1:- Un mundo demasiado pequeño
Una oficina demasiado corriente para ser la sede de una de las compañías más importantes del mundo se encontraba hecha un caos, o bueno, lo que para el dueño sería caos.
James Stilwell, un hombre tan frío como para aceptar la muerte, el mismo que provocó la muerte del Bufón, se encontraba hojeando una carpeta con un rostro de preocupación, por conflictos como esos a veces dudaba de si el camino de su empresa era el correcto. No por las acciones de sus "héroes" sino por lo difícil que era maquillarlas. Ya que a diferencia de mujeres de escasos recursos, o niños residentes en orfanatos, que no tendrían impacto significativo si contasen haber sido follados por sus héroes, las personas en la cima si podían complicar la trayectoría de Vought, algo que no se veía desde que Mallory y Butcher dejaron de trabajar en contra de los héroes, todo gracias a un generoso aporte que Vought le proporciono a Rayner.
La razón de su preocupación era una persona casi tan significativa como Homelander, pero en otro ámbito, ya que mientras Homelander era conocido como un héroe, el dolor de cabeza de Stilwell era el rey del crimen, un dios en el bajo mundo, alguien a quien todos le rendían cuentas, a excepción de Vought y sus héroes. Pero a diferencia de otras marcas o personas, Vought no podía silenciar a Cobbelpot, ya que de hacerlo desataría una guerra de la que saldrían muy malparados.
La carpeta contenía los datos de The Seven, el mayor acierto de Vought, desde sus nombres hasta su tipo de sangre, y las atrocidades que habían cometido, que iban desde Homelander en una cena canibal junto a Stormfront, hasta Jack The Júpiter violando transexuales. A medida que pasaba las hojas se veía más sorprendido. Pero no por tales actos, ya que el mismo movió los hilos para encubrirlos, sino porque esa carpeta vino desde fuera de Vought.
No era la primera vez que alguien poseía la suficiente evidencia para hundir a los héroes, en el pasado hubieron cuatro personas que tenían acceso al registro de las acciones de los súpers, el primero fue el coronel Mallory, que gracias a los recursos que le otorgó el gobierno pudo mantenerse relativamente informado, el segundo fue el doctor peculiar, un hombre de sexualidad dudosa que se mantenía completamente neutral, y aún teniendo información de todos no hacía nada con ella, el tercero fue la leyenda, un hombre que perdió a sus hijos por culpa de Vought, y hasta el día de hoy seguía recopilando información a espaldas de Stilwell. Y el último fue Billy Butcher, que logro sacarle más provecho al apoyo del gobierno en cinco años, que Mallory en toda su vida.
Todos ellos tenían la suficiente evidencia, pero ninguno era capaz de actuar. La leyenda era fácil de silenciar, Y ni Butcher ni Mallory daban signos de vida, su actividad era nula, por lo cuál Vought no les daba importancia, pero la carpeta que sujetaba Stilwell en sus manos no solo tenía todo eso, sino también una firma a nombre del señor Cobbelpot, mejor conocido como el Pingüino, que marcó su nombre con un líquido rojo brilloso, sangre impregada con compuesto V, la cual evidentemente pertenecía a un héroe.
-"He de admitir que no esperaba esté inconveniente".- Se dijo Stilwell a si mismo mientras ignoraba la sangre, sabía que Payback y The Seven estaban bien. Y mientras ellos siguieran vivos, que otros héroes muriesen solo sería un mal menor.
En ese momento un toqueteo en la puerta se hizo presente, luego la secretaría de Stilwell entró con preocupación, y tras dejar otra carpeta en el escritorio le pidió a Stilwell que encendiera el televisor.
-Señor, un villano está asaltando un banco sin autorización.- Afirmó la mujer mientras veía por la pantalla como un hombre con piel y fauces de cocodrilo arrancaba de un mordisco la cabeza de un guardia, ignorando las balas que rebotaban en su piel.
En el momento de observarlo Stilwell se notó confundido, levantó una ceja y dio un suspiro.
-Eso es porque no está registrado.- Afirmó viéndola con su característica mirada inexpresiva.
En las oficinas de Vought American había un registro de héroes y villanos, tanto en físico como en digital, donde se encontraban ordenados alfabéticamente los nombres de los super humanos junto a sus respectivos poderes. Ésto fue creado para evitar que otras empresas buscarán replicar el V, y también para controlar los mounstros que creaban los desechos del compuesto.
A lo largo de los años los desechos que produjo Vought American no se quedaron en mera contaminación ambiental, sino que también llegaron a las manos de personas comunes, que luego tuvieron mutaciones y le provocaron problemas a Vought, ya fuese con demandas, o por compañías rivales que hacían pasar a los engendros como suyos, y de esa forma dañar la reputación de Vought. A raíz de eso se creo el acta de registro de Súpers, un proyecto dónde cada héroe o villano que Vought iba creando quedaba registrado, de esa forma sabían que súpers defender, y que súpers desaparecer nada más localizar.
-Es uno de los mercenarios del señor Cobbelpot.- Dijo Stilwell mirando como el reptil humanoide partía a la mitad a un policía -Da la ordén para que alguno de los siete se encargue, se verá terrible que ningún héroe ayude al ineficiente cuerpo policial.-
-Si señor.- Respondió antes de enviar el mensaje a la base de los siete, dónde se encontraban solo tres héroes. Queen Maeve bebiendo copas mientras acariciaba a sus chicos de compañía, Lamplighter cogiendo en su habitación con dos, o quizas tres chicas drogadas, y The Deep en su acuario gigante frotandose la cabeza resbalosa de un pulpo.
A-Train estaba en una competencia con el velocista de los G-Men, Jack The Júpiter estaba dándole una visita al doctor peculiar, y el paradero de Homelander era incierto, al igual que el de Black Noir.
-¡No puede ser!- Dijo el héroe de vestimenta amarilla mientras embestía fuertemente a una de sus víctimas, que con la golpiza que recibió en conjunto con el efecto de las drogas ya no se resistía. Lamplighter estaba molesto, su sesión antiestrés fue interrumpida, y al salir se enojo aún más.
-¿¡Como puede ser que al marica de Deep le dejen follarse un pulpo, y a mí no me dejen con mis chicas!?- Exclamó reclamándole a Maeve, que lo miro medianamente desorientada.
Lamplighter estaba en la obligación de ir, Stilwell ordenó que un miembro del equipo fuese, y no había nadie más en condiciones, Maeve estaba borracha, y Deep estaba ocupado lidiando con los tentáculos del pulpo, que sorprendente se mostró cooperativo ante las intenciones del héroe.
-Ve de una vez.- Dijo Maeve mientras uno de sus acompañantes le quitaba la parte superior de su traje sin tomarse la molestia de llevarla antes a una habitación, era claro que en un lugar tan caótico como la base de los siete la privacidad era algo sin importancia.
-¡No me jodas! ¡Tú solo estás tomando, y con dos chicos! ¿¡Por qué yo no puedo!?-
-Si quieres puedo dártelos cuando termine.- Dijo Maeve con una sonrisa pícara, que solo hizo enojar más al héroe, dándole el suficiente impulso para ir a solucionar el problema de manera rápida, emprendiendo el vuelo y saliendo de la base con su traje puesto al revés..
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro