Cuando Goten entra en su habitación, con una caja de dulces entre sus manos, decide no preguntar nada, solo sonríe mientras es saludado con un beso.

Su relación es extraña, piensa Trunks, pero en realidad no le importa pues no puede evitar querer a aquel adolescente hiperactivo que parece comportarse aun como un niño pequeño, cosa que para su sorpresa no le disgusta, al contrario solo parece incrementar su cariño.

Cuando Trunks finalmente deja de lado el cautín y la soldadura, Goten, quien ha estado sentado en la cama del mayor, decide hablar.

—¡Necesito tu ayuda!

Comenta este con un brillo rebelde en su mirada, Trunks solo eleva una ceja curioso, incitándolo a continuar. Goten sonríe ante el gesto pues sabe que le ayudará, rápidamente toma una revista de anime que ha estado descansando sobre la caja de daifukus.

—Mira.

Goten pasa la revista a las manos del inventor quien comienza a leer el pequeño artículo en la esquina superior derecha.

"¿Quieres conocer a tu mangaka favorito? Si es así, ¡esta es tu oportunidad!

Solo tienes que mandar un video de ti preparando algún platillo de la serie Kung Food y explicar porque debes ser tu quien gane el premio."

T

runks sonríe, esto es para niños, Goten, intenta decir pero no puede. Sólo suspira antes de comenzar a trazar su plan.

Sabe que Goten a pasado antes a la cafetería de su madre, razón por la que trae aquella caja de dulces con el logo Son's, seguramente para pedir la receta o algo, piensa finalmente.

—De acuerdo.

Dice resignado mientras desconecta el cautín y guarda la placa que ha terminado de soldar, la base para uno de sus proyectos. Goten sonríe mientras eleva su puño triunfante, arrugando sin querer la receta que su madre le ha escrito, rápidamente desdobla la hoja en un intento, inútil, de volver a aplanarla.

Trunks busca su cámara de vídeo en una de las repisas de su habitación, rápidamente la encuentra entre sus libros y figuras coleccionables.

Ambos bajan hacia la cocina de la Corporación encontrándose con una Bra de siete años que parece divertida por algo, Trunks sabe que no debe preguntar pues aquello normalmente lo mete en problemas con su padre, aunque no puede evitar lanzar miradas sospechosas de vez en cuando, aumentando así la sonrisa petulante de la menor.

Nada más entrar en la cocina se sorprende, esta hecha un desastre, resiste las ganas de gritar a Bra, porque seguramente negara todo y su padre le apoyara, y en su lugar manda llamar a los robots de limpieza. Minutos después la cocina está presentable, suspira junto a un divertido Goten que ha ido a comprar los ingredientes.

—¡Bien, comenzamos!

Señala Trunks a un avergonzado azabache que ha comenzado a acomodar todo de manera ordenada, a ojos de príncipe parece adorable, con las mejillas sonrosadas comienza a hablar.

—Mi receta es el Daifuku Mochi también conocidos como pastelitos de arroz, estos serán de fresa—Trunks enfoca dicho fruto—, porque son mis favoritos.

Finalmente sonríe como niño pequeño, el príncipe no puede evitar mirar sus gestos, desde sus manos cubiertas de harina, o la dedicación que le pone al relleno de anco, o incluso la tentación en su mirada al ver las fresas, queriendo probarlas pero resistiéndose ante ello.

Trunks ríe cuando parece que no puede remover más la masa que ya se a puesto pegajosa. Goten le manda a callar con una mirada de advertencia que no tiene el efecto que esperaba gracias al sonrojo en sus mejillas.

—Vamos, amor, estoy seguro que esa masa no puede contigo.

Dice en una vos melosa que solo logra avergonzar al pelinegro, este se pregunta si en realidad fue buena idea pedirle ayuda.

Cuando los pastelillos están terminados, Goten finalmente sonríe orgulloso probando uno con una mirada complacida y soltando pequeños suspiros debido al sabor, Trunks no puede resistirlo más, deja la cámara en el mesón obteniendo un ángulo extraño pero aún enfocando a los adolescentes, y le besa, un beso dulce y tierno que hace derretir al pelinegro.

—Sin duda el mejor dulce.

Murmura Trunks, aunque Goten no sabe si se refiere a él o a los pastelitos, en realidad no le importa, solo sonríe mientras vuelve a besar a su novio.