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Capítulo 39. Seguridad

Katherine Weber.

Tuvimos que esperar  casi una hora para que pudieran revisar a Lilian, cuando fue nuestro turno el médico le diagnostico  una infección en el estómago que estaba produciendo su fiebre y su dolor abdominal, le recetó medicamentos y le prohibió comer golosinas y gaseosas por una semana. Antes de que nos dejara  le hablé acerca de los hematomas que ella tenía y cuando empecé a darme cuenta de sus apariciones.

Los examinó y consideró que debía ser alguna baja de hierro en su sangre, me recomendó que si pudiera le hiciera una prueba de sangre para descartarlo. Ya que estábamos aquí por supuesto que iba a hacerlo, le tomaron dos muestras de sangre y me dijeron que en unos días la tendrían lista y que se las harían saber primero al doctor.

Después de eso me sentí mucho más tranquila, al menos sabíamos que era lo que estaba causándole las molestias a Lilian, con los medicamentos ella estaría mucho mejor. Fuimos a casa esperando que Nora ya estuviera ahí.

—Mamá, ¿Cuánto tiempo se quedaría la tía Nora? ¿Le dijiste que se podía quedar en mi cuarto?

Íbamos tomadas de la mano ya casi llegando al jardín de la casa, vi el auto de Luke estacionado en mi garaje, eso quería decir que ya habían llegado.

—No puede quedarse en tu cuarto, no podrá caber en tu cama —sonreí —¿Ya te sientes mejor, te duele el estómago?

—No, estoy bien —me aseguró con una leve sonrisa.

Avanzamos, ya me urgía por llegar y ver a Nora, Lily estaba tan emocionada como yo, incluso me jalaba para que camináramos más rápido, la solté para que ella entrara primero a la casa. La puerta estaba abierta y cuando Lilian entró, Nora la sorprendió con los brazos abiertos, las dos gritaron de alegría y se abrazaron tan fuerte que Nora la levantó del suelo.

—¡Lilian! ¡Mi niña de las margaritas! ¡Estás enorme! Tenía tantas ganas de verte.—la bajó y la soltó para tocarle la cara, acariciarle el pelo, no se podía creer que diez años hubieran pasado tan rápido, yo todavía recordaba a Lilian de cinco años, el tiempo era cada vez más corto —¡Mírate! Por dios eres tan hermosa.

Lilian respondía con más abrazos, estaba segura de que no iba a dejar a Nora ni un minuto.

—¡Tía! Debes ir a mi cuarto, es grande y rosada, tiene muchos peluches y también coronas de margaritas, también tengo cuadros y plumones para colorear con brillantina. ¡Vamos!

Sobre los hombros de Lily, Nora me miró, me sonrió y por un momento interrumpimos a Lilian, yo también deseaba abrazarla, sentir que estaba aquí. Me acerque casi llorando y la abracé tan fuerte que no pude ni hablar, estaba tan feliz de que después de años pudiéramos volver a vernos, la quería mucho, era mi mejor amiga, mi hermana. Estaba cautivada por su presencia, no iba a querer dejarla ir.

—Te extrañe tanto, Nora, no tienes idea. Bienvenida —solloce sobre su hombro, esperando que Lily no me hubiera visto.

Los brazos de Nora se apretaron más a mi alrededor, duramos casi un minuto abrazadas y ella también lagrimeó pero era tan fuerte que no derramó ninguna.

—Deseaba tanto poder verlas otra vez, ya no podía esperar más. —sonrió de oreja a oreja —Yo tampoco puedo creer que este aquí con ustedes,.

En medio de la afectuosa bienvenida vi a Luke sentado en la sala de estar, sonreía igual de feliz que todas nosotras porque era el espectador de este increíble reencuentro.

—Oh dios —me limpié las lágrimas lo más rápido que pude —Ya conociste a Luke o bueno lo conocías de las video llamadas pero aquí está.

Nora le ofreció una sonrisa amistosa cuando lo vio.

—Sí, me dio un gusto conocerlo, fue muy amable al ir por mí al aeropuerto. Fue un camino muy largo.

También le sonreí a Luke cuando puse mis ojos en él, me había hecho un gran favor, eso no podía negarlo.

—Así es, hizo el favor de ir por ti porque tuve que llevar a Lily al médico, tiene una infección en el estómago que esperemos que las medicinas puedan solucionar.

Nora frunció las cejas en gesto de preocupación hacia Lilian, le acarició la cabeza y la apegó a su cuerpo.

—Yo no sabía que estabas enferma, ¿Cómo te sientes?

—Estoy mejor, tía Nora —le regaló la misma sonrisa que me dio a mí —No te preocupes, vamos, te enseño mi cuarto. Debes verlo, lo arregle muy bonito para que lo pudieras ver.

