Capitulo 16
Su hermano estaba dando más problemas que cuando estaba supuestamente "muerto", o eso pensaba Mike. Miles de documentos se encontraban en su escritorio y no podía estar más cansado, si realmente Máx aparecía, sus negocios y posición corrían peligro. Cuando su padre y hermano desaparecieron dió por perdido todo vinculo que los ataba, aunque siendo sincero no era la gran cosa, sin embargo el dinero que utilizo para seguir adelante, además de ser robado era la única herencia que dejo su padre.
-Pase -dijo al oír un toque en su puerta, la mandíbula casi se le cae al ver a David -¿Que te trae por aqu..?.
-Deja la cortesía Mike, tu hermano acaba de secuestrar a mi mujer y te juro que cuando lo encuentre, ¡lo voy a matar! -dijo furioso.
El hecho de que David dijera que Alex era su mujer le llamo la atención, pero no quiso hacer comentarios -¿Y yo que tengo que ver en esto?, no, a ver, primero que todo ¿como supiste que Máx era mi hermano?.
-Alexia me lo dijo, también se que no quieres que tu hermano vuelva a aparecer porque tendrías que darle la mitad de todo -sonrió -Trabajemos juntos, ambos nos beneficiamos.
-Veo que has investigado otras cosas por tu cuenta -se paso la mano por el rostro -¿Qué debo hacer?.
Alexia había quedado en shock tras la confesión del hombre que le había capturado. Todo este tiempo, ¿Máx seguía enamorado de ella?, si todo fuera diferente estaba segura de que eso le hubiera conmovido...pero claro, la verdad era que estaba encerrada en quien sabe donde con un psicópata. Máx solo la miraba embobado mientras ella pensaba en como poder escapar de esa situación.
Volvió a levantarse pero esta vez con una actitud dócil -Oye Máx, ¿en donde estamos? -se acomodó el pelo detrás de la oreja -¿Me lo puedes decir?.
Contento con esa nueva actitud, fue hasta donde estaba ella y paso su brazo por encima de su hombro dejando descansar la navaja al lado del cuello de Alexia y así evitar algún intento de huida por parte de ella.
-Si prometes ser una buena chica, te daré un recorrido -acercó su nariz a la cabeza ajena y aspiro su aroma a shampoo de uvas.
Conteniendo su repulsión, trato de mantenerse serena y relajada -Lo prometo -lo miro, y casi da un brinco al sentir el filo del arma en su piel -¿Vamos?.
-Si.
Nada más cruzar la puerta se encontraron con unas escaleras que daban a un piso superior, lo que confirmo lo que pensaba, estaban en un especie de sótano y por ende era crucial salir de ese lugar.
"Perdóname Roni, te prometo que regresare por ti", se dijo así misma.
El siguiente cubículo estaba totalmente vacío y solo había un elevador a pocos metros de ellos. Con Máx a su lado, subieron al ascensor y algo muy curioso sucedió, el piso en el que estaba estaba enumerado como: -1, dando entender que era un sub-nivel.
-¿Te diste cuenta? -dijo él, con una cara curiosa.
-Estamos bajo tierra -respondió muy segura.
-Eso no es lo más importante de este lugar -y una carcajada se escapo de sus labios -Ya quiero ver tu expresión.
Dicho eso, las puertas se abren en el piso 3, que era el último. El término "espacioso", se quedaba corto para esa habitación, el elevador hacía la función de puerta por lo que al poner un pie afuera de este, ya estabas dentro de semejante espacio. Se podía ver todo el exterior debido a los cristales que iban desde el suelo hasta el techo, dejando una vista panorámica y una luz casi cegadora.
Casi atraída por la vista, camino hasta las ventanas y puso una mano en ellas.
-Este es mi lugar favorito -confeso Máx, al ver que ella lo miro, él sonrió -Porque aquí te conocí.
Abrió los ojos por la sorpresa, miro de nuevo hacia afuera y casi su corazón se parte en dos, estaba de nuevo en su hogar, en su viejo pueblo de ahí el sentimiento nostálgico que tuvo al ver el exterior. Estaba atrapada en donde empezó todo, sin un plan y sin David a su lado.
-¿P-Por qué estamos aquí? -tartamudeo por un segundo.
-A Denisse le pareció un lindo gesto -dijo como si fuera obvio -Compro todas la parcelas del pueblo, las cuales no costaban mucho debido a que muchos ya se habían ido y solo quedaban las casas vacías.
-¿Lindo gesto? -repitió asqueada -¿Qué hay de lindo en traernos de nuevo aquí?.
-¿No es lindo morir en el mismo lugar en donde naciste? -le tomo la mano a Alex -Pero no tienes que preocuparte, no dejare que nada malo te pase.
Su forma retorcida de "amar" y "proteger" no la dejaba para nada tranquila -¿Donde está Denisse?.
Él no tuvo que responder, ya que la señora Smith o mejor dicho Denisse, entro en ese momento.
-Estoy aquí querida -dijo con tono sarcástico -Gracias al amor enfermizo que te tiene Máxwel, tuve que adelantar algunas cosillas de mi plan.
-¿Quien demonios eres realmente? -intento acercarse a ella, pero Máx le detuvo.
-Lo siento, pero no puedo dejar que le hagas daño -se disculpo Máx.
-Veras Alexia, solo te diré que tengo el poder suficiente como para hacerles la vida miserable.
-¿Entonces porque has ayudado a David todo este tiempo? ¿no era mejor destruirlo cuando no tenía nada? -y de repente un pensamiento paso por su cabeza -Querías que sufriera -murmuro -¡Lo ayudaste para después quitarle todo!.
-Chica lista -dijo con una pizca de orgullo -Siempre lo has sido, ¿verdad Alex?, pobre niña -hizo una mueca y ladeó un poco la cabeza -¿Todavía tienes esas feas cicatrices?.
-¿Tú..? -pero Denisse hablo por ella.
-Lo se todo querida, y aun así nada de lo que pasaste -apretó los puños -Me va a devolver lo que perdí, pero, voy a disfrutar mi victoria.
Ante la mirada atenta de Alex, Denisse sacó su móvil e hizo una llamada, espero a que la cogieran y puso el altavoz -David cariño, se que en estos momentos debes estar rastreando mi ubicación mediante esta llamada así que seamos sinceros.
-¿Qué es lo que quieres?, ¿donde está Alexia?, necesito asegurarme de que ella este bien -su voz denotaba cansancio y furia combinados.
-Te preocupas más por ella que por ti, curioso -le hizo una seña a Máx y este le puso el arma a Alex en el cuello -Por que no dices unas palabras querida.
-¡David no hagas ninguna locura! -grito.
-Ya te di tiempo suficiente para saber donde estoy -quito el altavoz -El reloj va corriendo David, tic toc -y luego colgó.
-Eres una sádica -no tenía sentido guardarse lo que pensaba, y de cierta forma decirle unas cuantas verdades en su cara era algo relajante.
-Todos tenemos un lado oscuro Alexia -se toco su colgante -El problema esta, en si sabes aceptarlo o no.
-Te equivocas -la miro fijamente a los ojos -Las circunstancias y la vida son las que nos hacen cambiar, no todos somos como tú.
-Me parece que no acabas de asimilar tu situación actual -le aclaro -Estas acorralada, bajo mi mando.
"Eso ya lo veremos", pensó Alex, y la verdad era que no tenía muy claro lo que iba a hacer pero definitivamente no se iba a dejar someter por esa mujer.
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