios moverse lentamente y las manos de Ni-ki en su cintura, sin moverse de ahí.
Pero cuando Ni-ki quiso añadir más movimiento al beso, Sunoo colocó sus manos en su pecho para alejarlo sin la necesidad de empujarlo.
-Ah... creo... que es muy rápido- dijo el omega, hace mucho pero muuuuucho tiempo, talvez desde su noviazgo en preparatoria, que tenia un beso un poco más intenso y eso lo ponía nervioso.
-Un poco más- Ni-ki abrazó la cintura de Sunoo, haciendo que este deje de tocar el suelo y no tenga más escapatoria.
Sunoo notó que el aroma de Ni-ki se impregnaba en él, como si quisiera que todo el que se acercara supiera que estuvo con él, su aroma era embriagante, como la primera sensación luego de tomar una copa de vino completa, aquella que calienta desde su estómago hasta su garganta para esparcirse por todo su cuerpo, haciéndolo sentir calor pese a estar debajo de una nevada.
Las manos de Ni-ki no se movían de ese abrazo a su cintura, pero si lo levantaron del suelo para que el omega no pueda escapar, lo elevó hasta que el rostro de Sunoo esté por encima que el de Ni-ki provocando en el omega el instinto de sostenerse de su cuello para no caer.
Luego de al menos seis segundos, Sunoo se separó con delicadeza.
Y cuando Ni-ki abrió los ojos al romperse el beso, vió a Sunoo reflejado en el sol y los copos de nieve que caían de manera constante, su nariz roja por el frío y sus mejillas del mismo modo, sus labios color carmín por el reciente beso y sus ojos color sol que acababan de iluminarlo al mirarlo.
¿Cómo viví sin esto?
Se preguntó Ni-ki mientras se aventuraba a volver a besar sus labios, pero Sunoo se lo impidió, colocando su mano sobre los labios de Ni-ki
-Creo... ahm... hace frío...- dijo el omega, desviando su mirada para volver a mirar al alfa quien tenía una sonrisa en sus labios donde los dedos de Sunoo posaban para mantenerlo separado.
-Vamos adentro- Ni-ki dijo sin dejarlo en el suelo, sujetándolo con un brazo y con el otro abriendo la puerta que conectaba el jardín con la sala principal.
Cuando Ni-ki lo acomodó en el sofá, Sunoo desvió la mirada hacia el suelo y preguntó.
-¿Es porque somos esposos?
-Es porque me gustó cómo se sentía.
Si Ni-ki hubiera dicho "Sí" Sunoo talvez se hubiera hundido en sus sobrepensamientos, ya que ser esposos sería la única razón por la que el alfa hubiera abrazado su cuerpo en medio de la helada de la nieve.
Pero le dió una razón no vacía, le dió el sentimiento de ser elegido en ese gusto, que sus labios eran dulces, que sus besos eran buenos, que su sabor era embriagante.
Y en el pensamiento de Sunoo era un.
Si te gusta, te lo doy.
Así que aprovechando que Ni-ki estaba sentado en el suelo en medio de sus piernas y él en el sofá sentado, sostuvo el rostro contrario y plantó un tierno y suave beso en sus labios.
-Hay que poner las luces- dijo Sunoo, dejando a Ni-ki sentado en el suelo mirando cómo Sunoo caminaba a hacer lo ya dicho.
El alfa suspiró mirando a Sunoo desenrollar las luces nuevas, viendo con una sonrisa lo delicado de su toque.
Eso era todo, no necesitaba a otros u otras omegas, betas, lo que sea, Sunoo era más que suficiente.
¿Porqué no lo pensó antes? Comida caliente cada día, abrazos al dormir y caricias al despertar era lo que tuvo desde que se habían casado y desde ese día obtuvo algo mucho más grande, la sensación de calidez interna.
Algo que pese a la vida que tuvo, nunca había sentido, si sintió lujuria al ver un bonito cuerpo, también excitación y deseo, pero nunca había sentido ese "quiero a ti" que significaba querer sus besos, sus caricias, su comida, su atención, su mirada puesta en él, su cuerpo y su admiración.
Era como un adolescente en ese momento, sintiendo sus manos sudar porque Sunoo rozó su piel, o sonriendo de manera nerviosa cada que sujetaba su brazo.
Era tan nuevo y tan emocionante, algo que no había sentido con nadie y de pronto, de un momento a otro, cuando los dulces labios de ese chico chocaron contra su mejilla, lo sintió.
Colocaron luces repartidas por el árbol y la casa junto al patio que tenía una ligera capa de nieve.
La música que tenían de fondo sonaba con suavidad, era un mix de canciones que a ambos les gustaba.
Luego, al terminar con esa playlist, empezó a sonar una canción que decía "de la radio" que era una recomendada que no estaba en esa playlist.
Ni-ki no conocía la canción, pero Sunoo pareció reconocerla de inmediato, una canción que escuchó mucho de joven, que había olvidado por el tiempo esperando algún momento tener a alguien para bailar en la nieve.
Era "Winter Bear" de un artista famoso de su misma nacionalidad.
Viendo cómo Sunoo se mecía con la canción mientras colocaba algunas luces en el patio, con una chamarra afelpada.
El alfa aumentó el volumen de la música hasta que se escuche con claridad hasta el patio y probablemente un poco más.
Sin pedírselo, Ni-ki sostuvo la mano de Sunoo y lo pegó a él para luego sostener su cintura y que este coloque su mano en su hombro.
Empezaron a bailar suavemente, con algunas vueltas y giros, hasta que terminaron bailando pegados y abrazados en el final de la canción.
Era todo como Sunoo había soñado, justo así, aún más grandioso que sus fantasías.
El pequeño beso que se dieron cuando estaba en el final de la canción quedó grabado en la segunda cámara de seguridad del patio, aquel 19 de diciembre a las 6:18 de la tarde.
¿Qué más podía pedir?
Aún tiene que haber ruegos y llanto, no se adelanten 💋
Cami~
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