Capítulos 16
Miraba con atención la ropa que me había mandado Miranda, sin ofender su gusto por la ropa me parecía demasiado extravagante, no era mi estilo.
El conjunto era un vestido negro pegado a mi cuerpo corto, unas botas negras largas que llegaban casi a mi muslo, finalizando con unos guantes negros que ne llegaban al codo. De eso a la bata prefería la bata de hospital sin agregar que estaba rota de atrás así que me tocaba ponerme aquella ropa.
Ya puesta me mira al espejo, no me veía mal pero no era mi estilo, al tocar mi cabello sentí polvo miré mi mano y era como polvo color negro me miré de nuevo al espejo y pude notar que mi cabello había vuelto al color natural, castaño. De seguro mi magia se debilitó y volvió todo a su lugar.
Tomé un suspiro antes de salir del lugar, camine hacia las puertas que estas se abrieron y pide notar que todo tenía un toque blanco junto con un gran ventanal. Habían muchas personas de arriba abajo con sus batas de científicos, algunos llevaban ropa totalmente negra y iban tranquilos hablando. Me quedé parada ahí no sabía que tenía que hacer, hace tiempo que no estaba con sobrenaturalista en un lugar llenos de ellos, me había esforzado tanto en actuar como una humana que ahora no sabía como comportarme.
Apreté mis puños y empecé a caminar hacia algún lugar, pude notar miradas pero nadie se acercaba, pero yo si lo iba a hacer me acerque hacia un grupo de sobrenaturalistas que se veían de mi edad.
—Disculpen, ¿Saben donde puedo encontrar a Miranda?
Todos estaba vestidos con ropa negra, eran como 4 chicas y 5 chicos. Me observaron de arriba abajo y se miraron entre ellos.
—Eres la primera que le llama por su nombre y no Ceo. —me dijo un chico con cubrebocas negro y cabello rebelde.
—Esta en la sala de conferencias. —dijo una chica con cabello rosado.
No tenía ni idea de donde quedaba eso, miré a mis lados y nerviosa volví a preguntar.
—¿Donde queda?
Se miraron entre ellos y fruncieron el ceño. Una chica con cabello negro y puntas azuladas que estaba sentada se puso de pie y se acercó a mi.
—¿Eres nueva?
Trague saliva y mi instinto fue asentir varias veces, la chica me inspeccionó de arriba abajo y se fue de nuevo a su silla.
—Vamos, Cha no la intimides.
Suspiré y cerré mis ojos esperando una respuesta, supuse que no me dirían así que iba a acercarme a preguntar a alguien más cuando me hablaron.
—Hey, nueva, te deseo suerte.
Me di la vuelta para acercarme de nuevo a ellos y preguntar.
—¿Por qué suerte?
Rieron un poco entré ellos y un chico hablo.
—No todos pasan el examen de nuestra ceo, es dura y pone pruebas difíciles.
Así que mi hermanita era una persona que intimidada y dura, vaya información.
—Se dice, que a uno lo hizo caminar por piedras extremadamente calientes para que pueda ingresar al equipo.
—Yo escuche que mato a un hombre con sus propias manos.
—Yo escuche por ahí, no me consta que con una mirada de ella puede conseguir o matar.
Justo cuando iba a hablar Luke se puso a mi lado poniendo una mano en mi hombro.
—Chicos, por favor no la molesten.
Se acomodo sus gafas y me miró.
—¿Quieres que te prepare tu viaje hacia el otro mundo?
Mientras me iba hablando el me alejo para empezar a caminar hacia otro lado lejos de ese grupo de personas.
—No, quiero hablar con Miranda.
Él se detuvo y yo también hice lo mismo para mirarlo. Podía notar que se parecía demasiado a Michael..
¿Por que estoy pensando en él?
—Sofia, ¿Segura?
—Si, estoy segura, llévame con ella.
Asintió y se puse frente a mi para yo seguirle el paso mientras iba caminando observaba con atención el lugar, todo era lleno de tecnología habían muchas salas, habían personas por todo lados, incluso había un gran patio en medio del lugar con aire libre.
Entramos al lugar y pude verla ahí sentada con unos papeles, al verme me sonrió y me hizo un gesto de que me sentara del otro extremo. Ella se puso de pie y tomó un poco de agua.
—Bien, decidiste bien.
—Miranda, al punto.
—Ok, estoy aquí para resolver tus dudas, suelta las preguntas.
—¿Por qué no morí?
Ella me miró como si hubiera preguntado una bobada.
—¿Querías morir?
—No es eso, si no que era notable que iba a morir por la magia de Mack.
—No se quien es Mack, pero supongo que fue con la que peleaste, pero la respuesta a tu pregunta es que si debiste morir, pero tu magia hizo un reforzamiento, además que curiosamente obtuviste una fuente de poder.
—¿Una fuente de poder? ¿Eso existe?
Ella sonrió y miró a Luke que estaba atrás de ella.
—Te falta mucho por aprender, una fuente de poder bien puede ser una persona que la contiene, es raro encontrar una persona con esa magia, pero dado que allá arriba estabas rodeada de humanos.
—Pero me trajiste aquí.
—La fuente se activo mucho antes que llegaras aquí, ya hubieras muerto antes de llegar acá si no fuera por esa fuente.
Me puse a pensar, ¿Quien pudo darme esa fuente?
—¿Otra pregunta?
Tenía tantas dudas, pero en este momento no formulaban.
—¿Que es este lugar?
—¿Este? Ah es mío, yo lo fundé junto con otro 5 centros de sobrenaturalistas, verás aquí tenemos a los mejores magos y nos encargamos de combatir contra magos malos.
—¿Cómo super héroes?
—he, casi.
Me puse de pié y la miré de cerca.
—¿Cómo hiciste todo esto?
—Con inteligencia, cariño.
—¿Y Liam?
Pude ver como vacilaba un poco, era la primera vez que la veía así desde que la conocí hace poco, porque ella no era la niña que me protegió cuando era pequeña, ella era una persona totalmente diferente, fuerte y inteligente que no se dejaba doblegar. Recuerdo cuando estaba toda sucia con ropa rota, ahora viste de seda.
—Sofia, no lo se, no lo he localizado, solo a ti, llevo una investigación desde hace 5 años buscándolos.
—¿Por qué?
Ella frunció al ceño y se acercó a mi en carandome.
—¿Por qué? Porque eres mi puta hermana, Sofia.
—Porque simplemente no seguiste con tu vida y me dejas a mi vivir la mía, nisiquiera te conozco.
—¿Después de todo me dices eso? Sofia, estas en peligro allá arriba, indefensa, tienes un poder inmenso que puede salirse de control, no eres una humana, carajo.
—Se defenderme.
—¿Entonces que mierda hacer aquí? Porque no decidiste irte si esto no te gustaba.
—Porque tenía dudas, aun las tengo pero no se formulan.
Ella puso sus manos en la mesa de cristal que estaba en medio y me miró con atención, su cabello rubio caía a sus lados perfectamente.
—Te propongo algo, déjame entrenarte, únete a mi equipo de defensa y protección, quédate un tiempo y observa la cuidad, si después de eso quieres irte lo aceptaré.
Tenía que pensarlo, aun no sabía si eso estaría bien pero, tenía un poco de razón no estaba segura allá arriba.
—Esta bien, solo déjame hacer una última cosa.
Adam Smith
Estaba preocupado y triste a la vez, extrañaba a Sofia, aun no sabía nada de ella hace 1 semana, podía notar el vacío que dejó en el grupo. Hasta Michael se notaba decaído.
Estaba abriendo la puerta de mi habitación de la recidencia que compartía con mi hermano, pero este no estaba, se fue de viaje con mis padres.
La tristeza me invadía, mi autoestima estaba en el piso pisoteada. Aún no sabía que me faltaba para tener la aprobación de mis padres. Me sentía insuficiente, solo quería hundirme en mi cama y llorar hasta dormir.
Prendí la luz de la habitación porque estaba todo oscuro, cerré la puerta mientras me iba quitando mi abrigo, me senté en la cama mirando algún punto muerto sintiéndome vacío. Para luego dejar mi celular en a mesita de noche notando que tenia una carta.
Frunci el ceño mirando a mis lados ya que nadie tenía la llave de la habitación, de todos modos la observe en mis manos extrañado la abrí y leí con atención.
Querido Adam.
Espero que estés bien, me apena mucho escribir esto, tengo que irme por un tiempo pero no te preocupes, regresaré dentro de poco, estoy bien y lo estaré mejor al regresar. Si algún día me necesitas escríbeme una carta y déjala sobre tu mesa de noche. Recuerda que eres valioso y suficiente, en estos meses de mi estancia en Loods tu fuiste mi verdadero y confiable amigo, te amo.
Sofia.
Saber que estaba bien, me llenaba de felicidad pero a la vez de tristeza porque no quería que se fuera, pero supongo que la vida es así.
Las personas se van como llegaron, nunca me arrepentiré de la amistad que tengo con ella. Escribiré una carta apesar de que se que no la recibirá.
Después de escribir esa carta la dejé donde me había pedido, me sentía feliz ya que me había desahogado, para asi poder dormir bien.
Sofia Brussley
Iba caminando por fuera de la residencia vestida totalmente de negro incluso con un tapabocas negro. Acababa de dejarle la carta a Adam y realmente quería quedarme ahí, pero no era lo mejor, todos eran importantes para mi pero se que solo me alcanzaba el tiempo para dejarle a él una carta.
Me aleje de la residencia hasta llegar al bosque donde se encontraba una aljibe, que era un pozo donde se sacaba agua en las épocas coloniales. Al llegar ahí, puse un pie dentro y luego otro para así dejarme caer adentro, era largo el pozo que ningún humano resistiría se se avienta de esa altura. Caí de pie para así tocar las piedras dándome acceso a un túnel, retire la capucha de mi capa y saque mi linterna de mi bolsillo.
Camine hasta llegar a la última pared, posteriormente miré a mis lados que no hubiera nadie y pase por esta. Dejándome en uno de los callejones de Aspita, la cuidad de los sobrenaturalistas donde me crié. Camine por las calles donde parecía que fuera de día, la gente estaba afuera disfrutando como si fuera de día.
Todas las calles estaban bien iluminadas, caminaba por las calles viendo a los niños jugar con su poca magia que tenían que era totalmente inocente. Llegando al final de la calle me encontré al mismo chico recargado en el poste de luz vestido de negro.
—¿Dando un buen paseo?
Me acerque y rei un poco.
—Si, algo así.
El se retiro del poste y se retiro el cubrebocas negro.
—Me llamo, Connor.
—Yo me llamo Sofia.
—Jamás te había visto en la cuidad.
—Quizás porque no vivía aquí.
El arqueo un ceja.
—Eres una sobrenaturalista, ¿no?
—Si, pero vivía en la tierra de los humanos.
—Casi no voy para allá, la última vez que fui, fue para combatir contra un demonio.
Normal, no de todos los días.
—¿Y que haces aquí?
—Cuido a la cuidad, me toco guardia junto con los demás, ¿Te únicas al grupo de defensa?
—Lo más probable es que si.
—Increíble, seremos compañeros.
En ese momento un grito se escucho rápidamente el se puse en defensa tomando su arma y salio corriendo, me di la vuelta para ver que era si simple niño que se resbaló. Sonreí y seguí mi paso por la ciudad parecía muy segura, tenía defensores por cada esquina protegiendo.
Tenía miedo, si yo no me puedo proteger yo misma, como protegeré a más personas.
Llegue a la puerta del gran edificio, al pasar la puerta, el guardia me detuvo en la puerta pidiéndome gafete.
—Perdón, soy nueva no tengo gafete aun.
—Lo siento, señorita no puedo dejarla pasar, a todos se les da un gafete.
—Soy la hermana de Miranda, acabo de llegar hoy.
—La ceo no tiene hermanas.
—Claro, que tiene porfavor consúltelo, soy Sofia.
El habló por su radio y dentro de unos minutos se acercó a mi.
—Perdón, porfavor perdóneme no tenia ni idea, porfavor no le diga a la ceo.
Fruncí el ceño y negué con la cabeza para así seguir mi camino por el edificio, creó que era un lugar seguro para quedarme pero extrañaba a los demás. Como si hubiera invocado algo, sentí un leve dolor en el pecho, como si el dolor de alguien fuera mío, sentía sus emociones a flor de piel, pero no sabía de quién.
Al llegar arriba camine hasta la oficina de ella, aun no estaba bien orientada de las instalaciones por lo que me perdí un poco hasta llegar ahí.
Ella levantó la vista hacia mí, su cabello ahora estaba en una coleta, cabellos sueltos sobresalían, portaba lentes mientras que sus labios eran un rojo totalmente intenso, aun así se veía perfecta, Luke estaba frente a ella en la otra silla.
Sentía que estaba interrumpiendo algo, por lo que me iba a retirar pero ella me habló.
—¿Vienes por tu habitación?
—Si, aun no se donde me quedare.
Ella se puso de pie mientras notaba como el la miraba cada acto que ella hacía, no era mi incumbencia pero empezaba a juntarlos en mi mente, ella me dio unas llaves y al entregarmelas me dijo.
—Loren te está esperando allá afuera ella te llevará.
Asentí con la cabeza y le di las gracias deseándoles una linda noche a los dos, pero antes de salir Luke me detuvo.
—Sofia, no le digas Michael que soy un sobrenaturalista.
—Yo no le contaré nada de esto, pero no te preocupes.
Le dedique una sonrisa y salí de la habitación, eran muchas llaves las que me había entregado Miranda.
Supongo que esta sería mi nueva ciudad en lo que me capacitará, aun sentía el dolor de dejar mi antigua vida allá, tenía que comunicarme con Lee él si puede venir acá y contarle lo que sucedía.
Por mientras, tenía que adaptarme.
Xxxxxxxxxxxxx
Holaaa.
Espero que les haya gustado el capitulo.
Si es así vota y deja tu comentario.
¿Que es lo que opinan de Miranda por ahora? Es mejor que la conozcan, quien sabe que suceda a continuación.
Sin más, hasta la próxima!!
Cam G. ♡
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