Estaba oscureciendo y Kuro decidió salir a caminar, la noche era hermosa y estaba aburrida.
Caminó un largo tiempo hasta llegar al parque, vio una banca y se sentó, para recuperar el aire que perdió.
Estando allí, comenzó a pensar en muchas cosas; ¿qué le depararía el futuro junto a estos singulares hermanos?, ¿podría encontrar el amor verdadero?, ¿seguirá siendo así de alegres sus días con ellos?. Tantas preguntas la aturdían, el pensar en eso sólo le hacía sentir rara.
Soltó un sonoro suspiro, inhaló el aire fresco y observó el cielo, las estrellas brillaban de una hermosa manera, el viento mecía su cabello suavemente, era un gran escenario.
-Esta es una hermosa noche...-Sonrió tiernamente.
-...Lo es, pero no tanto como tu, pequeño ángel.-Se escuchó una voz por detrás.
La chica se estremeció al escuchar esa voz un tanto familiar, giró su cabeza nerviosa y en la oscuridad se podía apreciar una silueta.
-¿Quién eres?-Preguntó de una manera insegura.
-Ya deberías saberlo, querida~-Dijo de forma melosa, saliendo de las sombras y dejándose ver.
Kuro abrió sus ojos sorprendida, esa voz era del hermano mayor, Osomatsu, pero no estaba como siempre ya que sus ojos se veían como los de un felino, tornando a un color rojizo. Su sonrisa era como siempre, sólo que sus dientes estaban muy afilados, además se podía observar que tenía una cola larga negra y unos cuernos no muy grandes, de color rojo con negro. Abrió sus alas y voló hacia donde se encontraba impactada la chica.
-¿Qué sucede, acaso mi sensualidad te ha dejado sin habla~?-Dijo de manera coqueta.
-Y-yo no se quién eres, tu no puedes ser Osomatsu-kun...-Contestó de manera desconfiada, mientras trataba de ocultar su sonrojo por las palabras de aquel demonio.
-Yo nunca dije que fuera el, tontita.-Se acercó más a ella, quedando frente a frente, separados por pocos centímetros.
Kuro tragó fuertemente, nerviosa por el acercamiento tan repentino, temblando un poco con la cara roja; él al notar cómo se encontraba la chica por su cercanía se alejó para comenzar a reír fuertemente. La pequeña no comprendía la gracia, así que se molestó y se dispuso a preguntarle.
-¿Qué eso gracioso aquí?-
-Que eres una bebé.-Dijo el chico sin una pizca de vergüenza.-Definitivamente eres un ángel, preciosa~.-
-¡Deja de llamarme así!-Contestó molesta.-Además, no me has dicho quién eres.-
-Oh, lo siento.-Hizo una reverencia, levantando la cara y mirándola directamente a los ojos.-Mi nombre es Osomatsu, soy un demonio y me he escapado para hacer un poco de travesuras~.-Dijo para ponerse derecho nuevamente y proseguir.-Ahora dime, ¿cuál es tu hermoso nombre?-
-Kuro Aizawa, es un gusto conocerte, demonio.-Sonrió tímidamente.
Osomatsu le tendió su mano y ella la acepto para hacer un saludo, él la acercó a sus labios y depositó un suave beso.
-Encantado de conocer a alguien como tú, ángel.-Sonrió de lado, mostrando sus colmillos.
Kuro observó que no había nadie, por lo cual prefirió irse a casa, sino antes de despedirse de su "nuevo amigo".
-Bien, Oso malo, me tengo que ir a mi hogar porque al parecer ya es media noche...-Quitó suavemente su mano.
-¿Ya tan rápido?-Su voz se escuchaba triste.-Bueno, no importa porque sé que te volveré a ver pronto querida~.-
-Eso espero.-Dijo para comenzar a caminar hacia su casa.- ¡Adiós, travieso demonio!
-¡Hasta la próxima, pequeño ángel~!
Al final, su pequeño paseo fue más interesante de lo que esperaba.
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Holiii, perdón por no haber escrito nada, realmente no he tenido inspiración ni tiempo, también algunas decepciones amorosas me traen así, pero bueno~ espero que les haya gustado a pesar de ser tan corto xD
Nos vemos en el siguiente capítulo~

Les dejo esa imagen porque está muy bonita❤️.
Bye bye~