Mello cierra la puerta de su habitación con los ojos cerrados, y suspira, bastante nervioso, intentando calmarse en un intento completamente fallido.

Mientras tanto, un Near también bastante alterado, algo raro en él..., Intentaba hacer lo mismo, y al salir de su habitación, comenzó a mirar su entorno, y empezó a dar pasos pequeños, dirigiéndose a la habitación del chico que ya había descubierto que si que quería salir con él.

Fue acelerando sus pasos a medida que daba otros, y al final fue andando normal.

Mello cada paso que daba, cada paso que se alteraba más y se pensaba que quizás no debía hacerlo...

-Joder...-. Dijo el rubio, pensando que si ni es capaz de hacer esto, ¿De que sería capaz?, Así que Mello fue acelerando sus pasos, hasta que los dos llegaron a encontrarse en el pasillo.

-Hola Near-.

-Hola Mello, ¿me buscabas?-. Dijo el albino sonriendo, para no perder la costumbre de burlarse un poco del rubio.

-¿En serio tienes que ponerte así en este momento maldito enano?-. Pregunta Mello cabreado.

-Venga ya Mello-. Rió levemente Near.

-Mira, acabemos con esto de una vez, ¿Vale?-. Pregunta Mello.

-Me parece bien-. Near y Mello se dan la mano y este gruñe, y al cogerse de la otra mano y mirarse directamente a los ojos, le pone incómodo.

-Me gustas Near-. Dice Mello.

-Me gustas Mello-. Dice Near.

-Venga pues ya está-. Mello le suelta la mano y comienza a irse.

-Ya no será lo mismo Mihael, y lo sabes-. Dice Near parando los pasos de Mello, este, a espaldas de él sonríe.

-Esa es la idea Nate-. Mello reanuda sus pasos y se dirige a su habitación.

Near, sacando un cubo de rubik del bolsillo de su pantalón sonríe.

-Menuda confesión más extraña y loca-. Near comienza a irse a su habitación de nuevo... Sabiendo... Que ya nada volverá a la normalidad, pase lo que pase, ya no hay marcha atrás...