Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10.

Sofía Brussley

Estaba tranquila en la habitación sentada en mi escritorio. Bueno en su escritorio. Mantenía unas hojas con rayones y algunos símbolos de mi cuerpo.

Quería estudiarlos y ver que poder o que cosa significaban. Dibujaba lo que veía en mis recuerdos al terminar conseguí lo que buscaba eran distintas runas. Estaba sola no había nadie así así decidí tratar de encender mi magia.

Me puse de pié y decidida puse mis manos a mi costados cerré mis ojos y traté pero no podía. No era tan fácil como se veía, dure unos minutos así hasta pude sentir la llama en mis manos asombrada llevé estas frente a mi para apreciar el fuego morado que provenía de mi ser.

Hasta que empezó a quemar, hice una mueca de dolor y traté de apagarlo pero no podía pensé que era tan fácil.

En las películas se veía fácil.

Empecé a entrar en pánico al no poder apagarlo y empezaba a doler hasta que escuche pasos a mi puerta seguido de una llave empezando a abrir la puerta. El susto provocó que estos se apagaran, rápidamente tome todos mis apuntes y dibujos en eso el entró estaba jadeando y a la vez con sudor, se apoyo en la puerta de la habitación.

Yo lo miré extrañada, ¿Que había hecho? Mantenía mis dibujos y apuntes contra mi pecho, no sabía si dejarlo ahí y que el se las arreglara o acercarme y devolverle el favor.

—¿Estas bien?

El levantó la vista y rápidamente al verme se enderezó para luego pasar una mano por su cabello.

—Si, ¿Por que estaría mal?

Que raro. Hace unos instantes parecía asustado y frágil pero ahora es el idiota de siempre. Volteé los ojos y pase por un lado de él para guardar mis cosas.

—Como tu digas.

En ese momento tocaron la puerta el se sobresalto con miedo. Este chico si era raro, me acerque a abrir la puerta pero en cuanto iba a poner la mano en esta el la detuvo tomándome del brazo, por alguna razón sentí su piel contra la mía en una sensación muy rara con muchas emociones. Parece que el también lo sintió así que habló.

—No lo hagas.

Retiro su mano de mi brazo y me hice un lado para que el se acercara miro por el agujero de la puerta y noté que se alivio, se alejo de la puerta.

—¿Quien es?

—Tu amiguito.

Bufo y se acostó en su cama saco su celular y solo se limito a ver este. Parecía muy concentrado en lo que hacía. Abrí la puerta y Steve estaba ahí parado con su cabello rubio hacia atrás sus ojos brillando y una gran sonrisa tan tierna. Portaba un look tan casual todo en el era tan tranquilo.

—Hola, Sofia perdón por molestar me preguntaba si quisieras dar un paseo, bueno claro si quieres.

Sonreí un poco y me pareció realmente tierno su gesto. Poco a poco recordé que no estaba arreglada.

—Si, si quiero pero tengo que cambiarme.

—No hace falta, tu eres linda de todas formas.

Creo que no me habían elogiado así desde hace tiempo me sentía como una niña con juguete nuevo, me sentía de una forma increíble, provocando me sonreirá y me sonrojara un poco.

—Patético.

Alguien a mis espaldas grito eso mientras estaba mirando su celular desde su cama. Hice un gesto de molestia al verlo y volví a mirar a Steve.

—Perdón, vamos.

El miro unos segundos a Michael que estaba detrás de mí para luego asentir y darme una sonrisa. Salimos del edificio y noté que era un poco de noche, no había casi nadie. Caminamos unos segundos y empezó a darme frío.

—Veo que tu compañero es Michael.

—Si, para mi mala suerte.

—¿Tú y el.. ya?

Me miró vacilando un poco mientras hacía ademanes con sus manos. Yo trataba de entender hasta que comprendí y rápidamente explique.

—No, no solo somos compañeros que no se soportan.

