El señor Castile se estaba preparando para la que sería su primera clase en la preparatoria Auradon.

—Recuerda lo que te dije—advirtió Maléfica.

—Lo sé—dijo—. Espera ¿Qué debo recordar?—preguntó.

Maléfica suspiró hondo—Recuerda actuar normal sin levantar sospecha alguna mucho menos con Audrey—contestó.

—A veces creo que es mejor decirle la verdad de inmediato—comentó Felipe.

—Por ahora no, primero debemos conocer la verdad de lo que sucedió aquella noche en que Aurora y Tomás murieron—indicó Maléfica.

—Esa maldita noche si tan solo hubiese estado allí en lugar de marcharme como un cobarde—su voz comenzó a quebrarse—. No hay día en que no me arrepienta.

—De nada sirve ya lamentarse—dijo Maléfica—. Ahora termina de arreglarte para que te veas como todo un profesor de matemáticas—agregó mientras le arreglaba la corbata.

Felipe o como se llamaría desde ahora en adelante Jorge Castile emprendió camino hacia la escuela de Auradon. Cuando llegó se encontró con el Hada Madrina quien luego de una breve conversación le dejo seguir su camino al salón de clases que más nervioso lo ponía, tocó el pomo de la puerta y luego de un respiro la abrió.

Se encontró a los chicos conversando entre ellos, unos leían, otros mirando al techo, pero fijo su vista en la chica del cabello rosa aquella con la que había tenido una breve interacción se perdió en sus pensamientos hasta que cayó en cuenta que debía mantener las apariencias.

—Hola a todos, mi nombre es Jorge Castile y soy su nuevo profesor de matemáticas—dijo dirigiéndose a los alumnos.

—Como representante de este curso—intervino Evie—. Queremos darle nuestra cordial bienvenida.

—Gracias señorita ¿Evie? —preguntó, Evie asintió con una sonrisa.

Para no levantar sospecha alguna comenzó con una clase de geometría, en un punto pensó en pedirle a cada chico que se presentara pero tal como dijo Maléfica debía actuar normal.

Mientras transcurría la clase Harry no dejaba de mirar a Audrey, sentía que había sido grosero con ella y que sin dudas debía disculparse y para eso ya tenía una idea planeada.

—¿Alguna duda? —preguntó el profesor todos los chicos negaron—. Bien la clase ha terminado.

Todos los chicos salieron de la sala.

—Lo hiciste muy bien—se dijo a sí mismo.

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Como es de costumbre Uma se toma un tiempo para nadar pues necesita del agua para vivir y además la relaja bastante.

—Uma ¿Podemos hablar? —una voz la sacó de su relajo.

—¡Estoy nadando! —regañó—¿Harry? Creí que estabas en el entrenamiento.

—Necesito que me hagas un favor—susurró Harry.

—¿Por qué yo? —cuestionó Uma.

—Porque puedes entrar al baño de chicas—contestó el pirata.

—¿Y eso qué? —preguntó la de pelo celeste.

—Necesito que pongas esto en el bolso de Audrey—Harry sacó una orquídea de su chaqueta.

—Vaya ¿Estas enamorado de la princesa loca que intentó matarnos a todos? —preguntó con burla.

—Primero ella no está loca, segunda esa magia no la dejaba ver bien lo que hacía y tercero ¿Me ayudaras? —preguntó.

—Me queda claro que estas enamorado—Uma rió—. Te ayudaré—abrazó al chico.

—Ahora estoy empapado—se quejó Harry.

—Debo desquitarme contigo por interrumpir mi nado—dijo Uma y ambos rieron.

Harry le dio la orquídea a Uma quien la guardo en su bolso y se dirigió hasta el baño de chicas donde se preparaban para practicar una de las coreografías.

—Uma ¿Te decidiste a entrar en el equipo? —preguntó Evie.

—Estas cosas no son para Uma—intervino Mal.

—Alguien se levantó de mal humor—dijo Uma—. Y no Evie solo venía a buscar algo que se me quedó.

—Esa es Mal a veces cruel, pero nadie parece notarlo—dijo Audrey ingresando a cambiarse de ropa.

El ambiente se volvió tenso y Uma no tenía mucha paciencia así que recurrió a la magia para despistar a las chicas y así meter la orquídea en el bolso de Audrey cosa que logró sin problemas.

—Creo que lo que buscaba se me perdió en otro lado—dijo para luego salir del baño.

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Patrick se debatía entre seguir con el plan inicial de estar con Audrey y lo que su corazón estaba sintiendo desde que sus ojos chocaron con la mirada de Hilda.

—Patrick—Audrey se acercó a él.

—Audrey ¿Como te fue con los vestidos? —preguntó algo sorprendido.

—Bien encontré algunos muy bonitos—dijo Audrey—.¿Qué hacías aquí solo?—preguntó.

—Yo... Nunca había venido aquí y quise explorar un poco—contestó Patrick algo nervioso.

—Es un lugar muy tranquilo para relajarse—comentó Audrey—. Patrick yo estuve pensando muchas cosas y creo que he sido muy esquiva contigo así que creo que nos merecemos una  oportunidad para conocernos mejor —agregó.

Patrick no podía creer que la pelirrosa le estaba diciendo eso no sabía que decir, sin embargo, estaba claro en que ese era el momento para seguir con su plan por lo que se acercó a la chica.

—Audrey te prometo que no te arrepentirás de esto—dijo sonriendo.

—Lo sé—Audrey se acercó un poco más al chico y le dio un corto beso en la boca.

✨✨✨

—¡Chad! —gritó Uma cuando vio al chico entrando en su habitación.

—Uma—dijo el rubio evitando sonar sorprendido.

—¿Qué harás luego? —preguntó la chica.

A Chad le sorprendió aquella pregunta, pero se sintió muy feliz.

—Creo que no tengo planes—contestó.

—Yo quería invitarte al cine—dijo Uma con nervios.

—¡Si!—gritó emocionado Chad—. Digo es una muy buena idea—agregó tratando de evitar la emoción.

Uma se despidió, y Chad se fue corriendo a su habitación donde Doug se encontraba leyendo.

—Chad a veces me asustas—dijo Doug.

—Uma me acaba de invitar al cine—dijo Chad ansioso.

—OK ya entiendo—dijo Doug riendo—. Y ¿Por qué estás tan nervioso?—preguntó.

—Es obvio esa chica me gusta demasiado—contestó Chad mientras buscando un buen atuendo.

—Entiendo que estés nervioso, pero una capa de príncipe es demasiado para ir al cine—Doug se acercó a Chad para quitarle la capa—. Creo que así te ves mejor.

—Si tienes razón—Chad se miró en el espejo—. Estar con Evie te ha hecho bien—peinó su cabello y fue a buscar a Uma.

✨✨✨

Audrey había invitado a Patrick a su castillo pero el chico rechazó de forma cordial su invitación, por lo que solo dejo a la chica en la puerta principal ambos se despidieron.

—Audrey ¿Dónde estabas? —preguntó su abuela Leah nerviosa.

—Con Patrick—contestó Audrey escuetamente.

—Está bien, le diré a Petra que sirva la cena—dijo Leah un poco más relajada.

Audrey subió a su habitación para dejar su bolso comenzó a sacar sus libros y entre ellos sacó una flor como la que había recibido hace un tiempo ¿Quien la habrá dejado allí? Se preguntaba...

—Señorita Audrey la cena esta lista—avisó Petra.

Audrey bajó para ir a cenar le pareció extraño que su abuela estuviese tan callada, pero prefirió no preguntar nada.

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Capítulo nuevo!!!

Espero les guste!!