Práctica de cita.
Advertencia: El siguiente Oneshot contiene lenguaje explícito, referencias sexuales y lemmon, por lo que si no te gusta este tipo de contenido te pido que no lo leas.
Pov. Narradora.
-¿Qué?-Resonó la voz de la menor en toda la residencia Matsuno.
El chico que se encontraba frente a ella se puso de rodillas para hacer una reverencia.
-¡Por favor ayúdame a saber cómo actuar en una cita!-Suplicó Osomatsu.
Kuro rascó su cabeza y miró a un lado, preguntándose cómo es que había llegado a esa situación.
-Flashback-
La castaña se encontraba en su hogar, dibujando. Era una tarde tranquila, ninguno de los sextillizos aún se le había cruzado en su día, lo cual era bastante inusual.
-Supongo que hoy no los veré.-Y como sí de una invocación se hubiera tratado, se escucharon golpeteos en su puerta.-...Ya habían tardado.-
Se levantó de su lugar y se dirigió a la entrada, abrió la puerta y se topó con el Matsuno mayor.
-¡Kuro-chan!-Exclamó para tratar de abrazarla, a lo cual la nombrada lo apartó poniendo su mano sobre la cara del chico.-Ah~, que fría eres.-Se apartó con un puchero.
La de orbes mieles le miró mal, a lo cual frunció su ceño y se recargó en el marco de la puerta.
-¿Necesitas algo, Osomatsu-kun?-El nombrado asintió eufóricamente.
-Dentro de una hora ve a mi casa, por favor.-Le pidió con su típica sonrisa.-Me gustaría hablar de algo contigo.-
-¿Es importante?-
-¡Lo es!-Refutó para tomarle de las manos.-Arréglate lo más lindo que puedas, te esperaré allí.-Fue lo último que dijo para irse a su hogar, dejando desconcertada a la menor.
La chica se sonrojó levemente y soltó un suspiro. Cerró su puerta y subió a cambiarse, quitándose su sudadera y poniéndose un short de mezclilla junto con una camisa de tirantes, comenzaba a hacer calor.
Y así espero que pasara el tiempo, sin saber lo que sucedería después.
-Fin Flashback-
-Entonces...-Murmuró la de orbes mieles.-¿Debo de ayudarte obligatoriamente?-
Osomatsu asintió nuevamente.
-¡Te daré lo que quieras!, te lo prometo.-Dijo nuevamente arrodillándose frente a ella.
Kuro negó apenada.
-S-sólo ya no hagas eso.-
El rojo se puso de pie, con una sonrisa adorable.
-¡Muchas gracias Kuro-chan, te adoro!-
-C-cállate, no digas esas cosas.-Protestó avergonzada.
-Okay~-
Osomatsu se sentó en el Kotatsu, Kuro le miró e hizo lo mismo, quedando del lado paralelo frente a él.
-Y bien...-Susurró la castaña.-¿Por qué es que quieres que te enseñe a actuar en una cita?-Preguntó confundida.
El primer Matsuno borró la sonrisa de su rostro y se quedó bastante serio, cosa que le sorprendió a la otra.
-La otra vez Totty me llevó a una de sus citas y me pidió que no actuara como siempre lo hago.-
-¿Cómo... un pervertido?-Él asintió.
-Y lo intenté hasta que ya no aguanté más, exploté y comencé a actuar como un virgen, pero creí que todo iba bien porque ellas se reían y hacían bromas conmigo.-Osomatsu miró a otro lado con un puchero.-Pero cuando me las volví a encontrar les dije que quedáramos para otra cita y ellas se negaron, porque actué mal.-
La menor soltó un "Oh" mientras asentía.
-Ya veo.-Murmuró.-Si lo pones desde ese punto, creo que estaría bien ayudarte.-Le sonrió levemente.
-De verdad gracias Kuro-chan, no sé qué haría sin ti.-Dijo en un lamento el chico, haciendo que la nombrada se volviera a sonrojar.
