Capítulo 2

El plan de los Coltron

Angelitza:

Baje la mirada avergonzada cuando la suya se detuvo en mí analizándome, porque lo estaba haciendo. No podía habérmelo imaginado, incluso Becky me dio un codazo y susurró "Tal vez le gustas suertuda", pero de inmediato él fijo la atención en Tara Reynolds, la chica bonita de la escuela y le sonrió con coquetería seductora. La maestra le hizo presentarse y él bastante quitado de la pena camino hasta el centro del salón y comenzó su diatriba.

—Hola mucho gusto chicas lindas, sé que es inusual una transferencia de estudiantes en esta época, pero sucede que soy un Coltron, para desgracia de ellos y como sabrán con dinero baila el perro, honestamente no soy estudioso, nada que ver con mi primo Edmund, y me enviaron aquí a ver si logran corregirme. —Él sonrió burlesco y modulo la voz antes de añadir. —No van a conseguirlo, soy un chico rebelde. —Volvió a cambiar el tono de su voz para seguir su desvergonzado discurso. —Sobre los chicos, no está mal tener un par de conocidos para armar relajo, pero no se metan conmigo, si no quieren acabar mal parados.

La maestra estaba estupefacta. Yo diría que se le fue el habla o de lo contrario, la señorita Collins, le hubiera reprendido antes, interrumpiendo su burla de presentación, pero ella seguía callada. Se mordisqueo el labio un momento y luego finalmente centro la atención en él.

—Eso ha sido totalmente inapropiado joven Coltron, espero que se trate de una broma de mal gusto. Vaya a su lugar, siéntese junto al joven Branson.

El mencionado hizo una mueca al oír que compartiría espacio con el recién llegado y como no, tras lo que dijo y el estilo nerd, de mi amigo Julius, quien arrugo la nariz cuando el cuervo se sentó a su lado.

—Hueles a Smog.

Dijo y el aludido con toda la desfachatez del mundo le ofreció un cigarrillo.

La profesora intervino frustrada confiscándole la cajetilla y después comenzó la lección, aunque era obvio que no estaba concentrada.

Raven:

Sabía que mi actitud puso nerviosa a la pobre maestra, una mujer de mediana edad bastante bonita, de igual forma capturo la atención, cosa que buscaba. Esas palabras y toda la información dada eran parte de mi papel. No había nada de cierto en eso. Todo era una pantomima para hacerme pasar por quien no era y evitar desencadenar sospechas, esta extravagante personalidad era una mezcla de la mía, con la del personaje inventado.

Hace tres semanas comenzó todo. Recuerdo perfectamente esa noche, termine subiendo al auto aun dudoso de las intenciones de aquel hombre, pero el frio era demasiado intenso. Durante el trayecto que fue largo, ya que el señor vivía en otro estado, me conto exactamente lo que quería y por qué. Por lo visto no le importaba escatimar en gastos con tal de lograr su propósito.

Si yo tuviese escrúpulos eso me habría parecido mal y me hubiese negado, pero ahora ¿qué clase de moral puede tener un callejero? Dada mi profesión, había hecho cosas mucho peores, engatusar y seducir a una jovencita era cosa de nada.

Coltron, me conto sobre la enemistad que había entre ambas familias, además de la competencia. Su hijo Edmund, estaba en el mismo concurso académico que "Angelitza" la chica que sería mi víctima. Él quería que yo la distrajese lo suficiente para apartarla de sus estudios y que perdiera concentración, si ella como niña tonta, se iba tras un chico olvidaría sus responsabilidades estudiantiles y perdería de inmediato, pero claro esto no se trataba solo de un tonto concurso, mi actual jefe buscaba más que eso. Él quería destruir a la chica y con ello a su familia, porque ella era su princesita, su polluelo dorado y él que ella estuviese mancillada era su perfecta venganza. Bueno el plan no era que la violase, era que ella estuviese tan de acuerdo, como para causar deshonor a su familia.

Y es que por dios ¡Qué vergüenza! Que una Fanel, se enamorase hasta las chanclas de un Coltron, y le dejase hacerle de todo, y peor, lanzarle la bomba de que no era más que un usurpador. Una puta callejera, un vicioso, que reemplazo al rebelde sobrino a quien tenían años sin ver, que no sospecharon nada. Sí, ellos se harían los inocentes y quedaría como el único culpable de todo, incluso fingirían un falso arresto por usurpación de personalidad. Cuando objete ante esto, pensando que me enterarían de verdad en el tambo, el señor Coltron, me tranquilizo diciendo que no tuviese miedo, puesto que cumpliría su palabra como seguro, ya que no era conveniente que hablase de este contrato ilegal, porque los Fanel, me creerían dado el odio mutuo y eso podría acarrear problemas a su reputación.

El hombre me dijo al pie de la letra su plan, que incluía que una vez dado mi papel, practicara antes de ser mostrado en público. Él diseño el personaje de Bad boy que fingiría, así como también el hecho de ser un supuesto pariente lejano. Una vez en su casa, la cual resulto ser una gran mansión que no tenía nada que envidiarle a un palacio y que media más que toda la esquina de los chicos de alquiler. Me presento a sus dos hijos Gabriel y Edmund. Sobra decir que ambos me miraron como si fuese un insecto, de una forma tan despectiva que me recordó la mirada de ciertos clientes cuando terminaba el trabajo, justo a la hora de pagar, cuando minutos antes estaban gimiendo como perras por mis artes de dormitorio. Hombres y mujeres, daba igual todos eran iguales, gente que se creía superior y te miraba por encima del hombro.

A Gabriel le parecía repugnante el plan de su padre e incluso increpo a Edmund al respecto.

"Que no tienes orgullo, no te da vergüenza que saquen a tu contrincante de esta forma tan vil"

Edmund, no le respondió fue su padre quien lo hizo.

"Esto no es sólo por el Decatlón, es venganza, es dar un buen golpe a los Fanel"

Los ojos de Gabriel giraron enfocándose en su padre.

"Por dios es una niña, esto es una bajeza"

En parte yo estaba de acuerdo, pero bueno, estaba bajo techo ahora y lo estaría por todo el tiempo que durase este trabajo, el señor Coltron, me ofreció también algo de dinero como mesada mientras duraba el trabajo y me dijo que me pagaría una buena suma al término de este, además que tendría tres comidas diarias y lo mejor, no tendría que acostarme con nadie, salvo la chica claro.

De hecho, el muy maldito incluso me había ofrecido un pequeño departamento al final, si le hacía un bastardo a la Fanel. Y hacerlo no requería mucho esfuerzo honestamente, si ya me la iba a follar ¿por qué no? Pues porque hasta una lacra como yo tiene su pequeño código ético, sus reglas, la mía era "No engendrar hijos nunca" No quería tener niños que terminasen siendo unas piltrafas como yo. No tenía nada que ofrecerles, estaba completamente vacío y roto.

Gabriel y su padre siguieron discutiendo largo rato, dicha pelea termino con una bofetada al menor y el aporreón de su puerta al encerrarse.

Los días siguientes fueron relativamente tranquilos, practicaba mi papel y mi patrón estaba complacido, pero sus hijos seguían mirándome como basura, en especial Gabriel.

"¿Tú me odias?"

Le pregunte un día y él me miro ceñudo antes de responderme.

"No desperdiciaría ningún sentimiento en ti"

Edmund, que lo escucho todo se acercó a mí y comento.

"Sabes sólo es frustración sexual, después de todo tu eres muy atractivo" Dijo y me palmeo el trasero dejándome atónito. ¿Es que acaso uno o los dos hijos de Coltron, bateaban para el otro lado?

Más tarde cuando Gabriel, se enteró, pues se lo conto una metiche sirvienta, le partió la cara a su hermanito que ahora luce un lindo hematoma en la mejilla derecha. Luego el aludido aclaro que no se sentía atraído hacia mí y que era heterosexual. Cosa que sinceramente me tranquilizo, ya que no tenía nada que ver con las atribuciones absurdas de Edmond, el cual al parecer solo intento jugármela esa vez. Pues en lo sucesivo, no hubo ninguna escena similar.

Por mi parte me concentre en el guion preguntándome como un joven que apenas y sabía leer podría hacerse pasar por un preparatoriano, incluso aunque tuviese malas notas, lo mío rayaba en la ignorancia. Cuando le comenté esta inquietud al señor Coltron, él solo dijo:

"Finge que eres un chico flojo y para rematar padeces dislexia, te dan trabajo los estudios, así que decidiste hacerlos a un lado, de hecho, ese punto nos favorecerá, por qué vas a pedir tutorías"

Asentí y seguí enfocándome en aprender todo sobre mi supuesto yo. No quería perder lo que tenía ahora, comida caliente todos los días, un clima más confortable, sí había frio, pero nada como las heladas de mi tierra y además tenía una linda y cómoda habitación solo para mí. Se supone que era una de servicio, pero por dios que me pareció una suite.

Lo sentía por Angelitza, pero ella era mi pasaporte a una nueva vida.

"Solo no vayas a enamorarte de ella y lo arruines todo"

Me dijo Edmond, esta mañana, antes de que saliésemos para la escuela. Su padre soltó una carcajada y respondió:

"Las putas no tienen emociones, sólo buscan las billeteras de con quien se acuestan, en este caso le estamos haciendo el favor a la Fanel y estamos pagando por ella"

Yo no dije nada, pero esas palabras me dolieron, sobre todo porque eran ciertas, aunque no es como si yo hubiese elegido esta vida, supongo que algo debió de notarse en mi semblante, porque Gabriel me miro con lastima esta vez.

De igual forma, no iba enamorarme de la niña por qué no sabía cómo, no tenía idea de lo que era el amor. Para mí era solo un concepto y ya. Una simple palabra semejante a fantasía.

Ahora mismo estoy en una lección que no entiendo, pero nada más finalizar me acerco a la profesora mientras aun escribe en el pizarrón, la que será la tarea para la casa.

—Maestra, vera apenas he captado nada, ¿será que pueda ayudarme con algunas tutorías?, he escuchado que ustedes los profesores asignan a un buen estudiante para esto y le dan créditos extra.

Ella asintió y respondió.

— ¿Por qué no le pides ayuda a tu primo, él es un genio?

—Hay por favor, Edmond no, seremos familia, pero somos peor que agua y aceite.

Ella miro disimuladamente a mi supuesto primo y se fijó en su moratón, seguro lo atribuyo a mi causa, entonces volvió a darme una opción.

—Tu compañero de asiento Julius, él es un chico estudioso.

—Creo que me odia de a gratis, ¿alguna otra opción?

La maestra suspiro y el aire que emitió sacudió su flequillo.

—Angelitza y es mi última opción, si no te parece busca tú mismo quien te dé asesorías.

—Oh, está bien.

Antes de retirar la profesora dijo lo que quería escuchar.

—Señorita Fanel, voy a pedirle que ayude al Joven Coltron con sus materias, desde hoy hasta el inicio de clases usted será su tutora, arréglense sobre los horarios, por supuesto tendrá los debidos créditos por su trabajo.