.

.

.

🐧🎄🐻

⚠

JongIn sonrió cuando observó su obra maestra. Había convencido a KyungSoo ㅡdespués de muchos besos y muchas caricias pasionalesㅡ que una navidad sin un árbol no era una navidad, por lo que le había sugerido que salieran a comprar un árbol.

El mayor al principio se negó rotundamente, porque no creyera que hubiera necesidad y porque él nunca había adornado el departamento antes, además de que faltaban algunos días y ya no tenía caso hacerlo.

Pero el moreno se le había trepado encima y había comenzado a moverse lentamente sobre él, pidiéndole «por favor» con mucho cuidado, con esa manera suya tan caprichosa de pedirle las cosas, de murmurárselas entre los labios mientras los estiraba en un precioso puchero, con los ojos castaños brillando y sus caderas haciendo fricción sobre las suyas, quemándolo por dentro.

JongIn consiguió lo que se propuso minutos después, cuando KyungSoo los había liberado de la tensión con sus manos, después de varios besos que no podían catalogarse como nada inocentes y con algunos pucheros más.

Se habían arropado para la ocasión y habían ido a la tienda departamental más cercana, donde JongIn se sintió feliz de decirle que por faltar tan pocos días, las cosas incluso estaban en descuento, por lo que KyungSoo le dio el gusto de comprar cuantos adornos el moreno quiso, además de pasar por una caja de pizza con extra queso para la cena.

El moreno le había dicho que decorar era sumamente divertido, que en su casa solían hacerlo y que después merendaban algo tibio y rico para entrar en calor. Pero las cosas se desviaron del tema cuando después de armar el pino y que JongIn comenzara a colocar las luces y unas cuantas esferas, KyungSoo había traído un par de cajas con unos decorativos bastante peculiares.

Eran unos ositos de cristal que había visto en una de las tiendas, estaban atados a un pequeño listón entre las orejas y estaban listos para colgarse al árbol. El moreno enloqueció de alegría cuando los vio y tomó uno entre sus brazos sin poder creerlo.

JongIn se abalanzó sobre KyungSoo para rodearlo con sus brazos y sin más preámbulos lo besó, haciendo de aquel beso uno suave y lento pero profundo a la vez.

ㅡ Eres el mejor ㅡ JongIn dijo contra sus labios y las manos de KyungSoo lo aprisionaron contra su cuerpo desde la cintura.

ㅡ ¿Lo soy? ㅡ KyungSoo preguntó y el morenito asintió en automático ㅡ ¿Crees que merezco un premio?

JongIn se relamió los labios al escucharlo y asintió, dejándole un pequeño beso sobre los labios antes de alejarse de manera juguetona, siendo atraído por KyungSoo nuevamente y aprisionado por sus brazos.

JongIn no supo exactamente cómo fue que terminó así, pero lo cierto era que lo había disfrutado bastante, las manos de KyungSoo sobre su trasero y las suyas metiéndose bajo la camisa de su papi, acariciando la piel tibia con detenimiento.

Sintió sus labios acariciar su mentón y bajar peligrosamente por su cuello, mordiendo el mismo en el proceso mientras sus manos habilidosas lo desnudaban frente a él. JongIn nunca hubiese pensado que terminaría ahí, sentado sobre él en el largo sillón de la sala, meneando las caderas para él como si no hubiera un mañana, sintiendo sus erecciones juntarse y rozarse a través de la tela de la ropa.

ㅡ Voltéate... ㅡ la voz de KyungSoo sonó demandante y él obedeció porque quería ser un osito obediente, quería complacerlo por completo.

Así que cuando KyungSoo se deslizó hacia la alfombra, JongIn hizo lo mismo y se puso de rodillas, girándose mientras su papi se desnudaba y él terminaba de hacer lo mismo. KyungSoo permaneció sentado y acarició los costados de sus caderas, subiendo hasta su pecho para hacerlo entrar en calor, mientras que JongIn temblaba ante su tacto y no precisamente de frío.

Le gustaba experimentar, le gustaba ser tratado de esa manera tan especial como KyungSoo lo hacía sentir, le gustaba que lo tomara por las caderas y lo palmeara mientras él se excitaba sobre manera y se dejaba caer en su erección, simulando pequeñas embestidas sobre su propio trasero.

