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—Oh hijo mío, te he fallado.
La luz desaparece y por ella aparece una mujer muy hermosa, se baja y toca al hermoso niño en el suelo comienza a llorar por la injusticia del niño, con cuidado mira el cuerpecito todo lastimado algo llama su atención y deja su mirada en ese punto.
Abre sus ojos con terror —El destino realmente se empeña en darte esta vida, lo siento tanto.
Entra en la mente del niño y mira el gran cuerpo que aparecen delante de ella —Kurama-san
Kurama mira con cuidado a la Diosa solo hace una reverencia por cortesía —¿Qué se le ofrece?
Kami hace una pequeña reverencia —Te sacaré de aquí sin que el niño muera pero... tienes que cuidar de él.
Kurama hace una mueca —No lo haré.
Kami se endereza —Porque tú más que nadie debe de sentir todo lo que está pasando, acaso Hagoromo fue tan mal padre para que tú seas así.
Kurama enseña los dientes —No hables a la ligera de mi padre, el odio que tengo fueron los mismos humanos que lo sembraron.
—Eso lo sé, pero tú más que nadie sabes que es el bien y el mal, este niño es alguien de buen corazón a pesar del desdichado destino que tiene... eso se puede cambiar si tú ayudas.
—Por qué no lo hace mejor usted.
—Kurama soy una Diosa estar aquí no debería de hacerlo pero lo hice, no podía ver más como el niño sigue pasando todo esto..
Si esto sigue el niño puede morir y tú también... por favor considéralo tú y él pueden irse de este lugar y ser libres.
Kurama solo la mira acomoda su cabeza entre sus patas —Esta bien lo haré sin embargo... solo hasta que él pueda valerse por sí solo.
Kami muerde su labio <<ojalá todo salga bien y tu tonto zorro te encariñes con ese hermoso niño.
La Diosa sale y congela el tiempo unos segundo, rápido toma al niño y desaparece del lugar. Llegan a una área que está toda destruida pone al niño en el piso con cuidado saca un 70% de kurama.
El zorro va tomando su forma humana, estira un poco su cuerpo, observa donde están —Isla Uzumaki.
—Es el mejor lugar para ustedes, está protegido y nadie entrará.
Con su mano la mueve con delicadezas y limpia todo el lugar, un poco más adentro de la vegetación hace una casa —Ya tiene donde vivir —mira al hombre —, cuídalo por favor.
Kurama ve como ella se desaparece suspira con fastidio, se acerca al niño y con cuidado sin mirarlo va directo hacia el hogar de ambos, al llegar va directo al baño comienza a limpiar el cuerpo del niño. No pudo evitar suspirar de tristeza al ver como estas.
—El ser humano es una plaga que debería extinguirse.
Más tarde.
Se sienta con rapidez notando que está acostado en algo cómodo aún así no hace ningún ruido y se queda en el mismo lugar.
—Despertaste.
Como puede busca la voz que le habla, pone una mano en sus ojos al no ver nada.
—No te lo quites... lamentablemente ese hombre destruyó tus ojos.
—Mis... Ojos...
—Si tus ojos, ahora eres ciego.
—Ciego.
Kurama mira al niño si fuera otro estuviera llorando y pataleando por que no puede ver y con este niño es diferente solo lo acepta y ya, se muerde su labio y se sienta en la cama.
El niño se tensa.
—No te haré nada, en mis manos hay comida... usa tu olfato y lo comprobarás —indicó Kurama.
El niño solo lo hace dándose cuenta que es verdad. Kurama se acerca un poco a él —Te daré de comida —el niño solo confirma.
Poco a poco la comida fue desapareciendo del plato, Kurama sonríe un poco al ver que se comió todo —¡Buen niño!
Este no dice nada.
—Te voy ayudar en lo que pueda, confía en mí...
—¿Me harás daño? —pregunta el niño con temor.
—Claro que no, mi padre me educó bien el problema es que han jugado conmigo como si fuera un juguete sin preguntarme si yo quería hacerlo.
El niño escucha al mayor, algo le dice que él está diciendo la verdad —Creeré en ti... ¿Cómo te llamas?
—Me llamo Kurama.
—Es un bonito nombre... te diría él mío pero nunca he tenido uno.
Kurama quería gruñir con enojo a estos malditos humanos —Tienes un nombre.
El niño busca con desesperación la dirección de la voz —Realmente tengo uno.
—Si, tus padres te pudieron Naruto Uzumaki.
—Me llamo Naruto Uzumaki.
—Si, tienes 7 años de edad.
El niño solo confirma.
Kurama por alguna extraña ocasiones siente una conexión que antes no estaba con el niño.
—¿Sabes quienes son mis padres?
Kurama suspira y comienza a decirle quién es realmente y que paso con sus padres. Naruto solo escucha en silencio, se entristece al saber que sus padre están muertos
—Eso es pasado, fuiste manipulado y ya todo pasó —dijo el niño.
Kurama no dice nada agradecido que el niño no lo haya juzgado, observa cómo el pequeño rubio está durmiendo —Prometo cuidarte, serás mi familia, mi hijo se que no podré curar tu mente pero te haré fuerte aunque estés ciego eso no impedirá que seas fuerte.
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