Al ver tan emoción en Lilian, ella no se pudo negar, teníamos mucho de que hablar pero sabía que Lily merecía estar más tiempo con Nora, era lo mejor, nosotras tendríamos mucho tiempo para hablar. Por lo que se fue hacia el cuarto de Lilian, ella la jalaba para que subieran las escaleras y no se quedara con nosotros pues sabía que si nos la dejaba ella podría olvidarse de ir a su cuarto.

—Vamos, tía, vamos —le fue diciendo con prisa —Tienes que ver las coronas que Luke me ha hecho, las naturales se marchitan rápido pero ha hecho unas con papel y  otras con flores de imitación, también tengo...

Conforme iban subiendo se perdía el hilo de la conversación, solo escuche el asombro de Nora cuando la escuchaba. Luke y yo nos quedamos solos, aproveche para agradecerle el detalle de ir por Nora al aeropuerto, dijo que no era nada pero yo sabía que el siguiente favor lo iba a tomar por sorpresa, existía la posibilidad de que no pudiera hacerlo, sobre todo porque no iba a considerarlo correcto.

—Am...¿Podría hablar contigo un momento?—le pedí con voz tranquila, mi rostro fue un elemento que falló rotundamente en mi plan porque sabía que no podía quitarme esa inquietud.

Como fue de esperarse me observó con mucha cautela y escepticismo, ya empezaba a sentir esa angustia que iban en aumento por todo su cuerpo.

—Claro —dijo, acompañándome hacia el sofá sin quitarme los ojos de encima.

Una vez ya sentados tuve que decírselo sin trabas ni rodeos, él ya sabía que Damien estaba libre, recordaba cuando se lo había dicho, le mostré la Tablet de Lily, él leyó todo el articulo porque yo no lo quería ni ver. Eso lo había alarmado, había instalado seguridad y alarmas por toda la casa porque al igual que yo sabía que estando libre su principal objetivo era venir por mí.

—¿Está todo bien? ¿Es algo grave?

Negué, en seguida agarró mis manos, me sentía más tranquila cuando lo sentía cerca de mí, era una forma muy buena para empezar a decirle todo.

—Sí, esta todo bien —lo tranquilice con un tono pacifico —No te preocupes, no es nada grave. Es otro favor que necesito pedirte.

Se acercó más a mí, no estaba nerviosa, lo que me tenía muy al pendiente era su reacción al decírselo, de verdad esperaba que se lo tomara a bien, que no creyera que estaba loca.

—Necesito que me consigas un arma —remarqué, alzando las cejas e inclinándome para susurrarlo —Es solo protección, no es nada más. Sabes que Lilian y yo estamos en riesgo con Damien suelto, es solo para estar tranquila de que nada malo podrá pasarnos aquí en casa.

Se petrificó, eso lo esperaba, sus ojos se abrieron de par en par, su rostro estaba aterrorizado aunque no duró por mucho su impresión, al parecer se iba dando cuenta de que era algo sensato, la situación que pasábamos lo ameritaba, Lilian y yo estábamos expuestas a un demente suelto.

—¿Un arma? —reflexionó, su voz se escuchaba aplacada y considerada, no estaba alarmado —Pero, no sabes usar un arma, Katherine, estas cosas necesitan de permisos y un entrenamiento para que puedas usarla.

—Tú puedes ayudarme a usarla, recuerdas que  tu padre  y tú cazaban cuando eras niño, se que estoy en buenas manos. Por favor.

—Pero...—dudó, lo estaba poniendo en aprietos —Era diferente, yo no usaba un arma de verdad, solo eran balas de salva.

—Entonces llévame a donde pueda conseguir un permiso y un entrenamiento para usarla. Tengo que hacer esto, Luke, se que nos proteges pero no siempre será así, yo necesito tener seguridad para Lily las veinticuatro horas del día, ella no puede estar desprotegida.

Podía sentir conforme pensaba cada vez más la situación que yo estaba en lo correcto, nadie excepto yo misma podía protegerla como debía ser, era la única que sabía los riesgos de Damien que estaban  cada vez más cerca de nosotras.

—Tienes razón, creo que es lo mejor, te ayudaré a conseguir el permiso y también se de un lugar donde podrán entrenarte. Sé que la seguridad de Lilian es importante, para mi también lo es, lo mejor es tener algo con que protegerla.

Sonreí de inmediato, apreciaba mucho que pudiera entender esta situación, seguro que pensaba que esto era una mala idea pero estábamos haciendo las cosas como debían ser, aprendería a usarla y la mantendría guardada solo por si llegase a pasar una emergencia.

—Te lo agradezco mucho —lo abracé, compartíamos algo importante y sobre todo en común, la seguridad de Lilian. —Estoy haciendo esto por ella, por nadie más, no puedo perderla, es todo lo que tengo y la defenderé con todo lo que pueda.

—Lo sé, sé que es tu deber, Katherine y te ayudaré —añadió, con tono firme al igual que su rostro —Ella te tiene a ti y a mí. No le pasara nada.

Sus palabras me habían acariciado en un toque cálido y reconfortante, éramos cada vez más los que buscaban proteger a Lily, esto me hacía pensar que mi esfuerzo por protegerla estaba surtiendo efecto, nadie la podría dañar, nadie la tocaría, ella estaba en las mejores manos y con Nora estando entre nosotros no podía pedir mejor ayuda. 

Damien Westermann

Nina habló por teléfono con alguien que desconocía, duró casi una hora completa y al colgar por fin me dio la cara, inhaló con fuerza pero su rostro estaba al menos tranquilo. Estábamos ahora en su habitación, incluso aun estábamos empapados, nos habíamos puesto cualquier cosa que estuviera a nuestro alcance, nos dejó de importar todo.

—Me acaban de confirmar la localización. —me informó, su voz era débil, casi muerta —Están en Houston, Texas, la dirección me la han mandado por correo electrónico.

No quise guardar mi sentimiento de alivio al saber finalmente la dirección de Katherine y Lilian, habían sido años de búsqueda, una década completa, me había resignado, en verdad no encontraba esperanzas para seguir adelante con esto y justo en el momento donde todo se daba por perdido, regresó esa brecha de esperanza.

—¿Qué pretendes hacer ahora, Damien? Recuerda que estás bajo libertad condicional.

La frené de inmediato, ¿Estaba acaso rompiéndome las ilusiones? ¿Qué quería decir con eso? ¿Qué no iba a poder hacer nada?

—¡¿Qué?! —se me desfiguró el semblante, estaba consternado —¿Qué significa eso? ¿Qué no voy a poder salir del país? Explícate ahora mismo porque no entiendo esto, ¿De nada sirvió la búsqueda?

Esquivó por un segundo mis ojos turbios, ya empezaba a incomodarla, la puse ligeramente nerviosa pero Nina no se iba con rodeos, era directa.

—No puedes salir del país, estás bajo libertad condicional, ¿Si sabes lo que significa, no? Esto quiere decir que de todas maneras estas bajo vigilancia.

Estaba petrificado, duré por al menos un minuto viéndola sin expresión alguna, estaba tan alterado por dentro que de un movimiento rápido le di la espalda, me apreté la mandíbula porque no quería que me viera sacando la frustración que me carcomía por dentro, quise lanzar un golpe contra la pared pero debía tomar control, sabía hacerlo.

—No puedes estar hablando en serio...—mascullé, todavía dándola espalda, apreté lo más que pude mi mandíbula, podía sentir como mi corazón quería salir de mi pecho, estaba conteniéndome tanto, todo se estaba desmoronando —Dime que no es en serio, todo el tiempo que invertí y que creí que serviría de algo se ha ido al carajo. No puede ser verdad.

—Damien, escucha —percibí cómo se acercaba a mí, con una mano intentó girarme para verla, estaba sumido en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta que ya le estaba dando la cara otra vez —La única forma de que puedas salir del país es consiguiendo un permiso del juez, necesitamos darle motivos suficientes para que puedan dártelo pero no podrás ir tú solo, tendré que ir contigo si pretendes viajar a América.

Mi desilusión paso a ser escepticismo en un corto  segundo, de repente estaba tan mezclado de sentimientos que todo era confuso.

—¿Permiso del juez? ¿Crees que pueda dármelo? Por favor Nina, ayúdame a conseguirlo, te lo imploro, es todo por lo que he esperado, esto es importante.

Estaba a punto de arrodillarme a sus pies, haría lo que fuera para poder tocar su corazón y pedirle que me ayudara a conseguir el permiso lo más rápido que pudiera, mi desesperación era descomunal, a este punto sacrificaría todo.

—Lo conseguiré, ¿Me oyes? Lo voy a conseguir —indicó, sosteniendo mi rostro entre sus manos para obligarme realmente a mirarla —Lo tendré porque mereces ver a tu hija y también necesitas ver a Katherine, es tiempo de que arregles las cosas, ya no puedes seguir con esto.

Me sorprendió tanto que ella mencionara a Katherine, entre tanta confusión y miedo yo estaba seguro de que había escuchado bien, no podía creer que lo hubiera dicho, esto no era normal en ella, no se que tramaba pero quería saber a donde quería llegar.

—¿Por qué te interesa que también vea a Katherine?

Me miró por un instante y respondió son desanimo, soltando un suspiro pesado.

—Porque...—tragó saliva, prosiguió con voz lastimosa, algo por dentro la estaba hiriendo. —Es momento de poder dejarte ir, Damien, tú no puedes estar conmigo cuando las cosas en tu cabeza no se han arreglado, no puedes mentirme, sé que cuando estás conmigo sientes algo, lo sé, te gusto, pero también puedo ver que no te tengo por completo. No puedo ser algo alterno, no puedo seguir siendo la segunda opción.

No pude descifrar más que dolor en sus ojos, quiso hacerse la fuerte pero no era una de sus cualidades, no hubo ese brillo en sus ojos, se había hundido muy profundo en ese mar azul de sus ojos. La estaba hiriendo.

—No, no es así, Nina, entiéndelo, yo te quiero —declaré con insistencia, acercándome más a su rostro —Me siento perdido si no estoy contigo, te diste cuenta, no puedo irme, no puedo dejarte porque no me sentiría completo alejándome de ti, te necesito a mi lado para sentirme bien. No soy nadie sin ti.

Se apretó los labios y meneo la cabeza, disgustada.

—No puede ser así...—la voz baja de Nina se podía escuchar tan decepcionada —Llegamos lejos, la costumbre de estar conmigo sobrepasó un límite dañino.

Estaba siendo cruel, no estaba teniendo piedad conmigo, me despedazaba, estaba haciendo polvo cada pedazo de mi corazón, sus palabras me rompían, haciéndome enfermar.

—¿Estás...diciendo que no quieres nada de mí? ¿No quieres que esté contigo? —le pregunté, sofocado por el dolor. —¿Eso quieres? Porque yo no.

Suplicaría en arrepentimiento si era necesario para no dejarla y se dio cuenta de eso.

—Lo único que quiero es que te quiero dar la libertad de aclarar tus pensamientos, Damien, si después de verte con Katherine deseas estar conmigo, de darte cuenta de que realmente puedes llegar a amarme tanto como lo hago yo, entonces te mantendré en mi vida por siempre. Si no llegase a pasar, yo estaré para ti de todas formas porque  jamás te daré la espalda.

—No quiero perderte —sollocé, acariciándole la mejilla, no quería creer que esta sería la última vez que ella me querría a su lado.

—No lo harás —rectificó con una minúscula sonrisa. —Siempre voy a estar aquí contigo. Conseguiré el permiso y los dos iremos a Texas a buscar a Lilian, no te preocupes por el vuelo, yo lo pagare, haré lo que sea para que puedas terminar con esto, te prometí que valdría la pena y es lo que haré.

En un impulso que me dio el momento, la atraje a mi cuerpo y la abracé tan fuerte, eran tantas las ganas que tenía por sentirla conmigo que no quise soltarla, me empapé de ella, fue algo que no pude controlar, quería sentirme parte de ella, que fuéramos uno solo.

—No te merezco, en serio no  te merezco —susurré, cerrando los ojos y apretando más mis brazos entorno a su cuerpo. —Eres todo para mí, significas todo en mi vida, Nina.

También sentí sus brazos encarcelando a mi cuerpo solo que su fuerza era menor a la mía pero la intensidad estaba ahí. Sentí que sonreía sobre mi hombro y mi corazón palpitó alocado.

—¿Eso puedo traducirlo como un "te amo" aunque no sea al cien por ciento?

Escondí mi sonrisa sobre su cabello, aprovechando también inhalando el aroma de su perfume de vainilla y coco que estaba muy impregnado.

—Sí, hazlo —sonreí.

Sentí que ella igual sonrió pero de oreja a oreja

—Me gusta hacerme falsas ilusiones. Contigo ha sido así siempre.

No pude evitarlo pero solté una risa entre dientes y ella igual. Duramos unos dos minutos más abrazados y aunque mi cuerpo siguiera exigiendo por Nina no podía retenerla entre mis brazos, aunque para ella tampoco fuese un problema que la tuviera a mi lado yo presentí que poco a poco algo iba a alejarme de ella y me negaba a poder dejarla ir.


Por el momento estoy  shipeando a Nina y Damien demasiado  jajaja.

Perdonen si hoy no subí capítulo doble pero creo que como he subido muchos siento que algunas personas se han atrasado en las lecturas por eso ahora iré subiendo de uno por uno y si de repente me pongo loca otra vez, vuelvo a subir doble

¡Muchas gracias por las 17k leídas! Seguimos avanzando, día a día gracias a ustedes, lo aprecio mucho. Solo quiero decirles que la historia estará yendose cada vez más rápido por la cuestión de que el final ya esta cerca, se los digo porque yo ya voy adelantada en varios capítulos. 

Hay que aprovechar los que nos quedan :( 

Los amo a todos ustedes un montón, les mando un beso gigante y un abrazo desde donde me lean. 

Nos seguimos leyendo prontito mis amores, chao. 

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