Sabía qué era lo que su papi quería e iba a dárselo, el placer de verle la espalda mientras lo follaba, de menearse para él y cabalgarlo hasta caer exhausto.

KyungSoo no podía pedir nada mejor en esos momentos, el observar las estrechas caderas de su osito abriéndose para él mientras lo preparaba lentamente, lubricando sus dedos de manera apropiada para después comenzar a prepararlo, escuchándolo gemir en el proceso.

Los gemidos de JongIn eran música para sus oídos, la manera cadenciosa en que sus caderas se movían mientras sus dedos se sumergían en su interior, con la ansiedad en la piel por ser penetrado por él. KyungSoo se deleitó con cada uno de sus movimientos hasta encontrar su próstata y golpearla suavemente con las puntas de sus dedos.

Las piernas de JongIn temblaron y KyungSoo lo sintió listo, alcanzando el lubricante una vez más para colocar una porción sobre su pene y hacer pequeños movimientos arriba y abajo una y otra vez antes de colocarse en su entrada.

La espalda morena se tensó cuando comenzó a sentarse, descendiendo lentamente sobre la longitud del pene del mayor para auto penetrarse, respirando profundamente a la par que KyungSoo gruñía y lo tomaba por las caderas.

Los movimientos fueron suaves pero malditamente calientes, el mayor hervía con cada movimiento de su precioso moreno, con cada contoneo de caderas y de esa exquisita cintura estrecha, mientras sus manos acariciaban su espalda y sus hombros con parsimonia para incitarlo a proseguir.

JongIn se sentía extraño por ser la primera vez que lo hacían de esa manera, con él cabalgándolo de espaldas, sin verle el rostro, sosteniéndose de sus blancas piernas que hacían contraste perfecto con sus manos, sin embargo, no por ello se sentía menos excitado.

Le fascinaba sentir su longitud entrando y saliendo de él mientras se entregaba por completo a los movimientos, a las sensaciones que sus manos se dedicaban a esparcir por toda su espalda en cada sentada.

JongIn gimió quedito y después abrió la boca sin poder contenerse, había estado luchando por no hacerlo, mordiéndose el labio inferior y cerrando los ojos para entregarse por completo al placer que sentía.

Movió las caderas de manera circular y soltó un profundo gemido que lo hizo temblar cuando KyungSoo lo embistió desde abajo, el mayor lo tomó posesivamente de las caderas para ayudarlo con su cometido, auto penetrarse se sentía tan bien, moverse sobre sus caderas mientras el pene del mayor entraba y salía sin cesar. JongIn se agarró a las piernas del mayor y se balanceó nuevamente, respirando agitado.

ㅡ No te contengas, bebé... ㅡ La voz gutural de KyungSoo le hizo cosquillas, sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral y después tembló de excitación, cuando sintió la repentina nalgada que su papi le dio en el trasero a la par que él se movía más rápido sobre él.

JongIn tragó duro, sintiendo el esplendoroso sabor del orgasmo cada vez más cerca, con sus pieles sudorosas chasqueando mientras rebotaba sobre su pene una y otra vez, sintiéndose al límite. KyungSoo siempre lo hacía sentir al límite, siempre lo empujaba hasta el borde de la poca cordura que le quedaba cuando estaban así, tan expuestos el uno con el otro.

El mayor se empujó con más profundidad y los las uñas de JongIn se encajaron un poco más en sus piernas, yéndose hacia el frente para tomarlo por las rodillas mientras seguía moviéndose de manera compulsiva. KyungSoo lo penetraba y lo golpeaba en la próstata sin medida y él sentía que las estrellas figuraban tras sus párpados, sin poder hacer nada más que suplicar, gemir su nombre en voz alta sin importarle nada porque sabía que estaban solos.

No había nadie que los interrumpiera incluso si estaban en medio de la sala, el morenito jamás vería aquella estancia de la misma manera después de ese momento, sintiendo las manos varoniles de KyungSoo recorriendo su espalda, delineando su cintura y tomándolo por las caderas para marcar el ritmo de sus rebotes sobre su erección.

Era tan deliciosa la manera en que sentía que no podía más, que su cuerpo iba a estallar y que el nombre de KyungSoo iba a incrustrarse en cada poro de su piel dorada, en cada gota del sudor de su frente, en cada contoneo de caderas mientras se aferraba a su cuerpo como si no hubiera un mañana.

ㅡ Ahh... ㅡ JongIn gimió y KyungSoo sintió que no podía más.

Estaba tan cerca de alcanzarlo, de disfrutar junto a él de llegar a la cima del placer, inundándolo por completo en el interior con su semen que escurría segundos después por sus piernas. JongIn podía derrumbarse sobre su cuerpo en cualquier instante, pero él lo atrajo hacia él con cuidado, irguiéndose apresuradamente hasta quedar sentado para abrazarlo por la espalda y acariciarle el pecho, para besar sus hombros morenos y delinear sus omoplatos con la punta de su lengua.

JongIn era tan entregado, era esplendoroso y siempre lo hacía sentir completamente maravillado, con ánimos de dejarle todo de él dentro de él.

ㅡ Estás temblando... ㅡ KyungSoo exclamó, aferrándose a su cuerpo, dejando pequeños besitos por la piel dorada de su bebé, mientras JongIn se deshacía en sus brazos.

El moreno respiró agitadamente, intentando recuperar la compostura para poder responder, se sentía exhausto pero se sentía realmente feliz. El estar con KyungSoo siempre lo agotaba pero siempre lo exprimía, hasta la última gota de su energía para dárselo todo.

ㅡ Papi es muy enérgico... ㅡ JongIn se relamió los labios y recibió una palmadita en su trasero como recompensa, siendo guiado por las manos del mayor después para ayudarlo a desmontarse de su pene. ㅡ Ahh...

ㅡ Osito se ha portado bien... papi va a cuidarte ahora ㅡ KyungSoo besó su espalda, dejando muchos besos con sus labios pomposos para mostrarle con hechos lo que decía con palabras. ㅡ El árbol quedó perfecto.

JongIn sonrió con las mejillas morenitas bien arreboladas y después de que KyungSoo lo atrajera una vez más hacia él, se acomodó a su lado, sobre la alfombra, completamente desnudos y agradeciendo que existiera la calefacción. En ese momento de cualquier manera no tenía frío, no después de todo lo que habían hecho juntos.

ㅡ ¿En verdad no habías tenido un árbol antes? ㅡ preguntó JongIn, incrédulo.

ㅡ No en este departamento ㅡ KyungSoo negó y el moreno se acurrucó entre sus brazos, respirando profundamente y embriagándose con la mezcla extraña de olor a perfume, sudor y sexo de su amante.

ㅡ Es tu primera vez...

ㅡ Es mi primera vez... como cada cosa que tú sueles hacer o que me haces hacer. ㅡ KyungSoo trazó una genuina sonrisa en sus pomposos labios y JongIn se precipitó para tomarlos, besándolo con parsimonia y con cierto impulso que fue bien recibido por el mayor.

ㅡ Me gusta, me gustas mucho... hombre guapo. ㅡ JongIn se mordió el labio inferior, sonrojado pero claramente provocativo, haciendo que los dedos de sus manos bajaran por el pecho del mayor, acariciándolo con detenimiento. ㅡ Mi hombre guapo.

ㅡ Mí osito mimado ㅡ KyungSoo replicó, pasándole la mano por la cadera y bajando descaradamente hacia su nalgas para apretarlas en el proceso.

ㅡ Nos hace falta poner los ositos que compraste...

ㅡ Entonces, más vale que sigamos decorando...

JongIn asintió y se irguió sin muchos ánimos de levantarse en realidad, pero queriendo ver los ositos de cristal brillando entre las luces de colores de aquel esplendoroso árbol de navidad. Quizá después, los mismos serían testigos de la rica follada que pensaba exigir como recompensa, por haberse portado bien durante toda su estancia en ese departamento.

.

.

.

Notas:

¿A que no se lo esperaban?

Está raro pero espero que les haya gustado ;)

Yo escribiendo navidad en verano xD

Besos posholatosos

Pd; se viene una sorpresa para los dos~

🌠Ary