-C-como sea, empecemos de una vez.-Balbuceó nerviosa.
No era fácil tratar con un chico tan cariñoso, y más para ella que comenzaba a sentirse extraña junto a ese idiota.
...
Después de investigar un poco gracias a unas revistas que encontraron de Todomatsu, Kuro ya tenía una idea de qué tratar con el mayor de los sextillizos.
-Bien, Osomatsu-kun, comenzaremos con algo fácil.-Explicó la chica.-Lo primero que debes hacer es una presentación fresca.-
-Hmm...-Se quedó pensando.-¡De acuerdo!-
-Está bien, vamos a hacerlo.-
Los dos se levantaron y se alejaron un poco, para volver a caminar hacía el kotatsu y quedarse de pie por un momento, viéndose a los ojos.
Se quedaron un rato así, la chica se desesperó por la lentitud del otro, a lo cual optó por comenzar la presentación.
-Hola, mi nombre es Kuro, es un gusto conocerte.-Le sonrió un poco para hacer una reverencia.-¿Cuál es tu nombre?-
-Mi nombre es Osomatsu, también un placer conocerte.-Respondió con su típica sonrisa e hizo una reverencia.
-Oh, vaya, eso estuvo bien.-Dijo sorprendida, a lo cual el otro se sonrojó levemente.
Ahora los dos se sentaron, la menor tomó la revista y se puso a leer el siguiente paso.
-Bien, después dice que tienes que hacer sentir bien a tu acompañante, háblale sobre algún tema interesante.-
-Oh~-Exclamó.-¿Sabías que tengo una habilidad secreta?-
Kuro ladeó la cabeza, confundida.
-¿De verdad?-El otro asintió.-¿Cuál es?-
-¡Puedo lanzar agua de los pezones!-
La menor hizo un "face palm" a lo cual el chico dejó de sonreír.
-Osomatsu creo que eso no es muy normal para ser el primer tema de conversación...-Susurró incrédula.-Podrías decir qué es lo que te gusta hacer en tu tiempo libre o preguntarle a la otra persona sobre sus preferencias.-
-Ya veo~-Sonrió nuevamente.-¡Me gusta ir al Pachinko!-
-Bueno, eso es algo diferente pero no malo.-Suspiró aliviada.-¿Y qué es lo que haces con el dinero que ganas de allí?-
-¿Ah?-Divagó.-Pues comprar cerveza, alquilar porno y usarlo para las carreras de caballos.-Respondió a la ligera.
Kuro tomó la revista, la enrolló y golpeó en la cabeza a Osomatsu, el otro se quejó y le miró confundido.
-¿Qué he dicho mal?-
-Lo último.-Le miró mal.-No creo que a una chica le interese saber que te gusta beber, pajearte y perder el tiempo en cosas de azar.-Respondió cruzándose de brazos.
-¿E-entonces qué debería decir?-
-No lo sé, quizá que lo que ganaste se lo diste a tu madre para ayudarle en tu hogar o lo regalaste a los pobres, así te verán como alguien bondadoso.-
-Eh~, qué tontería.-Nuevamente recibió un golpe con la revista.-¡H-hey, eso duele!-
-Te seguiré pegando hasta que te comportes.-Le advirtió con su ceño fruncido, a lo cual Osomatsu asintió con un puchero.
-Entonces... ¿Debería de preguntarte sobre lo que prefieres?-
-Yo creo que estaría bien.-
El de rojo tomó aire y lo soltó, para después lanzar su pregunta.
-Kuro-chan, ¿qué prefieres?-La nombrada asintió, esperando las opciones.-¿Mastubarte con un conso-No pudo terminar de hablar ya que la de orbes mieles le golpeó en el rostro con su puño.-¡AH, DUELE!-Exclamó tirándose en el suelo y rondando en él.
-¡E-ESTÚPIDO OSOMATSU!-Gritó con el rostro rojo.-¡ERES UN PERVERTIDO DE PRIMERA!-Se cruzó de brazos y miró a otro lado, estaba demasiado avergonzada.
-¡Lo siento!-Hizo sus manos en forma de suplica mientras lloraba falsamente.-¡Es solo que tenía curiosidad!-
Ella le ignoró, a lo cual Osomatsu se puso de pie y le suplicó con una reverencia a sus piernas.
-¡No lo haré de nuevo, pero sigue ayudándome por favor!-
Kuro se giró un poco y lo vio con un poco de lástima, ella aún no podía adaptarse a la estupideces que podían salir de la boca del Matsuno.
-Está bien, sólo trata de no decir tantas cosas así...-Murmuró con un puchero.
-¡Gracias Kuro-chan!-Exclamó aliviado, regresando a su lugar.
La nombrada tomó la revista y leyó el siguiente paso.
-De acuerdo... ahora sigue hacer el primer acercamiento.-Dijo.-Supuestamente debes de acercarte a tu acompañante y mostrarle que tienes interés en él.-
-¡Por fin!-Osomatsu apretó sus puños con una sonrisa entusiasta.-Se viene lo bueno~-
La Aizawa se sonrojó levemente al ver cómo nuevamente el otro se le acercaba y sentaba junto de ella.
-B-Bien, se supone que el primer contacto debe de ser sutil.-
-Okay~-
Dicho eso, el mayor pasó su brazo por la pequeña espalda de la chica y la pegó a su cuerpo. Se sentía feliz por poder tocar la suave piel de Kuro, la cual comúnmente no mostraba gracias a su sudadera.
-Kuro-chan, ¿te sientes cómoda?-Preguntó amablemente.
-U-Uh...-Miró al suelo, apenada.-C-Creo que sí.-Susurró.-Pero creo que hubiera sido mejor tomar un poco la mano, no directamente un "abrazo"...-
-¡Pero si ya te conozco!, eso sería si fuéramos desconocidos.-Respondió con un puchero.
-A-Ah, pues sí es así creo que tienes razón.-Balbuceó apretando el dobladillo de su camiseta.
Así estuvieron un rato, sin saber qué decir.
Kuro tomó la revista y tragó saliva, ahora las cosas se ponían más "pesadas".
-A-Ahora tienes que hacer cumplidos s-sobre tu pareja.-Dijo casi en un susurro.
-Oh, claro.-El Matsuno pensó un poco.
¿Qué podía decirle a Kuro que no la hiciera enojar o parecer un pervertido? La observó detalladamente; su cabello era largo y suave, al igual que su blanca piel, ni hablar de sus grandes ojos mieles que mostraban la pureza que posee.
-Kuro-chan.-Osomatsu le tomó de la barbilla haciendo que le mirara.-Tus ojos son muy bonitos, cuando los veo me hacen sentir en casa.-Explicó con su típica sonrisa.-Tu sonrisa también es preciosa, aunque no sueles mostrarla cuando lo haces trato de fotografiar ese momento, porque me gusta pensar en ella una y otra vez.-
Ahora la nombrada literalmente era un tomate, su cara ardía sin control y todo gracia a ese "idiota".
La menor sonrió tímidamente, era lo mejor que pudo hacer -o al menos lo que la vergüenza le permitió- y el otro también se apenó, por lo cual rascó debajo de su nariz.
Nuevamente tomó la revista y siguió leyendo.
-Eh...-La castaña se quedó perpleja.
Leía una y otra y otra vez la misma oración, si creer que tendría que hacer eso.
"Después del acercamiento, cuando notes que tu pareja está lo suficientemente cómoda, podrás besarla."
"¿¡B-beso!?" La mente de la chica era un dilema, realmente no sabía si debía de hacerlo o no.
Trató de ordenar sus pensamientos e inhaló aire, para después soltarlo.
-O-Osomatsu-kun, lo siguiente que toca no es necesario que te ayude yo, porque n-no sé sobre esas... cosas...-Tartamudeó.
El sextillizo no comprendió, así que tomó la revista y leyó lo siguiente, lo cual le sorprendió bastante.
Sin pensarlo dos veces, tomó de los hombros a su amiga haciendo que le mirara frente a frente.
-¿¡E-Eh!?-Exclamó avergonzada.
-Prometiste ayudarme hasta el final, así que por favor cumple tus palabras.-Murmuró Osomatsu con sus mejillas teñidas de rojo.
Ella dudó un poco pero al final asintió.
Kuro cerró sus ojos y se posicionó, dejando al mando al de rojo, el cual observó cómo la menor temblaba levemente con su rostro completamente rojo, también tenía sus cejas fruncidas, realmente se veía adorable.
El Matsuno tomó valor y estampó sus labios con los de la otra, fue un movimiento un poco duro por lo cual ella abrió sus ojos, topándose con los del otro.
A pesar de haber sido un "Pico" (choque leve de labios) se sintió genial.
Osomatsu seguía haciendo presión mientras Kuro se dejaba envolver por el sabor de sus labios, se separaron un poco y nuevamente volvieron a besarse, sólo que esta vez el otro pasó su lengua por los labios de la castaña, pidiéndole entrada a su cavidad.
Ella con un poco de timidez abrió un poco su boca, permitiendo la entrada del órgano invasor. Ahora una guerra de dominio inició, en la cual al final cedió la menor, dejándose conducir por el chico.
Estuvieron un buen rato así hasta que la falta de oxígeno los hizo separase, uniéndolos por un hilo de saliva.
Osomatsu se deleitó con la imagen de la Aizawa con sus mejillas rojas como tomates, el busto que subía y bajaba tratando de regularse, sus ojos que tenían unas pequeñas lágrimas y aquellos labiales ligeramente hinchados. Era la escena perfecta, le encantó tanto que hasta le recordó un poco a esas escenas eróticas en sus videos y revistas.
Aún sin estar satisfecho, tomó de la cintura a la otra y la apegó más a su cuerpo, para volver a besarla con rudeza. Ella trataba de responderle, pero poco a poco se sentía más débil, es como si le absorbiera su energía.
La mano del rojo vagó de la cintura hasta por las piernas de la otra, lo cual hizo que Kuro sintiera un hormigueo en su vientre, por lo que se aferró al cuello de éste.
Los besos cada vez eran más húmedos y subidos de nivel, los dos continuaron más y más, cada vez apegándose un poco más.
Kuro se separó de Osomatsu y trataba de buscar el aire que le fue arrebatado por el nini, el cual sonreía con satisfacción.
-¿L-Lo hago bien, Kuro-chan?-Preguntó con un poco de dificultad, a lo cual la otra sólo pudo asentir.-Pues ahora espera algo mejor...-
Sin comprender, la Aizawa se sorprendió cuando el otro le empujó sin mucha fuerza, tumbándola y él poniéndose encima de ella.
-¿O-Osomatsu-kun?-Preguntó confundida, pero se asustó un poco al ver cómo el otro le subía un poco la camisa dejando al descubierto su abdomen.-¿Q-qué crees qué haces idiota?-
-S-seguir con la cita, si todo va bien debe de tocar el premio mayor, ¿no?-Sonrió coquetamente, haciendo que Kuro cubriera su rostro avergonzada.
-P-Pero esto ya es otra cosa, además no me corresponde hacer esto.-Balbuceó con mucho nerviosismo.
Osomatsu hizo un puchero, acercó su rostro y besó las manos de la otra, haciendo que las quitara de su cara y le mirara.
-Vamos Kuro, hay que terminar con la cita...-Susurró para volver a besarla, sólo que esta vez acarició el vientre de la chica con delicadeza, subiendo poco a poco hasta llegar a la altura de los pechos, dudando si tocarlos o no.
