Él apretaba mi cuello.

En otras circunstancias sería bueno, pero en estas no lo era. Cada vez me faltaba más el aire mientras nos mirábamos a los ojos, mis pies no tocaban el suelo ya que el me tenía contra la pared.

—Dime quien carajos eres.

No iba a responder aquella pregunta, más furia le daba a él que yo no dijera palabra alguna. Si bien el sabía que no podía matarme ahorrandome, pero me tenía acorralada creo que era tiempo de salir de aquel cuerpo.

Cerré mis ojos y en cuanto menos lo espere salté de aquel cuerpo mientras que el mío se iba formando rápidamente, en cuanto estuve de pie con todas mis extremidades pude ver que su hermana apenas despertaba, no tome ni tiempo para quedarme a ver porque empece a escabullirme por las calles llenas de demonios hacía la salida escuchando gritos, tape por completo mi cuerpo con la capa negra.

—¡Hay una sobrenaturalista huyendo!

Escuché desde muy atrás habían demasiadas personas ya que era un festival en conmemoración del día en que ganaron una batalla contra mi especie.

Así como los humanos celebran el pelear contra su misma raza, esto sucedía acá pero nuestras especies nunca peleaban. Si bien hubo un tiempo donde estuvo la tregua entre los demonios y sobrenaturalistas, incluso con los humanos. Antes ellos sabían de nuestra existencia, los humanos pidieron que no se viera pista alguna de nuestra existencia, tanto como demonios o algún ser mágico, ya que no soportaban la idea de que seres fueran más fuertes que ellos. Los demonios pidieron que los dejarán reinar en su mundo y los sobrenaturalistas pidieron ningún daño hacía alguno de nuestra especie.

Solo duró unos años ya que los humanos empezaron a atacar contra los demonios y sobrenaturalistas. Nos empezaron a tachar como espíritus del mal. Los humanos al romper el trato se rompió completamente con los tres bandos, esta historia la se ya que mis padres eran representantes de Aspita.

Mis pies empezaban a doler y empujaba a la gente mientras estas se quejaban. Entré a algún callejón y era hora de cambiar de cuerpo, no lo pensé bien en donde entrar y acabe metiéndome en el de algún chico que desconocía. En eso vi pasar a Steven con varios guardias buscándome pero ya había cambiado de cuerpo.

—Juro que yo la vi. —les dijo Steven a los guardias. —Seguro y cambio de cuerpo.

—Chico, ya la hubiéramos captado, cuando sea algo real nos avisas.

Y sin más estos se fueron. Seguí mi camino hacia alguna dirección, estaba asomar jamás había estado dentro del cuerpo de un chico. Tenía de una, o salgo de este mundo con la duda o termino de investigar.

Pero claro, no me iba a ir sin saber todo completo. Seguí caminando hasta encontrar alguna chica con gafete de empleada de la base de datos, sin que nadie estuviera bueno me metí en su cuerpo, de modo que el chico en el que estaba antes cayó inconsciente. 

Ups.

Caminé con seguridad dentro del edificio entregando mi gafete y dejándome pasar, salude a todos como si los conocerá de toda la vida con una sonrisa hasta llegar al lugar donde estaban todos los documentos.

Abrí la puerta con mi gafete y la cerró mirando hacia los lados de que no viniera nadie, empecé a revisar entre los cajones con el apellido Grinter. Hasta que encontré el de Fernando Harrinton, ya que no encontraba el de Grinter.

Tomé el documento y lo examine abrí la carpeta y pude ver la foto de mi padre.

Cabello castaño, ojos entre marrones y morados, cara de aburrimiento y parecía que portaba un delineado en los ojos mal hecho. Parecía que esta foto era de cuando era joven, era como la copia exacta de mi pero en hombre. Sonreí al ver aquella imagen y seguí leyendo.

Semi demonio.

Conyuge: No.

Edad: 18 años.

Poderes especiales: Maneja todas las ramas de oscuridad.

Todo iba bien hasta que abajo decía con un rayón de marcador.

Estado: Muerto con 3 hijos.

Justo detrás venía anclada una hoja que describía la muerte.

Hecho: Día 24 de diciembre.

Causa: El residente disgustaba de una buena cena de navidad junto con su cónyuge sobrenaturalista, razón por las que fue desterrado y tomado odio, junto con sus 3 hijos. Su esposa murió junto a él con armas y piedras demoníacas incrustadas en el corazón y distintas zonas.

No recordaba con exactitud el día, pero aun tenía vagos momentos donde yo salía corriendo de aquella casa descalza, aun recuerdo a mi madre con su cabello dorado lleno de sangre mientras reposaba en una silla totalmente muerta llena de sangre. No era algo que una niña de mi edad debía ver.

Limpie mis lágrimas y retire aquella foto de mi padre para guardarla, seguí buscando hasta encontrar a Steven Walsh.

Por la descripción decía que sus padres lo habían abandonado y John Grinter quedaba bajo su custodia junto con su hermana. Cerré el documento y seguí buscando, hasta encontrarlo.

John Grinter.

Edad: 68 años.

Rey del 3r mundo.

Hijos: 1.

Dios moría por saber quien era ese maldito hijo. Hasta que me di cuenta que no quería saber quién era. Encontré el documento que simplemente decía Grinter, frunci el ceño al ver que no tenía foto.

Edad: 3 años, registro del año 2004.

Los registros se renovaban cada año a partir de los 3 años de edad tenían que registrarte tus padres. Parece que este no fue renovado. 

Fecha de nacimiento: 15 de noviembre del 2001.

—Tiene 19 en la actualidad. —susurré para mi misma.

En ese momento escuché a alguien venir justo cuando estaba buscando el nombre guarde aquel documento bien y salí del lugar para así salir del mundo.

Me encontraba en la montaña con Michael donde daba para la vista de toda la ciudad, habían pasado 9 meses desde que tengo ese documento en mi cuarto y no me he decidido a abrir. Había pasado mucho más tiempo con Michael que realmente me daba cuenta la gran persona que es, me apoyo cuando más lo necesitaba y sin duda siento algo muy especial cuando estoy con él.

Me recargue en su pecho mientras las estrellas brillaban más que nunca, el acariciaba mi cabello lentamente.

—¿Por qué la mayoría de veces me traes a este lugar? —pregunté a la vez que me tranquilizaban sus caricias.

—Es un lugar mágico, donde además de las estrellas te sumas tú con tu gran brillo.

Cerré los ojos sonriendo.

—Me siento en calma a tú lado.

—Quien diría que la chica que me molesto el primer día acabaría siendo la chica con la que no puedo dejar de sonreír cada que me acuerdo de ella, eres una de las personas más mágicas que he conocido, Sofia.

Me senté de nuevo y acaricie su mejilla como si esta fuera algo tan frágil para luego depositar un leve beso en la comisura de sus labios. Lo pensé más de dos veces antes de quizás murmurar las palabras más peligrosas que algún hechizo.

—Te amo. —musite mientras cerraba los ojos sintiendo la brisa en mi rostro. —Cada que estoy contigo puedo sentir algo tan especial, tu personalidad, todo lo que me haces sentir es una infinidad de cosas, no se si estoy en lo correcto al decirte eso, pero te amo.

—¿Sabes? Yo también te amo, nunca en mi vida había experimentado tantas emociones, tú eres la causante de todas aquellas cursilerias de mierda que se me pasan por mi mente.

En ese momento el unió mis labios con los suyos, adueñandose del momento, y como testigo de nuestro amor las hermosas estrellas junto la ciudad. Estaba más que feliz, más que enamorada de él.

Quizás no duraría para siempre.

Pero sus abrazos cálidos podían calmarme cada duda que tenía.

Sentía que debía contarle a él aquel secreto que me venía persiguiendo desde hace tanto tiempo, debía contarle mi origen, debía contarle la verdad acerca de mi especie.

—Michael, tengo que decirte algo.

—No, ahora mismo no, shh.

—Es importante. 

Él me miró con atención.

—Esta bien, te escucho.

—¿Tú crees en los seres mitológicos?

—Nah.

Dios, esto sería mucho más difícil.

—¿Recuerdas la primer noche que estuvimos aquí?

—Claro, como olvidar cuando casi nos matan con unas cosas ninjas y una cosa rara acabaste asesinandola, ¿Me vas a decir que eres asesina?

Solté una pequeña risa y tomé su mano.

—No, pero lo que te tengo que decir es muy importante. —tomé aire y murmure. —No te vayas a alejar de mí.

El se acercó un poco más a mi.

—¿Hey que pasa?

—Yo..

No me dio tiempo de terminar ya que en ese momento empezó empezó timbrar mi teléfono.

—Perdón. —susurré y tome la llamada. —¿Que paso?.. ¿Que? —me puse de pié al escuchar a Miranda decir que había un ataque fuerte de demonios. —Ya ahorita mismo voy.

Me puse de pié y él hizo lo mismo, sacudí la tierra de mi ropa y tomé mi capa negra.

—¿Sofía?

—Perdón, necesito irme.

Me regalo una sonrisa honesta y asintió con la cabeza.

—Adelanté.

Me acerque a dejar un beso en sus labios para así separarme y correr lo más que pueda hasta el portal. Y así era nuestra relación, él sabía que habían muchas cosas que yo no le decía, sabía que había secretos pero él trataba de entender que no podía contarlo.

Al llegar a la ciudad tuve que correr lo más que podía hasta el lugar donde estaban ocurriendo los hechos, pero mi sorpresa fue al ver todas las cosas cerradas con llave, en Aspita siempre todos estaban afuera. Estaba totalmente sola la calle cuando de pronto sentí una espada atravesar mi espalda hasta mi abdomen, me di la vuelta y retire la espada donde solo ardía ya que era simplemente de humanos, el que me atacó era un demonio, tire la espada al piso y lista para pelear el dio una patada me agache para luego tomar su piernas y tirarlo al piso, me posicione encima de él pero con su fuerza me tiro abajo de él, saco un cuchillo demoníaco y con todo el coraje del mundo volví a quedar encima de él y sin pensarlo le encaje una daga varias veces en la garganta y rostro.

—Mierda, ensuciaste mi ropa de tu sangre. —le dije al demonio ya muerto en el suelo. Estaba extrañada al que me atacara en las calles de Aspita no sabía que era lo que sucedía.

Al llegar a la división, pude notar una fuerte pelea donde todos luchaban, desde el equipo menor al equipo grande, Luke y Miranda se cubrían las espaldas mientras atacaban. Cuando en eso, alguien atravesó el portal.

—Alto.

Los demonios automáticamente se posaron atrás de él y nosotros lo hicimos detrás de Miranda. Esa persona era John Grinter.

—Dime, Grinter, ¿Que hacían tus demonios atacando a mis ciudadanos?

—Solo querían jugar un rato, Miranda.

—Para ti ceo.

—Entonces, para ti Rey.

Podía sentir la tensión en el ambiente, sabíamos que queríamos matar y hacer sufrir a Grinter, pero no era el momento. Si lo hacíamos ahorita acabaría destruyendo la ciudad y ocasionando desastres. Tuvimos que contenernos.

—En dado caso, para ti Reina. —Miranda suspiró tragando todo su coraje. —No quiero a tus demonios por mis calles "divirtiendose" eso háganlo en el mundo de los humanos.

—Miranda. —susurramos Liam y yo a que se retractarse a lo que dijo.

—Perdón, era que lo hicieran en su mundo. —Tosió varias veces.

—Eso dalo por hecho, veo que tienes a toda la familia reunida, tu hermanita se parece tanto a tu padre.

Ella y Liam me posicionaron atrás de ellos protegiéndome.

—¿Por qué tanto interés?

—No, por nada, creó que es su sangre la que me llama la atención. 

—Ni pienses que por tener parte demonio podrá estar bajo tu mando.

El simplemente sonrió macabramente y se retiro junto con todos los demonios. Cerrándose así por completo la barrera que dividía los dos mundos. Todos nos fuimos directo a nuestras casas no sin antes preguntar si estaban bien mis hermanos. Llegué a mi casa empezando a retirarme las prendas sucias y llenas de sangre, me puse ropa cómoda. Hoy mismo me sentía con todas las fuerzas para leer el nombre de ese documento, lo tomé y me senté frente al ventanal donde podía ver a toda la ciudad.

Abrí el documento volviendo a ver los mismos datos, cuando encontré el nombre, me di cuenta que desearía no haberlo visto, estaba totalmente paralizada, estaba en completo shock, no podía moverme, el documento cayo de mis manos.

No podría sacarme de la cabeza aquel nombre que había leído, que ansiaba tanto encontrar pero al final quería olvidarlo.

Edad: 3 años, año de registro 2004.

Fecha de nacimiento: 15 de noviembre del 2001.

Padres: John Grinter y Amanda O'Brien.

Nombre: Michael Grinter O'Brien.

Origen: Demonio.

Holaa, espero que todos se encuentren bien, espero que les haya gustado el capitulo y si es así haganmelo saber. ♡♡

¿Se esperaban esa noticia?

Muchas cosas se vienen a continuación!!

Así que prepárense para el carrusel de emociones.

Cam. G ♡