Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Extra 🖤 (2)

Ana acaricia mi pecho con su mano, sus ojos cerrados por el cansancio de montarme apenas llegó a casa.

— Supongo que te divertiste en el club.

La miro y ella sonríe de forma extraña.

— Disfruté mucho bailar con Andrea y Gail, aunque tu hermana no se veía muy feliz de estar ahí.

— ¿Te dijo algo?

— No.

— Más le vale a esa pequeña interesada. Supongo que esperaba algo más elegante o costoso. A ella solo le importa la apariencia.

— Debe ser muy infeliz. — Suspira. — ¿Y qué hay de tu hermano? ¿Te llevas mejor con él?

— No. Preferimos ignorarnos mutuamente hasta que Grace nos obliga a saludarnos.

— Pero Christian... — Se endereza para mirarme. — Es tu hermano, no un extraño cualquiera.

— Nena, mi relación con él ha sido difícil desde que éramos niños. Puedo decirte que confío más en Jason o en mi amigo Barney de lo que confío en Elliot. Es solo un dolor en el culo que no necesito.

— ¿Lo invitarás a tu despedida de soltero?

— Supongo que podría, pero no es lo que quiero. — Hago una mueca de disgusto.

No quiero hacerla sentir mal, pero si ella tuviera hermanos como los míos preferiría ser hija única. Supongo que Ana necesita más de la convivencia con otras personas más de lo que yo la necesito.

— ¿A quien invitaste? — Ahora suena curiosa.

— Taylor, Barney. — Su pequeña ceja se arquea. — Tu amigo José.

— ¿Y tu papá? ¿Tu hermano?

— No necesito a ninguno de ellos jodiendo mi noche, juzgándome por la cantidad de alcohol que consumo o el puto asunto con las strippers.

— ¿Qué? ¿Qué hay con las strippers? — Su ceño se frunce.

— Fue idea de José. — Lo acuso. — Tomaremos unos tragos en su bar antes de ir a un club.

— ¿Y necesitas desconocidas meneando el culo frente a ti para pasarla bien?

— Tuviste tus propios strippers. — Le recuerdo.

— ¡Eran gays! — Chilla ofendida.

— Querías bailar, no coger. ¿Cuál es el puto problema?

Se aparta de mi y gruñe algo que no comprendo mientras se dirige al baño desnuda. ¿Ahora qué hice? Le dí todo lo que pidió para su jodida noche de chicas.

Algo extraño ocurre. Algo muy sospechoso está pasando justo frente a mis ojos, la mirada de furia en Ana no ha disminuido a pesar de ser medio día en la oficina.

Recoge su agenda de la mesita de café y toma el bolso antes de mirarme, su expresión aún asesina. ¿Sigue molesta? ¿Y todo por las jodidas strippers?

— Tengo que irme. Disfruta de tu noche, mi amor.

— Grac...

No termino de hablar cuando ella ya ha salido de mi oficina, el tacón de sus zapatos resonando contra el mosaico mientras se aleja. La escucho despedirse de Andrea y tomar el ascensor para dirigirse a la escuela de Teddy.

— ¿Señor Grey? — Andrea asoma la cabeza por la puerta. — El señor Cohen solicita una reunión.

— No tengo tiempo para...

— ¡Señor Grey! ¡Buena tarde!

Mierda.

Jefferson pasa por el lado de Andrea con su puta sonrisa y destilando su jodido buen humor como si fuera un horroroso perfume barato.

— Cohen, ¿Qué quieres?

— Creí que le alegraría saber los avances de la negociación con la empresa Alemana.

— No.

— Porque hemos llegado a bueno términos y podrían acceder en las próximas horas.

— No me interesa.

— Si me deja mostrarle la gráfica... — Insiste.

— ¡No tengo tiempo para esto! — Gruño. — Tengo algo qué hacer justo ahora.

Me levanto del escritorio con el móvil en una mano y el maletín en la otra para ir al ascensor, con el jodido Cohen aún detrás de mí.

— Puedo mostrárselas mientras bajamos. — Me muestra la carpeta en sus manos. — ¿O quiere que lo acompañe?

— Es un asunto personal.

— No me molesta. — Niega con la cabeza.

Jodida mierda. Él y Ana terminarán por volverme loco, estoy seguro. El ascensor desciende mientras Cohen sigue parloteando.

— Quiero un informe mañana temprano. — Ordeno cuando no se aleja de mi. — Gráficas, estadísticas, una presentación para los jefes de departamento.

Su semblante decae ante la monumental tarea, pero vuelve a sonreír y asiente.

— Ya la tengo lista, señor Grey.

Veo a Taylor esperando en el auto y sigo caminando, el jodido Jefferson aún siguiendo mis pasos como un perro faldero.

— ¿Tienes todo organizado?

— Si, señor. ¿Le muestro el adelanto?

— No. — Mierda, ¿Cómo hago que lo entienda? — Voy a mi despedida de soltero. No sé si lo notaste, pero estoy a punto de contraer matrimonio y no tengo tiempo para los jodidos detalles de la empresa. Te pago por que te hagas cargo y no necesites mi bendición a cada paso, ¿Entendido?

— Si, señor Grey, lamento molestarlo. Disfrute su tarde y le deseo lo mejor en esta nueva etapa de su vida.

Presiono los labios con fuerza y asiento, alejándome de él tan rápido como me es posible, casi lanzándome dentro del auto.

— Al bar de José. — Le digo a Jason pero él lo sabe.

Llegamos en cuestión de minutos y por primera vez, Jason me acompaña al interior del bar.

— ¡Christian! — José me saluda. — ¿Listo para celebrar?

Pone sobre la barra una botella del whisky costoso que consiguió para mí y sirve tres vasos. Taylor, José y yo bebemos algunos tragos mientras el bar comienza a llenarse de clientes, un chico joven detrás de la barra ayudando a José.

— ¿Estás listo? Tenemos reservado un VIP en un club. — Sus cejas se elevan con entusiasmo.

— ¿Es necesario que sea un club de strippers? He visto muchas mujeres desnudas, un par más no harán la diferencia.

José frunce el ceño y mira a Taylor, como si él pudiera explicar mis palabras.

— Espero que no le dijeras eso a Annie, créeme, te hará pagar.

— Esa jodida chiquilla ya me atormenta como su pasatiempo, ¿Además debo protegerme de sus celos?

José ríe.

— No sabía que Annie era celosa, creo que tú tienes ese efecto en ella.

Pongo los ojos en blanco sin poder evitarlo. Unos tragos más y nos dirigimos al club donde mi buen amigo Barney se unirá después.

El lugar es ruidoso, llamativo y oscuro. Los únicos lugares iluminados son los escenarios donde las chicas bailan y se restriegan contra el piso, para el placer de los viejos y los borrachos.

La chica de ropa diminuta nos lleva hasta la zona de reservados  y otra más deja una botella y vasos en la mesa. Luego se alejan con grandes sonrisas.

— Ya me estoy divirtiendo. — Sonríe José.

— Eso es porque eres soltero. — Le digo sirviendo los tragos. — Tener una mujer en casa es sexo seguro si sabes jugar bien tus cartas.

Jason asiente de acuerdo con mis palabras y los tres chocamos nuestros vasos antes de beberlos.

— Creí que una vez casados se acababa el sexo. — Insiste José.

— Solo para los imbéciles que dejan de seducir a su mujer. — Taylor responde con seriedad, sorprendiéndome.

No es ningún secreto que él y la señora Jones tienen una relación desde hace años, solo que él nunca se atrevió a hablar de más o hacer referencia a su vida sexual.

— Conseguiré sexo está noche. — Gruñe Rodríguez mirando el escenario.

Una chica castaña de vueltas en la pista de la orilla, sonriéndonos en cada oportunidad que tiene. Luego Jose le hace una seña para que se acerque y ella baja del escenario.

No solo la chica castaña se acerca sino que otras dos más la acompañan, todas apenas vestidas y maquillajes tan cargados que se ve exagerado.

La chica se sienta en el regazo de Jose haciéndolo sonreír, la otra se sienta junto a Jason apoyando una mano sobre su pierna y la otra chica se acerca rozando mi brazo con sus pechos.

— Eres tan guapo. — Susurra. — ¿Quieres pasarla bien esta noche?

Bate las pestañas postizas en un gesto exagerado pero no la aparto. Algo en ella llama mi atención, solo no sé qué es.

La chica de José se pone de pie y tira de él para que se levante y bailar pegando sus cuerpos. Ella también luce extraña con sus tetas falsas y sus piernas flacas.

Un momento.

Le hago una seña a la chica conmigo para que se levante y pueda verla, su cuerpo extremadamente delgado con mínimas curvas debajo del entallado vestido. Tiro de un mechón de su cabello rubio sintiéndolo áspero y seco.

La chica con Jason es incluso menos femenina, su pecho plano y una pequeña cadera en unos shorts cortos. Sus facciones son duras cuando mi guardaespaldas rechaza sus avances.

¿Qué mierda?

— Acércate. — Le ordeno a la rubia, que se inclina con una gran sonrisa. — ¿Qué mierdas intentas?

Su sonrisa cae y frunce el ceño con molestia.

— Quería darte una velada agradable, guapo, tal vez te quito lo gruñón.

— ¡Lárgate! ¡Todas ustedes!

Me lanza una mirada furiosa antes de dirigirse a sus amigas y salir de nuestra área, José mirando sorprendido.

— ¿Que hiciste, Christian? ¡Lo estaba pasando bien!

Jason esboza una ligera sonrisa.

— Te habrías llevado un fiasco, créeme. — Sirvo más whisky en mi vaso.

— ¿Por qué?

— Tu acompañante y sus amigas eran un regalo de Ana, estoy seguro como la mierda que ella lo hizo. — Bebo un gran sorbo de mi escocés.

José sigue confundido y molesto, así que dejo que Jason lo aclare.

— Las bailarinas tenían un extra, señor Rodríguez. Son hombres.

— ¿Qué?

— Siéntete libre de reclamarle a Ana. — Sonrío. — No puedo esperar para verlo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro