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La situación se sentía un poco tensa en el departamento de KyungSoo, JongIn estaba sentado, observando su plato de fruta que GaBi noona le había preparado para el desayuno, mientras que el mayor se estaba terminando de arreglar la corbata por su cuenta en el espejo de la habitación.

El morenito suspiró profundamente después de un permanecer inerte algunos minutos, en los cuales contemplaba la fruta picada como si fuera lo más interesante del mundo, pese a que en realidad no le estaba prestando atención alguna.

Después de hacer el amor y recibir mimos de su hombre, JongIn le había dejado caer la noticia de que vendría su familia a verlo, cosa que por supuesto había sorprendido mucho a KyungSoo, pero el moreno lo había visto esbozar una ligera sonrisa en sus labios gruesos, indicándole que no le importaba.

Podía escuchar con claridad al hombre susurrarle entre sus brazos la noche de año nuevo diciéndole que estaba bien si conocía a su familia. Había sido uno de sus propósitos, incluso. Pero después de haber dormido plácidamente entre sus brazos y despertar con un beso en el cuello, JongIn se sentía extraño, se sentía como si algo anduviera realmente mal, y no fue sino hasta que lo vio directo a los ojos, que se dio cuenta de lo que pasaba en realidad por su mente.

JongIn no sabía si quería enfrentar su realidad en ese momento, el decirle a sus padres que estaba viviendo con un hombre mayor en edad y que lo mantenía no era una noticia muy alentadora, seguramente las cosas no saldrían como alguno de los dos esperaban, como cuando conoció a los padres de KyungSoo en navidad.

Se sentía bastante ansioso, y cuando finalmente pudo exteriorizarlo con palabras a JongIn le molestó más aún ver la mirada decepcionada en las pupilas de KyungSoo.

Él había sugerido ir a recogerlos en a la central y después pasar el día con ellos, hasta que fuera hora de regresar porque seguramente ㅡy él en verdad lo esperaba asíㅡ no pasarían la noche en la ciudad, considerando que a su padre no le gustaba tanto el lugar.

KyungSoo se había limitado a asentir después de un apagado «como tú prefieras» que a JongIn le había molestado, no por el hecho de que esperara otra reacción, estaba molesto con él mismo, por no poder sentirse tan seguro como KyungSoo necesitaba que estuviese en esa situación.

El mayor tenía razón y JongIn lo sabía, se habían conocido hacía casi un año y tenía más de seis meses teniendo sexo con él, sin contar que desde entonces había recibido numerosos regalos, un hogar nuevo y tenía todas las comodidades. Habían llevado su relación más allá de lo material y habían superado la entrevista con los padres de KyungSoo. ¿Por qué entonces no podía él ser igual?

Quería, en verdad quería ser fuerte y esforzarse. Sabía que para el hombre que en ese momento estaba sentándose a su lado para comer con tranquilidad antes de irse al trabajo, era más que un trasero bonito que follar, sabía que era mucho más y se lo había demostrado en incontables maneras. Y sin embargo...

ㅡ Toma...

La voz de KyungSoo lo hizo estremecer, su tono era serio y JongIn ni siquiera pudo voltear a verlo por completo, simplemente observó la mano sobre la mesa, siendo retirada y dejando una llave sobre la superficie.

ㅡ Te dije que lo conservaría, por si algún día querías regresar...

JongIn tragó saliva al reconocer la llave de su pequeñísimo departamento en el que había estado viviendo cuando llegó a la ciudad, cuando conoció a KyungSoo. Sus palabras fueron honestas, pero un poco dolidas y frías. Demasiado para su gusto.

ㅡ ¿Quieres... que me vaya? ㅡ JongIn preguntó con la voz un poco rota y observó a KyungSoo negar en silencio.

ㅡ No si no quieres...

ㅡ Entonces...

ㅡ Entonces, puedes llevar a tu familia a tu casa y mostrarles donde vives. ㅡ KyungSoo no sonrió, sus palabras seguían siendo distantes cuando se puso de pie y JongIn instintivamente lo siguió con la mirada, con los ojos cristalizados mientras lo observaba de lleno, encontrándose con su rostro serio ㅡ Te quiero, incluso después de esto... te veré en unos días.

El mayor se inclinó para besarle la frente y JongIn sin más se aferró a sus brazos, sintiendo un escalofrío porque aquello parecía una despedida aunque KyungSoo estaba asegurándole que no lo era. Para JongIn significaba mucho más... el ver su mirada gacha y su sonrisa fingida para él antes de recoger sus cosas e irse a trabajar.

JongIn había durado un buen de tiempo observando la llave de su antiguo departamento. Ese al que estuvo seguro de no querer regresar; hasta que la tomó entre sus manos y se aferró a ella, listo para irse del lugar.

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KyungSoo realmente no sabía cómo sentirse, regresar a casa y encontrarse sin JongIn lo hacía tener ganas de deambular por ahí, por cualquier lado de la ciudad sin rumbo alguno.

Y aún con ello no era lo suficientemente estúpido como para aceptar la propuesta de una copa de su jefe, al que por cierto cambiarían de lugar pronto. El mayor decidió caminar un poco antes de regresar a casa y terminó dentro de un centro comercial, observando una tienda llena de adolescentes que estaba repleta de figuras demasiado lindas, donde la principal era justamente un osito.

Había comprado un montón de calcomanías para pegarlas en la frente de JongIn cada que lograra una meta, cada que se portara bien o simplemente porque quería cumplir cada uno de sus caprichos. A KyungSoo nunca le habían pesado los años como en ese momento, sentía que los llevaba a rastras en la espalda, esforzándose como si tuviese más de setenta.

La decisión de JongIn le repercutía, porque creía que estarían juntos de verdad, que todo, absolutamente todo era suyo, que podía ofrecerle el mundo a manos llenas si podía y que JongIn le ofrecía su amor de regreso. Que cada beso, cada gemido y cada movimiento de caderas eran más suyos que nunca, y aunque no pensara realmente que fuera falso, se llegó a sentir decepcionado de no tener lo mismo que había entregado.

¿Pero qué podía hacer? JongIn era joven, era un niño mimado que él se había encargado de cuidar y amar con todo su corazón, al que no se sentía con ánimos de renunciar pese a que sabía ahora más que nunca que él era pasajero en su vida.

Deambular por el centro comercial donde había llevado a JongIn a incontables citas no era de mucha ayuda tampoco, así que se metió en su automóvil para volver a casa y enfrentar la realidad de tener un cuarto vacío por unos días y tener que dormir cubierto por las sábanas en lugar de envuelto entre aquellas morenas piernas que tanto le gustaban.

Quizá sólo estaba exagerando, quizá sólo no era el momento o no se sentía preparado, pensó cuando llegó al edificio y se metió al elevador, buscando ser razonable y no caer en aquel vacío emocional de sentirse rechazado o indeseado en la vida de alguien.

Por ello, cuando finalmente abrió la puerta después de meter el código de seguridad, se sorprendió de escuchar voces. GaBi noona al parecer no se había ido todavía.

KyungSoo se detuvo por completo después de dejar sus llaves en la mesa de la entrada, quedándose petrificado al escuchar la voz de JongIn, tragando saliva mientras daba un par de pasos y contemplaba con sus propios ojos a su pequeño, sentado en uno de los sillones de la sala, sin saber si es que estaba alucinando.

Definitivamente no lo estaba, su pulso se aceleró cuando JongIn dejó de reír y se giró para observarlo, poniéndose inmediatamente de pie después de verlo.

ㅡ ¡Oh! Finalmente está aquí... ㅡ JongIn anunció y se encaminó hasta él, para tomarlo de la mano y sonreírle con sus labios gruesos, mostrándole el brillo en sus pupilas ㅡ Llegas tarde, te esperábamos más temprano.

KyungSoo, completamente aturdido lo siguió y se encontró con dos personas sentadas en el sillón, que se pusieron de pie para recibirlo, mientras que su corazón palpitaba tan veloz que no podía creer lo que estaba presenciando.

ㅡ Mamá, hermana... él es KyungSoo, mi novio.

El mayor tragó saliva mientras la frase de JongIn llena de seguridad se repetía constantemente en su cabeza, específicamente la parte de «novio».

ㅡ ¿Verdad que es muy apuesto?

ㅡ Buenas noches, cuñado.

ㅡ No seas irrespetuosa hija... ㅡ la señora Kim le dio un manotazo y después hizo una leve inclinación de cabeza hacia KyungSoo, que inmediatamente reaccionó ante ello.

ㅡ Buenas noches... esta es una agradable sorpresa.

KyungSoo hizo una apropiada reverencia de noventa grados y la mujer se sintió sumamente satisfecha con sus buenos modales y también con su buena apariencia.

ㅡ En verdad parece usted un hombre agradable, mi JongIn nos ha hablado un poco de usted.

ㅡ Por favor, siéntese, ¿gusta algo de tomar? ㅡ KyungSoo sonrió placentero, con el corazón danto tumbos en su interior, porque JongIn estaba ahí, en su departamento, con su madre y su hermana.

No se había marchado, lo había presentado como su novio.

ㅡ GaBi noona nos trajo unos bocadillos y unas bebidas, ¿quieres que te traiga algo? ㅡ JongIn le dijo mientras se sentaba a su lado y KyungSoo no supo cómo expresar todo lo que sentía en ese momento.

ㅡ El novio de mi hermano es guapísimo y es millonario... ㅡ la hermana mayor de JongIn habló y al moreno se le pincelaron las mejillas de carmesí, ante el descaro en la manera de decirlo.

ㅡ No soy millonario ㅡ KyungSoo sonrió ㅡ pero agradezco el cumplido.

ㅡ Tu padre va a matarnos a todos...

ㅡ A papá no le gusta la ciudad, así que no vino... le pedí a mamá que me guardara nuestro secreto hasta que pueda presentarte yo mismo ante él. Pero dudo que lo haga.

ㅡ JongIn, tu madre te escucha...

ㅡ Mamá, sabes que te amo ㅡ JongIn se levantó de repente y se acomodó en el sillón de enfrente, para besar la mejilla de su madre que se acaloró por completo al observar el comportamiento de su hijo, tan efusivo.

ㅡ Ay hijo... qué va a decir tu novio.

KyungSoo sonrió ante la escena tan cálida y se sintió un poco más relajado. Todo lo que había llegado a pensar había quedado sepultado de un momento a otro por el propio JongIn y KyungSoo no podía creer que estuviese ahí, con parte de su familia, en su sala, siendo presentado ante ellos.

Cenaron lo que Gabi noona les había preparado y KyungSoo les insistió en que debían quedarse a pasar la noche en la habitación de huéspedes, a menos que quisieran, él mismo los llevaría a un buen hotel, aunque prefería que pasaran más tiempo con JongIn.

Al final, YooNa, la madre de JongIn, había aceptado quedarse el fin de semana completo, cosa que hizo demasiado feliz al moreno, el poder ver convivir a su madre y a su hombre de esa manera, con cortesía y con tacto. Le hacía sentirse satisfecho y contento, porque sabía que había tomado la decisión correcta.

Se lo dijo a KyungSoo, cuando se despidió de él con un casto beso en la puerta de su habitación, porque le había dicho a su madre que él tenía su propio cuarto y que KyungSoo lo respetaba junto a su espacio, cosa a la que su madre se había sorprendido y su hermana había rodado los ojos porque « quieres que te crea que no te coge don maravilloso, seguramente» pero había sido silenciada por su madre, que le reprendió con la sola mirada por haber sido tan igualada con su hermano.

Así que sí, definitivamente no habría mimos ni habría caricias por todo el fin de semana, pero las miradas llenas de un amor encendido le llenaban como si las hubiera.

ㅡ Te elijo a ti, una y mil veces... ㅡ JongIn susurró contra sus labios y para KyungSoo aquellas palabras fueron más eróticas que el que le suplicara por tenerlo dentro en una noche de calor, y sin embargo, necesitaba contenerse.

ㅡ Soy el hombre más feliz, justo ahora.

JongIn sonrió para él y se aferró a su cintura, besando sus labios gruesos una vez más.

ㅡ Oh cariño, seguramente habrá días más felices, de eso me voy a encargar.

JongIn ponía su mundo de cabeza, podía hacerlo sentir de mil maneras en un solo día y al final, en la oscuridad de la noche en aquel pasillo, con sus labios demostrándose en un pasional beso, se encontraban los dos, sumergiéndose en amor, como cada que podían.

ㅡ Eres mi elección, Do KyungSoo.

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🐧❤🐻

Notas:

El drama era necesario(?) La decisión de JongIn también :); a lo mejor no es lo que esperaban pero así lo imaginé akhdhaja

Espero que les haya gustado, los veo despuesito

besos posholatosos

🌠Ary