Sofía Brussley

Los nervios me comían por dentro, el estaba en una camilla de hospital inconsciente, justo después de que se paro ese dolor que le sucedía se desmayo.

Suspiré al mirar por la ventana de cristal su cuerpo reposando en la camilla, su cabello castaño en su frente algunos mechones. Posicione una mano en el cristal pero luego la retiré, no debía interesarme él.

Me di la vuelta y me dirigí a la sala de casos donde se encontraban varios del equipo superior y Miranda, entré y me acerque a ella que miraba unos papeles de casos de demonios que había que acabar.

—¿Me darás algunos demonios para matar a mi, hermanita? —posicione una mano en su hombro para luego sentarme a su lado y sonreirle.

—Engreída, apenas has matado 30 demonios, ¿Ya te crees que puedes con más?

Reímos un poco pero luego paramos, me miró con seriedad y tomó aire.

—No se que le haya pasado, jamás había visto algo así.

—Eres la Reina de Aspita, la maga más poderosa, debes saber, Miranda.

Ella bajo la cabeza y negó.

—No lo sé, solo creó que todo esto tiene que ver con John, fue un ataque a lo lejos trata de llamarlo.

Eso me dejó pensando mucho, posicione un dedo en mi mentón y mordí mi labio inferior.

—¿Estas segura?

—No lo estoy, Sofía, tengo que investigar bien, pero lo importante es que se recuperé.

Eso mismo quería yo, pero no podía decirlo a voz alta no quería a dar a conocer mi debilidad.

Me puse de pié y tome dos peles con información de demonios, sin revisarlos.

—Tomaré estos dos casos, me iré con el equipo bajo.

—No están preparados al cien por ciento.

—Tranquila, el equipo mayor se encargara de la ciudad y demonios mayores, el equipo bajo por este tipo de casos.

Salí del lugar y cerré mis ojos, si bien todo esto me ponía nerviosa, tenerlo tan cerca y no poder manejar mis emociones.

Tomé un maletin y empecé a guardar distintas armas con las que soy buena, me encontraba ya en el salón de entrenamiento, cuando justo entro el equipo, no me había acoplado del todo bien, pero el tiempo me fue dando fuerza para seguir.

—Tomé dos casos de demonios para el equipo. —dije dando la espalda mientras tomaba las armas de la pared.

—Eso es increíble, jamás nos había dado casos. —dijo Connor, el chico que me encontré en la ciudad.

—Por alguna razón estoy emocionada. —hablo otra del equipo.

—Tú no eres la líder. —dijo Gia, la chica de cabello azul y "lider" del equipo.

Me di la vuelta y cerré mi maleta.

—No estoy diciendo que lo sea, solo digo que tomé dos casos, el que quiera ir va y él que no no.

—Te estas pasando de lista, yo soy la que toma los casos de ahora en adelante, dame los papeles.

—Yo los tomé para mi, y les estoy dando la invitación a que el equipo participe.

—No me importa, damelos.

—Haber, haber, no se peleen. —Haeven se acercó y se puso entré las dos. —Por estos inconvenientes, ¿Por que no hacemos una nueva votación de líder?

Todos empezaron a mirarse entre ellos y asentir con la cabeza además de murmurar cosas por lo bajo.

Me cruce de brazos mientras miraba a Gia.

—Por mi esta bien.

—Yo no quiero, eso es injusto yo soy la siguiente en la línea, es mi derecho.

—En realidad no, Sofía es la hermana de Miranda, líder del equipo alto, por lo que ella debería ser la líder del equipo bajo, tú por línea seria la co-lider por tu hermana.

—¿Que estupidez estas diciendo? Ella no puede ser hermana de la ceo, Miranda es poderosa.

—Sea mentira, sea verdad nosotros votaremos por Sofía lo siento Gia. —hablo una chica que estaba en él equipo.

Todos asistieron con la cabeza y sonreí para mi misma, me sentía lista para ser líder ahora mismo, ahora que mi poder fluía por mis venas, ahora que sentía toda mi magia en un nivel alto, me sentía lista.

En ese momento se abrió la puerta, todos nos giramos a ver quien era, me paralice al ver a Michael aún lado de Miranda, ella camino hacía nosotros y se detuvo.

—Su nuevo compañero.

—¿Que?

—La líder lo tiene que entrenar, Merlín ya ha hecho unas pruebas con él y dice que esta listo para entrar en entrenamiento.

Él me miraba los ojos mientras que yo aparte la mirada, no lo soportaba, sentía que podía correr a sus brazos en algún momento.

Mal momento para ser líder.

—Cambiamos de líder, ceo.

Ella levantó una ceja y sonrió para todos como si estuviera planeando algo.

—¿Ah si? ¿Quien es? —todos me señalaron a mi y apreté de mis puños. —Bien, en ese caso tengo toda mi plena confianza en que estará bien su entrenamiento.

Ella se marchó y todos empezaron a dispersarse, Merlín entró esta vez y fue hasta los demás, no sin antes murmurar que después de la clase el salón estaría listo para enseñarle algo a él.

Merlín era la que nos entrenaba a todos, ella era parte del equipo alto es muy buena en lo que hace, su poder es la naturaleza, podía hacer grandes cosas con solo mover sus manos.

Al final de la clase que había sido más teoría que pelea todos abandonaron el salón, solo quedamos él y yo, mirándonos con nerviosismo y enojo, aparto la mirada de la mía y tomó sus cosas para así empezar a caminar a la puerta, cuando la abrió esta se cerró con fuerza ya que yo lo provoque.

Él se giro a mi y con esa mirada de indiferencia que me había dado cuando nos conocimos estaba presente, no había ningún rastro de amor o afecto.

—No importa que sucedió entre nosotros, mi orden fue entrenar contra ti.

Michael tiro sus cosas al suelo y se acercó a mi mientras se estiraba.

—No ha sucedido nada entre nosotros, puedes estar tranquila, monstruo.

Sonreí con coraje.

—Si yo soy un monstruo no se que eres tú hijo de John Grinter.

Según Mirada se tenía que sentir amenazado y yo empezar un combate, de se modo podría emplear su magia, pero no estaba del todo segura de esa estrategia, recordando como hicieron que mi magia saliera de mi.

Pero una orden, era una orden, debía cumplir.

—¿Y bien que harás conmigo, traidora?

Apreté mis labios y traté de no hacer evidente que me daño al decirme eso, por lo que lo reemplace con una sonrisa con sed de venganza.

Agache la cabeza y cerré los ojos sintiendo como mi traje con capucha y mis dos espadas aparecieran en mi espalda, lleve mis manos a estas y apreté el mango para así sacarlas, estas ardían en llamas violetas, respecto a mi poder demoníaco.

—Algo divertido.

Levante mi mirada y pude ver un rastro de sorpresa y miedo en su rostro, el se puso nervioso pero rápidamente cambió su actitud.

—Yo no se hacer eso que estas haciendo.

—Claro que puedes, ¿Acaso son excusas?

Corrí hacia él y tomó la espada que estaba en él suelo, el contraataco mi espada en llamas, las dos espadas chocaban, no estaba dando toda mi fuerza, no podía. Con mi velocidad me transporte hacia detrás de él para así darle una patada en la espalda, el se agacho y soltó un gruñido de dolor, volvía ha emplear mi velocidad hasta llegar frente a él y darle una patada en su cabeza haciendo que su cuerpo tambalear y caiga al piso.

—Lastima, pensé que eras un rival a mi altura. —empecé a mirar mis uñas con desinterés.

Aunque en el fondo me dolía tanto haberle hecho daño, aunque no fuera con mi fuerza me sentía mal.

Tenía que continuar.

Me acerqué a él a paso lento, alce mi espada y rezaba por todo de que su magia se encendiera, al bajar la espada para darle en su pecho su mano la detuvo, con una fuerza totalmente increíble, sus ojos estaban cerrados pero sus labios no mostraban expresión alguna, incluso apago las llamas de mi espada cosa que era imposible.

De pronto sentí como empleo fuerza en la punta de mi espada y salí disparada hasta golpear con la pared mi espalda y caer al suelo.

Costo mirar hacia delante y verlo totalmente consumido por su poder, era algo que jamás había visto.

Me había generado bastante daño con un simple golpe, sangre escurría por mi boca y sangre por mi espalda.

Al mirar hacia arriba él estaba frente a mi, podía flotar en el aire y una gran aura negra a su alrededor había, su mano formaba una gran bola negra llena de oscuridad.

Era más que suficiente.

Lo miré a los ojos tratando de encontrar algún rastro de miedo, pero al hacer contacto con sus ojos pude sentir una fuerte chispa provocando que volviera en sí. Su magia se apagó pero al verme el frunció el ceño y lo que hizo fue salir sin decir nada.

Me puse de pié después de unos minutos de haber tomado fuerzas y empecé a curar mis heridas, debería ir con alguna curadora, todo se cura más rápido con magia.

Magia.

Curador.

Lee.

Cuando menos lo pensé ya estaba sentada frente a Lee que observaba con atención mis heridas y curaba con su magia.

—Fue algo muy fuerte.

—Si que lo fue, estaba con la guardia abajo y su fuerza fue más de lo que pensé.

—Sofía es un demonio, más demonio que sobrenaturalista, tú sabes que es el doble de poderoso que tú y sabes que es hijo de Grinter.

Me puse de pié y lleve mis manos a mi cabeza mientras cubría mi pecho con una sábana, ya que las heridas del impacto de mi espalda con la pared habían sido fuertes.

—No me digas más, todo ese ya lo se Lee, con el simple hecho de saber que es su hijo ya me duele la cabeza.

—Tendrás que acostumbrarte a eso, hey, nisiquiera he terminado.

Me senté de nuevo en la silla dándole la espalda, sentía ganas de llorar y tirarme al piso, mientras sentía como todo rastro de dolor o herida en mi espalda iba desapareciendo ya que el me curaba con sus magia.

Cuando se puso de pié me murmuró que ya podía cambiarme, terminó todo y se sentó frente a mi.

—Tu eres demonio y sobrenaturalista a la vez, sangre demoníaca corre por tus venas, la magia es más de demonio que sobrenaturalista, no lo culpes, el no eligió su destino al igual que tú, tú más que nadie sabe que es lo que se siente, ahora mismo está confundido, no sabe de sus verdaderos padres, acaba de descubrir los otros mundos, no sabe controlar su magia que es totalmente poderosa, mi consejo es que le des tiempo de asimilar todo, Nuddel.

Bajé la cabeza y miré mis manos como si estas me dieran una respuesta.

—Además, no uso su magia al cien por cierto, eso solo fue un rasguño, se contuvo al igual que tú. —continuo Lee mientras guardaba sus cosas y tomaba asiento. —Quizás no sabe usar su magia pero raramente contigo se contuvo, solo fue porque se sintió amenzado.

—Aún no lo logro entender del todo, me odia pero se contiene al usar su magia.

—Creó que el debe estar en las mismas —rio Lee levemente.

Nuestra tarde fue de hablar de distintos temas, realmente la pasaba bien con él, su familia era amiga de la mía cuando sucedió el incidente de esa noche su familia me dio un apoyo increíble, sin embargo, su familia está completamente retirada de las batallas, al igual que él, ellos peleaban al lado de mis padres.

Luke O'Brien.

Suspiré tras ver como Miranda pasaba de un lado a otro, cada día era mucho más fuertes mis sentimientos pero tenía  que reprimirlos, ahora lo importante es el bienestar de todos.

—¿Lo entrenaste?

—Si, luego de eso lo llevé a mi casa de Aspita.

—Bien, creó que tenemos todo bajo control.

—¿Crees en verdad lo del..

—Claro que lo creó, yo misma lo puedo notar, estoy segura y dispuesta para hacer hasta lo imposible por el bienestar de todos, aun así haga sufrir a la persona que más quiero, es por el bien de ella y de todos.

—Es un poco precipitado.

—No me importa, no por tener sentimientos voy a detenerme.

Ella camino hasta el ventanal y puso una mano viendo la ciudad.

Sabía que estaba dispuesta a hacer lo que sea, así era ella.

Sus decisiones, su actitud, su mirada, todo de ella es frío y calculador, aunque por dentro le duela, no para hasta obtener lo que quiere, no importa quien salga herido en el camino, lo que ella se propone lo obtiene.

Una de las razones por las que nuestra historia ha sido la más dañada.

Me puse de pié y tome mis cosas, camine hacia la puerta y pude escuchar como se daba la vuelta, simplemente la miré y sonreí levemente para así salir de su oficina, no es que la odiara si no que me sofoca un poco hasta donde puede llegar.

Va a lastimar a dos personas inocentes por el bienestar de todos, creo que eso es digno y a la vez no de admirar.

Cada día entendía menos a Miranda.

Holaaa, espero que les haya gustado el capitulo. ♡♡♡

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Cam G. ♡