✦ Rumores
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ㅡ Así que... Kim JongIn, 19 años, estudiante de Derecho y también bailarín de ballet de una de las academias que bien conocemos.
KyungSoo cerró los ojos en automático. Había estado por irse del despacho de su jefe después de haberle entregado el proyecto que le había pedido. Creyó por un momento que todo iría bien, puesto que el hombre pese a haberse mostrado demasiado parco, no había hecho insinuación alguna.
De hecho no había seguido insinuando nada desde la discusión en particular que habían tenido un par de semanas atrás, cuando KyungSoo le había dejado bien en claro que no pensaba ceder a sus indiscretas invitaciones para salir.
Le molestaba mucho que hubiese obtenido la información de JongIn, pero sabía que era probable, pese a que Jo InSung no era dueño de la corporación, tenía varios contactos que le permitieron saber de quién se trataba su amorío. Aunque aún sentía curiosidad al respecto de cómo se había enterado o si es que lo había mandado seguir, lo cual cruzaba definitivamente los límites que estaba dispuesto a permitirle como acoso laboral.
Do se giró sobre sus talones, juntando sus zapatos caros después de mantenerse frente a InSung, con unos cuantos metros de distancia de su escritorio.
ㅡ ¿Qué sucede con JongIn? ㅡ Exclamó KyungSoo con voz firme y gruesa, varonil.
El hombre se recargó sobre el respaldo de la silla y jugueteó con sus dedos justo frente a su pecho, con una sonrisa que hizo revolverle las entrañas a KyungSoo.
ㅡ Eso es lo que me pregunto, ¿A qué juegas con un chiquillo como él?
La pregunta hizo a KyungSoo empuñar sus manos. ㅡ Eso no es algo que le incumba.
ㅡ Pero lo hago, me importa y me compete si se trata de uno de los bailarines que podrían ser impulsados por nuestro proyecto.
ㅡ JongIn no está registrado en el proyecto de este año. ㅡ KyungSoo respondió con agilidad mientras intentaba contener el coraje que sentía en cada nota de su voz.
ㅡ Tú lo has dicho... ㅡ InSung se puso de pie, imponiéndose, rodeando el escritorio con facilidad ㅡ Los muchachos de hoy día son muy listos KyungSoo; ¿Qué te prueba que tu JongIn no está dejando que lo folles para que lo incluyas en el proyecto futuro?
KyungSoo cerró los ojos ante el comentario, asqueado por la dirección que estaban tomando las cosas. Por supuesto que había sospechado que la conversación una vez iniciada tomara ese rumbo, pero había albergado la esperanza de que no fuera así.
ㅡ JongIn no es de esa manera...
ㅡ ¿Ah no? ㅡ InSung arqueó ambas cejas con curiosidad ㅡ ¿Te dice que te ama y tú le crees?
La sonrisa cínica del mayor hizo que KyungSoo casi perdiera los estribos, pero necesitaba relajarse, necesitaba pensar con claridad y con la cabeza fría para no lanzársele encima a ese hombre y partirle la cara a golpes. Porque no necesitaba un escándalo más en su lista.
ㅡ Aunque no me amara... así fuera mío por interés ㅡ KyungSoo sonrió amargamente, intentando tragarse el orgullo al decir aquellas palabras, ante la mínima y remota posibilidad ㅡ así JongIn sólo quisiera colgarse de mí y usted me despida... no voy a caer.
InSung frunció ligeramente el ceño, asintiendo con precaución ante las palabras que salieron venenosas de la boca de su empleado. Ese que por tanto tiempo había deseado, que lo había hecho mantener el perfil bajo y con la esperanza de que algún día sucumbiera a sus encantos; hasta que comenzó a escuchar los rumores, hasta que escuchó que KyungSoo tenía un chico con él y que lo trataba demasiado cariñoso.
Él no podía quedarse tranquilo después de eso, no después de haber sido rechazado tantas veces y verlo con sus propios ojos, los había visto aquella noche después de discutir, Insung había querido insistir un poco, empujar hasta obtener buenos resultados, por lo que había ido a su oficina para encontrarse la puerta emparejada y una escena que lo hizo enfurecer.
El ver a KyungSoo con aquel chico entre sus brazos mientras lo follaba, mientras hacía todo aquello que él quería hacer con él alguna vez, lo ponía colérico. Pero había resistido el impulso de abrir la puerta y mostrarse, los había visto y necesitaba saber de quien se trataba. ¿Quién era ese tipo en la vida de KyungSoo?
ㅡ Así que si no me necesita para algo de trabajo, me retiro.
La voz de KyungSoo sonó tajante, lo sacó de sus pensamientos y lo vio darse la media vuelta, sus puños se cerraron. Porque pese a que lo había golpeado en el ego de una probabilidad donde el muchachito con el que salía lo había engatusado, Do seguía prefiriéndolo todo, menos a él.
KyungSoo cerró la puerta con cierta fuerza y se encontró a JongDae yendo hacia la oficina, por lo que al verlo completamente descolorido, se desvió hasta la suya para preguntar qué era lo que había sucedido.
ㅡ ¿Está todo bien?
ㅡ No... ㅡ KyungSoo sonrió efímeramente y de manera irónica ㅡ ese mal nacido sabe quién es JongIn. ¡Se atrevió a decir!
ㅡ¿Qué?ㅡ JongDae arqueó una ceja mientras cerraba la puerta tras él y le ponía seguro ㅡ ¿Qué está contigo por interés?
KyungSoo asintió amargamente mientras su amigo negaba, sentándose en uno de los sillones frente al escritorio.
ㅡ Lo típico. No puedo creer que haga tanto drama por un culo con el que no tiene la más mínima oportunidad. ㅡ JongDae ironizó, haciendo que KyungSoo se tranquilizara un poco ㅡ A menos que quiera que te lo folles.
KyungSoo se echó a reír con el comentario, un poco más despejado de todo el enojo que había estado sintiendo en su pecho.
ㅡ Creo que quiere agarrarse de que JongIn baila ballet.
JongDae asintió un poco más serio, observando a KyungSoo ir de un lado a otro por la oficina hasta que repentinamente se detuvo, dejándose caer en la silla de su escritorio.
ㅡ Bueno, después de la temporada van a cambiarlo, JunMyeon me ha platicado.
JunMyeon era un viejo amigo de JongDae y también la persona que dirigía las compañías enfocadas en la cultura de la ciudad. Los comité estaban a su disposición y también estaba en su poder el determinar los roles de cada una de las personas que se asignaban como responsables de las campañas.
ㅡ ¿En verdad? ㅡ KyungSoo preguntó interesado.
ㅡ Por supuesto, le he comentado la manera en que InSung ha movido todo a su antojo en esta campaña sólo para coquetear y estar más cerca de tu culo, créeme que no le hizo gracia en absoluto.
La sonrisa irónica de JongDae hizo que se tranquilizara un poco más, pese a que sabía que era un tipo de consuelo que su amigo le estaba brindando, ya que no se sentía tan importante como para que su jefe hubiese movido todos los roles de la oficina sólo para mantenerlo cerca o tener una oportunidad.
Pero estaba bien, de cualquier manera, que InSung fuera transferido significaba que habría un nuevo comienzo en la oficina, cosa que ya hacía falta desde que el ambiente había comenzado a cargarse por los malos comentarios. Así que esperaba que en verdad sucediera.
ㅡ De cualquier manera... deberías cambiar a JongIn de academia. ㅡ JongDae propuso ㅡ MinSeokkie me ha hablado de él un poco, son amigos.
ㅡ¿Crees? ㅡ KyungSoo preguntó, un poco consternado por la situación.
ㅡ Bueno, yo te sugiero que no le ocultes las cosas. JongIn no es tonto y de cualquier manera va a enterarse.
JongDae se puso de pie y le sonrió a su amigo para animarlo, dándose la vuelta para comenzar a caminar hacia la puerta. Tenía que entrevistarse con InSung de cualquier manera.
ㅡ Espero que estés al tanto de lo que sucede con JongIn en su academia y después de todo esto, lo lleves a vacacionar como premio.
El mayor le guiñó con cierta coquetería y KyungSoo frunció el ceño ante sus palabras, pero sin detenerlo para preguntarle.
Necesitaba ver a JongIn, era verdad que no podía ocultarle las cosas. Y era también verdad que necesitaba tenerlo entre sus brazos. Necesitaba mucho sentirlo, llenarse de su cariño.
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Cuando KyungSoo llegó al departamento, ya pasaban de las diez de la noche. GaBi-Yah se despidió de él con una amable sonrisa y KyungSoo la correspondió.
ㅡ El niño JongIn comió y merendó bien. Dijo que iba a esperarlo en su cuarto, amo KyungSoo.
El mayor asintió agradeciendo la información y la mujer se retiró unos instantes después, mientras que KyungSoo avanzaba hacia la sala y dejaba su maletín sobre uno de los sillones, para después dirigirse hacia su cuarto.
Avanzó a paso lento, abriendo la puerta finalmente y observando a JongIn dormido sobre su cama, haciendo que el corazón saltara de alegría en su interior. Era lo que necesitaba, verlo. Definitivamente el verlo lo hacía sentir mucho más tranquilo después de todo lo acontecido en su trabajo.
KyungSoo suspiró mientras se sentaba en el borde de la cama y observaba la tranquilidad irradiando de su pequeño, su pecho subiendo y bajando acompasadamente al ritmo de su propia respiración.
JongIn no le había dicho que lo amaba hasta el momento, pero KyungSoo se sentía seguro cada que lo veía a los ojos; que tenían algo especial. Que sentían recorrerles el cuerpo el mismo sentimiento cuando se besaban, cuando se entregaban el uno al otro. Cuando se sonreían al despertar.
El morenito se removió, haciéndolo sobresaltarse mientras que se giraba, abriendo los ojos un par de veces antes de sonreírle porque finalmente había llegado a casa.
Había estado esperándolo desde hacía un rato, pero sabía que no tardaría en llegar de cualquier manera, por lo que se había quedado en su cuarto para ver la televisión y esperarlo.
ㅡ Llegaste...
ㅡ Buenas noches, osito ㅡ KyungSoo sonrió formando un precioso corazón con sus labios rosados y JongIn se estremeció de solo ver aquella perfección.
ㅡ Buenas noches papi... ㅡ JongIn murmuró mientras sus manos se extendían hacia él, demandando su cuerpo en sus brazos para él solito.
KyungSoo sonrió y se dejó hacer, cerniéndose sobre su cuerpo mientras las manos de JongIn lo recibían con calidez, estrechándolo entre sus brazos. Los labios de KyungSoo buscaron su boca y lo besó, pequeños roces suaves sobre sus pomposos labios, haciéndolo temblar en aquel abrazo.
JongIn era así, se deshacía con un beso suyo, dejándose llevar por la calidez que embriagaba su corazón y todo su cuerpo cuando KyungSoo se acomodaba arriba suyo para besarlo con plenitud, lanzando las pantuflas un poco lejos en el proceso.
El moreno se aferró a su cuello y suspiró entre cada beso, entre cada movimiento suave de labios que se extendía cada vez más que el anterior, porque nunca tenían suficiente el uno del otro, incluso cuando se les escapaba el aire de sus pulmones.
Se separaron para respirar y después KyungSoo lo besó otra vez, dando un piquito en la punta de su nariz, en cada una de sus mejillas de chocolate, completamente coloreadas de un bonito carmesí y sus ojos brillando en la parcial oscuridad de la habitación.
KyungSoo besó su cuello con diligencia al igual que su mentón, descendiendo por la piel dorada que tanto le gustaba mientras sus manos le acariciaban los costados de su cuerpo.
Se sentía feliz de estar en ese lugar, en los brazos de JongIn que le reiteraba con cada jadeo que estaba bien, que lo había esperado y que lo deseaba tanto como él. El moreno suspiró cuando las manos de su hombre se introdujeron bajo su pijama y KyungSoo se dedicó a besar su torso con cuidado, deteniéndose a cada segundo para dejar pequeños besitos sobre la piel tostada de su pequeño que respiraba agitadamente en ese instante.
ㅡ ¿Mi hombre guapo está estresado?
KyungSoo sonrió contra su ombligo al escuchar el sobrenombre usado por JongIn y asintió levemente, dejando que su lengua explorara un poco sobre la base de su cadera, en aquella perfecta uve que encadenaba el tronco de su cuerpo con su pelvis.
ㅡ Un poco... ¿Mi osito se portó bien?
ㅡ Nini merece todas las calcomanías del mundo... ㅡ JongIn mordió su labio inferior, cerrando los ojos cuando su hombre acarició sus caderas con parsimonia.
Lo hacía sentir como si flotara por las nubes, con los toques suaves de sus dedos firmes sobre su piel, bajando las prendas de la ropa para desnudarlo. JongIn sentía ganas de ver su desnudez también, de desvestirlo con sus propias manos, de encariñarse con cada uno de los rincones de su hombre.
De hacerlo sentir un poquito de todas las maravillas que KyungSoo le hacía sentir cuando estaban juntos. Quería apresarlo con su cuerpo y seducirlo como lo había hecho antes.
KyungSoo respiró profundo cuando JongIn estiró las piernas para él y las retrajo, dándole la facilidad de quitarle la ropa y dejarlo desnudo casi por completo.
Se deleitó de sus largas piernas atléticas y las besó irremediablemente, dejando que sus labios y su lengua recorrieran pequeñas porciones de piel mientras lo escuchaba jadear bajito, escuchar murmullos y gemidos suaves que lo alentaban a arrodillarse entre sus piernas y contemplarlo desde ese ángulo, a dedicarle unos minutos de su vida para adorarlo con sus pupilas antes de hacerlo experimentar todo el placer que necesitaba darle.
JongIn era maravilloso, era tan bello que no podía no tomar su pie y levantarlo a la altura de su hombro, besando su tobillo en el proceso, dejando que su boca suave se paseara por su pantorrilla mientras lo acariciaba con las puntas de sus dedos.
El moreno estaba embelesado, estirando las manos para alcanzar su corbata y deshacer el nudo, con la imagen sensual de Kyungsoo y su camisa de manga larga entre sus piernas desnudas. Con su pantalón apretado por la erección que sabía él había provocado.
Él y nada más, él y cada suspiro, él y cada jadeo murmurando su nombre, esperando a que KyungSoo se inclinara un poco más, besando la parte interna de su pierna, tomándose su tiempo para no perderse absolutamente nada de su cuerpo.
JongIn se sentía pleno cuando KyungSoo lo torturaba de esa manera, lo invitaba a perderse en sus ojos oscuros, llenos del deseo que ambos tenían por el otro.
ㅡ Esta noche... eres mío. ㅡ KyungSoo declaró y JongIn asintió con sus mejillas sonrosadas.
Por supuesto que era suyo, esa noche y todas las demás, en las mañanas cuando despertaban y se sonreían si habían dormido juntos, o cuando lo despedía tras anudarle la corbata para ir a trabajar.
ㅡ Osito es de papi... ㅡ JongIn murmuró, respirando acompasadamente cuando las manos de KyungSoo lo tomaron por las caderas.
KyungSoo sonrió y tomó su erección entre sus manos, haciendo al pequeño estremecer en el proceso, observando cómo arqueaba la espalda mientras murmuraba que no se detuviera.
Se sentía tan bien sentir la calidez de su aliento sobre su pene, prensarse de las sábanas cuando su boca magnífica y sensual comenzaba a besar la punta, chupando con detenimiento antes de llevárselo por completo a la boca.
JongIn no podía describir la sensación, estaba fuera de su alcance, no había palabras para expresar cómo su interior colapsaba cientos de veces en espasmos cuando KyungSoo lo engullía todo, cuando la punta llegaba hasta su garganta, cuando sus manos lo sostenían por las caderas mientras jugueteaban con sus dedos sobre la piel morena.
KyungSoo sabía lo que hacía, sabía cómo hacerlo estremecer con cada movimiento de su lengua sobre el falo, con cada roce caliente de sus labios sobre su punta, bajando una y otra vez, subiendo infinidad de veces hasta crear un perfecto contoneo de boca contra caderas.
JongIn se sentía necesitado, se sentía estallando tras sus párpados cuando las estrellas lo encandilaban por completo, cuando su respiración se volvía frenética y no podía detenerse, liberándose sin poder evitarlo después de sentir el éxtasis apoderarse de su cuerpo, de cada uno de sus recónditos.
KyungSoo era así, lo enloquecía de pies a cabeza. Se quedaba con cada uno de sus suspiros cuando lo veía limpiarse las comisuras de sus labios gruesos. JongIn no podía necesitar nada en ese mismo momento que no fuese el hacerle sentir lo mismo.
ㅡ Me encantas... ㅡ murmuró un sonriente KyungSoo, dejándose caer a su lado.
JongIn estaba recomponiéndose, estaba respirando profundamente y llenando sus pulmones, girándose para observarlo a los ojos. Acercándose para besarlo, para probarse a sí mismo de la comisuras de sus labios.
El moreno recorrió con su palma su pecho acelerado, descendiendo por la parte baja de su cintura hasta su pelvis, dando con su miembro apretado dentro de sus pantalones. JongIn se sentía ansioso, desabrochando el pantalón de vestir con sus ágiles manos, metiéndolas dentro para tomar el bulto y apretarlo ligeramente.
ㅡ Entonces... déjame hacerlo también. ㅡ JongIn pidió, casi demandando con los ojos brillantes.
KyungSoo se dejó caer sobre las almohadas, cerrando los ojos, dejándose llevar por el momento.
Porque en ese momento de intimidad, cuando su osito estaba dispuesto a complacerlo, cuando compartía con él tantas cosas, no podía haber lugar a una estúpida duda. KyungSoo confiaba en lo que JongIn quería de él, en lo que ambos tenían.
Y nadie iba a desplazar ese sentimiento.
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🌙
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JongIn dormido esperando por KyungSoo ~
Notas:
¡Hola!
¿Me extrañaron? hhajadshAa
Ya volví asgdgaha, aparentemente todo está mejor y ya puedo estar escribiendo, porque no había tenido tiempo de nada. Si leyeron alguna otra de mis actualizaciones supieron que tuve problemas familiares y bueno...
Volvemos con más :v
Espero que les haya gustado el capítulo, creo que era más la incertidumbre hahaha aunque bueno, todavía no termina :)
Nos vemos en el siguiente, ya no tardaré tanto, ya casi tengo el siguiente. Se vienen cosas bellas y melosas y sepsis.
Besos posholatosos
Ary.
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