POV Ana.

Al abrir los ojos miré que estaba en la enfermería, giré mi vista hacia todas las direcciones, nadie estaba aquí, estaba muy asustada. Me puse de pie, ya me siento mejor, solo fue un estúpido sedante, como el que me puso aquel día.

Comencé a caminar hasta la puerta, tenía tanto miedo de lo que me iba a encontrar, pero tenía que ser valiente.

Al abrirla, no había nadie, absolutamente nadie.

—Todo como me lo pediste, Danna está tirada en el estacionamiento —escuché al final del pasillo.

Mi corazón comenzó a latir demasiado rápido, inmediatamente entré a la habitación y la cerré, observé hacia la ventana, corrí hasta ella, rápido se abrió.

La puerta de la habitación se abrió de golpe, dejando ver al director Heck y a Ángel.

—¿Ángel? —pregunté confundida.

—Hola, Ana, la vida es mucho más fácil si ganas dinero sin hacer casi nada —dijo él dejando ver una pequeña sonrisa en su rostro.

—Ni se te ocurra salir —mencionó el director en tono amenazante.

Miré hacia afuera, nadie estaba cerca, creo que debí darme prisa, ahora estoy atorada aquí.

—No le tengo miedo.

Subí un pie a la ventana y después el otro, cuando estaba por irme, el director me tomó de la mano, él estaba muy enojado.

—¡Maldita, no te irás! ¡No con vida!

Hacia todo lo posible para soltarme, pero todo era inútil, él era muy fuerte.

—¡Ayudaaaaaa! —grité con desesperación.

Miré a todos lados, algunos chicos comenzaban a acercarse, por lo que no le quedó de otra al director que dejarme ir.

Comencé a correr entre toda la gente, lo único que escuchaba que decían, era que yo estaba loca.

A lo lejos miré a Hanna y a los demás, ellos miraban algo.

—¡Hanna! —grité.

Llegué hasta ellos, no me podía creer lo que veían, era Danna, ella estaba muerta, su estómago estaba completamente abierto, no puedo creerlo.

—Ella está muerta —mencionó Emily.

—Ahora lo es todo, fue el director y Ángel, ellos son los culpables, ellos maratón a Jessica —dije muy nerviosa.

—¿De qué hablas, Ana? —preguntó Hanna confundida.

—El director, él quiso llevarme cuando descubrí que quería destruir todo lo que tuviera que ver con los alumnos desaparecidos —estaba muy agitada.

—¡Dios mío! Eso es horrible —Diego no se lo podía creer.

La gente seguía mirando el cuerpo de Danna, pobre de ella, ella solo vino aquí por un sueño, superarse en alguna carrera, y ahora no podrá hacerlo.

—Ana —dijo Selena. —Manuel tiene a tu tía, vimos como Carlos la subió a un auto.

—Y no creo que sea para algo bueno —Ian me miró temeroso.

Inmediatamente comencé a buscar a Melanie con la mirada, ella no estaba con ellos, mi manos comenzaron a temblar y mi corazón cada vez latía más fuerte.

—¿Dónde está Melanie?

—No lo sabemos, salió hace un rato, no la hemos visto desde entonces —dijo Valeria.

—¡No puede ser, no pueden estar con Manuel, él querrá matarlas! —exclamé muy asustada.

—Entonces, tenemos que llamar a la policía Ana —mencionó Emily. —El director y Manuel tienen que ir a la cárcel.

Creo que es mejor, pero no sé, yo no quiero ir a la cárcel, estaba lista para confesar todo, solo que ahora no lo sé.

—Yo iré, iré a buscar a Melanie y a mi tía.

—No es lo correcto, pero yo iré contigo Ana.

Saúl sonrió y supe que tenía el apoyo de mis amigos.

—Yo también —dijo Valeria.

—Bueno, pues como yo no quiero quedarme solo, también iré —Ian comenzó a reír.

—Es mejor la policía, Ana, yo sé que no quieres ir a la cárcel, pero es lo mejor —mencionó Emily.

Decidimos ir con Manuel, aunque todavía estaba el problema del director, él tratará de huir o algo, pero mi familia es más importante, más si es la única que me queda.

***
Al llegar a casa de Manuel, todo se miraba muy normal.

—¿Están seguros? —preguntó Emily. —Insisto en que debimos haber llamado a la policía.

—Si no querías, no hubieras venido —mencionó Diego mirando mal a Emily.

—Ellas estarán bien, Ana —Hanna tomó mi mano.

Ellas deben estarlo, si no, no sé qué haré con mi vida, Jessica me hará mucha falta.

Me dispuse a caminar a la puerta, decidimos que solo yo entraría, si algo sale mal, ellos llamarán a la policía.

Toqué la puerta, los nervios cada vez incrementan más y más.

La puerta se abrió dejando ver a Manuel y Pablo.

—Me parece que ya sabes lo de tu primita —dijo Manuel.

—Vengo a suplicarte Manuel, por favor déjalas ir —caminé hasta él.

—Déjame pensarlo —dijo mientras ponía su mano en su barbilla. —No, no dejaré que se vayan, no hasta que tú te vaya a la cárcel.

Manuel me tomó bruscamente del brazo y me metió a la casa.

—Esto cada vez se pone mejor —Ariana sonrió acercándose a mí. —Aunque creí que ya estarías en la cárcel, hay una memoria con tu video en la oficina del director.

No pude ser verdad, si es así, estoy acabada.

—Lo siento, Ana —dijo Pablo mirándome con lástima.

—¡Tu cállate maldito, idiota! —grité enojada. —Ese maldito video existe por tu culpa, Manuel, tú me obligaste a hacerlo, yo no quería.

Las lágrimas querían salir de mis ojos, pero no podían permitirles verme llorar.

—Sigue así, Ana, a Manuel le gusta verte sufrir —mencionó Carlos riendo. —Que patética eres.

—¡Ana, ayúdanos! —escuché que grito mi tía desde la sala.

—Lo haré, Manuel, iré a la cárcel, solo déjalas salir.

—Pensándolo bien, no quiero hacerlo.

Manuel sonrió de oreja a oreja, lo único que quiero hacer es acabar con este hijo de puta.

—Eso es, podemos tener diversión con las tres —mencionó Ariana.

Carlos caminó hasta mí y me tomó de la mano, después comenzó a jalonearme hasta la sala, ahí miré a Melanie y a mi tía amarradas en una silla.

—¡Cumple el trato, Manuel! —gritó Melanie enojada.

Estaba tan confundida, no sabía de qué hablaban.

—¿Que trato?

—Ella quiere que te maten a ti, Ana —mencionó Pablo.

Rápido miré a Melanie, ella se miraba enojada, pero nada de esto es mi culpa.

—Así es, Ana, tu trajiste este problema a nuestras vidas, así que tú tienes que morir y nosotras vivir.

Miré a mi tía, ella solo se quedaba callada, no sabía qué hacer, ella tiene razón, este problema viene por mí, pero no es mi culpa, yo no pedí tener esta vida.

—No hay trato —dijo Manuel apuntándole con un arma a Melanie. —No de tu parte.

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Espero y les haya gustado.