Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 36. Infierno

Katherine Weber.

No encontraba la forma de abrir las ventanas, estaban selladas por completo, no corría aire de ninguna abertura, todo estaba tapado y lo más extraño es que sentía que el frío se colaba de todas partes, no podía aguantarlo más, el cubrecamas era tan delgado que no daba suficiente calor a mi cuerpo, estaban frías. En el baño no corría agua tibia, era un congelador y no sabía cuánto tiempo soportaría estar aquí, las horas pasaban y yo llevaba casi todo un día en este lugar, de nada me servía gritar, nadie iba a escucharme.

Me había cansado de tanto llorar que no me di cuenta que había caído dormida por al menos unas seis horas, cuando desperté debían ser pasadas de las ocho de la mañana, el frío me despertó como fue de esperarse, me senté en medio de la cama abrigándome con las almohadas y los dos cubrecamas delgados, todo lo que estuviera a mi disposición. Pasaron más de tres horas en las que yo no sentía los dedos de mis pies, me miré las manos y tenías las uñas de un tono rosado pálido casi llegando al morado, la punta de mi nariz estaba entumecida, la fricción de mis manos contra mis brazos no servía de nada, necesitaba calor, lo que fuera pero la habitación estaba tan escasa de muebles o artículos que me sirvieran de algo, seguramente iba a querer que muriera de hipotermia o de hambre, cualquiera de las dos cosas me mataban al mismo tiempo justo ahora.

El ruido de la llave girando en el picaporte me paralizo con violencia, me cubrí con lo poco que tenía en la mano para usarlo como escudo, no sabía si mirarlo a la cara cuando entrara o fingir que no escuchaba que recién entraba, fije mis ojos en un punto ausente de la habitación sin pretender decir o hacer algo. Al entrar cerró la puerta y de reojo me di cuenta que se había quedado parado, estudiándome por un tiempo prolongado.

El olor a café humeante me perforó la nariz, podía sentir la calidez de la bebida cubriéndome la garganta, calentándome al recorrer por mis venas, inclusive la ligera pizca de la leche de almendras era perceptible. No iba a doblegarme, iba a permanecer firme sin mirarlo porque no iba darle motivos aunque me provocara.

—Supongo que no habrá problemas que está sea la habitación que escogí para ti —comentó con voz casual, desenfadada, escuche que sorbía del café una y otra vez —La preparé ayer, fue mera casualidad que la estrenaras ese día.

Seguía sin decir nada y eso lo alentaba a hablar más.

—¿Sabes una cosa? Me parece gracioso que después de lo mucho que odiabas a McGrath no ibas a querer tener nada que ver con él —hizo una pausa para sacar algo de su bolsillo, le dio un vistazo y camino hasta ponerse en frente de mi cama, interponiéndose en el punto ausente que tenía en la mira —Encontrar esto entre tus cosas me hizo reír porque lo despreciabas tanto como yo y de repente ahora ya eres su espía. Tuve suerte de que lo despidieran mucho antes de que abrieras la boca

Tiró sobre la cama la tarjeta de Robert McGrath, esta cayó cerca de mis pies y de nueva cuenta fingí que no me daba cuenta de nada aunque por dentro mi corazón se marchitaba a causa de la poca esperanza que me quedaba para salir de aquí, no iba a alcanzar a venir a tiempo, estaba perdida. 

—¿Qué le contaste? Me supongo que todo, ¿Verdad? Me refiero a lo de las fotografías, todas esas mujeres debieron ser desconocidas para ti porque nunca supiste de dónde venían ¿Y sabes porque? Por una sencilla razón, jamás fui sincero contigo, todo fue una maldita obra en escena para mí, desde hace tiempo supe que era muy buen actor porque todas caían, siempre tuve que interpretar a una clase diferente de hombre enamorado y aun así fue sencillo, ¿También quieres saber porque? El dinero, eso lo hacía más sencillo.

Se detuvo brevemente para beber de su café, dando pasos cortos por la habitación y hablando con tanto elogio para si mismo que me enfermaba más de lo que decía.

—Todas eran tan estúpidas, tan inocentes y fáciles, se vendían por necesidad eso lo sabía pero su ambición las cegó por completo porque no sabían con quien se metían, si tan solo hubieran puesto más atención hubieran huido a tiempo pero ninguna de ellas fue inteligente, no era para nada su caso, inclusive yo creí que podías ser la excepción pero te viste tan atrapada en lo que yo te ofrecía que caíste tal y como quería.

Había un temblor en mi respiración, mi cabeza estaba turbia, no estaba clara por lo que deje de escuchar un poco lo que me confesaba, no tenía forma de escapar de los miles de recuerdos que me iban lloviendo con rapidez, esos flashback que me martillaban con desconsideración.

—Tengo que admitirlo —añadió con una risa cínica —Fuiste una de las que más llamó mi atención de las cuatro, tuviste una clase de atracción que no había pasado jamás en todo mi tiempo de casería. No iba a dejar que te escaparas de mis manos así que mi papel de enamoramiento tenía que ser muy real, por supuesto que no iba a durar para siempre y menos con las grandes estupideces que hiciste. ¿Embarazarte? Eso colmó mi paciencia y no era mucha.

Los latidos de mi corazón se frenaron, no pude más y mis ojos corrieron hacia su rostro que tenía la expresión más insoportable, estaba fascinado, la chispa de sus ojos cubrían toda su pupila, le emocionaba tanto decirme todo esto, le gustaba jugar con mis sentimientos, con mi pena y mi humillación.

—Esa maldita escoria arruinó por un momento mis planes así que tuve que deshacerme de él igual que con tu madre.

No podía soportarlo más, escuchar todo esto tan inmóvil y ausente me enojaba tanto pero me entristecía más el no poder haberlos salvado a tiempo por mi enamoramiento estúpido y cegador que me había ensordecido ante todas las alarmas de advertencia que sonaban tan fuerte a mi alrededor. ¿Cómo llegue que llegara tan lejos? Este hombre estaba enfermo, desquiciado y yo era la presa mayor, la que reservó hasta el final. Se había metido con lo que más amaba, con lo que me quedaba en el mundo y lo había perdido para jurarle amor eterno a un monstruo.

—Todo se hizo a mi manera —dio un sorbo más, seguía con ese tono levemente entusiasmado al relatarlo todo. —Yo sabía que tu madre era un estorbo, me deshice de ella en cuanto habías aceptado casarte conmigo, igual que con tu ex novio, le mande dar una golpiza para que no te molestara y tú no pensaras en el todo el tiempo —soltó un suspiro cansado —Son tantas cosas que deberías saber pero supongo que no vale la pena, no tienes nada porque vivir.

Una ira que no supe controlar se apoderó de mí cuando rió como si le hubiera contado un chiste, se había metido con mi madre y con mi hijo, los había asesinado a ambos y no iba a quedarme con los brazos cruzados, fui paciente por mucho tiempo y en este momento toda su confesión me entregó un valor que iba a aprovechar para acabar con él.

—No me case contigo por amarte, Katherine —repuso con un ligero encogimiento de hombros —Nunca te ame, jamás me preocupe por ti y lo que menos quiero es cuidarte, porque solo mira esto, lo responde todo. Tu sufrimiento será para mí la satisfacción de haber fingido tanto.

Trague saliva con dificultad, pensando en el pequeño e inofensivo bebé que había muerto a manos de su propio padre, todo fue una actuación, toda esa fantasía de traerlo al mundo con las mejores oportunidades y una vida llena de amor a nuestro lado me destruyó, era una farsa.

—Ni a tu propio hijo...—susurré a duras penas con un dolor agonizante en el estómago.

—¿Pensaste que eso me detendría? ¿Qué me ablandaría el corazón? —se carcajeo tanto que la ira se acumuló en cada rincón de mi cuerpo listo para encontrar la chipa que le diera proyección —De hecho lo hizo más interesante, no iba a permitir que lo trajeras al mundo, lo aborrecía, lo odie desde que supe que vivía en este mundo y si no moría a manos de un simple veneno yo mismo lo mataría, a los dos juntos si era necesario.

—Eres un maldito...un maldito...¡Eres un maldito enfermo! —salté de la cama hacia su dirección y lo golpe en la cara, se desconcentre un poco, había logrado rasguñarle la cara pero era mucho más alto y fuerte que yo que de un solo golpe me tiro al suelo, después me dejó caer el café restante que estaba caliente en el cuerpo lo que me hizo lanzar un quejido, me dio una patada en el costado y me bofeteo otra vez.

La garganta se me cerró, no pude recuperar el aliento que había salido disparado de mis pulmones por la siguiente dosis de patadas que me dio sin parar en el estómago, luego me tomó otra vez de los cabellos y golpeó mi cráneo contra el piso de madera tres veces, lo que me dejo inestable.

—¡Vuelves acercarte a mí y te mato! ¡Me oíste! ¡Mierda! Todas son iguales, ninguna de ustedes puede pensar, todas están tan jodidas que no tienen cerebro.

—Mátame...—lo desafíe, escupiendo un gargajo de sangre de la boca, todavía con el rostro pegado en el piso helado, lo hice para que la inflamación de mi cara se detuviera —De una vez, ¿Qué eso no fue lo que quisiste? Aquí me tienes, termínalo de una vez.

Creí que iba a golpearme, que me mataría aquí mismo pero en lugar de eso soltó un gruñido, igual al de un animal salvaje, su pecho se inflamó de pura frustración, subiendo y bajando, me contemplaba con mucho coraje a pesar de no estar viéndolo yo lo sabía, eran cuchillas pequeñas clavándose en mi cuerpo y se detuvieron cuando me dio la espalda y salió de la habitación.

Estuve ahí recostada cómo como si no se hubiera ido, más tarde comprendí que mis palabras debieron haberlo molestado pero no al grado de golpearme, más bien como si se peleara contra el mismo por una decisión que no podía tomar, quise saber por cuanto tiempo tardaría en decidir y si era suficiente para lograr escapar de este infierno.



Chicas no se que le pasó a Wattpad en estos días  porque yo subí capítulo y no me salía la actualización y tampoco las notificaciones, se cayó como tres veces y eso que a mi todavía me está fallando, no se a cuantas de ustedes les está pasando lo mismo, porque a mí si.

Ya llegamos a las 18 mil leídas!!!!!! No se que puedo hacer para recompensarlo <3 Soy todo oídos jajaj.

Besotes enormes gigantes desde donde me lean :) 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro