Capitulo 10
-Señores sus bebidas -les dió a cada uno su café -David, me tengo que ir.
-Pensé que esto ya lo habíamos hablado Alexia -trataba de hablar tranquilamente y no mostrar su enojo -Sabes que no me gusta que estés sola en la calle.
-Nico me va a llevar y además solo voy al apartamento, deje mi memoria ahí y la editorial quiere que le mande unos documentos -mintió.
-Solo deja que tu hermana se vaya David -dijo Wiliams -No seas tan sobreprotector.
-Vete -dijo de mala gana -Nos veremos luego -"viejo entrometido", pensó.
Satisfecha con el resultado, recogió sus cosas -Gracias señor Wiliams -le dió un beso en la mejilla y se fue.
-Muy encantadora a diferencia de alguien -miro a David y luego sonrió.
Estando ya en el auto, pensó bien su siguiente paso y como iba a utilizar esa información a su favor.
-Alex -dijo Roni por teléfono.
-Hola mi amor -todavía estaba en el auto y Nico podía escuchar todo -¿Recuerdas que te mande a investigar sobre el precio de mi vestido amarillo?.
-¿De que hablas? -pregunto confundido.
-Oh vamos, hablamos de eso hace unos días -dijo impaciente -No puedo creer que te hayas olvidado de mi vestido.
Increíblemente su mente entendió a que se refería -Hablas de la información, ¿estas con alguien más en estos momentos?.
-Si de ese estoy hablando -"por fin" -¿Qué que hago?, estoy en un auto para ir a casa.
-Entiendo, te diré lo que entiendo y si estoy en lo correcto solo dime el nombre de Amelia.
-Como te decía, ya se que me compraste el vestido pero ahora necesito que me lo guardes hasta que regrese.
-Necesitas que mantenga la información en secreto hasta que me digas lo contrario.
-Sí, Amelia también se lo pondrá -suspiro -Pero ahora necesito que me hagas otro favor.
-Claro -dijo decidido.
-Últimamente creo que he subido un poco de peso, así que si veo que no me va a quedar bien solo súbelo al internet y vendelo.
-Me estas dando a entender que filtre la información si te pasa algo -dijo preocupado -¿Por qué te iba a pasar algo?.
-Tranquilo cielo, haré todo lo posible para que me quede bien y así Amelia no se lo robe.
-Esperaré tus ordenes, si necesitas ayuda solo mándame un mensaje que solo diga el número favorito de Amelia.
-Eres un amor, chaito -colgó y miro por la ventana, ya estaba delante del edificio -Gracias Nico.
-Tenga un buen día señorita.
Al llegar lo primero que hizo fue guardar toda la información que tenía en un chip, cortesía de una amiga muy especial. Uno de sus aretes tenía una entrada USB para el chip, ahí nadie lo encontraría. Hoy iba a hacer una noche especial, mando a pedir una cena especial, vino y se arreglo para la ocasión. Cuando llego David, Alex lo recibió con una sonrisa y una copa.
Entró desconcertado y cerró la puerta -Esto no es una disculpa por lo de esta mañana, ¿que quieres Alexia?.
-Que te des un baño y cenemos -dijo tranquila.
Y tal como ella dijo, se ducho y llego a la mesa con una cara de desconfianza muy evidente.
-Habla de una vez Alex -exigió -Sé que no tenías que entregar ningún documento porque hable con tu jefa.
-Le quitas lo divertido a la vida con esa actitud -bromeo, puso sobre la mesa unos papeles -Lee.
Cogió los papeles y con solo leer la primera hoja supo de que iba -¿Como has averiguado esto? -pregunto.
-¿Crees que eres el único que tiene habilidad? -pincho un pedazo de carne y se la comió -De verdad pensabas que no iba a descubrir que has caído tan bajo, como para traficar personas.
-Eso no te incumbe -dijo molesto.
-Si me incumbe, lo hizo en el momento en que pensabas mantenerme encerrada para no ver en lo que te convertiste -dijo tranquila -El juego cambia David y no pienso ser tu marioneta.
-Mira que eres ingenua, ¿que vas a hacer?, no eres nadie Alexia -se dió un sorbo de vino -Además, me acabas de dar las únicas pruebas que tienes contra mi -cogió el documento y lo hizo tiras.
Sonrió -Eso es solo una pequeña parte de lo que tengo, vamos no soy tan estúpida y te lo advierto, no tengo intenciones de joderte pero si veo algo que no encaja no lo pensaré dos veces y te destruiré.
A punto de explotar se levanto y empezó a caminar en circulos -Ahora tienes el control, perfecto -dijo irónicamente -Bien Alex, ¿cuales son tus reglas?.
-Solo me interesa el problema que tenemos en común, tus otros negocios no me interesan -le indico que se sentara y espero a que lo hiciera -Hablemos con la verdad David, no soy tu prisionera, me mantendrás al tanto de todo y yo haré lo mismo.
-¿Eso es todo? -pregunto dudoso -Pensé que me pedirías más cosas.
-¿Dinero?, no me interesa tu dinero, lo que quiero es terminar esto y alejarme de ti y de tu patética vida.
-¿Patética?, has visto el poder que tengo y le dices patético a esto -dijo señalando su apartamento -Me he vuelto rico, Alexia.
-Traficando personas David, ¿es que no tes das cuenta de lo que dices? -lo miraba impactada, no le reconocía -Cuanto antes terminemos esto mejor.
-Nunca imagine que esto terminaría de esta manera -la subestimo y eso le enfadaba.
-Una última cosa, quiero mi propio apartamento ya que presumes de tu dinero, no tendrás problema en conseguirme uno.
-Te estas pasando de los límites -apretó los puños y reprimió el impulso de romper todo.
-No quiero verme involucrada en tus negocios ilegales. Es lo mejor para ambos.
Eso lo tomo desprevenido -¿No puedes reconciderarlo?, ¿me vas a dejar solo?.
-No voy a cambiar de opinión con respecto a esto, mañana mismo me pondré en función de buscar un nuevo sitio.
-Si esa es tu decisión final la respetaré -no tenía más opción que ceder -Terminemos de comer.
Cuando llego la hora de dormir, Alex llego a la puerta de su habitación y en el momento en que iba a entrar David le detuvo.
-¿Ahora qué? -dijo mirándolo seriamente.
-¿Me dejas dormir contigo?, prometo no hacerte nada -dijo con las manos en alto -No soy tan suicida, tus golpes son peores que los míos.
La situación era extraña, tal vez fue culpa del vino en su sistema o que ya no quería razonar, pero termino aceptando. Lejos de estar incómodo el uno con el otro, ambos se quedaron profundamente dormidos y sin darse cuenta David le abrazo como si intentara protegerla del mundo.
Para David el control era un pilar fundamental en su vida, no mentía cuando decía que también le quería proteger y ahí estaba el problema. Él no sabía separar una cosa de la otra y por culpa de ello, iba a perder una amistad que en el fondo era de suma importancia.
Esto era un cambio drástico pero sobre todo, las nuevas reglas de este juego.
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