Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Segundo ensayo: el fin justifica los medios

—Me voy. Espero que cuando regrese se te haya pasado lo idiota.

Phichit salió de la habitación azotando la puerta tras de sí. Mi cuerpo entumecido me impidió ir por él.

Pero claro que no podía.

Me recosté en la cama y mi cabeza daba vueltas provocando un dolor punzante.

—¿Qué intenté hacer?— susurré para mí mismo.

Lo mordí.

¿Qué clase de acción fue esa?

Él me decía que no una y otra vez pero yo seguía con eso.

Suspiré de forma sonora y me cubrí la cabeza con una almohada.

Qué pesado se sentía todo.

Mis ojos no aguantaron más y poco a poco me fui quedando dormido.





El segundo ensayo de bodas se iba a realizar dentro de una hora. Yo ya estaba listo para presentarme pero no podía evitar sentirme inquieto al notar que Phichit no ha estado en la habitación desde lo que sucedió ayer.

Le mandé mensajes a él y su amigo Yuuri pero no parecía querer contestar.

¿Tan grave fue?

Mientras miraba el techo de la habitación una llamada entrante a mi celular me sacó de mis pensamientos.

—¿Hola?

—¿Seung-Gil? Soy Ji Yong.

—Ya sé que lo eres. ¿Qué quieres?

—Nada. Sólo quería saber porqué no me habías dicho que ¡YUURI Y VÍCTOR SE VAN A CASAR!— tuve que despegar mi celular ante el repentino tono de voz.

—Créeme, yo tampoco lo sabía. Pero, ¿cómo supiste?

—Yuuri me mandó un mensaje hace un rato y justo ahora acabo de terminar de hablar con él.

Me incorporé de golpe.

—¿Hablaste con él? ¿Phichit está con Yuuri?

—N-no... no creo... ¿por qué? ¿Pasó algo con Phichit?

No respondí y Ji Yong soltó un gran y sonoro suspiro.

—Si no eres tú, es él y si no es él, eres tú.

—¿Cómo?

En serio. No sé con cuán cuál de los dos debería enojarme.

—Ji Yong...

—Son un desastre de pareja pero espero que todo eso que les esté pasando los haga mejores.

—¿Qué... cosas dices?

—Ahora estoy enojado contigo— se quejó con un cierto tono aniñado—.Hablaré con Phichit.

—Ji Yong.

—¿Mmh?

—¿Thomas ha... ha intentado...?

—¿Qué?

Suspiré. No podía preguntarle.

—Nada, olvídalo.

—¿Seung-Gil?

—Hablamos luego— colgué sin esperar su respuesta.

Me levanté de la cama y salí de la habitación.

—Sara... ¿dónde estás?— musité buscando a la chica.

—Seung-Gil— la voz de Guang Hong me tomó por sorpresa.

—¿Sí?

—Ya todos están en el salón. Faltas tú.

—Iré. Sólo voy a...

—Anda, date prisa.

Me tomó de la mano y me jaló hacia el ascensor.

—Phichit te está esperando— dijo sonriente mientras esperábamos.

Sus palabras provocaron que mi corazón se acelerara y comenzaba a sentir que mis mejillas se enrojecían y la música de elevador no me ayudaba mucho.

—Bien, aquí te dejo que olvidé algo en el cuarto de Leo—me sacó casi a empujones y las puertas del elevador se cerraron.

Fui a donde se supone me esperaba Phichit.

Me llevé una sorpresa al ver que así era.

—Casi no llegas— me sonrió.

—¿Phichit?

—¿Sí?— me tomó de la mano.

—Tú... — ladeo la cabeza—, nada— entrelacé nuestros dedos.

—Bueno, entonces, ¿vamos?

Asentí y juntos nos adentramos al salón de eventos.

Guang no mentía al decir que todos estaban aquí.

Comenzamos a dar con todos para saludar o pasar un rato con ellos; Phichit tomaba fotos y por alguna razón Víctor se veía más cariñoso con Yuuri.

Todo se veía tan irreal a comparación de lo que había sucedido ayer.

Phichit sonreía de forma tan resplandeciente y se aferraba a mi brazo. Ayer, él me había llamado idiota y no nos vimos desde ese entonces.

