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3

Tsuna se detuvo.

¿Que acababa de pasar?

Su hiper intuición le dijo que mirara a Kaichou, ella esta recargada en el barandal del balcón de el quinto piso de Namichuu, donde se encuentra la oficina del ella. Mira el cielo con nostalgia, es tan triste que le hace querer llorar.

—¿Tsuna? ¿Porque lloras?

—¿Eh?

Mira a Reborn y asiente, deja a Yamamoto y a Gokudera mientras corre, evita con éxito a Hibari-san y sigue subiendo las escaleras, es como si hubiera recibido una dosis de adrenalina. Solo sigue su intuición, ese extraterrestre que siempre le ayuda.

No mira otro lugar, se detuvo en los escalones del pasillo de los de tercer año y siguió derecho hasta ver a Kaichou caminar con la espalda recta pero mirada cubierta por su flequillo. Ella se siente como si estuviera rota, como Xanxus pero aun peor. 

 Y duele.

Tal vez y era la empatia de Cielo.

O quien sabe.

La azotea.... va allí.

Consiguió alcanzarla cuando cruzo la puerta y se lanzó a ella en un abrazo, Kaichou se sobresalto y lo mira con tanta sorpresa, sus viejos ojos tienen tanto cansancio, tristes al mirarlos, y siente que duele. 

—¿Tsuna...?—tan perdida y hueca, le hace aumentar su llanto.

...

Himeiko mira a sus soldados con orgullo, todos y cada uno de ellos crecieron bajo su mando, ¿Así se sentían Lal y Colonello cuando florecían bajo su mando?, son altos rectos y fuertes. Todo este tiempo con ellos los hizo ser unas maquinas imparables.

En especial Kazehaya Senda, su favorito.

Uno que se lanza a combatir tiburones con los dientes, que ayuda a sus compañeros cuando caen y que sobrevive a todos los entrenamientos que le puso, entrenamientos nivel Reborn. Tiene una cicatriz en la cien derecha por una bala de su rifle de francotirador en un entrenamiento especial donde se lanza de un avión con paracaídas roto y tiene que evitar ser asesinado por un francotirador. Senda porta la cicatriz con tanto orgullo que le da ternura, a sus 22 años, Kazehaya es su mayor orgullo en esta vida, si tan solo supiera de las llamas.

Se petrifica, no, no debe.

Su pecho se estruja, su núcleo todavía dañado por los vínculos rotos, un conjunto completo de guardianes, todavía no esta listo para otros. Entonces ¿porque aquellos pensamientos, de tener a Kazehaya como un guardián?.

Le sonríe a Kazehaya quien recibe su nuevo rango, aplaude sentada en aquella silla junto a los familiares de los soldados, hace dos meses el ejercito numero 227 de japón fue llamado a una guerrilla en Iraq como aliados de Estados Unidos, salieron victoriosos y a los sobrevivientes se les dio un ascenso.

No pensaba venir hasta Kyoto para la celebración, era un miércoles de escuela, pero Kazehaya mismo le pidió ir como su familia, ya que es huérfano. Eso fue como un golpe en su duro corazón, Kazehaya un niño huérfano.

Entonces era por eso que estaba muy feliz cuando le enseñaba a cocinar, o cuando le daba lecciones escolares porque no termino sus estudios y por ello se enlistò en el ejercito.

Terminaron y todos sus hijos se acercaron y formaron una fila frente a el y se inclinaron, como cuando les daba una orden y tenían que acatarlas.

—¡GRACIAS MAMA!—

Sus ojos se humedecieron y asintió, les sonrió grande con esa aura de cielo por la que fue adorado en el pasado.

—No es nada— mira alrededor y ve a algunos chismosos —Levanta la cabeza, Soldado. Ya no eres un marica como para estarla bajando, son soldados fuertes y poderosos. No me decepcionen, mis hijos.

—NUNCA.

Levantaron sus cabezas antes de ir con sus familias, Kazehaya se detuvo con ella a su lado, vieron a todos irse. Tsu---Himeiko mira de soslayo a su favorito y suspira, esta muy avergonzado como para hablar.

—Senkkun, ¿Vamos a casa, quieres? ¡Es hora de celebrar!— lo toma de la mano y los lleva a un coche que le pertenece al solado.

—Hn— se sonroja por el apodo que ella le asigno cuando dijo que seria su favorito, aunque a diferencia de los otros, Kazehaya fue el que tuvo mas su atención y cuidado.

—Preparare comida deliciosa...—murmura sentada en e asiento de copiloto.

Su hiper intuición que le siguió después de morir le susurro ofertas en un supermercado cercano a Namichuu con ofertas, y tal vez consiga algunos pescados frescos de Takesushi.

Era una lastima que Kazehaya tenga se departamento a quince minutos de Namimori, tal vez y pueda llevarlo a casa, allí tiene lo esencial para hacer de comer, ya que Senda admitió que no hay suficientes cosas en su departamento, su intuición apoya con toda seguridad esa afirmación.

