-Regresaras a Italia, no esta en discusión -dijo decidida -No estas seguro aquí.

-¿Y dejarte sola? -cruzo los brazos -Ni lo sueñes.

-No estoy sola tengo a David -su cara palideció al pasarle un pensamiento por la cabeza -¿David será parte de todo esto?.

-Ambos están enredados, él tiene más que perder así que no lo creo -hizo una llamada rápida -Un amigo me resolvió un boleto para dentro de tres días.

-Bien, no salgas de mi apartamento y no le abras a nadie.

-Si mamá -bromeo -¿Que vas a hacer?.

-De tanto andar con Amelia ya se te pegaron sus manías -sacó el chip de su arete -Voy a abusar de mi poder, otra vez.

-Chica lista -dijo como un padre orgulloso de su hija -Es tarde mejor descansemos, ¿donde duermo?.

-Conmigo no -señaló el sofá -Ahí tienes tu dulce cama.

-Perfecta no podías ser -ambos rieron.

La situación se iba complicando cada vez más pero por lo menos ahora se sentía un poco más cerca de encontrar la verdad, y para eso tendría que hacer hablar a David le guste o no.

Eran apenas las 8 de la mañana cuando Alex salió de su apartamento dejando a un Roni en el quinto sueño. Ser la "hermana" del jefe tenía sus beneficios, no tuvo que dar explicaciones a nadie y solo subió a la oficina de David, por supuesto nunca se imagino que al entrar en su oficina, David estuviera en medio de una reunión.

Todos los presentes la miraron y como buena actriz imitó el carisma y descaro de David -Ups, lo siento. ¿Se demoran mucho? -abrió un poco más su escote disimuladamente -Es que necesito hablar con mi hermano -sonrió.

-Alex -trato de regañarla pero fue interrumpido.

-No hay problema David -dijo quien parecía ser alguien de un puesto importante -Nosotros ya nos vamos -dicho eso, todos se levantaron -Fue un placer verla señorita Alexia.

-El placer es todo mío -una sonrisa pícara se escapó de sus labios al ver la notable erección de ese hombre.

Apenado miró hacia abajo y se fue rápidamente de allí.    

-Una reunión que se supone que iba a durar una hora, gracias a ti solo fue de 30 minutos -dijo molesto.

Cerró la puerta y al voltearse le sonrió -Te hice un favor entonces, además ese hombre se fue contento.

-¿Te refieres al pobre que va a tener fantasías contigo por un tiempo? -se burlo -Dime que te trae por aquí.

Sin responderle se sentó sobre la mesa, sacó el chip y se lo enseño -Vengo a torturarte David.

-Abusas de tu suerte -se colocó entre sus piernas -No te basta con tenerme a tu merced.

-Ambos sabemos que tú nunca estarás a mi merced, solo finges para salvar tu pescuezo -acerco sus labios a los de él -Descubrí una cosita que nos puede ayudar a terminar con todo esto.

Sus sentidos se estaban mezclando con el momento y no podía pensar bien -¿Se puede saber que es? -en serio quería escuchar lo que iba a decir pero su instinto actuó sorprendiendo a ambos.

Unir sus labios no era suficiente, pego su cuerpo lo más que pudo a ella como si quisiera absorber su cuerpo. Bajo hasta su cuello dejando pequeños besos en su cuello para luego desabrochar los botones de su blusa. Su erección cada vez más notable, le hizo perder la poca cordura que le quedaba.

Entre miradas implícitas, David quito de en medio ese molesto sujetador mientras Alex lo despojaba de su camisa. Teniendo sus senos a su merced se dispuso a hacer lo primero que cruzo su mente. Agarro uno con una mano y justo cuando su aliento caliente choco con uno de sus pezones, Alex volvió en si.

-Espera, ¿no sería mejor que habláramos primero?.

-¿Quieres que me detenga para solo hablar? -dijo sin moverse de donde estaba.

-Tienes razón, mejor si..- no pudo terminar cuando sintió la boca de David sobre uno de sus pezones.

Succionaba, mordía y pellizcaba creando un revoltijo de sensaciones que iban directamente a la parte baja de Alex, necesitaba más, lo necesitaba a él y sus jadeos confirmaban lo que pensaba.

-Dime que me deseas y te prometo darte todo lo que tu cuerpo desea -le susurro en el oído.

-Yo.. -vaciló.

Pego más sus entrepiernas haciendo que sus partes intimas estuvieran tan juntas que la ropa era un accesorio inútil -Dilo -le exigió mientras clavaba sus ojos en los de ella.

-Te deseo -jadeo -Por favor David, acaba con esta tortura.

-Esa es mi chica -sonrió.

Le despojo de sus bragas fácilmente debido a la posición y su "acertada" idea de haberse puesto un falda, caliente y mojada deseosa de un poco de atención, David se sumergió entre la humedad de sus pliegues y sintió su miembro palpitar en su interior.

-¡Dios! -gruño para luego unir por completo sus pelvis, haciendo que Alex soltara un gemido que hizo eco por todo el lugar -Eso es, gime para mi.

-M-más -dijo jadeante.

Sus caderas comenzaron un vaivén, los labios no se separaban de los del otro y su ancha espalda estaba marcada por unas uñas traviesas que reclamaban lo que les pertenecía. El sonido obsceno junto con el olor a sexo que estaba impregnado en la habitación, eran los únicos testigos de lo que allí pasaba. David miraba a Alex como un hermoso diamante acabado de pulir, sus mejillas sonrojadas, los mechones de pelo en su hombro y su boca anhelante de atención, era más de lo que podía pedir.

-¡David! -grito su nombre siendo presa de una nube de placer que apresuro lo inevitable, haciéndola correrse mientras él succionaba su pezón izquierdo para más delicia.

-Pequeña traviesa, te me has adelantado -se alejo un poco de ella y casi se podía ver el fuego en su mirada -Ayúdame ahora tú a mi -dijo pícaramente.

Sin nada que decir, se arrodillo ante él e introdujo el falo de David por completo en su boca para luego sacarlo lentamente. Lamía cada parte como si de un helado se tratase, succionaba la punta para luego volverla a introducir, le estaba atormentando y eso era algo que David disfrutaba. Agarro su cabeza y empezó a simular embestidas, tomando el control de la situación de nuevo ya que estaba en el clímax, un palpitamiento en su lengua y ya Alex estaba preparada para lo que venía. Todo su paladar se inundo de su esencia y al no poder separarse debido a las fuertes manos de su amante que le sujetaban la cabeza, Alex trago todo lo que él le ofrecía.

Sudados y aun acalorados por el momento, salieron del despacho hacia el baño sin importarles que alguien los viera. Luego de una ducha de agua fría y unos cuantos mimos por parte de David, era hora de volver a la realidad.

-Lo que vine a decirte no se como te lo tomaras -dijo indecisa -Pero ya se quien está detrás de nosotros o por lo menos en parte.

-¿A que te refieres? -el ambiente se tenso de repente -Por tu forma de hablar, me imagino que no es algo de hoy y que me has estado ocultando cosas.

No había que ser muy lista como para saber que estaba molesto -Por dios David, acabamos de follar -señalo la mesa y un leve sonrojo cubrió sus mejillas al recordar lo sucedido, carraspeo -Como decía, no es momento para discutir.

-Lo intentaré -se sirvió un trago y se acomodó entre los cojines.

-¿Por donde empiezo? -se pregunto a si misma.

-¿Que tal por el principio?.

-Bien, recuerdas el día...

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