—¿Kaichou?—susurra en su oído, su voz es un poco rasposa y sale en un pequeño hilo, se siente mal por ella misma y por Tsuna—¿Está mejor?

Moquea un poco y sonríe aun sintiendo sus lágrimas en los ojos, se ha de ver terrible con los ojos rojos e hinchados de la misma manera que su pequeño 'yo' frente a ella.

—Eso te lo tendría que pregunta a ti, Tsunayoshi-kun, fuiste el que llegó llorando a mí—como una pequeña burla a ella, piensa para sí.

—Y-yo....—vergüenza, su rostro se torna rojo y no evita verse tan tierno, y ahora ve porque Kyo-chan fue tan aficionado a el en su adolescencia, escuchar por parte de Reborn fue perturbador, que Kyo-chan lo afirmara años después fue traumante.

—No te apenes por ello, Tsunayoshi-kun. Lo--Te necesitaba— era un poco vergonzoso decírselo, se supone que es un hombre maduro y viejo —Gracias. Gracias  Tsunayoshi-kun puedo descansar un poco.

No había estado durmiendo en estos días, ambos habían colapsado de rodillas y cansados del llanto se derrumbaron en el suelo de la azotea, su cuerpo necesita un buen descanso. Lo merece, se siente mareada y muy, muy cansada. Tendrá que llamar a Senda para que la lleve a casa, no cree poder caminar hasta la mitad de camino.

—Vamos a levantarnos, Tsuna-kun. ¿Te molesta que te llame Tsuna-kun?

—¡Q-que?! ¡D-digo s-si?! ¡N-no no me molesta! ¡K-kaichou p-puede llamarme como tu q-quieras!— entra en pánico y Himeiko suelta una risa ¿Era así en el pasado?, con razón Reborn se metía mucho con el en el pasado.

—Okay~....— piensa un poco —Tsu-kun.

Nana y solamente ella fue la única en llamarlo así, se acuerda de la pequeña Uni-chan, ella solo una vez lo llamó así antes de cambiar a un 'Yoshi-nii', cada pequeño apodo de su famiglia fue aceptado en su corazón.

—¡Hieee!

La puerta fue azotada y dos chicos entraron corriendo, Reborn apareció con un disfraz de pared a un lado de ellos y puede sentir la presencia de Kyo-chan subir por las escaleras.

—Bien hecho, Dame-Tsuna. Ganaste un nuevo miembro para tu familia— alaba, aunque Himeiko puede ver sobre su portada en sus ojos.

Aunque los gritos de Gokudera sobre hacerle algo a su Juudaime le causan gracia, así como Takeshi tratando de calmarlo cuando solo lo está incitando.

Cuando tenían treinta años, Takeshi había confesado que le gustaba ver el mundo arder, una lluvia invertida, se había burlado Reborn, Colonello era una. De allí el porqué se llevaban bien, hay muchos tipos de lluvias invertidas, desde Squalo hasta Bluebell, y que Takeshi tratara de encajar en una 'clásica' como su padre, no gracias.

Y en un segundo, Kyoya estaba allí en la azotea emanando un aura oscura mientras mostraba sus tonfas.

—Por correr en mis instalaciones, Kamikorosu.

Himeiko sonrió de su muslo sacó una pistola y miro a su pequeño 'yo' con una sonrisa de disculpa, se paró frente a él y apuntó a su pequeño primo travieso.

—Por atacar a mi nuevo amigo, Uchikorosu.

Y se lanzaron a balas y tonfas, Tsunayoshi tenía ojos abiertos como platos mirando a Kaichou luchar con Hibari-san, bueno, por algo es la presidenta del consejo estudiantil sobre el comité disciplinario.

—También es su prima, Dame-Tsuna.

Tsuna ahogó su 'Hie' ellos dos no tenían un parecido, eran contrarios en colores.

—¡Pero no se parecen!

Reborn pateó a su alumno y señala.

—Sus pómulos, barbilla nariz y sed de sangre. No olvides su 'hasta la muerte'

Ahora que lo pensaba, eso de 'hasta la muerte' provenía de su familia en China, Fon también tenía en sus ojos esa mirada de 'te burlaré hasta la muerte' y una vez creyó oírlo susurrar un 'Azakerukorosu' detrás de sus mangas mientras veía con burla a su oponente. Eso iba en los genes, entonces.

Total, la pelea había terminado con un Kyoya inconsciente en los brazos de su prima que lo arrulla, era cómico como su pequeño y delgado cuerpo cargaba a alguien más alto que ella, por lo menos sus senos no rebotan como siempre, piensa tratando de ocultar su cansancio.

Baja las escaleras antes que todos, necesita dejar a Kyo-chan con Suya-kun. Se tambaleó un poco, una tos amortiguada por sus labios le hizo tragarse la sangre que amenazaba con salir, se negó a darse por vencida, a lo lejos deslumbró la puerta del comité y Kusakabe salía con una carpeta en mano, al verlos se acerca y le quita a Kyoya de los brazos.

—Lo mismo de siempre, Suya-kun, solo que lo noqueé más rápido, tengo otros asuntos que atender.

—No se preocupe, Mei-san, lo llevaré.

—También la reunión semanal de mañana temprano, me cubrirás. Kyo-chan todavía no encuentra a alguien digno de ser mi segundo al mando. Y eres muy confiable, Suya-kun. Te conocemos desde hace años.

Tetsuya se sintió alagado, hizo una inclinación y se fue a la enfermería, Himeiko asintió recargándose en la pared, se sentía super cansada, su cuerpo dolía y creía tener fiebre.

Pasos seguros, pero dolorosos. Sentía punzadas a cada paso, su bolso en su brazo se sentía como toneladas, empezaba a ver borroso y eso no le gustaba, cada respiración era dolorosa, sus manos contenían temblores y sin duda podía sentir la inconsciencia arrastrarse por los bordes de su visión.

Saca su celular de su bolso en un cierre, se detiene para ver la pantalla de su celular, busca con mucha dificultad el número de Senda pero los puntos negros en su visión le impedía ver con claridad.

—¿Master?

—Senkkun, v-ven por mí— jadea—En N-namichuu

Tose y se estremece, siente el dolor crujir en su núcleo, las llamas luchar en su cuerpo, forza sus llamas secundarias a las llamas de la ira, las llamas del Rayo, a endurecer su cuerpo para recibir el impacto seguro que hará al caer en el suelo desmayada.

—Sen...— su vista ennegreció de golpe y cae junto a su celular al suelo, su cuerpo se retuerce del dolor aún en inconsciencia.

—¿Master? ¡Master! ¡Ya estoy en camino, Master!

—Ugh.

El dolor se calma de pronto y se obliga a abrir los ojos, se regaña mentalmente al cegarse un poco por la luz y los vuelve a cerrar

—¿Himeiko?

Esa voz....

—¿Senkkun?

—Gracias  a Dios estás despierta.

Abre de nuevo los ojos y enfoca a Senkkun que está a un lado de ella, de reojo reconoce las paredes blancas del hospital, los aparatos conectados a ella y el florero.

—¿cúanto..?—tose

Senda le ayuda a sentarse y le pasa un vaso con agua, ella toma un trago y se refresca la garganta. Entonces lo mira bien, sus ojos están hundidos y tiene ojeras, el tono de su piel es pálido y por no decir que se ve delgado.

—Sobre eso, una semana— murmura —Dios, estaba tan preocupado cuando te encontré en el piso, no sabía que hacer o a quien llamar. Un hombrecillo me ayudó a llamar a una ambulancia, te trajeron acá. No sabían qué tenías—un poco de histeria se cuela en su voz—no sabían y tampoco yo. Estuve a poco de llamar al General, pero el hombrecillo llegó con un médico especialista, te trató. Dijeron que hablarían contigo, de tu enfermedad.

Himeiko escuchaba un poco culpable, todavía se sentía débil pero su núcleo tenía un enlace de llamas de la niebla, quizás Shamal fue el causante de sentirse mejor.

—¿Por qué no me dijiste que estabas enferma?— le dice un voz baja sin soltarle la mano, se sintió un poco sonrojado al ver como besaba sus nudillos y jugaba con sus dedos, su intuición solo empeoró las cosas cuando se aclaró todo con Kazehaya.

Maldijo sus hormonas.

—No pensé que fuera grave...

Mentira.

La puerta se abrió y tal y como pensó, Shamal entró junto con Reborn en su hombro, se detuvieron frente a su cama revisando una carpeta que cuelga de la camilla.

—Senkkun, ¿Podrías traerme café? No me hace daño, el doctor puede abalar eso, ¿Verdad, Doc?

