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02.

Harry Potter.

Desde que entré a la escuela Ron y Hermione han sido mis compañeros de aventuras. Eso todos lo saben, desde que ambos salvamos a Hermione del troll en primer año y ella se responsabilizó de todo –sin mencionar que estaba llorando por culpa nuestra –nos volvimos indestructibles.

Quizás eso contado ahora suena bastante oportunista o se podría pensar mal, pero éramos unos críos y haríamos todo con tal de no vivir un castigo de McGonagall. Así que ese acontecimiento unió nuestras vidas para siempre, hacíamos todo juntos, amigos inseparables, como las personas nos solían decir. El lazo entre nosotros se fortaleció ya que éramos todos distintos.

Yo no sabía que demonios pasaba con mi vida, la mala suerte me perseguía.

Ron era un despreocupado que sólo se preocupaba de sobrevivir a todo en el momento.

Y Hermione era la sabelotodo que estaba preparada para lo que fuera que estuviese por venir.

Nuestras vidas se cruzaron por alguna razón y de verdad que tuvimos la mejor infancia que un grupo de niños pudo tener. En un colegio mágico, resolviendo problemas, aunque esos implicaran morir o ser expulsados – como solía decir Hermione –

Mi vida fue mejor con ellos, Hermione era como una hermana mayor para nosotros dentro de la escuela, su cariño por nosotros era genuino y no le importaba tener que defendernos y sacarnos de los problemas. De cierta forma era por quien nos habíamos unido. De no ser por ella, nuestra fuerte amistad no hubiera comenzado.

Al poco tiempo comencé a darme cuenta de que a Ron le había comenzado a gustar Hermione. Era bastante evidente para mí, más no para ella. Ronald solía molestarla y prestarle más atención que a cualquier otra persona, siempre hacía caso a las cosas que ella decía y realmente yo no entendía por qué no se lo decía directamente.

Recuerdo el caos que ocasionó mi amiga cuando llegó al baile del torneo de los tres magos con Viktor Krum. Ese día todo se confirmó para mí, Ronald no podía ocultar sus celos al ver a Hermione con el búlgaro. Más no había tenido el coraje de invitarla cuando ella había estado varias semanas insinuando que quería ir al baile. Yo no la invitaría, era él quien debía hacerlo. Eso nunca sucedió y cuando el día llegó Ron obviamente lo arruinó y ambos se lo sacan en cara hasta el día de hoy.

Ron detesta que Hermione siga teniendo contacto con él. Más si supiera que han sucedido cosas aún peores creo que el tema de Viktor dejaría de importarle en lo absoluto.
Desde ahí yo mismo decidí preguntarle, que por qué no era capaz de declarársele, más después de semanas de negación, lo asumió conmigo y su respuesta fue que aunque ella le gustara, jamás le daría ese poder sobre él.

Sí, Ron suele tener esas respuestas que van contra toda la lógica que uno espera y eso hace que Hermione se salga de sus casillas. Pero hasta el momento todos podíamos vivir con eso, lo malo vino después.

Cuando Umbridge estaba en el apogeo máximo de poder como suma inquisidora, todo estaba prohibido, más en Gryffindor nos las arreglabamos para insonorizar la sala común de la casa y armar una que otras fiestas. Los gemelos metían alcohol y algunas sustancias de contrabando y siempre solíamos divertirnos, nadie decía nada, todo quedaba entre leones.

Y aquí fue cuando todo comenzó a desvirtuarse.

Yo había comenzado a coquetear con Cho Chang, nuestras miradas e insinuaciones cada vez eran más evidentes. También me dí cuenta de que Ron, buscaba pasar más tiempo con Hermione y estaban más tiempo juntos del que antes solían pasar. Él iba en ocasiones con ella a la biblioteca y percibí que quizás entre ellos las cosas iban avanzando. Me sentí realmente feliz por ellos, ya que en mi opinión, ellos deberían tener una relación, casarse, tener hijos e incluso una mascota.

Sé que ella es la mujer para Ron.