Son las 11 de la mañana, Leiko llegaría a las cuatro y Mamoru no tenia hora, desde que llegó temprano había comenzado a estar mas tiempo en casa, una o dos horas antes, no sabia. Pero su casa esta vacía, urgh, admite que esta vida la ablandaba un poco.

—Senkkun, pasaremos al super, necesito comprar algunos ingredientes para nuestra celebración, después directo a mi casa. No es una pregunta es una afirmación, si no, Uchikorosu.

Senda suda, pero obedece, maneja por una hora y media por autopista hasta llegar a carretera que pasa por Namimori, ambos están en silencio hasta que se detiene en el centro de la ciudad de Minorikai, aparca su coche y entran con un carrito, entran a varios pasillos hasta llenarlo, él aun no sabía de donde ella sacaba tanto dinero.

Himeiko misma guardaba ese secreto, pero...le gustaba mucho hackear la cuenta del Momokyokai, de allí su tarjeta de crédito con bastante dinero. Debía agradecer a Kyo-chan por acordarle de ellos, nunca morían, parecían cucarachas.

Salieron del super tropezando de algunas bromas que Kazehaya le contaba, Kami-sama, desde cuando no se reìa asì. Tal vez y si debía tener amigos de su edad, su edad física.

Senda aparca su coche fuera de la casa de su maestra, es una occidental sencilla de dos pisos color crema. Ella le abre el portón y entran con las bolsas en mano, si bien es difícil no es imposible.

Dejaron las compras en la mesa y comenzaron a guardar, solo que Himeiko dejo lo esencial para la comida, sube a su cuarto se quita el vestido poniendose unos pesqueros azules y una camisa de tirantes rosa, y se amarro el cabello en una coleta alta, rara la vez estaba con en cabello suelto, siempre lo tenia con sus dos cuernos y moños, nunca totalmente suelto. Agarra su delantal anaranjado con olanes y pescaditos, un regalo de Masakatsu antes de morir. 

—Ponte cómodo, y déjame hacer la comida.

Usando el encanto de Nana 2.0 comenzaba a cocinar, osea, ignoro todo al entrar en la cocina, su reino. 

Ignorando todo, se concentro, sirvió dos tazones de katsudon, dos tazones de tonjiru y tsukemono, finalmente unos brotes de bambú caramelizados, y lo que sobro lo dejo guardado para su familia.

—Itadakimasu.

Al primer sorbo de la sopa ambos sonrieron, la comida con compañía siempre es mas deliciosa, Senda comía con muchas ganas y eso la alegro, se veía tan tierno comiendo, la imagen de una ardilla llegó a su mente y se rió llamando la atención de Kazehaya que tiene las mejillas llenas de comida.

Terminando de comer, Kazehaya se ofreció para lavar los trastes, Himeiko no se negó y lo dejo mientras caminaba a la parte trasera de la casa, allí hay unas puertas corredizas que siempre se mantienen abiertas, es un cuarto washitsu, se acerca al closet y saca una alfombra de dos por dos y la extiende cerca de las puertas shoji, se tumbò allí. 

—¿Master?

—Aquí.

Senda se acomoda a su lado, con la espalda recta y mirando el pequeño patio con un árbol pequeño.

—Me han dado seis meses de vacaciones. Para recuperarme de mis "heridas"

—Es por ello el cojeo falso— enarca una ceja.

—El general me cubrió, de hecho me dio una charla a profundidad. Dijo que soy joven, que a pesar de ser el mejor soldado, no estoy hecho para ello.

Al parecer no era la única que se había dado cuenta, la piel de un soldado no encajaba en Kazehaya.

—Pero, yo no se que mas ser. Nunca termine mis estudios y solo soy bueno para luchar.

Tsu---Himeiko suelta un suspiro, se esta menospreciando mucho para su gusto, asi que hizo lo que hacia con Lambo cuando lamentaba no ser tan fuerte como Hayato. Lo jalo y acomodo su cabeza en su regazo y comenzó a pasar sus dedos por su cabello corto, masajeando.

—No te digas asì, Senkkun, puedes ser mas que solo un soldado. Te ayudare en todo ¿Vale?, confía en mi o Uchikorosu.

Le sonrió, Senda comenzó a sentir sus mejillas rojas y se escondió en el estomago de Master con timidez.

Pasaron los minutos, Senda se había comenzado a sentir adormilado y Himeiko miró en dirección de la puerta unos segundos, había sentido la presencia de su hermano entrar a la casa, ella suspiró, las cosas entre ellos estaban muy tensas, tanto que ella misma no podía arreglarlas porque sabía cómo iba a reaccionar, él necesitaba pensar sin su presencia, debía madurar.

Un susurro del viento llegó a sus oídos y su hermano se detuvo justo en las puertas mirándolos, su entrecejo fruncido le dio la sensación de que Mamoru estaba todo menos contento, rápidamente se fue.

Una hora después despertó a Kazehaya para que pudiera irse, Mamoru estaba muy enfadado y el siendo su hermanita debía cumplir sus obligaciones.

—Siento dormirme, Master.

—No lo sientas, lo necesitabas, Senkkun.

—Gracias.

Tarareando una melodía italiana se despidieron en el portón, lo vio subir en el coche y le hizo una seña.

—En Namichuu, todos los días desde las 8. Si faltas, Uchikorosu.

—Hai, Master.

...

Himeiko asintió, se giró para ver la cara furiosa de su hermano.

—Mamoru-niisama.

—Himeiko. No traigas a desconocidos a casa.

Ella asintió, no lo haría, al parecer Mamoru lo captó porque la agarró del brazo deteniéndola de pasar, era fuerte, pensó.

Pero estaba cansada, temía formar un vínculo con Senda, así que mientras estaba con él, comenzó a cerrar las fugas de su núcleo lo más posible, era un suicidio, pero lo logró, el/ella siendo un cielo activo poderoso su cuerpo comenzaría a fallar, necesita guardianes para poder equilibrarse, al cerrar fugas, la hizo entrar en un estado de desgaste e irritación.

—Es enserio, Himeiko.

Himeiko quitó la mano de su brazo y le apuntó con su arma, nadie le habla así a "L'Imperattore", y los que lo hacen están muertos.

—Crees..Mamoru, que, por pasar más tiempo en casa ya puedes ser mi "hermano", ¿Ne?—se burla de manera fría con ojos altivos despreciables, aquellos que intimidaron hasta el más rudo—No seas ingenuo, si utilizo el "Niisama" fue el el poco respeto que te tenía. El respeto que se acaba de ir por el desagüe, desde este momento somos desconocidos. No soy nada tuyo, me valdría una mierda saber que te refieres a mi así. Reacciona, no todo es fácil ni rosa.

—¡HIMEIKO!

*Truck

Una bala se estrelló a un lado de su cabeza, profundo en la pared, un hilo de sangre baja por su mejilla de manera lenta.

...

De ello ya eran dos meses, si veía a Mamoru lo ignoraba, el mocoso debe crecer, ya tiene 18 años. Hasta le hizo un favor.

Suspiró recargándose en la barandilla del balcón de su oficina, Kazehaya se había ido hace dos horas, había avanzado mucho en él, estaban ahora en material de segundo grado de preparatoria, a eses nivel muy pronto podría realizar un examen y sacar su certificado de Preparatoria.

*Cough

Cada día empeoraba más, miró su mano con sangre, había renunciado a ir a la base militar por un tiempo, Chris-san había estado de acuerdo diciendo que sea una adolescente normal y que no la esperaba allí hasta que tuviera por lo menos veinte años, prácticamente la corrió.

Su núcleo fallaba más, necesita guardianes pero no los quiere, no porque sentía que remplazaría a su famiglia. Alzó la mirada al cielo mientras sentía sus llamas carcomer su cuerpo, necesita a sus guardianes, los necesita tanto, tanto.

Las ganas de llorar aumentan pero no puede, no cuando ya derramó todas las que tenía en sus tumbas, Takeshi y Kyoya habían sido los únicos que las pudieron ver, las lágrimas de dolor.

Todavía está de luto, su espíritu aún les llora, pese a morir sin remordimientos aún cargaba con la culpa, su lluvia y nube no pudieron aliviar el dolor de los vínculo rotos, y aún más con sus propias penas en la espalda. Ellos tres fueron una falla en el sistema, al principio no pensó poder criar a Celio por lo mismo, y si ve el pasado, tuvo razón, no pudo criarlo de la manera correcta, pero hizo lo que pudo estando roto.

"Necesito estar solo....duele"

Solo un experto podía verla débil y tambaleante, caminaba con la mirada perdida y alma sollozante.

Comenzando a subir los escalones se agarró de la pared, abrió la puerta y el aire entró en su rostro, fue como miles de recuerdos que tuvo en esta misma azotea.

Entonces alguien lo derribó en un abrazo, un sollozo la hizo mirara y ver a su "yo" abrazarla con tanta fuerza y lloriqueando, no tiene recuerdos de abrazar a Kaichou.

—¿Tsuna...?

—¡Kaichou está tan triste! ¡Tan sola! ¡Duele!—reclama—me duele ver a Kaichou tan rota, tan triste y no llorar, verla así. Duele.

Tsuna sollozó sin dejar de abrazar a Nagamuchi-sempai. Himeiko por otra parte se rió, de manera amarga y triste, correspondió el abrazo con fuerza y se dejó esconder en la cabellera antigravitatoria de su yo.

¿Era tan patético que su versión de este mundo la tiene que consolar?, o solo es que está tan mal que Tsuna lo pudo notar.

Un nudo creció en su garganta se acurrucó más, sus ojos se humedecieron y lloró, sollozó con ganas, nadie la había podido consolar desde que renació, aguantarse todo la estaba despedazando.

Necesitaba esto.

Un abrazo.

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