La menor se separó y observó cómo el de rojo miraba con duda su busto, a lo cual ella tomó la mano de él haciendo que le mirara y le asintió, dándole a entender que sí podía tocarle. La dirigió a su pecho y dejó que el otro por fin los sintiera.
Sólo podía sentir la copa de la ropa interior, lo cual le molestó un poco, entonces tomó a Kuro y la apegó a él, para después pasar sus manos debajo de la camisa dirigiéndolas al broche del brasier, tratando de safarlo pero le era imposible, sus manos temblaban sin control.
Sin éxito alguno, la Aizawa optó por separarse de él para darle la espalda y subirse la blusa para quitársela, después dirigió sus manos al broche y con facilidad lo desprendió.
Osomarsu observó cómo aquella prenda bajaba lentamente y la menor se giraba. Los dos quedaron frente a frente, Kuro miraba al suelo mientras con sus brazos ocultaba sus pechos.
-O-Osomatsu-kun, sólo quería decirte que no te decepciones de mi cuerpo porque quizás no sea tan bello y bien definido como el de Totoko...-Susurró lastimosamente, el nombrado sintió una punzada en su corazón.-Mis pechos son pequeños comparados con los de mi hermana o Shiro, inclusive Sam, lo siento...-
El otro no dijo nada, simplemente se acercó a ella y la besó, esta vez con dulzura, tratando de calmar sus preocupaciones.
Poco a poco la otra bajó sus brazos para entrelazarlos en el cuello del Matsuno.
Ahora los labios del sextillizos bajaron por el cuello de la chica sacándole suspiros, bajando poco a poco hasta llegar a los pechos dónde comenzó a lamer un pezón mientras que con su mano ejercía el paralelo.
Así estuvo un rato jugando con los pechos de Kuro, mientras que la otra no podía dejar de gemir, con esfuerzo cubría su boca con una de sus manos.
-O-Osomatsu...-Susurró la castaña a lo cual él se separó y la miró.-Hay que parar, podrían venir tus hermanos y vernos de ésta forma...-Murmuró avergonzada, mientras miraba a otro lado.
-¿Ah?, no te preocupes por eso, mis hermanos están haciendo otras cosas, ya sabes, lo que les gusta hacer.-Explicó con su típica sonrisa, a lo cual la otra bufó.
-¿O sea que ya lo tenías planeado todo?-Preguntó molesta, rápidamente él negó.
-No pensé que fuéramos a llegar tan lejos.-Respondió apenado.
Kuro volvió a bufar, igual de avergonzada que el otro.
Un silencio poco cómodo se formó.
Osomatsu se sacó su sudadera roja, dejando al descubierto su torso, el cual no estaba trabajado pero tampoco era gordo.
-¿Sabes, Kuro-chan? Yo tampoco soy perfecto, no soy musculoso ni con la espalda muy ancha, sólo soy yo.-Tomó una de las manos de la nombrada y la puso en su corazón, para que sintiera sus rápidos latidos.-Yo sé que tú no te consideras perfecta pero a mi me gusta mucho el cómo eres, tanto por dentro como por fuera.-Sonrió lo más sincero que pudo.
Los orbes mieles comenzaron a llenarse de lágrimas, las cuales se deslizaban lentamente por sus mejillas rojas. Para Kuro, era lo más lindo que jamás le habían dicho, o quizá para ella lo era porque se sentía igual que él, también le gustaba mucho como era Osomatsu.
Su corazón latía con fuerza, ella se lanzó a los brazos de él y los dos se abrazaron amorosamente, cualquiera que los viera pensaría que son una pareja.
Después de separarse, siguieron con su "labor".
Los dos comenzaron a quitarse la ropa restante, quedando sólo con la ropa interior inferior. Kuro observó asombrada aquel bulto que ya se había formado en el bóxer de Osomatsu, con curiosidad acercó su fina mano y acarició suavemente esa zona, haciendo que el otro comenzara a suspirar del placer.
-¿Quieres tocarlo~?-Le Preguntó con una sonrisa pervertida, a lo cual la otra se sonrojó hasta las orejas.
-...S-Sí.-Susurró avergonzada.
El de ojos cafés asintió para bajar su ropa interior y por fin dejar salir la erección que tenía desde que la comenzó a besar.
La blanca se acercó un poco más y se hincó, quedando frente al miembro erecto. Con una de sus manos tomó el tronco del pene y comenzó a moverlo con delicadeza, de arriba hacia abajo, Osomatsu comenzó a gemir ya que se sentía mil veces mejor que cuando lo hacía él.
La menor, aún curiosa, acercó sus labios al miembro y depositó un pequeño beso en el glande, para después comenzar a lamerlo.
Así comenzó su juego, algunas veces chupando la punta, otras veces metiéndoselo a la boca o simplemente a masturbarlo con la mano.
El otro comenzó a excitarse más y más, por lo cual tomó la cabellera castaña y empujó su cabeza, haciendo que se metiera todo el miembro por completo. De esa forma, comenzó a mover su cadera mientras Kuro trata de no ahogarse con aquel órgano, unos momentos dejaba que lo saca de su boca para volver a meterlo, hasta que en un rato más Osomatsu ya no aguantó y terminó corriéndose en la boca de la pobre chica, soltando un gran gemido de satisfacción.
Ella comenzó a toser y escupir el semen que aún tenía, su sabor no era malo pero tampoco agradable; el chico comenzó a pegarle un poco en la espalda, realmente se arrepentía por dejarse llevar por aquellos instintos.
-L-lo siento Kuro-chan, y-yo no quería que saliera en tu boca pero ya no aguantaba más porque Dios, se sentía tan bien, tu boca es tan caliente que yo podría venir-No lo dejó terminar de hablar ya que le dio un golpe en la nariz con su puño.-¡DUELE!, ¿¡P-POR QUÉ LO HICISTE DE NUEVO!?-
Se limpió con su mano lo que quedaba de aquella sustancia y miró al chico con ganas de asesinarlo.
-La próxima vez que vuelvas a hacer eso sin avisar, juro que te mataré.-Le amenazó mientras el otro asentía eufóricamente.
Después de eso, por fin los dos quedaron desnudos.
"Vaya, qué vergonzoso..." Pensó Kuro mientras veía al piso. Subió su mirada y se encontró con Osomatsu sangrando de la nariz y con el pene nuevamente erecto. "...Maldito pervertido."
El Matsuno se acercó a la Aizawa con su sudadera en mano, poniéndola atrás de ella.
-Kuro-chan, por favor recuéstate.-Le pidió amablemente.
La nombrada obedeció y se recostó sobre la sudadera roja. Era suave y olía a la esencia de su portador, por un momento la castaña cerró sus ojos y se dejó envolver por aquella sensación.
Osomatsu tomó las piernas de la otra y las abrió un poco, para después poner sus brazos a los costados de la cabeza de ella. Kuro abrió sus ojos y se topó con aquellos cafés que le miraban con un brillo especial.
-Osomatsu-kun...-Susurró con cariño.-Por favor se gentil conmigo, sé que estás emocionado porque ya vas a dejar de ser virgen pero quiero que tengas en cuenta que también es mi primera vez y quisiera que fuera especial.-
El nombrado asintió con una boba sonrisa, se sentía glorioso al ser el primero en la vida de Kuro, por ello se esforzaría para que nunca olvidara ese día.
-¡De acuerdo Kuro-chan!, seré lo más gentil que pueda, lo intentaré.-Respondió con una voz suave.
Sin más preámbulos, tomó su miembro y comenzó a frotarlo con la entrada de la chica, los dos comenzaron a excitarse más por aquella satisfactoria pero terrible fricción que se creaba.
"Mierda, se siente bien y eso que aún no entra." Pensó el chico tratando de aguantar las ganas de entrar de una estocada.
Así estuvo un rato hasta que la más pequeña ya estaba lo suficientemente húmeda.
-V-voy a entrar.-Pronunció con nerviosismo, aún sin creer que ya dejaría de ser virgen.-Si te duele, no dudes en decírmelo.-
La chica asintió con temor; ya había escuchado rumores acerca de la primera vez, algunas mujeres decían que no dolía pero otras dijeron que sí. Tenía miedo, no quería que sangrara y le doliera, odiaba ser mujer, ¿Por qué no le tocó ser hombre y tener que meterla? Era mucho más sencillo, pero bueno.
Antes de empezar ya estaba abrazando a Osomatsu mientras algunas lágrimas se escapaban de sus ojos. Él rió, realmente sólo ella podía ser así de adorable.
Sin esperar más, comenzó a meter su miembro poco a poco y los quejidos de dolor se hicieron presentes en la ojimiel mientras que el gemido de satisfacción del sextillizo surgió.
-D-duele Osomatsu, duele mucho...-Murmuró aferrándose más al cuello del otro.
-Tranquila, ya pasará.-Respondió para besarle suavemente los labios.
Mientras esperaban a que la menor se adaptara, el otro comenzó a repartir besos por toda su cara, haciéndola reír.
-Ya puedes comenzar.-El Matsuno asintió y comenzó a moverse lentamente.
Las estocadas eran tortuosas para él; él quería tomarla allí mismo con toda la fuerza del mundo, realmente se sentía muy bien el interior de su "amiga", sin embargo lo pensó bien y prefirió seguir con ese ritmo.
La castaña se sentía más a gusto, por lo cual le permitió aumentar el nivel.
Así, Osomatsu comenzó a ir más rápido y cada estocada ahora era más fuerte que la anterior.
Los dos comenzaron a gemir sus nombres mientras sentían la gloria en sus manos.
Del movimiento lento pasaron a unas fuertes embestidas; el sextillizo subió las piernas de la chica a sus hombros para que ahora su miembro llegara más profundo.
El sonido del pelvis chocando contra el trasero de la chica eran más fuertes, ahora mismo ninguno de los dos tenía control, ni en su respiración como en la aceleración.
Kuro no aguantó más y terminó viniéndose, pero Osomatsu aún le falta poco.
De pronto, las embestidas comenzaron a ser irregulares, anunciando que ya llegaría al final.
-¡K-Kuro, y-yo ya voy a venirme!-Le advirtió.
Siguió así hasta que a la quinta estocada sacó su pene y se corrió en el vientre de Kuro.
Los dos ahora se recostaron juntos y se acurrucaron, tratando de regular su respiración y pulso.
-Dios, eso fue genial.-Susurró con una gran sonrisa.
-Debo de admitir que si.-Le abrazó la menor, pegando su cabeza al pecho del otro.-Pero creo que ahora me debes una cita de verdad, en el acuario.-
Osomatsu le miró sorprendido y se sonrojó.
-¿¡De verdad!?-La castaña asintió.-Entonces volveremos a hacer es-Y por tercera vez lo interrumpió, sólo que esta vez le apretó la nariz.
-Eso estará por verse.-Respondió con una sonrisa traviesa.
-Okay~-Dijo un tanto animado.-Me gustas mucho, Kuro-chan.-Se acercó a su rostro y le dio un corto beso en los labios.-Tanto que no sé cómo explicarlo~-Rascó debajo de su nariz, riendo levemente.
La nombrada se sonrojó hasta las orejas y le dio un golpecito en el pecho.
-A mi también me gustas mucho, idiota.-
¡Hola!
Espero que les haya gustado el oneshot, la verdad desde hace tiempo quería escribir lemmon sobre estos dos xD
Estoy pasando en limpio un AU que tenía guardado por allí.
Comenten qué otro AU les gustaría que utilizara con mis bebés uwu
Por cierto, ¿qué les pareció el último capítulo de Oso-San 2? ¡Denme su opinión, me gustaría leerlas!
Y eso sería todo, ¡nos vemos pronto!
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