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Capítulo 20

— ¿Cómo van las cosas con Camille? — Pregunta cuando el mesero se lleva los platos vacíos.

— Bien.

— Me alegro tanto, ella es perfecta para ti.

Antes de que pueda darle una respuesta, mi móvil vibra dentro de mi bolsillo haciendo que mi corazón se agite de ansiedad.

*Despertó.*

— Mierda, tengo que irme ahora. Gracias por hacer esto Elena, nos veremos después.

— ¿Ya te vas? ¿Pero...?

— No te preocupes por la cuenta.

Lanzo un par de billetes a la mesa y me dirijo a la salida más cercana. Mientras conduzco, mi mente brinca entre las posibles reacciones de Ana.

Obviamente no estará feliz.

Estaciono el R8 y bajo de prisa hasta llegar al exterior de la habitación principal que es custodiada por Taylor. El sonido proveniente del interior me confirma que ella está despierta.

— Señor Grey — Me habla cuando toco la perilla de la puerta — No debería...

Intenta detenerme, pero ya he abierto la puerta un poco para mirarla. Una variedad de objetos se encuentran tirados en el piso, pero el sonido de algo de cristal impactando a un costado mío me hace reaccionar.

Cierro la puerta a tiempo cuando un joyero de porcelana choca contra la puerta lanzando los pedazos a los lados.

— ¡Señor! — Taylor tira de mi brazo — Ella está furiosa, no debería entrar.

Mierda.

— Tengo que hacerlo, ve a vigilar la puerta y no la dejes salir bajo ninguna circunstancia.

Ordeno. Él asiente no muy convencido pero se aleja por el pasillo para darme privacidad. Si voy a discutir con Ana sobre las razones por las que la traje aquí, voy a necesitar tiempo.

— ¿Ana? — Pregunto y espero un poco.

El sonido de otra cosa golpeando la puerta me hace saber que escucho perfectamente.

— Necesitamos hablar, ¿Puedes tranquilizarte para que pueda abrir la puerta?

Permanezco atento a los sonidos mientras empujo la puerta lentamente, ella está en medio de la habitación con los brazos cruzados sobre su pecho.

— ¿Tranquilizarme? ¡Maldito loco! ¡Hijo de puta! ¿Cómo esperas que esté tranquila si me tienen encerrada en quien sabe dónde?

— Déjame explicar... — Doy pasos cautelosos hacia ella — Lo que yo quería hacer está tarde era hablar contigo.

— ¿De qué?

— Sobre otro acuerdo.

— No quiero tu dinero — Gruñe furiosa.

— Ya sé, ya lo dijiste — Respondo en su mismo tono — Pero quiero negociar contigo, espero que podamos llegar a un punto medio.

— No. Quiero. Tu. Dinero — comienza a caminar lentamente hacia mi — Y ciertamente no estoy de humor para tener sexo contigo justo ahora.

Pisotea con fuerza mientras se acerca, así que utilizo mi altura para intimidarla un poco. Si alguien sabe cómo conseguir un trato difícil, eso soy yo.

— Es una lástima, me encantaría sacar todo ese enojo de ti a base de sexo duro.

— Vete a la mierda... ¡Me largo!

Intenta pasar por mi lado, pero rápidamente tomo su brazo. No pasé por todo este jodido asunto para dejarla ir así de fácil.

— Un momento, no dije que podías irte — Tiro de su brazo hacia atrás — Deberías descansar hasta que muestres mejor disposición, entonces podríamos hablar como adultos.

— ¿Como adultos? — Agita sus manos — ¿En qué maldito mundo vives que a los adultos tengan que retenerlos contra su voluntad? ¿Eh?

— Yo siempre obtengo lo que quiero — Ahora yo me acerco a ella con el ceño fruncido — Y no serás la excepción. Esperaré a que te des cuenta que no te queda más que negociar conmigo.

— ¡Eres un maldito!

Empuja mi pecho con sus manos, tomándome por sorpresa, permanezco inmóvil por la incredulidad. Ella me tocó.

— ¡Lárgate! ¡Estás enfermo! ¡Estás muy equivocado si piensas que voy a ceder!

No pienso discutir con ella, así que salgo de la habitación y pongo seguro a la puerta. Seré paciente porque es lo único que puedo hacer por ahora, estaré jodido emocionalmente pero no soy un maldito violador... Aún.

Bajo a la sala y saco el móvil de Ana de mi bolsillo. Mañana tendría que estar en el bar y si no se presenta José empezará a hacer preguntas. No puedo dejar que eso pase.

*Hola José, tengo que salir un par de semanas por un imprevisto. Lamento no avisarte con tiempo, pero es algo de último minuto. Te llamaré cuando regrese*

Reviso el mensaje un par de veces antes de decidirme a enviarlo. Tuve que revisar otros mensajes de Ana para verificar que la escritura y el lenguaje fuera similar al que ella utiliza y no levantar sospechas.

Ya que Ana está ocupando mi habitación, tomo la de invitados que está frente a ella. Es temprano, son las 6 de la mañana y apenas he dormido cuatro horas pensando en las cosas que tengo qué hacer para cubrir mis huellas.

— Voy a Grey House, quédate con ella — Ordeno a Taylor — Conseguiré a alguien que traiga el desayuno para ustedes, pero tengo que volver a mi rutina. Con suerte, ella podría querer hablar está noche.

Taylor asiente aunque no le queda más remedio que aceptar mis órdenes. De camino a GEH llamo a Welch para informarle de la situación con mi invitada y le pido un hombre de confianza para apoyar a Jason.

— Le sugiero, señor Grey, que haga todas las actividades que acostumbra.

— Lo sé, voy de camino al trabajo.

— Déjese ver en Escala, que las cámaras lo vean entrar y salir. Y definitivamente no olvide ir al bar donde la chica trabaja.

— Tienes toda la maldita razón, aunque lo único que deseo es regresar a Broadview para hablar con ella.

— Llámeme si hay algo más que pueda hacer.

Cuelgo la llamada con Welch cuando salgo del auto y me aseguro de cumplir con la estricta agenda que Andrea tiene para mí. Cerca de las 8, salgo de mi oficina para ir al bar por un trago.

Estaciono en el mismo lugar de siempre y me siento en el mismo banquillo sabiendo que Ana no va a aparecer, llamé a Taylor cuando me dirigía hacia acá por las novedades del día.

— Hey amigo — José me saluda — ¿Lo de siempre?

— Si.

Miro hacia el escenario y un par de chicas acomodan algunos micrófonos, lucen incluso más jóvenes que Ana.

— ¿Sorprendido? — Pregunta con una sonrisa.

— Si, ¿Qué paso con la otra chica, Ana?

— Un imprevisto, tuve que llamar a la cantante de repuesto.

Bebo el contenido de mi trago y deslizo el billete por debajo del vaso. Estoy aquí, José me vió, es hora de hacer mi salida.

— ¿Te vas?

— Si. Tengo algunas cosas qué hacer.

~ • ~

¡Hola!

¡Feliz Navidad! 🥳🥳🥳

🎅🏻🌨️🦌🎊🎉

Lo sé, estuve medio desaparecida estos últimos días. Estuve en capacitación dos semanas, apenas inicio vacaciones y ya estoy exhausta jajajaja.

¡Pero prometo ponerme al corriente!

Les mando muchos abrazos y buenas vibras, espero que haya sido un hermoso día con la familia y que disfrutemos las próximas fechas.

😘😘😘

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