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Los padres de KyungSoo se fueron un par de días después de navidad, KyungSoo y JongIn habían incluso salido con ellos a pasear, fueron a comer y compartieron más anécdotas de las que JongIn tomó nota para molestar a su hombre cuando tuviese la oportunidad.

TaeYeon le habló sobre las comidas favoritas de KyungSoo y también sobre cómo se había enterado que no podría esperar una nuera, porque KyungSoo nunca se vio interesado en salir en citas, al principio le había parecido un estudiante modelo muy concentrado en sus estudios, pero cuando lo invitaron a salir y él se negó, la mujer supo que las cosas no iban como debían.

Por supuesto que les costó mucho aceptarlo, pero amaban a su hijo por sobre todas las cosas y verlo feliz era lo que querían; sin embargo, KyungSoo nunca les había presentado a algún novio o pretendiente, esa era la primera vez que lo hacía, por ello al enterarse de que incluso vivían juntos, TaeYeon creyó que verdaderamente estaba su hijo enamorado.

Le dio consejos sobre cocina práctica, ya que ella no sabía cocinar muy bien y era en realidad JongHyun quien se había hecho cargo de que KyungSoo aprendiera todo y que desenvolviera tan bien sus habilidades en la cocina.

KyungSoo se veía complacido de que JongIn fuera del gusto de su madre y que su padre le hubiese dado su punto bueno. Así que cuando se fueron, JongIn se puso verdaderamente feliz porque había dejado una buena impresión en los Do.

Y ahora estaban ahí, sentados mientras observaban su cena para festejar el año nuevo occidental. Habían quedado de salir a las calles para caminar, pero el frío los hizo recapacitar y esperar las doce famosas campanadas arropados en la cama mientras veían la televisión.

Claro que hasta el momento no habían llegado a ese punto. Las vacaciones estaban terminando también y ambos querían disfrutarse al máximo. Habían hecho el amor de manera espontánea y eso solo hacía que ambos se sintieran más unidos al otro.

ㅡ Papi es el mejor chef que nini ha conocido antes; aunque nini no ha conocido más ㅡ El morenito se echó a reír con su propio comentario y se le arrebolaron las mejillas al instante.

ㅡ ¿Te gustó la comida? ㅡ KyungSoo preguntó con una sonrisa trazándose entre sus labios.

JongIn asintió y ambos terminaron su postre, que consistía en un trozo de pastel de chocolate con más chocolate vertido encima. Después ambos se levantaron para ir a recoger los platos y lavarlos, para terminar más pronto.

ㅡ ¿Habrá alguna sorpresa? Como en navidad...ㅡ JongIn preguntó, haciéndose el interesante.

KyungSoo sonrió y negó repetidamente. ㅡ No lo creo bebé, mis padres están en casa, hablé con ellos más temprano ㅡ sin embargo, el hombre se detuvo repentinamente, girándose a ver a su pequeño que le devolvió la mirada sin comprender ㅡ a menos que vaya a ser una sorpresa de tu parte.

JongIn negó lentamente, con tranquilidad, mientras suspiraba y terminaba de acomodar los platos en la alacena.

ㅡ Mi familia está en su casa, hablé con ellos más temprano.

KyungSoo asintió entonces y sus manos se deslizaron por su cintura para abrazarlo por la espalda, acariciándole los costados en el proceso, le encantaba abrazar a JongIn, besar sus hombros con parsimonia y estrecharlo contra su cuerpo, sentir su calor lo embriagaba más que cualquier vino.

El moreno se giró sobre sus talones y correspondió el abrazo de su hombre, sintiéndose pleno y satisfecho cuando su papi se inclinó para besarlo, haciéndolo presa de todo ese remolino de sensaciones que se acumulaban en su estómago como cada que lo hacía. Como cada que reclamaba con un beso todo lo que le pertenecía.

Ambos se acurrucaron en el sillón y vieron la televisión un rato, hablaron sobre cosas amenas que les habían pasado en el año, concordando en que conocerse fue sin lugar a dudas lo mejor que pudo haberles pasado y que no se arrepentían de hacerlo.

Fue cuando faltaban minutos para el conteo, que ambos se dieron cuenta de que habían olvidado por completo comprar las uvas para sus deseos y que irremediablemente estaban fritos, hasta que JongIn propuso cambiar las uvas por alguna otra cosa, aunque no encontraron alguna otra fruta con qué sustituirlo, por lo que KyungSoo se susurró poco antes, que podían hacerlo con algo más.

ㅡ Pidamos nuestros deseos con besos, bebé.

JongIn parpadeó ante la propuesta y con las mejillas de chocolate pinceladas de un precioso carmesí, asintió, con el corazón latiéndole a mil por hora dentro de su pecho, como cada que KyungSoo se las ingeniaba para hacerlo sentir de esa manera.

Contaron suavemente, ambos de pie junto a la ventana, observando a lo lejos los fuegos artificiales que quemaban en la ciudad para celebrar el inicio de año, dejándolos completamente de lado cuando ambos se miraron a los ojos antes de cerrarlos y comenzar a besarse, un beso suave, con pequeños roces para cada segundo, para cada campanada marcada por algún comentarista en la televisión a la que no le prestaban mucha atención.

El corazón de Kyungsoo latía desbordando amor, sin saber qué deseos pedir porque al final de cuentas tenía solo uno que quería ese año cumplir con todo el fervor de su ser.

JongIn se entregó a cada beso pequeño y esperó al final, cuando los labios de KyungSoo lo atraparon finalmente y lo besó más profundo, más pasional para cerrar el trato de todos sus deseos inmersos en los besos de ambos.

ㅡ Veamos a tu familia, déjame intentarlo todo contigo. ㅡ KyungSoo pronunció su deseo en voz alta, pese a que se suponía había escuchado era de mala suerte ㅡ Estoy enamorado de ti, Kim JongIn, mi precioso osito.

Los ojos de JongIn se abrieron con sorpresa al escucharlo, con el corazón dando tumbos en su interior, sin poder contener la adrenalina recorriendo su cuerpo porque sentía que explotaría en cualquier momento. KyungSoo lo amaba, por primera vez aquellas palabras estaban saliendo de sus labios de corazón, por primera vez se sentía más amado que nunca.

ㅡ Déjame pasar muchos años a tu lado, JongIn. ㅡ El mayor declaró con el corazón en su mano, entregándoselo a JongIn sin miedo a ser rechazado, no después de todo lo que habían pasado y la manera en que se habían compenetrado.

JongIn estaba absorto, sumergido en sus pensamientos de ensueño donde las palabras de KyungSoo eran su mayor tesoro, donde resonaban en su interior y su corazón latía firme porque él sentía lo mismo.

ㅡ Quiero años contigo, quiero estar a tu lado siempre ㅡ murmuró con voz queda, pero suficientemente audible para ambos. ㅡ Estoy terriblemente enamorado de ti, mi hombre guapo.

KyungSoo suspiró ante tal declaración, sintiéndose plenamente correspondido. Sintiendo que a partir de ese instante, de ese beso, su relación había dado un paso más, y que no había nada que lo hiciera cambiar de opinión.

Esa noche tomó a su osito entre sus brazos, lo llevó a la recamara y disfrutó de él, lo hizo sentir especial, lo desnudó entre besos y caricias e hicieron el amor con suavidad, con la promesa de que era el inicio de muchas veces escuchando un «te amo» mientras se derretía entre sus brazos, con miradas ardientes y llenas de sentimientos, con embestidas suaves, rayando en la dulzura que sus cuerpos podían profesar con cada meneo de caderas, con el latido de sus corazones murmurando cuánto estaban dispuestos a dar el uno por el otro.

Porque ambos estaban de acuerdo en que tenían un futuro y que aunque quizá se les presentarían dificultades, harían lo posible porque ambos siguieran así. Comiendo de la mano del otro.

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Notas:

Espero que les haya gustado ♥

Nuestros bebés avanzan en su relación ahsxhghdhass ;)

Se vienen cositas~

besos posholatosos

🌠Ary