—Es raro, toda chica haría lo que fuera por estar con él en especial Kiana.

Caí en cuenta que esa chica trataba de molestarme cada que podía ahora entiendo un poco porque lo hace.

—¿Que sabes sobre él?

—Pues, es un tipo que tiene a todas las chicas a sus pies, siempre a sido así de misterioso y por último no creo que sea buena influencia para nadie.

—¿Por qué?

—Te contaré algo, pero no le digas a nadie.

—Adelanté. 

—Se dice que el mato a su hermano menor.

Mis labios se entre abrieron y lo miré extrañada. ¿El un asesino? Me puse a pensar en lo que me había dicho antes.

"Mi hermano menor tenia esos ataques, yo estaba con el calmandolo"

Es imposible.

—Bueno, eso es lo que dicen es solo una teoría.

Se acomodo sus lentes junto con su abrigo. Miro mis brazos que me abrazaban a mi por el frío, se detuvo y se retiro su abrigo.

—Toma para que no tengas frío.

—No hace falta.

—Tómalo, porfavor y Sofia no te confies en cada uno de los chicos con los que te juntas, ninguno es lo que aparenta ser.

Lo tomé y lo puse en mis hombros era un suéter ligero y con su fragancia suave. Desconsertada tiempo después me dejo en mi edificio y el se fue hacía el suyo. Realmente había disfrutado el paseo aun así mis pensamientos contra Michael y los demás no estaban tranquilos, si el era peligroso no me quedaría si era un asesino creo que nadie se quedaría, me toca investigar.

Al día siguiente era día libre no había nada de clases, decidí levantarme temprano. Michael estaba dormido sus brazos flexionados se podía ver sus músculos, su rostro realmente muy atractivo a la vez que se veía tan tranquilo.

¿Que hago mirándolo?

Casi me doy una bofetada y retire mi mirada de él no soy acosadora, me cambie mi pijama por algo para salir hoy quería ver un poco más de mi. Me puse un pantalón negro pegado a mi piel, una blusa negra corta finalizando con una chaqueta de cuero. Ate mi cabello en una coleta alta para luego ponerme una botas. Empecé a buscar una bolsa o mochila entre mis cosas pero no tenía, mi mirada fue hacía hacía otro lado del armario.

Tomé una mochila de el grande donde cabía perfectamente la caja de mi anillo, mis dibujos y algunas herramientas. La puse en mi hombro para luego salir pero vaya sorpresa.

Todos estaban en la habitación, ¿En qué momento entraron? ¿Tanto tarde en arreglarme? Me miraron y analizaron con la mirada.

—Hey, ¿a donde vas?

No sabia que decir, no les iba a decir que iba a ir a probar mi magia oscura a algún lugar.

—Tengo una cita.

La mirada de Jason fue a mis ojos para luego mirarme apretando los labios.

—¿Con quien?

Mierda que digo.

—Bueno, eso es asunto mío, ¿no?

Adam entró a la habitación como si fuera de él para luego mirarme de pies a cabeza.

—¿En qué momento hicieron a Michael y Dave en versión mujer? ¿Que hicieron chicos?

Pase hasta la puerta para luego abrazar a Adam y susurrar.

—Espero que estés bien.

El no sabia que hacer para luego abrazarme y acariciar detenidamente mi cabello por unos segundos, nos separamos y me dio una sonrisa.

—Lo estoy, gracias Sof.

Me separe por completo y justo cuando iba a salir una voz a mis espaldas que ya conocía me detuvo.

—Espera, ¿esa no es mi mochila?

Porque no la oculté.

Me gire y lo encare mientras él se iba a acercando, tomó la mochila y la reviso sin abrirla.

—Si esa mía, ¿Nisiquiera me la pediste?

—Ahora lo haré, ¿Me la pudes prestar porfavor?

Necesitaba recuperarla tenía objetos muy valiosos dentro de ella.

—Déjame lo pienso, no.

—Por favor, devuelvemela.

—No, ¿Que echaste en ella?

Al ver que tenia intenciones de abrirla rápidamente me abalance a quitársela, cuando la tuve en mis manos dije.

—Cosas personales.

—Vamos, Michael no harás un escándalo por una mochila, deja que se la lleve. —dijo Taylor tratando de ayudarme.

—Tiene razón Taylor, Michael. —esta vez dijo Dave.

Michael hizo un gesto de desagrado junto con unos ademanes.

—Llevatela, pero si la ensucias no te salvará nadie.

Asentí con la cabeza y salí lo más rápido posible, eso estuvo cerca. Subí escaleras arriba del edificio hasta llegar a la azotea, estaba completamente sola y además era grande de modo que no se viera nada. Dejé la mochila en el suelo y fui hacia la puerta para cerrarla bloquee con algunas cosas. Tomé la mochila y empecé a sacar las cosas me tire en el suelo para comenzar a ver las cosas.

Abrí la pequeña cajita, retire el anillo y lo probé en mi dedo. No pasaba nada, supongo que tenía que encender el anillo con mi magia según mis apuntes. Lo deje en el suelo me distancia y me pare derecha frente a él cerré mis ojos con fuerza pasaron unos minutos hasta que sucedió, la llama morada por mis manos abrí mis ojos y la admiré. Recordaba como se veía en ella.

Decidí no perder más tiempo y traté de lanzar la magia hacia el anillo. Pero no salió nada de mis manos, solo se quedaba el fuego en mis manos. ¿Que hacía mal? Lo traté de hacer a cualquier parte pero no pasaba nada. Cuando de pronto empezó a quemar como la anterior vez hice una mueca de dolor y empecé a mover las manos al aire tan solo para retirarlo.

Me empezaba a doler mi brazo ya que se extendía. Agua necesito agua, ¿Se apagara como fuego normal? No creó, era magia que parecía fuego no fuego en sí.

—Apagate estúpida cosa.

De pronto esta se apago, note las marcas rojas que dejo en mis brazos. No se porque no puedo hacerlo, patee el suelo como niña pequeña y por accidente la mochila que reposaba en el suelo.

—¿Por qué yo? Solo quiero encender esa cosa y acabo quemandome yo sola.

De un momento a otro empecé a desesperarme finalizando en el piso con lágrimas. No quería este destino, solo quisiera tenerlos aquí y ser normal. Me cuestiono si fue buena idea no ir a la escuela de magia de aquella ciudad oculta. Cerré mis ojos y empecé a recodar lo poco que dure en esa escuela sin embargo recordé justo como había visto a los de nivel avanzado de edad juvenil como lanzar la magia. Me puse de pie y limpie mis lágrimas.

No todo esta perdido. Yo nací para esto.

Me puse en la misma posición cerré mis ojos y al sentir la llama en mis manos, abrí mis ojos que ya estaban tornados de un color morado. Rápidamente di un paso atrás, visualice mi objetivo y lancé con fuerza dando un paso hacía delante. Este salió disparado de mis manos hacia el anillo. Este capturo la magia enseguida prendiendose en fuego morado, la flama era grande que bueno que no lo hice en la habitación.  Al terminar de absorber todo volvió a la normalidad.

Me acerque a tomar justo cuando lo deslice de nuevo en mi dedo esta piedra resplandecío a un color morado para luego volver a como estaba. Pareciera un simple anillo, pero no lo es. Es la fuente que si me sucede algo me hará sanar más rápido, me ayudará a desarrollar mi magia. Además que era un regalo de ella.

Me sentía orgullosa de mi.

Este era mi destino, soy la hija de unos de los más poderosos y mayores naturalistas. Aún así mi magia fuera oscura, siempre me amaron. Soy buena, no soy mala a sus ojos.

Estoy lista para seguir tratando mi magia, no dejaré que él venga por mi.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro