El viaje no fue muy tedioso más bien Alex no se dió cuenta de que habían aterrizado hasta que la azafata le despertó, se levantó, busco su maleta y fue hasta la salida. Nada más que puso un pie afuera vió un gran cartel con el nombre de David Cold y supo que ese era su transporte.

-¿Es usted la señorita Alexia? -dijo el chofer, al ver que ella asintió, sonrió -El señor David la espera, vamos.

Solo lo siguió sin decir ni una palabra, en todo el viaje tocaba su brazalete estaba nerviosa eso era más que evidente. Si bien no sabía a donde la llevaban, se sorprendió al ver que el auto se detuvo delante de un gran edificio que con solo ver la entrada se podía ver que era solo para personas con dinero.

-¿Qué hacemos aquí? -preguntó confundida -Pensé que veríamos a David.

-El señor David vive en uno de esos apartamentos -dijo el chofer -La esta esperando en el último piso apartamento 102.

-Mis maletas.. -pero fue interrumpida.

-Se quedaran conmigo, después de todo me encomendaron ser su chofer personal -miró el reloj -Yo me encargó de todo.

-De acuerdo - "qué chofer más raro", se dijo así misma.

Entró en aquel lugar y se podía ver el lujo en donde quiera, se sentía fuera de lugar y quería irse de ahí lo más rápido que pudiera. Subió al elevador y el chico de la cabina presiono el botón por ella. El pasillo era ancho y su puerta era la última del pasillo, tocó el timbre y esperó a que le abrieran.

Al oír el cerrojo de la puerta, se acomodó la ropa y en su mente fantaseaba con la idea de que su viejo amigo la recibiría con una sonrisa pero el hombre que abrió la puerta solo la miró con indiferencia y la invitó a pasar.

Impresionada por el espacio y lujo, se sentó en uno de los sofás mientras miraba todo -Pensaba contactar contigo pero te me adelantaste.

Con una expresión seria se sentó frente a ella -Hace años tú y yo hicimos un trato, ¿que significa esto? -y tiró las fotos que tenía en la mano sobre la mesa.

Las miro curiosa, eran fotos de ella y antes de que él se creara una idea equivocada le mostró las fotos que le habían mandado a ella -Me mandaron estas por un paquete anónimo, quedé tan sorprendida como tú.

-Llevo días recibiendo correo basura que dicen Secreto y luego me mandan tus fotos -se masajeo la sien -¿No le dijiste nada a nadie verdad?.

-¡Por supuesto que no!, porque arruinaría mi vida diciendo algo como eso -dijo molesta -Alguien descubrió que nos conocíamos.

-Eso es imposible, la ciudad en la que nacimos ya no existe y cada uno hizo su vida -se fijo bien en su rostro -Y el tiempo ha pasado por nosotros, somos muy diferentes de aquellos niños.

-¿Qué vamos a hacer? -se quito la chaqueta dejando a la vista la pulsera -Se me presento una oportunidad de trabajo con una editorial de aquí pero no pienso quedarme por mucho tiempo.

-Veo que no lo has perdido -dijo mirando el brazalete -¿Has dicho editorial?.

-Soy escritora en línea -dijo orgullosa -Pero ahora empezarán a publicar mis libros y si todo va bien se venderán en las estanterías dentro de poco.

-Siempre te ha gustado leer y escribir -miro al techo -En cambio yo era muy malo para eso.

-Pero ahora eres dueño de una de las agencias de viajes más famosa del mundo -sonrió -Te has vuelto muy famoso.

-Yo...te debo una disculpa -dijo arrepentido -A decir verdad, pensé que todo esto era un plan tuyo para chantajearme.

Lo que dijo la ofendió y la lastimó grandemente, por lo que cuando la palma de su mano golpeo el rostro de él, fue que se dió cuenta de que se había levantado por impulso -¿Por quién me tomas?. Cumplí nuestro trato al pie de la letra y si no fuera por todo esto -dijo señalando las fotos -Seguiría lejos de ti.

-Me lo merecía -masajeo su mejilla lastimada -Tu fuerza física sigue siendo impresionante.

-Y tú sigues siendo un gilipollas que merece una golpiza de vez en cuando -se sentó -Aunque a decir verdad, empecé a tomar clases de defensa personal y karate.

-Eras un matón en ese entonces y ahora estas peor -vio que ella levantó el puño y eso le trajo recuerdos -Era broma, no me golpees.

Pasado

-¡David si no bajas del árbol ahora mismo, te juro que lo vas a lamentar! -gritó Alex desde el suelo.

-¡Ni de broma!, se que me vas a golpear nada más que baje -le saco la lengua -Eres peor que un matón.

-Ahora si que te vas a enterar -trato de escalar pero su pie resbalo y termino en el suelo -¡Ay!.

Asustado se dejo caer a su lado -¿Estas bien?.

-Todo por no querer bajarte -dijo molesta -Me dan ganas de..

-Ya ya, no me golpees -dijo mientras la ayudaba a levantarse entre risas por parte de ambos.

Presente

-¿Qué hiciste con el dinero? -la miró curioso.

-Una parte está en el banco y con la otra me compré una casa que comparto con una amiga, una moto y el resto lo utilizo en gastos pequeños -trato de recordar si había comprado algo más pero no le vino más nada a la mente -¿Y tú?, ¿lo gastaste en crear la empresa?.

-Invertí una gran parte en ello y valió la pena -sonrió -Esto me ha devuelto el triple de lo que invertí.

-Mira que eres fanfarrón, aunque a decir verdad siempre fuiste el inteligente -admitió -Yo era la de la fuerza bruta.

-Y por eso eramos invencibles -por un segundo una leve sonrisa cruzó por sus labios, para luego volver a su expresión seria -A partir de ahora estaremos pendientes de lo que hace el otro.

Se levanta y anota un número en un papel y se lo extendió. Fue a la cocina, cogió una cerveza y se sirvió un vaso de agua.

-¿Que prefieres? -dijo poniendo ambas cosas delante de ella.

-Antier bebí como si el mundo se fuera a acabar así que me quedó con el agua -cogió el vaso.

-Entonces eso me deja la cerveza -se dió un trago -El número que te dí es solo para llamadas privadas así es más seguro para hablar de nuestros planes.

-¡Casi se me olvidaba!, la editorial debe estar esperando a que vaya -dejo el vaso y se levanto.

-¿En donde te quedaras? -preguntó de repente David.

-Todavía no lo sé, creo que ellos me asignaran una estancia.

-¿Y porque no te vienes a vivir conmigo? -sugirió de repente.

-¿No crees que eso solo traerá problemas? -cruzo los brazos.

-Para nada, si la persona que esta haciendo esto nos esta acechando lo mejor será que estemos unidos -asintió -Además de que tengo un cuarto libre y solo será hasta que te vayas.

-Mirándolo de esa forma, no es mala idea -entre aliados nos cuidamos o por lo menos un arreglo temporal.

-Pediré que suban tus maletas en lo que vas a tu trabajo -dijo tranquilo -Nos vemos en la cena ya que tengo una reunión dentro de poco -fue hasta la meseta y cogió la tarjeta -Toma, estoy seguro de que llegaras primero que yo.

-Vale, pero igual necesitaré la mía propia -dijo mirando la puerta.

-De eso me encargo yo -dijo mientras le daba una palmadita en el hombro a Alex.

Con todo arreglado, Alex dejó el apartamento y le pidió a su jefe que le mandara la ubicación de la dichosa editorial. La ubicación curiosamente se encontraba muy cerca del edificio de David, esperaba estar equivocada pero estaba casi segura de que su amigo estaba vinculado.

-Buenas, tengo una cita con la señora Smith -dijo en la recepción.

-Sí, la está esperando en su oficina en el segundo piso -dijo la recepcionista.

-Gracias -el lugar solo tenía dos plantas eso sí, bastante acomodadas y con glamour.

Subió las escaleras hasta el segundo piso y una mujer con una gran sonrisa la esperaba en la puerta de una de las oficinas.

-¿Es usted la señora Smith? -pregunto dudosa.

-Soy yo, es un gusto conocerla señorita Alexia Cold -dijo la mujer sonriendo.

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