Después de haber dormido dos horas, la cabeza de Amelia estaba a punto de estallar pero ya no tenía el estómago revuelto.

-Estúpida resaca -se quejaba bajando la escalera -Alex, ¿los chicos ya lle...?.

Todos se quedaron en silencio y al ver la cara de vergüenza de Amelia se empezaron a reír.

-Buenas noches dormilona -le alcanzó un baso de agua mineral con una aspirina -Nada de alcohol para ti.

-Vale mamá -cogió el baso de las manos de Alex y se sentó al lado de su novio -¡Celebremos!.

-¡Por el éxito de Alex, salud! -todos alzaron sus vasos y bebieron su contenido de un solo trago.

-Son los mejores, chicos -dijo alegre Alexia -Aunque se que en el fondo solo estaban buscando una justificación para beber.

-Si fuera el caso, solo tendríamos que obligar a Luk para que nos deje su bar -dijo Amelia -Hablando de eso, Luk, querido discúlpame por el incidente que provoqué.

-Ya le dije a Alex que no hay problema -se acercó a la mencionada y agarro su cintura -¿Verdad cielo?.

-¡¿Ustedes..!? -dijo Ame emocionada.

Sonrió -Si, empezamos a salir - y le dejó un pequeño beso en la mejilla a Luna.

-¡Que bien! - por fin su amiga le había abierto paso a las relaciones.

-Lo seria, si fuera un noviazgo, pero tu amiga quiere que salgamos para conocernos mejor -dijo deprimido -No te preocupes, pondré todo mi esfuerzo para que eso pase.

-Buena suerte -bromeo Roni, el novio de Amelia -Desde que estoy con Amy no he visto a Alex con ningún chico.

-No es mi culpa que todos los chicos que querían ligar conmigo, terminaran siendo unos idiotas -se defendió.

-Le rompió el brazo a uno y a otro le partió un diente -su amiga la miró -En vez de escribir deberías dar servicios como guardaespaldas.

-Fueron simples daños colaterales -encogió los hombros tratando de darle poca importancia -Se quisieron pasar de listos.

-Ya sabes Luk, cuida tu integridad física -dijo Roni.

-Lo tendré en cuenta -sonrió Luk.

Entre bromas y tragos, todos se divertían sin embargo la mente de Alex se encontraba junto con aquellas fotos escondidas. A las 12 exacto todos se fueron quedando solo Luk.

-¿De verdad no quieres que te acompañe? -dijo en la puerta -Te prometo que no haré nada, me gustan mis huesos así como estan -bromeo.

-No te preocupes, de todas formas Amelia regresa por la mañana -se acercó a él y le dió un beso rápido -Buenas noches.

-Buenas noches -le acaricio la mejilla y se fue.

Alexia cerró la puerta y fue directo a su habitación. Sacó de nuevo todo del closet y empezó a examinar cada detalle. El sobre no tenía remitente, lo único que tenía escrito era la palabra secreto así que se enfoco en las fotos. Todas eran diferentes y en momentos distintos lo suponía por la ropa y las estaciones ya que en una era verano y en otra era invierno. Lo que no tenía sentido era ¿por qué le mandaban fotos de él?, hace 10 años que no sabía nada de David así que esas fotos no la vinculaban en nada con él.

En ese momento su celular sonó y tenía la notificación de un nuevo mensaje -"El pasado te consumirá" -leyó y de la impresión soltó su celular -Esto ya no es un juego.

Necesitaba contactar con David, si era lo que pensaba ambos corrían peligro.

-Gracias a dios existe el internet -se dijo así misma -Será más fácil buscarlo de esta manera.

Lo que encontró la dejo impactada, ya no quedaba ningún rastro del David Cold que ella conocía ahora era un empresario en ascenso y de gran fama internacional. Siempre supo que él lograría grandes cosas pero nunca imagino a que escala. Su cede central estaba en New York por lo que para verlo tendría que tomar un avión, el problema era que no podía viajar así de repente ya que sus amigos iban a sospechar después de todo ella había pasado casi una década alejada de ese país.

-Lo pensaré mejor mañana -murmuro mientras se masajeaba su sien, luego pusó pestillo a la puerta de su habitación y se tumbó en su cama para quedarse dormida.

Pasado

-Alexia hice esto para ti -con una gran sonrisa y orgulloso de su trabajo, le mostró la pulsera.

-Es hermosa -la tomó entre sus manos y le dió un beso en la mejilla -Gracias David -dijo mientras sus propias mejillas se ponían rojas.

-Cerezas -dijo él de repente, al ver la cara de confusión de ella le explico -Cada vez que tus mejillas se ponen rojas me recuerdan a las cerezas.

-¡¿Eso fue una broma!? -se puso la pulsera para después hacerle cosquillas a David.

Presente

Podía escuchar la voz de Amelia hablando por teléfono con su novio. A pesar de haber dormido su cerebro se encontraba lejos de estar descansado.

-Hace años que no soñaba con ese momento -se levantó y sin expresión alguna se metió en el baño.

Ya duchada y con nuevos ánimos, bajo hasta la cocina donde estaba su amiga hablando.

-El café esta hecho -dijo Amelia para luego seguir pegada al móvil.

Se sirvió una buena taza y se fijo en los mensajes nuevos de su correo electrónico. Solo habían dos, el primero era de su editorial pidiéndole de favor que fuera a verlos y el segundo era de un número que no conocía pero aun así lo leyo.

"Pronto te llegara un boleto de vuelo hacia New York, no se que excusa pondrás para venir pero no tienes opción. Nuestros caminos se vuelven a cruzar....Cereza."

Con un nudo en la garganta casi se atora con el café -Tengo que irme, si llega algo para mi solo ponlo en mi habitación.

-¿Adonde vas? -dijo su amiga colgando el teléfono.

-A la editorial, me mandaron a buscar -subió y en pocos minutos ya estaba lista.

Con el casco en mano se subió a su moto y se dirigió sin hacer ninguna parada hasta la editorial. Nada más que llego fue directo a la oficina principal en donde la estaban esperando.

-¿Qué pasa? -dijo antes de sentarse -¿Pasa algo malo con el libro?.

-Todo lo contrario -dijo el director de la editorial al ver la preocupación de Alex -Una editorial en New York esta interesada en tu trabajo y quieren que vayas unos meses para allá.

-No le dijimos nada en concreto ya que debíamos hablar contigo primero -esta vez fue la jefa editora -¿Que dices?.

-Pues que sí -sintió un alivio instantáneo -¿Cuando debo viajar?.

-Si es posible, mañana mismo estarás subiéndote en un avión -cogió el teléfono -Llamaré ahora para que te reserven un vuelo.

-¡No hace falta! -ambos la miraron con una expresión confusa -En realidad, tenía pensado viajar así que ya tengo un boleto.

-Perfecto entonces -dijo la jefa al momento que soltaba el teléfono en la mesa -Buena suerte.

Se despidió de sus superiores y nada más llegó a la salida tomó su celular y llamo a su amiga -Amelia, ¿llego algo para mi?.

-Ahora que lo dices, llego un sobre -se oyó cuando rasgo el papel -Es un boleto de avión para New York, ¿pensabas viajar sin decírmelo?.

-Después te explico, ¿para cuando es? -preguntó aun sabiendo la respuesta.

-El vuelo es para mañana por la madrugada -dijo leyendo la fecha y hora.

-Bien, nos vemos ahora -colgó y se fue a casa.

Estando de vuelta en la comodidad de su hogar, le tocaba explicar su viaje repentino pero esta vez podía decir la verdad.

-¿Y bien? -dijo su amiga con los brazos cruzados -¿Por qué te vas?.

-Una editorial en New York se intereso en mi libro y quiere que trabaje con ellos durante unos meses -dijo calmada -No me estoy mudando a ese lugar, es cuestión de trabajo.

-¿Tan seguros estaban de que ibas a decir que sí, que compraron el boleto sin hablar contigo? -entrecerró los ojos para luego sonreír -Alex es tu vida, solo estaba fastidiando.

Con la maleta lista solo faltaba una cosa, la pulsera ya que las fotos estaban en bolso. La saco de la cajita y la guardo en el bolsillo de su chaqueta. No tuvieron que alquilar un taxi ya que Luk se ofreció a llevarla en su auto.

-Te voy a extrañar -admitió Luk -¿De verdad no te puedo hacer cambiar de opinión?.

-Es una gran oportunidad -acarició su mano -No pienso quedarme por mucho tiempo.

-Llámame todas las noches como haces con Amelia -le miró serio -Me preocupo por ti así que mantenme al tanto.

Sonrió, Luk en el fondo le recordaba a ese David del pasado -Lo haré.

No estuvo mucho tiempo en el aeropuerto ya que su vuelo se adelanto debido al clima y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba sentada en el avión. Abrió el bolsillo de su chaqueta, sacó la pulsera, se la puso y sintió el sonido de una nueva notificación en su celular.

"Un auto te estará esperando nada más que llegues pero en vez de aparecer tu nombre en el cartel, aparecerá el mío"

Respondió con un simple, Ok, y se relajo hasta quedarse dormida.

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