Ahora todo parecía tan... diferente pero tranquilo.

Más esa tranquilidad no duraría por mucho.

Cuando ya se habían dicho sus votos, y fingido poner un anillo, todos comenzaron a bailar o beber aún más.

Sara Crispino era una que ya se había sobrepasado.

Phichit platicaba enérgico con Emil Nekola y su amigo Michele. Hablaban de cosas triviales y que no parecían de mi interés. Al cabo de un rato llegaron Mila y Sara.

—¿Cómo están chicos?— preguntó Mila.

—¡Bien!~ ¿y ustedes?— respondió Phichit.

—Aburridas... siento que algo le falta a éste ensayo.

—Seung-Gil, ¿quieres bailar?— la pregunta de Sara me tomó por sorpresa.

—¿Q-qué?

—Vamos, vamos— intentó agarrar mi mano pero al momento sentí como Phichit se aferraba a mi brazo.

—Sa-Sara... quiero preguntar algo— pidió mi pareja. Esto me daba mala espina.

—¿Qué es?— preguntó aún viéndome a los ojos.

Ésta chica está borracha.

—¿Cómo se conocieron Seung y tú?

No...

—Phi-Phichit, ¿para qué quieres saber eso?— una risa nerviosa se escapaba de mis labios y un sudor frío recorría mi espalda.

—Ow, no tiene mucha ciencia— dijo ella ahora posando su vista en Phichit. Era como si en este mismo instante sólo existiéramos los tres.

—¿Entonces?— insistió.

—Sara, no hay necesidad de hablar— hablé con severidad pero ella sólo parecía divertirse. Tomó una copa de champán de una chica que pasaba por ahí.

—Mira, Phichit, hace un tiempo, que con certera no sabría decirte cuando, conocí a Seung-Gil en un bar de Corea del Sur...

—Sara— insistí.

—Seung, si tú no me vas a decir, preferiré saber la verdad de alguna forma u otra— dijo Phichit con seriedad.

—Bueno, como iba diciendo— tomó un trago largo de su copa y creí haber escuchado una queja de su hermano Michele pero al parecer seguíamos siendo sólo los tres—. La simplicidad es compleja, ¿no crees?

»Conocí a Seung-Gil en un bar. Esa noche no esperaba encontrarme a alguien y menos lo que resultó al final de todo.

—¿Al final de todo?

El agarre de Phichit perdía su fuerza y mi corazón latía demasiado rápido.

—Seung-Gil y yo tuvimos sexo esa noche.

—¡Sa-Sara!— exclamó Michele pero el daño ya estaba hecho.

—Con que eso era...

—Pero tranquilo, Phichit. Lo que pasó entre él y yo se quedó en ese hotel. Seung se había ido antes de que yo despertara.

—A-antes de que... despertaras...

Phichit me soltó y miró el suelo durante un rato. Michele se llevó a su hermana y así nos dejaron a los dos.

—Amor, fue algo del pasado. Todavía no te había conocido— intenté excusarme pero él no respondió, sólo me miró sin ninguna expresión y se fue, perdiéndose en la multitud.


Busqué a Phichit por todas partes.

Todos me decían que no lo habían visto y si el caso era el contrario me mandaban a lugares que me perdía.

Fue Leo quien se acercó a mí.

—Lo vi hablando con Yuuri— dijo—, Phichit se veía muy mal. Deberías ir con nuestro amigo y él te podría decir a dónde fue.

No respondí y sólo corrí, ahora en busca de Katsuki.

Lo encontré al ver cómo estaba con Víctor sentados en una mesa.

Yuuri me vio y pareció haber hecho una mueca de disgusto pero se levantó de su silla, le compartió unas palabras a Víctor y se dirigió hacia mi.

—Ven— dijo provocando que lo siguiera.

—¿Dónde está él?— pregunté ya estando fuera del salón.

—No debería decirte.

—Por favor, Yuuri— supliqué.

—Está en la habitación que comparten— fue lo único que dijo mientras se iba.

Corrí lo más rápido que pude hasta llegar al elevador. Presioné el botón más de un millar de veces como si eso fuera acelerarlo; las puertas se abrieron con esa característica lentitud. Por fin estaba dentro y volví con ese botón.

Me encontraba demasiado inquieto. Todo representaba un problema.

El elevador por fin se detuvo pero para mi desgracia, fue en el tercer piso y los que iban a abordar se estaban tomando su tiempo.

Salí corriendo hasta las escaleras para poder llegar al piso que buscaba.

Trataba de tranquilizarme pero la histeria parecía querer estar conmigo éste día.

Al fin divisé la puerta de nuestra habitación.

¿Qué es más prudente?

Preferí tocar antes de sólo entrar.

—¿Phichit?— llamé esperando una respuesta pero nada—. Phichit, por favor.

Al cabo de un rato la puerta se abrió lentamente; entré y la cerré tras de mí.

—Dime, Seung, ¿te gusta jugar con las personas?— la voz de Phichit provenía de alguna parte. El cuarto se encontraba semi oscuro.

—¿De qué hablas?— me giré encontrándome a Phichit sentado en el suelo abrazando sus piernas.

—No lo sé... es algo de lo cual me cuestioné justo ahora. ¿Te gusta jugar con las personas?

—C-claro que no— me acerqué a él y me hinque posándome en frente. Acerqué mi mano y toqué su cabello. Phichit alzó su cabeza poco a poco.

—No te creo— dijo sonriendo pero de una forma tan deshonesta.

Por primera vez me dolía verlo sonreí. 

Se abalanzó sobre mi haciendo que cayéramos al suelo. Escondió su rostro en mi pecho.

—¿Phi-Phichit?

—Seung-Gil, ¿te gusta abandonar a las personas? ¿Dejarlas vulnerables? ¿Sentirte superior a ellas?— sus tranquilas palabras golpearon dentro de mí; resonando y haciendo eco.

—No... por favor no digas eso. No quiero escucharlo viniendo de ti— tomé su rostro para hacer que me viera—. Te lo pido.

—¿Por qué?— su sonrisa no cambiaba— ¿Acaso soy diferente? Según veo me hiciste pasar por lo mismo que a todas ellas.

—Claro que eres diferente— me incorporé abrazándolo—. Phichit, no quiero recordar algo como esto otra vez.

—Que pena.

—¿Q-qué?

—Esto es algo que nunca voy a olvidar.

Tomó mis hombros alejándose de mí. Pero no podía comprender que estaba pasando.

Phichit me besaba.

Él lo estaba haciendo.

Lo aparté lentamente para poder mirar su rostro.

—¿Phichit?

No respondió si no que volvió a hacer lo mismo.

Me encontraba perplejo. ¿Cómo es qué se había quejado hace apenas unos momentos y ahora me besaba como si nada?

Eso me hacía enojar.

—Oye— lo aparté nuevamente—, ¿qué pasa?

—Ay vamos, ¿eso a ti qué te importa?

—¿Phichit?— lo miré a los ojos y algo en ellos resultaba distinto. Una cierta lejanía—. Vamos, hay que levantarnos.

—Si gustas.

Lo tomé de las manos para poder alzarlo.

—¿Estás bien?

—Por supuesto.

Suspiré para nada convencido de sus palabras.

—Volvamos con tus amigos. Deben de estar...— Phichit me tapó la boca con su mano. Emití un sonido interrogatorio.

—No sé qué pensar de ti en estos momentos— su mano seguía bloqueando mis intentos de hablar—. ¿En verdad puedo creer en tus palabras cuando dices que me amas?

Con esa simple pregunta, Chulanont, terminó con mi paciencia.

Aparté su mano apresando con la mía.

—No veo porqué ahora no eres capaz de creerme pero yo estoy seguro cuando te digo que te amo.

Lo jalé hasta llegar a la cama dejándolo caer en ella.

—¿Seung?

Me coloqué sobre él tomando sus muñecas para inmovilizarlo.

—Phichit... esto...

—E-está bien— aflojé el agarre y eso hizo que él acariciara mi mejilla.

Me aproximé a sus labios para poder besarlos. Estos estaban un poco agrietados.

—Seung-Gil...

Nos besamos lentamente y sin cierta energía, eso lo podía sentir.

Pasé mis manos por debajo de su saco y camisa para poder sentir esa hermosa piel. Lo rodee entre mis brazos y recosté mi cabeza en su pecho. Su corazón latía demasiado rápido.

Alcé mi cabeza un poco y pude ver la cara de Phichit. En su rostro no se marcaba ningún atisbo de su sonrisa. La mirada perdida en el techo siendo neutra.

No tenía ninguna expresión.

—¿Phichit?

No me respondió con palabras.

Me miró a los ojos y ladeo un poco la cabeza. Me tomó de los antebrazos para sacarlos de entre su ropa. Sus manos se colocaron en mis mejillas y la yema de sus dedos pulgares acariciaban mis pómulos.

—¿Qué esperas?— el timbre de voz fue tan plano como sus expresiones y acciones.

Poco a poco le fui quitando la ropa de su cuerpo dejando su torso desnudo.

Su respiración era calma y no parecía querer hacer nada más que sólo estar acostado con la mirada perdida.

Besé su cuello dejando pequeñas marcas que se harían notar dentro de poco. Phichit emitía pequeños quejidos por cada una.

Bajé hasta su pecho para poder besar todo de él. Su piel comenzaba a erizarse por el tacto de mis manos y mis labios.

Pero eso sólo era una reacción física involuntaria.

—Phichit...

—¿P-por qué te detienes?— no había seguridad en aquellas palabras.

Narradora.

Seung–Gil no podía negarse a su deseo carnal pero tampoco se sentía cómodo con lo que hacía. Phichit insistía con palabras que él siguiera pero su estado reflejaba algo que no era el deseo.

Como los amantes que creen ser, Seung-Gil y Phichit se entregaron en cuerpo ante el otro por una urgencia emocional. Poder hacerse la idea de que todo estaba bien pero que bien podía ser sólo una ilusión.

—Te amo— susurró el surcoreano de forma a penas audible pero que con la calma del cuarto y su oscuridad, su pareja, pudo escuchar.

Pero no hubo una respuesta.

Salió de su interior y buscó la mirada de su amado pero sólo hubo contacto visual sin nada más para profundizar.

Seung-Gil se negaba a creer que algo malo comenzaba a crecer en su relación.

Abrir viejas heridas en Phichit, eso fue lo que pasó en el momento que Sara Crispino habló de ese pasado que supuestamente ya estaba olvidado.

Seung se recostó a lado del tailandés pero éste sólo se giró dándole la espalda.

—Phichit...— rodeó a su novio por su cadera apoyando su frente en la espalda.

—Se-Seung... por favor... abrázame.

No dudó ni un segundo y rodeó a su pareja con fuerza entre sus brazos tratando de transmitir su amor y cariño.

Esa acción funcionó.

Pero en Phichit no tanto como le hubiera gustado.

=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=
Me demoré más de la esperado D:
Rompí récord(? xd

Ni si quiera actualicé en la SeungChuchuweek ;-;
He fallado </3

¡Pero!
Durante esa semana di inicio a una nueva historia SeungChuchu!
Sí, otro proyecto (no hará daño xD)
Algunas ya le empezaron a leer uwu <3
Y por si tienen curiosidad...
Se llama: Una carta no se ruboriza (SeungChuchu)

Es una historia que cuenta con una narración y una carta~
Seung y Phichit tienen apenas 7 añitos uwu

Y sobre el capítulo de hoy...
¿Qué opinan?

Llevar la relación a esto fue idea de Giri y no me pude negar!
Tiene una mente algo maquiavélica xD
Pero a ella le gusta ver al mundo arder(?) <3

~~~~~~~~~~~
Posiblemente actualice el día de hoy Interferencia Destructiva y Una carta no se ruboriza
La primera tiene más probabilidad~

A partir de ahora comenzare a hacer capítulos extensos para cubrir este tema y concluirlo de la mejor forma
¡Todavía hay mucho que resolver aquí! Por eso voy cubrir los temas en grandes cantidades(?
Eso también significa que comenzare a demorar el mismo lapso de tiempo que ahora...

Em fin
Muchas gracias por su paciencia;3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro