Me daba una ducha larga mirando a la nada, sintiendo el dolor, como si tuviera un vacío y me faltara algo un dolor tan largo y permanente que quizás nunca sanaria, algo que no se podría describir por lo mucho que duele.

Te das cuenta que tu vida no tiene sentido poco a poco, pero aquí la pregunta es, ¿Por que me siento así? Muchas podrían ser las respuestas, pero a la vez no lo se.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta del tiempo. Pues cuando me daba duchas me gustaba sentir la sensación del agua caliente pasar por mi cuerpo y pensar un poco de mi vida.

En eso se escucho un toque en la puerta.

—Sofia, ¿podrías porfavor apurarte? —hablo Lee desde el otro lado de la puerta.

Suspire ya que no tenía ganas para salir de aquí en este momento, pero tuve que decir que ya saldría.

Lee es mi mejor amigo de toda la vida, nuestros padres eran muy amigos y siempre que podían iban a nuestra casa a pasar los fin de semana. Lee siempre ha estado para mí y nunca lo cambiaría por nada es como un hermano para mi una persona en quien puedo confiar siempre aun así con los ojos cerrados, el es el hermano que siempre soñe y aunque las sangre no nos una nuestra amistad si.

Lee y yo estuvimos juntos cuando eramos pequeños, como dije cada que íbamos nuestras casas por nuestros padres nos divertíamos jugando, desearía volver aquellos tiempos y quedarme ahí no quisiera que avanzara más el tiempo. Por unos años, nos perdimos del mapa hasta que hace 1 año nos reencontramos de nuevo, desde ese momento no nos hemos separado de nuevo.

Le agradezco al destino habérmelo topado de nuevo pues es una persona demasiado amable que jamas te juzgaria y te apoyaría en todo. Por ahora me estaba dando hospedaje en su departamento, pues decidí dejar mi antigua universidad por problemas que quiero evitar recordar.

Sali del baño y me vestí con algo ligero para que vaya cómoda en el viaje. La universidad que elegí esta a 3 horas de aquí pero pues quiero dormirme en el trayecto. Ya cambiada salí de la habitación al instante un olor delicioso estaba en el aire por lo que predije que Lee había preparado algo.

—Ya era hora, Nudel —puso un plato con wafles frente a mi en cuanto me vio llegar a la cocina.

El cocinaba muy bien puedo decir que incluso mejor que yo siempre había sido su pasión todo lo que prepara sabe muy bien.

También hablaba varios idiomas entre ellos: alemán y noruego desde muy pequeños siempre nuestras familias querían que aprendieramos todo lo necesario, bueno mas de lo necesario.

Siempre me ha llamado Nudel que significa fideo en alemán desde pequeños.

—Gracias, Vakker.

Charlamos un poco después salimos de su departamento y subimos a su coche, siempre nos apoyabamos en todo eso implicaba que hacemos todo juntos.

El viaje se sintió rápido ya que pude descansar en todo el camino. Después de 3 largas horas llegamos a mi nueva universidad, mi nueva vida está en Loods la nueva universidad en la que ingrese. Aunque no lo había dicho en todo este tiempo, me dolía despedirme de Lee y también odiaba que el no pudiera venir conmigo.

—Bueno, llegamos..

-Ve el lado positivo - se volteo para verme bien con una sonrisa en el rostro, siempre tan positivo apesar de que le doliera.

—¿Sabias que no hay lado positivo?

—Claro que lo hay, conocerás personas nuevas y socializaras más, esto puede ser un gran paso muy importante debes dejar atrás todo lo que paso.

—Eso es lo que no quiero nuevos amigos ni nuevas personas —me mantuve en silencio —Pero me esfuerzo, ¿si?

Yo no era una persona que se acostumbraba o se acoplaba fácil a la sociedad.

—No será tan malo, Nudel se que podrás sobrevivir sin mi.

Puse una sonrisa triste quería no tener que hacer esto pero era necesario.

—Eso espero.

Fue lo único que pude decir.

—Bueno ya me tengo que ir, Sofia.

—Hasta luego, Lee —aprete de mis labios queriendo reprimir una sonrisa triste.

—Hey, tranquila vamos a hablar por teléfono no significa que no nos vamos a volver a ver.

—Será diferente, te vas a ocupar en otras cosas y no tendrás tiempo.

—Nunca me olvidare de llamarte, será lo primero que haré al despertar nunca podría olvidarte, Nudel.

—Ni yo a ti, Lee —sonreí y decidida abrí la puerta para luego salir del auto. Me sentía más segura y más confiada gracias a él que subió mi ánimo, pero más que nada debía recordar porque lo hacía. Mis manos sudaban y los nervios estaban.

—Muéstrele al mundo quien es Sofia Brussley.

Dijo desde la ventana.

Le di una sonrisa —jeg elsker deg, Vakker.

—Yo también te quiero, Nudel.

Mire a la universidad y si es muy grande mucho mas que la anterior, mire a mis alrededores y había muchos estudiantes, se notaba que todos ya tenían su grupo de amigos hecho, estaba llegando a mitad de año ya todos tenían todo hecho.

Mire a atrás de mi y Lee no se había ido aún lo observe por ultima vez y me hizo un gesto de que entrara procedí hacerlo, entrar a los dormitorios era mi primer tarea. Entre al edificio indicado que se suponía que decía en mis hojas. Al ir entrando me sorprendí al ver mujeres y hombres en el mismo edificio, habían varios pero no sabia que las habitaciones eran mixtas, estaba aun con más nervios ese fue un detalle que no logre ver.

Eso si no me lo esperaba pero a quien se le ocurrió esta idea.

Iba observando mientras iba en busca de mi habitación todo era tranquilo apesar de que me aterraba todo esto. Tenía aún la cara de sueño y mi cabello estaba mal arreglado creó que no es mi mejor día.

Vi mi papel con el número de habitación

234-C

Estaba perdida así que decidí preguntarle a alguien que me respondió que al siguiente piso, quizás ya varias personas se me habían quedado mirando por estar saliendo y entrando al elevador.

Salí del elevador y note en medio del pasillo a 3 chicos hablando eran atractivos no lo voy a negar, pero no se veían como el tipo de personas amables pero tenía que preguntarles sobre donde estaba la habitación ya que no la encontraba.

Mientras me iba acercando observé que dejarón de hablar y se miraban entre ellos, sin embargo tome el coraje de mi inútil cuerpo y con toda la valentía que me quedaba me fui acercando esperando una buena respuesta y que ese sea el fin de la conversación.

Iba muy segura de mi cuando un chico que estaba recargado en la puerta me miro sus ojos eran color miel, su cabello era color avellana mientras que vestía una chaqueta de cuero, era muy atractivo que no mentiría que no me había puesto nerviosa con esa mirada.

Me quede helada, la valentía que tenia se había ido me sentía nerviosa hacíamos conexión visual fue una maldita tortura quería retirar la mirada pero no podía.

No puedo, no puedo..

Si puedes, solo acércate y pregunta, ¿o no puedes hacer eso?

Me contesto mi conciencia, tragué grueso y seguí mi camino.

Podría pasar de largo y buscarla habitación por mí misma pero era un largo pasillo y no podía más así que tengo que dejar los nervios atrás.

Al acercarme me quede sin palabras, no sabía como pronunciar una sola palabra.

—Hola.. yo estaba.. —las ideas no estaban claras, tan solo tenía pena por hablar entre tantas personas. —Estaba buscando algo..

Dios esto es más difícil de lo que imagine.

Un chico con el pelo color naranja me miro y sus ojos eran azules, un azul tan único. Se notaba simpático daba una sensación de que todo estaría bien.

—¿Sí? —me dedico una sonrisa honesta.

—Disculpa, me preguntaba ¿Dónde está la habitación.. —revise mi papel— 234-C?

En ese momento se creó un largo silencio que podría decir un poco incomodo pero después se querían reír.

No entiendo, ¿Que fue lo dije para que todos se quisieran reír? Bueno todos menos uno el chico de la puerta estaba serio muy serio, este era uno de los miedos que tenía siempre al hablar.

—Bueno ya te tocaba, amigo —El pelirrojo le dijo al de la puerta y rompió el gran silencio.

—Te dijimos que tu suerte se acabaría algún día. —dijo un chico de cabello negro con una sonrisa de burla en su rostro.

No entiendo ni un carajo que sucede.

En ese momento el pelirrojo se volteo hacía mí.

—¿Que puedo decir? Bienvenida —pauso con una pequeña risa— Esta es tu hermosa habitación

Miro al chico que luego este se quitó de la puerta de mala manera, esta decía mi número, el me miro a mí y al chico que hace un segundo estaba ahí en ese lugar.

—Y el es tu maravilloso compañero de cuarto —acompleto uno de los chicos que estában ahí.

XXXXX

Hola amigos, esta es mi primera historia aunque ya lleva hace tiempo publicada la estoy editando para que sea mucho mejor quiero que tenga una buena trama y coherencia por lo que decidí volver a editarla.

Los invito a quedarse y gracias por darle una oportunidad. ♡

Cam E.