Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 46. Esfuerzo


Katherine Weber.

—Es un sociópata —me explicó Nora cuando regresamos a mi habitación, ella me relató todo lo que el psicólogo de Damien había descubierto en él con el tiempo que habían hablado, lo que descubrieron en base a sus actos y su reacción —Es una enfermedad, se puede tratar pero no hay cura para ello.

Robert también estaba presente, la habitación entera estaba en un silencio expectante, queríamos que siguiera hablando a pesar de tener un millón de preguntas.

—Las características más obvias en Damien son su falta de empatía, su poca relación con personas ya sea con familia o amigos, su temperamento fuera de control, la deshumanización con la que trata a sus víctimas y su excesivo sentimiento por tener el control. Es un trastorno de personalidad, necesitará mucha ayuda, en verdad hay mucho que trabajar con él.

—¿Qué crees que van a hacerle? —preguntó Robert mostrando curiosidad en sus ojos fijos en Nora —¿Tratarlo con medicamentos? ¿Drogarlo?

—No, se necesitará trabajar con él, terapia y quizá medicamentos solo para tratar su irritabilidad —suspiró con mucho cansancio —Damien es un caso muy complicado.

Hubo otro momento de silencio hasta que me animé a hablar, no fue difícil asimilar que Damien estaba enfermo, todo lo apuntaba desde el principio, todo tenía un origen.

—¿Será como los demás? Quiero decir, ¿Ya no volverá a lastimar a nadie si llega a ir a terapia?

Ella mostró un gesto con disimulo, podía entenderlo todo sin que necesitara decírmelo pero lo hizo de todas formas.

—No lo sé, todo depende del tiempo. Estoy segura de que la ayuda que recibirá será excelente, todo dependerá de él.

—Quizá ni siquiera llegue a pisar la cárcel, tal vez le exijan llevar un tratamiento. —añadió Robert con la voz irritada, apretándose los dientes y manteniendo sus ojos alterados lejos de nuestra vista —No puede escapar de la ley ahora, esto no lo va a salvar.

—Nadie lo sabe —continuó Nora con voz serenidad, le echo un vistazo corto al rostro contenido en furia de Robert y luego a mí, se acercó con lentitud para hablarme en secreto, evitando que Robert nos escuchara —¿Se lo dijiste?

Mi mente hizo un click repentino, si, sabía que lo preguntaría, no les había dicho a ninguno de los dos que fue de lo que hable con Damien, admiraba que respetaran mucho ese aspecto así que no hubo problema en que ella quisiera saber un poco.

—No —contesté con un hilo de voz, esbozando una sonrisa de insuficiencia —No pude.

Nora lucía esperanzada.

—¿Piensas decírselo?

Abrí la boca para decir algo pero volví a cerrarla, aclaré un poco más mis ideas antes de responder porque no quería que ella pensara otra cosa, mi decisión era definitiva, no lo sabría jamás, no estaría en contacto con el bebe ni conmigo en cuanto saliéramos de este hospital.

—No, por supuesto que no. Es mío, es mi hijo, él no tiene por qué involucrarse.

Nora iba a decirme algo cuando el toque en la puerta la interrumpió, asomamos todos la cabeza para ver de quien se trataba, era un hombre alto, cabello negro muy lacio, nariz larga y ojos tristones y piel muy blanca, lo demasiado para que pudieran verse debajo de sus ojos una ojeras muy prominentes en color purpura. Robert fue quien se levantó a recibirlo porque nosotras no teníamos idea de quien se trataba.

—Pase por favor, señor Tanner —lo invitó a pasar, regalándole el lugar que el tenía. Al ver nuestros rostros de perplejidad se tomó la molestia de presentarlo —Katherine, él es Bruno Tanner, tu abogado, él presentará todo los problemas legales y por supuesto estará involucrado en el caso cuando esto vaya a juicio.

Me alarmé, ¿A juicio? Era demasiado rápido, Damien apenas y había despertado, nada podía estar resuelto todavía.

—¿A que te refieres con el juicio? —quise saber, entrecerrando los ojos con suspicacia.

—Todavía no hay juicio —me aclaró con voz tranquila y una que otra risa accidental por mi reacción —Yo me refería a cuando llegase a pasar el juicio y también a lo de tus propiedades, ¿Recuerdas?

Di un suspiro de alivio, con todo lo que pasó había olvidado muchos detalles y me pareció increíble que Robert todavía se hubiera acordado en conseguirme el abogado que necesitaba.

—Sí, es cierto —admití con una sonrisa tímida, Bruno se acercó para saludarme con un gesto de mano para terminar con la distancia que nos separaba.

—Es un gran amigo de mi compañero —me explicó Bruno, dirigiéndose a Robert —Ya estaba enterado del caso y cuando me pidió representarte no pude negarme, estoy seguro de que las cosas irán por buen camino.

Sonreí a medias.

—Estoy segura de que sí, por el momento solo me importa saber si puedo recuperar la casa y quizá levantar un acta de divorcio.

Nora y Robert se paralizaron, no se lo había comentado a ninguno de los dos pero era algo que mantuve para mi porque lo pensé por bastante tiempo y lo decidí cuando supe que estaba embarazada, entre más lejos estuviera de Damien más podría proteger a mi hijo y quería darlo por hecho cuando pudiera divorciarme.

—Eso podemos resolverlo también —coincidió Bruno con mucha formalidad —Tendría que ir a Nueva York o llamar a unos colegas para dar pie a los tramites.

—¿Puede acelerar el proceso?

Bruno asintió sin problemas.

—Claro que sí, hoy mismo llamaré para ir comenzando con todo lo necesario.

Di una pequeña sonrisa, entre menos tiempo estuviéramos casados yo me sentía menos relacionada con él, aguardaba el momento para que pudieran darme por hecho que ya no era su esposa y empezar a romper lazos de una vez por todas.

(...)

Esa misma tarde di mi primera entrevista y mi declaración oficial a la prensa luego de casi cuatro semanas, la noticia todavía estaba vigente por lo que la cantidad de personas era grande y esperaban por hacerme las preguntas que desde semanas el país entero quería saber. Duré casi cuatro horas atendiendo a la prensa, después de que se fueron yo hablé con mi abogado, hicimos un acuerdo con lo del divorcio, los términos que se utilizarían para acelerar así el proceso como también las posibilidades de recuperar mi casa, no sabían si podrían hacerlo porque la empresa de Damien tenía políticas muy estrictas.

Al final de lo único que me preocupe fue de mantenerme lo más saludable posible, comer bien y mantenerme activa, yo sabía que era mi salida más próxima del hospital, lo hice sin problemas por al menos unos cinco días más hasta que el doctor me dio la noticia más esperada y deseada, me daba de alta.

—¿Cuándo voy a poder salir? —le pregunté con entusiasmo, obligándolo a decírmelo otra vez. No era la única feliz, también lo estaban Robert y Nora que habían estado conmigo en todo este viaje sin haberme dejado ni un solo día.

El doctor sonrió al captar mi estado de ánimo o el de todos más bien.

—Mañana mismo en la tarde, no se olvide de todos modos descansar y comer muy bien, es lo que más va a necesitar, el asunto del bebé es primordial, tendrá que venir cada mes para chequeo si es que permanecerá en la ciudad.

Eso era otro asunto, tal vez mi estancia en la ciudad se alargaría por un tiempo indefinido, mientras se resolvía lo de mi casa, mi abogado obligó a que se me permitiera un lugar donde vivir mientras estuviera aquí en el país a uno de los tres abogados que tenía Damien, yo no iba a volver a esa casa por lo que ofrecieron un departamento en el centro y yo acepté, si necesitaba estar en el país para que todo fuera rápido y sencillo entonces lo haría.

—Lo haré —admití, no podía negarlo, era de esperarse —Tal vez unas semanas más o un mes, dependerá de mi abogado.

El doctor no dijo más, respetó mucha la situación y se fue. Nos pasamos casi todo el día haciendo mis maletas, yo esperaba que Nora pudiera irse conmigo pero ella solo estaba aquí por oficio, se me había asignado gracias a derechos humanos y cuando acabara con mi terapia ella se iría, fue un golpe duro, no quería que se fuera, yo la necesitaba y mucho.

—No puedes irte, por favor —me aferré a su brazo, ella me abrazaba y yo descansaba mi cabeza en su hombro, había sido como una hermana mayor para mí, era también parte de mi nueva familia, no era tiempo de despedirme—Necesito todavía mucho de tus consejos, no puedo aclarar del todo mis ideas, además confió demasiado en ti, fuiste una gran amiga, ¿No puedes ir al menos a visitarme de vez en cuando?

Sentí su risita, podíamos durar horas hablando y yo estaba encantada de todas las cosas que me decía, era una gran terapeuta y lo más valioso que podía tener conmigo.

—Claro que iré a visitarte pero no como tu psicóloga, haz progresado excelente Katherine, fuiste una paciente muy considerada, no siempre se ven y me daría un gusto seguir hablando contigo.

Esbocé una sonrisa, al menos podía estar segura de que no iba a olvidarme y que de vez en cuando me visitaría, yo sabía que era su trabajo el haber sido tan atenta y cariñosa pero no pude evitar tomarle afecto y seguro ella a mí también.

—Nora, me preguntaba algo —le dije con voz indecisa, de repente tuve la vaga idea de saber si ella estando aquí vería a Damien —Estarás aquí todo los días cuando yo me vaya y supongo que lo verás, ya sabes su progreso y hablaras con su psicólogo para ver como esta todo.

—Eso depende —aclaró con un poco de confusión, quería ver a donde iba con esto —¿Quieres que le diga algo? ¿Un mensaje? Porque si es así puedo hacerlo porque yo de todos modos rondare por aquí pero si no me equivoco lo que quieres es que te mantenga al tanto.

Supo leer muy bien mis intenciones, odiaba admitirlo pero era lo que esperaba de Nora en mi ausencia en el hospital, baje la mirada un poco apenada pero Nora sabía como reanimarme, no le parecía imprudente que ella se convirtiera en mi "espía" porque solo así yo iba a poder seguir trabajando en el asunto del perdón que esperaba yo finalmente cediera.

—No te preocupes, te mantendré al tanto de todos los progresos que tenga, Damien —sonrió con ligereza —Solo si me prometes pensar en lo que hemos estado hablando en estas semanas.

Lo sabía, no iba a dejarme olvidarlo.

—Sí, se a que te refieres —suspiré luego la miré a los ojos para que supiera que lo tomaba en serio. —Haré lo mejor que pueda pero no puedo prometer nada.

Parecía ser suficiente por ahora, me regaló una sonrisa más grande y me tomó de la mano dándome un apretón cariñoso.

—Tómate el tiempo que necesites.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro