Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 33. Pruebas


Katherine Weber.

La habitación estaba en tinieblas, en una oscura, criptica y gélida oscuridad, no quise entrar ahí, el silencio era perturbador, mi corazón latió tan fuerte que el peor presentimiento se instaló en mi pecho, no debía hacerlo pero ya había dado el primero paso y no iba a dejar ir la oportunidad. Entré y busque por la pared algún interruptor de luz que me diera más visión, las cortinas gruesas tapaban cualquier fuente de luz que lograra entrar por la ventana y eso me decía que esta oscuridad era a propósito.

Encontré uno y lo presione, se encendió una lámpara de noche que apenas daba luminosidad, traté de examinar todo lo que pudiera, la habitación era de un tamaño mediano, no tan grande como el nuestro pero si igual de elegante y cómodo, no había nada fuera de lugar, todo estaba limpio, tal y cómo si la habitación nunca se hubiera estrenado o usado. El olor a humedad se intensificó cuando me fui acercando a la cama y a la mesita de noche donde estaba la lámpara, busque por el piso y di varios pasos alrededor de la cama pero nada llamaba mi atención, quizá en los cajones podía haber algo.

Me arrodille frente a la mesita de noche y con los guantes que llevaba en la mano abrí el cajón, la mesita era de madera así que al deslizarlo produjo un poco de rechinido, rápidamente verifique lo que había adentro y encontré un portarretrato de plata pura, la giré para ver la fotografía y vi que era una mujer rubia de cabello muy largo, de unos veinticuatro años, ojos verdes, nariz respingada, pómulos pronunciados y leves pecas sobre las mejillas y el puente de la nariz, parecía estar en una playa, sentada sobre la arena. ¿Quién era ella? Intenté abrir el portarretrato para ver si tenía fecha o nombre, creí que no encontraría nada pero no fue así, su nombre estaba escrito en letra cursiva con plumón negro, correspondiendo al de Sara Robinson.

Guardé todo como estaba, posicionando el portarretrato en su lugar muy bien, salí de puntillas para no marcar mis pisadas y cerré la puerta con la técnica que había aprendido, tardé más de la cuenta pero cerró a la perfección, después corrí a la segunda puerta porque sabía de qué se trataba esto, estaba segura de que habría otra fotografía en aquella habitación.

Intenté abrirla, tuve más problemas porque no tenía control de mis manos pero lo hice, busque el mismo interruptor y otra lámpara de noche se encendió, maldita sea, joder, la habitación era una réplica de la primera, todo estaba igual. Corrí a la mesita de noche y abrí el mismo cajón, otro portarretrato, esta vez se trataba de una mujer castaña, ojos pequeños en color azul, nariz recta y hoyuelos, parecía estar en una habitación de hotel, posando en un balcón, su nombre era Elissa Woodstock.

No puede ser, no quería encontrar relación a lo que alguna vez Robert McGrath me había dicho con estas dos mujeres, no recordaba el nombre de la mujer que desapareció y que habían vinculado con Damien, necesitaba saberlo y también si era una de las dos restantes que me faltaban por descubrir.

Lo único que pude pensar en ese momento fue en Robert McGrath, él iba a hacer el único que iba a poder ayudarme a llegar al fondo de esto porque era seguro que yo terminaría en uno de aquellos cuartos, que preparaba uno para mí y que mi sentencia sería muy pronto. Me aseguré en dejar todo como estaba, corrí hacia el segundo piso donde estaba la biblioteca, tome un diccionario y baje al vestíbulo.

Iba a llamarlo, lo buscaría y le pediría que me lo contara todo, necesitaba saber que tramaba Damien, aquellas mujeres no eran simples antiguas novias, todo debía tener una razón y yo la descubriría con la única persona que quiso mostrarme el verdadero rostro de Damien. Llame a la operadora para hacer una llamada de larga distancia en lo que subía a mi habitación, recordaba la tarjeta de Robert todavía en mi bolso, como la operadora hablaba en griego tuve que usar el diccionario de idiomas y tratar de entablar una conversación sencilla, no tenía dominio del idioma y no sabía si lo pronunciaba bien pero hice mi mejor intento, le dicté el número y para gran alivio comenzó a sonar el tono de llamada.

Cinco segundos fueron para mí una hora entera cuando la voz masculina de Robert sonó del otro lado de la línea, casi me ponía a llorar.

—¿Hola? ¿Katherine?

Debieron haberle dado mi nombre cuando le pidieron recibir mi llamada, no pude hablar, el alivio me embargó.

—Robert, necesito de tu ayuda, por favor. —suplique con voz baja, de nueva cuenta estaba paranoica, pensaba que Damien estaba en todas partes —Siempre me dijiste la verdad, no debí haberte ignorado, tenías razón, él trama algo, vi fotos de dos mujeres y estoy segura de que la foto de esa mujer que dijiste que tenía que ver con Damien está ahí.

—¿Miranda? ¿La foto de Miranda?

Miranda, Miranda, traté de grabarme su nombre en la cabeza.

—Sí...Él me tiene amenazada, necesito que me ayudes por favor, creo que tuviste razón, pudo haberle hecho algo a Miranda y a dos mujeres más, tiene cuatro habitaciones prohibidas, entré a dos de ellas y dentro estaban las fotografías de dos mujeres —comencé a temblar, solloce porque podía imaginar mi foto en el cajón de la habitación que preparaba para mí —Se ha vuelto tan dominante, ayúdame por favor.

Hubo un silencio de su parte, me desesperé, quizá no me creía, tal vez pensaba que yo estaba enloqueciendo o quería dejarme morir por haberlo ignorado todo este tiempo, su forma de hacerme pagar era dejarme aquí sin posibilidad de salir.

Quise gritarle, pedirle con todas mis fuerza que no me dejara.

—Katherine —hizo una pausa, su tono en disculpa me decía que había un impedimento —Ya no soy detective, me despidieron por culpa de Damien, ya no soy capaz de mostrar pruebas contra él y estando tan lejos me es imposible.

—No, no —mis manos junto con mis piernas temblaron tanto que tuve que encontrar un lugar para sentarme, era un temblor exagerado, donde tu cuerpo sabe que todo anda mal y que no puedes arreglarlo —Por favor, Robert, necesito de tu ayuda, estoy segura de que él tuvo que ver con la desaparición de Miranda, Damien oculta algo, las cosas cambiaron, siento que estoy en peligro, me ha lastimado, por favor, eres mi única salida.

—Sé que me necesitas, Katherine y pienso ayudarte pero como ahora no tengo autoridad será difícil. Yo sabía que él tramaba algo, hace tiempo vi el caso de Miranda, Damien para ese entonces me daba mala espina y cuando llego el caso del fraude aproveche para ver en que más podía estar involucrado. Estoy seguro de que te lo dirá tarde o temprano, lo de tu madre fue una señal contundente de que te alejaras de él.

—¿Mi madre? ¿Él mato a mi madre? —empecé a pensar en los momentos en los que Damien me apoyó, no podía imaginar una satisfacción en él por haberla matado aunque le convenía bastante que mi madre se fuera, ella lo odiaba y jamás me hubiera casado con él si ella se hubiera negado y tampoco me hubiera permitido venir hasta acá. —¿Cómo...?

—No lo sé pero estoy seguro de que él estuvo implicado, no puedes quitarme la idea de la cabeza. Necesito que me digas los nombres de las mujeres que encontraste en la habitación y su descripción, veré si un amigo puede ayudarme ya que no puedo tener acceso a documentos privados ni tampoco en el historial de Damien.

Todo fue tan rápido, le di la información casi en tres segundos porque no podía borrarme los nombres ni las características de esas dos mujeres, nada podía quitarme de la mente lo que pudo haber pasado con ellas.

—De acuerdo, ahora escúchame bien, necesito pruebas contra él para iniciar un trámite de detención y mandarla a las autoridades del país en donde están, yo no puedo ir y detenerlo por mi cuenta, me tomara tiempo pero no quiero que te desesperes, sé que puedo encontrar pruebas que lo incriminen esta vez.

Refrené mi llanto, no quería escuchar que tardaría en ayudarme, no sabía si esto se iba a poner peor, su ayuda era inevitable y era con lo único que contaba.

—¿Cuánto tiempo? —un presentimiento me decía que no estaba a salvo.

Suspiró.

—No lo sé pero debes prometerme que en cualquier situación difícil yo estoy trabajando para ir a ayudarte y si consigues más información no dudes en decírmela, es muy valioso para mí. Acabaremos con él, debemos ayudarnos.

—Trataré de conseguir más información —le prometí, mi palabra estaba hecha.

—Lo sé, yo también haré mi parte —y el dio la suya.

Quería decirle que más necesitaba saber cuándo escuche la alarma de la casa desactivarse y la puerta del umbral abrirse, la ráfaga de aire congelante silbó cuando entró a la casa y bailó por escasos segundos que duro abierta. Era él, había llegado.



¡¡Chiquillas!!....FELIZ AÑO!!!!!!!!!!!!!!!!! Les deseo lo mejor este inicio de año con mucha salud y felicidad, espero que se cumplan todos los propositos del año pasado :)

Muchos abrazos y besos, las quiero mucho porque me han brindando el mejor apoyo de todos

Gracias por leerme siempre que pueden <3 

Dedicado a....NewGirlBlueJones (prometo etiquetarte como debe ser en el siguiente capítulo, no se porque no me dejo incluirte en el capítulo de hoy) 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro