Capítulo delicado...

Hola les debía este trío, no lo había hecho antes era por que no tenía idea de que crear, otra cosa este cap para mi fue un poco difícil de escribirlos.

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Está cansado ya no podía seguir corriendo en un momento de desesperación entra en un callejón, se esconde en el lugar más oscuro pensando que sería el lugar más seguro , sin embargo estaba muy equivocado.

Por su cabello es jalado hacia fuera, los aldeanos comenzaron dándole golpes con cualquier cosa que tenían en la mano, el niños solo suplicaba para que lo dejarán en paz.

—Es un demonio —gritó uno aldeano.

—Por más que lo golpeamos no muere está maldito —vocifera otro.

—Por qué mejor no nos divertimos con él, total nadie sabrá quien le hizo daño —propone otro con malicia.

Los tres sujetos sonríe con soberbia, el niños los mira con terror estaba por gritar cuando su boca es tapa, sus pequeños pantalones fueron rompimos al igual que su bóxer, sin el entender nada siente un gran dolor inmenso cuando uno de esas personas está encima de él haciendo algo que realmente le duele.

Sus lágrimas bajan sin cesar cierra sus ojos al sentir como estas personas juegan con su cuerpo, mientras están haciendo eso otro lo corta con un cuchillo y el último juega con su miembro.

Pronto a su corta edad comprendió que estaba pasando está siendo profanado, súplica para que todo esto termine rápido.

Cuando esas personas se fueron mira la noche estrellada, solo se escucha sonidos de grillos ya no lloraba solo hacía silencio. Como pudo se sentó y miró su entrepierna llena de sangre y un líquido blanco, su miembro le duele mucho.

No pudo evitar llorar al comenzar al levantarse realmente su cuerpo le duele bastante, se queja de dólar al ponerse el pantalón como puede  comienza a caminar hacia el bosque.

Va directo hacia el río y con toda ropa puesta se entra tratando de quitarme toda esa marca tan desagradable, su cuerpo está sucio, su cuerpo es asqueroso ya nadie realmente lo va a querer.

—Me quiero ir de esta aldea... por favor Kami ayúdame —suplicó el niño de mirada gris.

Él había perdido ese brillo en sus ojos azules.

Días después.

Muerde su labio tenía hambre, tiene más de de una semana que no come bien su pequeño cuerpo no va a resistir mucho si sigue así, ahora mismo no sabe qué hacer no puede confiar en nadie, todos los odian.

Además nadie se preocupa por él.

Mira el puesto de comida tomando valor corre hacia el lugar toma una manzana y corre con fuerza.

—Un ladrón, atrapen al ladrón.

La policía Uchiha llega hacia el lugar al escuchar las voces, rápido ubican quien es el ladrón —Al parecer este demonio no sabe de educación.

El niño no dice nada, solo se queda quieto al ser sujetado.

—Hay que meterlo preso por un tiempo —dijo uno de los Uchiha.

Los cuatros confirman que llevan al niño, rápido lo meten a una celda y lo encierran. Uno de los Uchiha mira con cuidado al niño una grandiosa idea aparece en su mente rápido va hacia su líder.

—Fugaku-sama tengo algo que decir.

Fugaku mira al chico —Habla.

—El demonio el niño kyūbi está en una celda en nuestro departamento por robo.

Fugaku rápido se levanta y va directo hacia la celda mira al niño con malicia pura.

—Sácalo y llévalo al sótano... y que nadie se entere —ordenó Fugaku.

El joven Uchiha hace lo que su líder manda, el niño en ningún momento dijo nada solo escuchaba lo que estaban diciendo, además de que vale pelear, defenderse si al final esas personas son más fuerte que un niño.

Nadie lo ayudará.

Observa el nuevo lugar donde lo han metido, es todo negro salvo por una pequeña luz en el techo, se acuesta en la esquina más alejada del lugar tratado de no ser visto por nadie. Ese mismo día nadie fue, ni un vaso o plato de comida la suerte que en la celda hay un retrete donde el puede hacer sus necesidades.

En su tiempo en el orfanato fue lo único que le enseñaron a usar a más temprana edad y si no lo hubiera hecho quién sabe qué hubiera pasado.

Se asustó un poco al escuchar pasos llegar, aprieta sus manitas al observar a los dos hombres frente a él —Vigila la entrada, aunque dudo que alguien entre.

—Si Fugaku-sama.

Fugaku entra a la celda y sonríe espeluznante —Eres muy hermoso pequeño —dijo terminado de acercarse al niño —, no se si Kami en estos momento me está amando que puso el Kyūbi en mis manos —pasa su lengua por sus labios —, tengo planes contigo... pero primero nos divertiremos.

El niño no mostró ningún signo él se imaginaba que harían con él, será profanado otra vez.

Fugaku tomó por el cabello al niño y lo puso en el medio de la celda, con emoción rompe toda la ropa mira con morbo el cuerpo del niño, saca su miembro y sin pensarlo mucho entra.

En la celda se escuchan los gemidos del adulto, el niño no se mueve, no pestañea su vista, había perdido el último gramo de esperanza en esta vida.

—Perfecto, si todo sale bien serás mi perro personal —vocifera fugaku llegando a su clímax.

Saca su miembro flácido y mira los ojos gris del niños —Ya no lo necesitas —sin compasión alguno saca los dos ojos del niño y los destruye, escuchar cómo el niño gritó con fuerza hizo que su miembro tomará vida y sin pensarlo lo penetra una y otra vez.

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Ya sé bañado en su propia sangre, sus cuentas vacías dejaron de sangrar, su parte baja por igual ahora solo parece un muñeco de trapo.

—Quiero morir, qué sentido tiene la vida.

—Por favor Kami llévame contigo, ya no quiero estar en este mundo lleno de corazones lleno de veneno.

—Llévame contigo.

El niño en sus delirios por la falta de sangre queda dormido, una luz resplandeciente aparece en el lugar.

—Oh Hijo Mío, te he fallado.