Sé que él es el hombre para Hermione.

Comenzaron las reuniones del Ejército de Dumbledore y con Cho nos habíamos besado. Pero me dí cuenta de que mi amiga no estaba contenta con eso, mencionó que aún no había pasado suficiente tiempo desde lo de Cedric y que quizas yo debería ir más lento y ver cómo se daban las cosas con ella. Y decidí hacerle caso, comencé a salir con Cho con el fin de conocerla más, pero eso implicó que Hermione se fuera alejando. Cuando lo conversamos mencionó que ella no le agradaba y que se sentía incómoda, pero que estaba feliz por mí. Yo también le aclaré que ella siempre sería más especial, ya que era la amiga más importante y la persona más significativa para mí.

Durante ese año, Umbridge nos prohibió jugar Quidditch a mí y a los gemelos Weasley debido a una riña en un partido contra Slytherin. Eso significó un golpe demasiado fuerte para mí. Por lo que nos desquitamos haciendo una fiesta y bebiendo whisky de fuego para pasar la rabia y la tristeza que sentíamos. Todo Gryffindor se embriagó, unos más que otros claramente, unos pararon cuando el cuerpo les indicó que debían hacerlo por su propio bien, como por ejemplo Neville, pero entre todos comenzamos a desafiar a Ron que siguiera bebiendo, hasta que se convirtió en un bulto que se quedó en la inconsiencia, no había problema, al otro día era domingo por lo que tendría tiempo para recuperarse. Intentamos hacer lo mismo con Hermione, pero para nuestra sorpresa ella fue sumamente hábil y resistente, por lo que aguantó todos los tragos con los que quisimos embriagarla.

Se burló de nosotros hasta que la fiesta acabó y poco a poco todos se fueron a dormir. Nosotros nos quedaríamos cuidando de Ron, era imposible moverlo a la habitación ya que despertaría a los chicos. Además debíamos cuidar que no se ahogara con su propio vómito mientras dormía.

Ella comenzó a preguntar en serio como me sentía con respecto a lo de Umbridge y con mi amiga pude ser cien por ciento sincero, le conté mis sentimientos, lo que estaba viviendo con lo de las visiones sobre Voldemort en ocasiones, entre otros. De pronto ambos nos quedamos mirando sin decir nada.

Y sucedió.

Nos besamos.

Besé a Hermione y ella correspondió a mi beso, sentí que realmente quería hacerlo, no fue un impulso de mi estado de ebriedad. Yo quería besar a Hermione en ese momento y ella también quería besarme. Y no fue un beso corto, fue bastante emocional, fuerte y pasional. Como cuando dos personas están esperando durante mucho tiempo para hacerlo y no se habían atrevido.

Nunca me había puesto a pensar en ella.

Como una chica que no fuera mi mejor amiga.

Pero sucedió y nos besamos cuando Ron, estaba borrado por el alcohol a nuestro lado.

Yo sabía que a ella le gustaba, yo sabía que a él le gustaba. Pero aún así nos besamos, no me importó besar a la chica de la que mi amigo estaba enamorado.

Después de eso prometimos que lo olvidaríamos y que fingiriamos que jamás había sucedido.

Pero no fue así.

Cada vez que nos encontrabamos a solas yo quería morder esos labios y yo quería que ella paseara su lengua por la mía. Incluso cuando el señor Weasley sufrió el ataque, nos encerramos en uno de los cuartos de la casa de los Black en Grimmauld Place para dejar que nuestras hormonas se explayaran sin cesar cuando todos dormían.

Por qué sí, debo admitirlo.

Tuvimos sexo en la casa de Sirius, cuando todos dormían. No sé que nos llevó a eso, pero cuando pude percatarme yo estaba sobre ella quitándole la ropa y ella estaba dejando que yo lo hiciera. Y para coronar mi maldito ser, no me arrepiento.

Eso sucedió en muchas ocasiones más.

En la escuela, en los vestidores, en los salones abandonados y también en la sala de menesteres. Ese se volvió nuestro lugar favorito, yo adoraba escuchar a Hermione mencionar mi nombre cuando lo hacíamos, me encantaba el hecho de hacerla mía.

Era algo que fue mayor a nosotros.

Pero un día no pudimos seguir ocultándolo. No porque nosotros quisieramos hacerlo público, no porque quisieramos contárselo a Ron o yo en mi caso a Cho.
Estábamos desnudos cubiertos por una manta en el piso mientras nos estábamos acariciando cuando una voz nos sacó de lo nuestro.

— ¿Qué demonios hacen ustedes? ¡Son unos malnacidos! ¡Eres un traidor! — gritó Ron. — ¡Y tú eres una zorra! — mencionó volviéndose hacia ella que lo primero que hizo fue coger la frazada y envolverse con ella.

— ¡Ron, puedo explicarlo! — intenté decirle.

— Todo Hogwarts se enterará de que la sabelotodo es una puta, que le coquetea a sus dos amigos y que el elegido traiciona a su novia con su amiga la ramera. — bufó, dirigiéndose a la puerta.

Antes de que pudiera salir, cayó al suelo.

— ¡Petrificus Totalus! — Hermione le había lanzado un hechizo.

— ¿Qué haces? — le cuestioné sumamente intrigado por lo que había presenciado.

— Vístete, no podemos permitir que él divulgue esto Harry. — contestó mientras se colocaba la ropa interior. Yo la imité y me vestí rápido, antes de que a otra persona se le ocurriera entrar.

— ¿Cuál es tu plan?

— Voy a borrarle la memoria y luego de eso, tú me borrarás la memoria a mí.

Eso me dejó helado, no daba crédito a lo que oía.

— ¿Estás segura?

— Sí, ambos sabemos que esto no debió pasar Harry. Esto arruinaría nuestra reputación. Yo le quiero a Ron y jamás me lo perdonaría. — comentó — Tú puedes vivir con el recuerdo, por favor, hazlo por mí. — suplicó.

— Está bien.

— ¡Tienes que prometer que no se lo dirás a nadie Harry!

— ¡Está bien, está bien! — chillé alterado, ya quería salir de allí.

Hermione se agachó junto a él y recogió la varita del suelo, la empuñó aún algo temblorosa por la situación que acababa de suceder, pero el halo blanco emergió y se dirigió hacia Ron.

— Obliviate. — susurró.

Ron jamás recordaría lo que sucedió, ella era demasiado buena en encantamientos.

— Tu turno.— dijo refiriéndose a mí.

Saqué mi varita de mi chaqueta e hice lo mismo que ella había hecho con anterioridad. Fui borrando los recuerdos de nuestros momentos juntos. Todo, esto nos convenía a ambos, tanto a mí, como a ella.

— ¿Qué estamos haciendo aquí Harry? ¿Por qué Ron está en el piso? — preguntó y esa fue la prueba de que el hechizo había funcionando a la perfección.

— Creo que ha visto a una araña y se ha desmayado. — mentí.

— ¡Ron! — le remeció, —despierta.

Hermione jamás recordaría que entre nosotros había sucedido algo.

Jamás sabría que ella era la primera chica con la que yo me había acostado y ella tampoco sabría que en realidad ella también se había acostado por primera vez conmigo.

Ron jamás sabría que todo este tiempo habíamos estado juntos, jamás sabría de nosotros, eso me hacía sentir tranquilo. Por que sí, fue genial mientras duró.

Pero nosotros éramos amigos, teníamos la amistad perfecta.

Y esto solamente había sido una pausa, ahora todo retornaba a como era antes.

Éramos de nuevo el trío de amigos inseparables.

Sin enredos, sin mentiras y sin complicaciones.

Yo me aboco a terminar con Cho, que ya me tiene harto, ellos siguen con su intento de relación.

Y aquí no ha pasado nada.

Perfecto para mí, perfecto para Ron, perfecto para Hermione.

Todos somos felices de nuevo.

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