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Capítulo 43. Despedida

Damien Westermann

Me acerque al estante de fotografías con Katherine siguiéndome como si cuidara de que no fuera ir a otra parte. Nina se quedó sentada porque supuso que lo mejor era que yo fuera solo al igual que Nora que tampoco fue tras Katherine y lo aprecié mucho ya que en verdad quería hacer esto por mi cuenta y de la única compañía que podía aceptar a mi lado era la de Katherine.

El estante de cristal de cuatro pisos estaba lleno de fotografías y de varias figurillas de cerámica que apostaba las había hecho Lilian, fui revisando foto por foto por suerte estaban colocadas con orden cronológico desde que ella era una bebé hasta su niñez y su edad actual. Me di cuenta que era una bebé pequeña y tan frágil, en cada fotografía salía Katherine, reconocí a Robert McGrath, supuse que debían ser cuando vivía en su departamento, después de eso aparecieron en un diferente escenario que reconocí, era el jardín de la casa y el comedor.

Lilian siempre fue pequeña para su edad, quizá se debió a su problema al nacer porque fue prematura ya que en las fotografías se mostraba de una edad pequeña a la que debía mostrar, aun así me sentí feliz de ver que las fotos la mostraban a ella en muchas partes y que en su mayoría lucía coronas de margaritas, vestidos o zapatos con la flor incrustada, ahora lo sabía, sus flores favoritas eran las margaritas.

—¿Le gustan mucho las margaritas, cierto? —le pregunté a Katherine que permaneció a mi lado, cuidando que no tomara nada.

Solo asintió, no dijo nada.

Mis ojos siguieron estudiando las siguientes fotos hasta que frené en seco en una línea de fotos donde se mostraban a Lilian y Katherine pero con otras personas que no reconocí y lo que me alarmó fue que en una de esa línea de fotos un hombre tenía cargada a Lilian y ella lo abrazaba del cuello, fui revisando si él aparecía en las demás y en efecto, no solo siguió apareciendo en algunas sino en todas las que faltaban por ver.

—Yo no puedo ser un padre para ella —repuse, clavando mis ojos en la última foto, en la que era más reciente, en esa se veía a Lilian y al hombre que la tenía abrazada y ella mostraba una sonrisa de oreja a oreja al igual que él, se veían cómodos y felices. —Pero parece que él lo está haciendo muy bien.

Katherine se estremeció, se encontró con mis ojos, hubo algo en su semblante que deseó mantener callado y oculto, tenía que hacerme a la idea de que ya había hecho su vida, era de esperarse, en estos diez años podía esperar cualquier cosa pero al tener control de mis arranques de ira esta vez la decepción y la indignación me hicieron enfadar.

—Es un vecino, se ha encariñado con Lilian en estos años y ella lo quiere. —respondió con tono indiferente, no tenía derecho a explicármelo pero lo hizo.

—No tienes que inventarte una mentira —le sugerí, frunciendo el ceño, no quería parecer molesto pero fue inevitable no hacerlo, alguien más se ganaba el cariño de mi hija y construía el corazón roto de Katherine. —Sé de lo que se trata esto, en estos diez años tuve la sospecha de que reconstruirías tu vida, que existiría alguien más, siempre creí que se trataría de Robert McGrath pero ya veo que él no era el indicado. Dime, ¿Eres feliz con este hombre?

No sabía si mis palabras habían sido muy directas pero tenía que saber la verdad, Katherine ya no me pertenecía más, la había perdido, no iba a conseguir una oportunidad con ella, porque no iba a creerme nada, para ella siempre sería un maldito enfermo, un monstruo que no merecía más que pagar el peor castigo por el daño que había hecho.

—¿Lo eres? —insistí a que contestara.

Desvió sus ojos con brusquedad, ahora con su mirada fuera de mi vista era imposible saber que era lo que pensaba o lo que ocultaba.

—¿Por qué te importaría saberlo? No te  debe interesar en absoluto mi vida privada, no es de tu incumbencia.

—Es solo una pregunta. —aclaré en tono neutro.

Traté de indagar en las facciones de su rostro cuando se atrevió a mirarme otra vez, lucía molesta y por supuesto incomoda, ella aun no decía nada pero ya estaba hiriéndome la posible respuesta. La sensación era frustrante.

—Cada mes y cada año luchó por ganarse no solo mi corazón, también el de Lilian, sabías que tarde o temprano tenía que sanar las heridas que me provocaste. ¿Qué esperabas? ¿Encontrarme todavía asustada, llorando y lamentándome por el resto de mi vida? Cada quien hizo de su vida lo que quiso, incluso tú. —miró por encima de su hombro a Nina que también nos observó y al darse cuenta disimuladamente vio hacia otra parte —Encontraste a quien también te sacará del abismo. No puedes decirme que a ella no le interesas porque serías tan estúpido para no darte cuenta.

—Eso es diferente, Katherine, ella sabe lo que aun siento por ti. Ella fue la que consiguió todo para venir a verte, el permiso del juez, incluso pagó los boletos para venir a Texas, quiso que arreglara esto que por años no me ha dejado vivir, esto que está estancado, necesito cerrar el ciclo.

—Quieres decir que ¿No me has dejado ir? —preguntó con voz perpleja, frunciendo el entrecejo, su frente se pobló de finas líneas de preocupación —¿Por qué, Damien? ¿Qué te aferra a mí? No se que más quieres, estoy cansada de esto.

—Te amo Katherine pero no vine aquí para agobiarte con todo esto, la oportunidad de estar contigo ya no existe, de eso me hice a la idea hace mucho, solo vine por la única razón que pueda quedarme en el mundo, Lilian.

Iba a refutar pero la frené antes de que lo hiciera.

—Pero sé que es tuya y lo respeto. No tengo derecho sobre ella, no puedo venir a exigirte que me dejes ser su padre cuando nunca estuve para ella, sé que tiene a alguien que hizo ese trabajo por años y no voy a arrebatárselo pero al menos si llegase a preguntar por mí algún dia, dile que aunque esté lejos, pienso en ella.

—¿Y si no lo hace? —preguntó, ahora con voz vulnerable, las líneas en su frente se acentuaron más, formando una expresión desdichada —¿Qué le voy a decir?

Sonreí pero fue una sonrisa melancólica, que mostraban la tristeza que estaba naciéndome por dentro.

—Creo que lo mejor para ella es que nunca sepa de mí, así no soy capaz de hacerle más daño. Al menos sabe que estoy lejos de ella porque estoy enfermo, si me perdona o no, prefiero no saberlo. Hay cosas que al no saberlas resultan mejor. —mi sonrisa marchita solo pudo curvarse un poco pero no lo suficiente para mostrarme complacido —Vine aquí sin saber que esperar y puedo irme al saber que tienes una vida nueva, que ella y tú viven felices y todo sin mí, la sombra de lo que les hice está muy lejos de ustedes.

Acaricie la fotografía de Lilian, la que conservaba desde el principio, nunca conocería a esta pequeña niña que se convirtió en la razón única de mi existencia, pasó de ser a mi prioridad, incluso más que Katherine, me había enamorado otra vez y esta vez juraba que sería por siempre, porque ahora era Lilian quien hacía latir a mi corazón, llenándolo de ternura, brindándole un calor abrigador, quien le daba sentido al tiempo, era algo fuera de este mundo, era el tesoro que siempre tuve y que hasta ahora fui capaz de descubrir

—Puedes llevarte otra fotografía, si quieres. Escoge la que quieras. —añadió, Katherine, interrumpiendo mis pensamientos.

—¿Puedo? —sonreí de emoción. 

Asintió una vez, aproveche que tenía permiso para tomar la que yo quisiera y acerque mi mano todavía con un poco de cautela hacia la fotografía donde estaba Lilian sobre unos patines y se deslizaba por la acera de un parque, tenía las rodilleras y un casco de color rosa, le habían tomado la foto justo cuando ella se carcajeaba.

—Yo le tomé esa fotografía —me informó ella mientras yo contemplaba la foto —Fue hace casi un año. Estrenaba unos patines que le regalé en su cumpleaños.

Seguí sonriendo, me hice una escena mental de cuantas veces debió haberse caído para lograr usarlos o las raspadas que seguro Katherine o aquel hombre habían sanado. Esos momentos preciados que yo me perdí estando encerrado y que otro estaba ganándose.

—Es una muy buena foto —enfaticé, levantando ambas cejas, no por nada me había gustado. —Se ve que disfrutó mucho de aquel día.

—Sí, fue un buen día, le gustaron mucho los patines.

—Gracias por las fotos, no esperé llevarme nada —le agradecí, viéndola un poco nervioso, esperaba que no cambiara de idea y me las quitara —Será lo más valioso que tenga en la vida.

—Sí, está bien, no es nada —respondió, titubeando un poco, no se acostumbraba a que se lo agradeciera.

—En fin, me da gusto que seas feliz, Katherine y tienes razón, es hora de encontrarle un sentido a mi vida aunque a pesar de todo, las cosas que siento por ti estarán siempre conmigo, lucharé para quitarle todas las fuerzas posibles pero dudo que desaparezcan.

—Por favor, haz lo que tengas que hacer pero lejos de nosotras, te lo pido —me suplicó desesperada, con ojos impacientes, no estaba asustada, solo quería que tomara consciencia de que todo lo que deseaba en el mundo era mantenerme lejos. —Es hora de cerrar ciclos, Damien, ya es tiempo.

Fue fácil resignarme al darme cuenta que ella tenía una vida, disfrutaba de todo lo que en años había deseado, ser feliz sin mí y yo era él único que parecía estar viviendo en el pasado, sin intención de avanzar.

—Es lo que vine a hacer, Katherine, esto es un adiós. No pienso volver pero no niego que disfruté volver a verte, perdóname por lo que te hice, es lo único que te pido, perdón, aprendí de mis errores, estoy mejor ahora, me recuperé de mi enfermedad porque en verdad estaba enfermo. Pienso cambiar y empezaré el proceso de una vida nueva, me costara tiempo pero tengo suficiente, al menos eso creo.

—¿En serio esto es un adiós? —preguntó, fijando sus ojos todavía impacientes a los míos.

Capté su respiración un poco agitada, quizá se debía a la emoción, no podía ser por otra cosa.

—Sí —susurré, no podía fingir que no me dolía decírselo, era imposible no pasar por el sufrimiento de una despedida. —No volverás a verme, sé que has querido escuchar eso desde hace mucho.

—Lo es.

—Y ahora es la verdad. Te deseo suerte en tu vida, estoy feliz por ti, en verdad lo estoy. Se que cuidarás bien de Lilian, lo has hecho excelente por estos diez años, es una niña grandiosa y única. Adiós, Katherine.

Examine su rostro que pareció romperse y me volvió para irme hacia la sala de estar pero escuche que corría detrás de mí, acortando la poca distancia que nos separaba y me frenó.

—Espera.

Me di la vuelta, estaba con los brazos cruzados, estaba reprimiéndose algo con vergüenza, se mordió los labios, estaba pensando en algo pero fue breve porque fue rápida al hablarme.

—Se que por años has querido escuchar esto también —tragó saliva, estaba eligiendo las palabras con un silencio que duró casi una eternidad —Te perdoné hace años, Damien, Lilian me enseñó a hacerlo, creo que si no la tuviera conmigo, jamás hubiera podido perdonarte.

Sin duda Lilian era única, se necesitaron minutos para que pudiera darme cuenta de eso y me hacía feliz que Katherine pudiera conservarla, ella la necesitaba más que yo, de todo lo que le arrebaté lo menos que podía hacer era dejarla vivir con su hija quien se convirtió en todo su mundo.

—Me hubiera gustado conocerla, sin duda ella es única. —admití, soltando una media sonrisa, la oportunidad de ver a Lilian se perdió pero sus fotografías eran muestra de que al menos existía, que era real y que sería más fácil amarla por el resto de mi vida —Y gracias por decírmelo, es importante para mi saber que encontré tu perdón, de verdad que lo es.

—Adiós, Damien. —se despidió, dándome la libertad de irme, ya no iba a detenerme.

Su expresión ausente e indescifrable era la última imagen que llevaría conmigo de Katherine Weber pero al menos era mejor a la última que recordaba, de esa vez que nos vimos en el juzgado, era una buena forma de remplazarlo.

—Adiós, Katherine —dije, amablemente, volviendo hacia mi camino para regresar a la sala de estar.

No esperé que fuera tras de mí porque no iba a hacerlo, no iba a esperar nada, lo que ella quería era que ya saliera por la puerta y no volviera jamás. Al fin podría hacerla feliz en algo ya que nunca me di a la tarea de poder hacerlo de la manera correcta, de una manera que no llevara de por medio una intención oculta.

(...)

Nina y yo salimos de la casa, caminamos hacia el auto, estaba concentrado en las fotografías que tenía de Lilian que no me percaté que ella estaba hablándome.

—Y ¿Qué pretendes hacer ahora? Vinimos aquí por una razón y no resultó como lo esperábamos. —se recargó sobre la puerta del piloto, cruzándose de brazos. —¿Quieres regresar?

Lo dudé, de nada servía quedarnos, no había nada que hacer, me di cuenta que no iba a poder hacer nada, ni siquiera recuperar a Katherine, no iba a interferir en su vida ya hecha, ya no iba a torturarla más queriéndola recuperar cuando el tiempo hablaba por si mismo, yo no encajaba más aquí, ni en ningún otro lado.

—Supongo que es lo mejor —suspiré con pesadez, observé de vez en cuando las fotos de Lilian, iba a ser difícil volver otra vez solo para conocerla, ya no iba a poder hacer eso, se terminó la oportunidad —No hay nada que hacer aquí.

—¿Estás seguro? ¿Y que hay de Katherine?

—Ella ya hizo su vida, es feliz con alguien más —le dije, con las palabras rasgándome el corazón —Y era de esperarse, diez años es una vida, no se en que estaba pensando cuando creí que me daría una oportunidad. No existe una posibilidad y ella tiene razón, creo que en el único lugar donde encajo es en uno donde estés tú, porque siempre estuviste conmigo.

—¿Eso fue lo que ella te dijo?

—Fue de esa manera como lo interpreté.

—Entonces, ¿Si quieres volver? —sonrió a su vez.

La mejor decisión era hacerlo, debía dejar en paz a Katherine, desaparecer en verdad de su vida. Pensé que lo mejor que pudo haber pasado a Lilian era no haber estado en casa porque seguro que al conocerme su vida no hubiera cambiado para bien sino para mal, conocer a la persona que dañó a su madre no era sano.

Nos conformaríamos con conocernos mediante fotografías porque así ninguno de los dos sufriría ningún daño. Entre más lejos estuviéramos uno del otro las cosas serían mejor aunque para mí fuese lo contrario.


¡Calmen todo! Ok Damien no conocí a Lily esta vez pero al menos tiene fotos :) jajajaja

Miren aqui lo que les puedo decir es que si la conocerá, tal vez en unos meses más cuando vuelva (si es que vuelve) aunque no lo creo porque pues Damien se resignó, bueno ¡No les diré nada! Saquen sus conclusiones, quiero que hagan sus apuestas.

¿Damien conocera a lily? 

Dejen su sí y porque o su no y porque

Quiero leer sus teorias locas jajaja.

No les puedo decir nada solo que.... ¡EL FINAL ESTA CERCA! S.O.S

Fin del comunicado.


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