Shamal asiente, Senda suspira en su lugar y se levanta de la silla no queriendo soltar su mano pero lo hace por el café.

—¿Sabes lo que te has causado niña?—acusa Shamal de manera profesional.

—Si...—se siente regañada.

—Entonces dime, ¿Porqué te niegas a armonizar?, casi caes en discordia. Tuvimos que estabilizarte con una transfusión de llamas. Tienes mucha suerte de que Dame-Tsuna se ofreció como voluntario y que tus llamas no lo rechazaron— Reborn la mira como se hunde más en la camilla 

—Y-yo...— traga sus palabras, todavía no le puede mentir a su antiguo mentor —Perdí un conjunto completo de guardianes, mi familia— muerde su labio nerviosa—No quiero remplazarlos, sus enlaces se cortaron muy rápido. Yo no quiero más, no seré capaz de protegerlos.

Mira sus manos temblorosas y se abraza, por muy infantil que sea, no cree poder superar a sus antiguos guardianes. Primo estaría decepcionado de ella. Reborn suspira y se acerca, tan malo como es, aún es un caballero; se sube a la mesa de a un lado y acaricia su cabeza, ella se niega a sollozar, aún así lo toma en sus brazos en un abrazo, Reborn no se resiste, Himeiko piensa en el tiempo que Reborn estuvo a su lado y era así de pequeño, que hasta podría abrazarlo.

—No seas terca. Te estás matando— ella se pega más a Reborn —Soy una mierda para estas cosas emocionales— murmura para sí el doctor—Chica, eres hermosa pero también eres una idiota. Deja de lado esos malditos pensamientos, has nuevos enlaces, tus antiguos guardianes no quisieran verte así, por algo dieron sus vidas por tí—asume ya que ese es el deber de ellos—Ellos no estarán felices si mueres. Tienes una excelente sol a tu lado que te ama.

Himeiko asiente, eses es el problema, si acepta a Kazehaya tendrá que olvidarse de llamarse a sí mismo "él" y eso conlleva a olvidar a sus guardianes.

—No pasa nada— le asegura Reborn —Además, Dame-Tsuna necesita un guardián del rayo mejor que esa vaca. Así también podrás manejar tu núcleo compartiendo enlace, tus llamas lo llamaron, Himeiko.

Ella se queda callada, Reborn confía en que hará caso y salen de la habitación, en el pasillo ve a Kyoya sentado junto a Kusakabe, Kazehaya llega con un café a la habitación y entra, Reborn se dirige a Hibari.

—Ella está mejor. Pero si sigue así como antes, morirá.

—Hn, ella no morirá.

Tsuna era afortunado de tener a Hibari Kyoya como su nube, aún no podía entender como es que no había armonizado con su prima pese a confiar absolutamente ene ella y protegerse entre ellos, podía verlos como un vínculo profundo pero no. Lucky-Tsuna. Kyoya se dio la vuelta y se fue, Mei-neechan estaba despierta, no había razones para quedarse, gruñó cuando se acordó del herbívoro basura que es hermano de Mei-neechan no vino cuando le fueron a avisar, ni siquiera la herbívora de su tía. Padre Omnívoro y Madre Carnívora habían sido lo únicos (junto al omnívoro soldado que no sale de la habitación) que la visitan en el hospital, aunque el animal pequeño y sus molestas pulgas vinieron una vez.

En la habitación, Himeiko se tomaba su café con evidente alivio, Kazehaya a su lado se veía feliz de verla despierta.

—Más te vale ir a tu departamento, comer, darte un baño y dormir. Necesitas descansar.

—¡P-pero!

—Nada de peros. Si no te vas en este momento, Hittokorosu—amenaza con el puño arriba.

—¿No era te dispararé hasta la muerte?

—No tengo un arma, imbécil— muerde mirando como se relaja al insultarlo, como cada vez que la exaspera —Así que te vas o te golpearé hasta la muerte.

Kazehaya ríe, se acerca dejando un beso en la frente y promete venir mañana, Himeiko suspira y se acuesta en la camilla dando la espalda a la puerta, se pone a pensar en lo que dijo Shamal y Reborn, ¿Puede romper su promesa de no interferir?

¿Pero, no esto ya interfirió con todo?

Muerde la uña de su pulgar con ansiedad, esto ya era un cambio grande.