-¿ Te das cuenta de lo que has hecho?-. Gritó la reina, mientras Audrey aún yacía en el suelo sin levantarse.

-¡Hay que llamar a la ambulancia!-. Felipe ignoró todo reproche por parte de Lea.

La reina le pidió a Petra que llamara a una ambulancia, mientras esperaban Felipe notó algo extraño en la mirada de aquella humilde sirvienta.

-Estará bien-dijo la mujer.- Es una niña muy fuerte como su madre-. Agregó dejando escapar una breve lágrima.

Antes que Felipe pudiese preguntar algo, la ambulancia llegó se llevaron a Audrey al hospital donde luego de varias reanimaciones el pulso de la chica volvió aunque algo débil, pero de acuerdo al médico se pondría bien.

Las noticias corren rápido y ya para media noche todo Auradom sabía sobre lo sucedido con Audrey, todos excepto Harry quien había desaparecido como si se lo hubiese tragado la tierra.

-¡Chad, abre la puerta!-. Uma golpeaba con todas sus fuerzas la puerta.

Chad se sobresaltó no recordaba haber hecho algo que enfadara a su novia, preocupado y con un poco de miedo abrió la puerta de su habitación -¿Hice algo malo?-. Preguntó.

Uma lo miró extrañada y esbozó una pequeña sonrisa,pero rápidamente su rostro se puso serio. -Algo pasó en casa de Audrey-. No sé bien que sucedió solo ví que la ambulancia estaba allí y vine a buscarte.

-Quizás sucedió algo con la abuela recordemos que es una señora mayor-.

En ese momento se escuchó una voz femenina que no paraba de gritar. Los chicos decidieron salir para saber que estaba sucediendo, para su sorpresa era la abuela Lea discutiendo con la Hada Madrina.

-¿Por qué lo dejaste venir?-gritaba Lea-. Ya ves lo que provocaste-. Acusó.

-No he provocado nada-. Se defendió la Hada Madrina-. Ya le dije que yo no sabía que ese hombre en realidad era el padre de Audrey-. Continuó.

Los chicos se miraron asombrados ¿Cómo era eso posible? Si la historia que siempre habían escuchado era que los padres de Audrey habían muerto, tampoco entendían el porqué de la actitud de la anciana.

-Espera-. Dijo Uma tratando de acomodar sus palabras.- Si esa vieja está aquí-.

-La ambulancia era para Audrey-. Interrumpió Chad. - Debemos ir-. Uma asintió y ambos se fueron de camino al hospital.

✨✨✨✨

La cena de Mal con los padres de Ben había salido aparentemente normal, sin embargo, el chico se sentía algo incómodo y no dudó en expresar su sentir mientras acompañaba a Mal a su habitación.

—No me gusta para nada tu nueva actitud—. Dijo.

—¿Qué nueva actitud?—. Preguntó Mal sin entender.

Ben soltó un largo suspiro—. Hablo de Audrey— dijo.

Mal no quería pelear con Ben, pero se sintió atacada así que no pudo evitar disimular su enojo.— ¿Por qué te preocupas por ella?— preguntó.

—Me preocupo por ti—. Respondió Ben—. Estás volviendo a ser la misma chica que solo le importaba hacerle daño a los demás.

—No es asi—. Negó la chica— Solo discutí una vez con ella, y fue por algo insignificante—. Se defendió.

—Sabes que no es así— dijo Ben—. Lo he notado desde hace un tiempo—. Se acercó a ella y tomó sus manos con delicadeza.

—¿Desde cuándo te preocupas tanto por tu ex novia?—preguntó Mal con enojo.—¿Acaso no puedes olvidarla?

—Mal, no es eso—. Contestó el chico—. Sabes que te amo y que conocerte ha sido una de las mejores cosas que me han sucedido en la vida, pero ya no eres la chica de la que me enamoré— se sinceró.

—Pues si ya no soy esa chica es mejor que dejemos las cosas hasta aqui—dijo Mal.

—¿Qué?—. Ben estaba completamente sorprendido.—Creo que esa no es la solución—dijo.

—Pues aunque no te guste es una solución—. Mal se dió media vuelta y comenzó a caminar.

Ben solo se quedó ahí mirando como la chica desaparecia entre la noche ¿Qué haría ahora? ¿Rogarle que volviera con el? Sin dudas tenía que pensar ciertas cosas.

✨✨✨✨

Después de una larga caminata por el bosque Harry llegó a su habitación, pensaba jugar cartas con su amigo Gil, pero el muchacho rubio no estaba por ningún lado, por lo que se recostó en su cama y se dispuso a dormir.

—¡Harry!—. Gil movia la cama pero el muchacho parecía no reaccionar—.

Harry balbuceaba no quería despertar, así que Gil tomó un vaso de agua y se lo lanzó en la cara.

—¡Hey!—exclamó Harry aún medio dormido.— ¿Por qué hiciste eso?—preguntó.

—Lo siento no despertabas—. Contestó Gil—. Me acabo de enterar que Audrey está en el hospital—dijo.

—No puede ser—Harry se levantó lo más rápido que pudo y salió corriendo de la habitación tenía que saber que le había pasado a Audrey.

—Espera—Gil sabía que su amigo no escucharía palabras así que decidió salir tras el.

✨✨✨✨

— ¿Cómo es que mi nieta aún no despierta?—preguntó Lea al médico.

—Se golpeó muy fuerte la cabeza—respondió con calma—.

—¿Cómo es eso posible si solo se desmayó?—preguntó incrédula la anciana.

—Un desmayo que le provocó una lesión traumática en la cabeza—. Respondió.

El medico salió de la habitación y Lea se quedó con su nieta,no mostraba emoción alguna más que el enojo, había estado segura que su hija y su yerno habían muerto ella misma los había visto tirados en el piso. Se preguntaba como es que Felipe había sobrevivido ¿Acaso alguien lo había ayudado? ¿Sería alguien cercano a ella?

✨✨✨✨

Felipe caminado de una esquina a la otra totalmente preocupado por lo que había sucedido con Audrey, sabía que no podía estar junto a ella, pues conocía muy bien a su ex suegra y de lo que era capaz.

—Tengo que estar con ella—. Dijo.

—No puedes arriesgarte—dijo Maléfica—. Sabes que la anciana hará todo para borrarte—. Advirtió.

—Si tan solo pudiese convertirme en otra persona—. Dijo y ahí fue cuando se dió cuenta que aquello era posible—. Maléfica tu podrías ayudarme—.

—¿Yo?—preguntó—. No lo sé esa magia es muy poderosa y la consecuencias son irreversibles.

—Lo sé—dijo Felipe—. Pero se trata de mi hija, y su abuela evitará de cualquier manera que me vuelva a acercar a ella.

Maléfica se puso pensativa, si bien había estado ayudando a su amigo, lo que el le pedía era algo que de salir mal las consecuencias eran irreversibles. Felipe le pedía convertirlo en otra persona eso significaría robarle un pedazo de alma a alguien totalmente inocente.

—¿Me ayudarás?— preguntó Felipe.

—Felipe—. Suspiró Maléfica—. Tienes que comprender que esto es irreversible y que tomar la identidad de otro es un delito gravísimo.

—¿Entonces que hago?—. La preocupación era totalmente palpable.

—Hay una forma, pero necesitamos la ayuda de alguien que esté dispuesto a renunciar a su propia alma—. Respondió Maléfica.

¿Quién podría hacer ese sacrificio?

✨✨✨✨✨✨✨✨

Volví había tenido problemas con la cuenta, pero está historia tendrá su merecido  cierre aunque la lea una persona la terminaré.

¡Gracias por leerme!