9
SEGUNDA PARTE
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Hace ocho meses
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Siempre había sido muy extraño ver a los héroes no portar una sonrisa encantadora en el rostro. Siempre fue raro verlos con una ropa casual y portar una postura relajada. Siempre era diferente verlos en alguna actividad normal de la vida cotidiana. Ahora mismo todos ellos estaban reunidos; sin sonreír, dejando de lado lo común de ellos en no estar relajados, portaban un color negro en su vestimenta.
Ese día nublado y amargo fue el funeral de la heroína Uravity, la verdadera salvadora, aunque eso nunca se dijo en la televisión, y los héroes que sabían la verdad simplemente callaron.
Apartado de todos ellos estaba Izuku Midoriya con su mirada perdida mirando el césped y sus manos en sus bolsillos de su pantalón formal color azabache. Bakugo estaba con Kirishima y Ashido que hablaban con él intentando que la mirada triste del cenizo se esfumara, pero ambos por dentro luchaban por no caerse en pedazos.
No era fácil olvidar a una amiga que la conocían desde hace nueve años. Los recuerdos alegres se vuelven un mar de melancolía y sofocaba el alma. Ahora, imaginar el dolor que sentía Midoriya los preocupaba, y no solo eso. Kirishima quien conocía el secreto de su mejor amigo le dolía verlo callarse sus verdaderos sentimientos.
Dos hombres con el corazón roto que sufrían por su amada.
Uno que la tuvo en sus brazos.
Y otro que la protegía desde las sombras.
El dolor era igual de fuerte para Midoriya y Bakugo, y fue por eso que no podían dar un discurso de despedida para Ochako Uraraka.
—Ura —se interrumpió Iida negando y apretando su puño, —. Ochako para mí no fue una simple amiga, ni una compañera de clases o una colega en el trabajo. No. Para mi ella fue como mi hermana —hizo una pausa y miró a todos que mostraban un rostro afligido, pero centro su mirada a un chico de cabellera verde, —se que las palabras nunca serán suficientes para llenar el vacío de nuestros corazones. Ochako Uraraka siempre fue una heroína con o sin el traje; anteponía sus sentimientos por el bien de los demás, prefería la felicidad de todos antes que la de ella misma —soltó un suspiro y tocó el atril de madera apretando los extremos de este, su voz intentaba sonar segura, pero aun así algunas ocasiones el tono grave decaía, —por ella aun seguimos aquí. De pie, con la mirada alta. Uraraka-kun me ayudó a disipar mis dudas sobre ser el líder de la agencia, siempre de algún modo, era como ese rayo de esperanza para todos y estoy —su voz temblaba y retiró sus lentes para limpiar las pocas lágrimas, —realmente agradecido de ser su amigo.
Bajo de la tarima donde fue abrazado por Asui Tsuyu que contenía las lágrimas por todas las palabras que había dicho su amigo. Después ella subió y dijo lo que para ella significó tener la amistad de Uravity. Muchos no pudieron contener las lágrimas y comenzaron a llorar.
Algunos miraban a Midoriya quien se mantenía reacio a subir a la tarima y decir algo, en cambio, su mirada estaba perdida apreciando la fotografía de Ochako, sus ojos rojos y sus ojeras era lo más característico de él.
Leyó la inscripción de la lápida: «Amada hija, amiga, heroína».
Apretó su puño con enojo, sentía que no podía perdonar a Ochako Uraraka por la decisión que había tomado. Y sin decir nada se retiró del cementerio en silencio, siendo observado por sus amigos y su madre. Se fue antes de que el ataúd color chocolate fuera sepultado. Su corazón se contraía y no podía soportarlo más.
Asui se acercó al ataúd y dejó la rosa blanca sobre este, pero lo que más llamo su atención fue ver una pequeña niña de ocho años abrazando una muñeca que como ella usaba un vestido color negro. La mirada de la pequeña era seria y al mismo tiempo perdida mirando la madera barnizada del ataúd.
—Ella fue mi favorita —dijo la niña sin mirar a la mujer. Asui pestañeo confundida, ¿y cómo no estarlo? Era la única infante que se encontraba en el funeral. Miró a todos lados, pero parecía ser que nadie la buscaba.
—¿Dónde está tu madre? —Preguntó Asui tocándole la cabeza dándole suaves caricias en su melena azabache.
—Siempre está conmigo, —sonrió de lado, y separó la muñeca de su pecho, —¿verdad mamá?
Entonces no es la primera vez que asiste a un funeral...
Pensó con tristeza Asui haciendo una mueca disgustada. Aun así, no le gustaba el hecho que una niña asistiera a un funeral, sería demasiado estrés.
—¿Quiénes son tus familiares? —La tomó de la mano y sonrió, —te llevaré con ellos. —Asui comenzó a caminar, pero se detuvo cuando notó que la niña estaba como un ancla, no se movía.
—Mis familiares vendrán más tarde —dijo en un tono serio y jaló su mano para romper el agarre y miró a la heroína que estaba confundida, cuando Asui conectó sus ojos con los de la niña que eran de un rojo intenso, en ese momento dejo de pensar. —Asui Tsuyu —dijo con una sonrisa la niña abrazando su muñeca, —vete de aquí.
La azabache se alejó de la niña como si fuera un robot acatando una orden. Aquella niña se alejó de todos y se mantenía escondida detrás de un árbol, sabía que no era necesario ya que entrando a las mentes de todos podía hacer que ella simplemente no la notaran, pero a cambio de eso, tendría una migraña y no quería hacer enfadar a sus hermanos mayores.
Así se mantuvo la pequeña niña, vio como dos hombres colocaban el ataúd en ese espacio rectangular hasta tocar el suelo y después fue cubierto por tierra, poco a poco los miembros se fueron del cementerio y cayo la noche. El único sonido que había en ese lugar eran sus tripas rugiendo por devorar algún alimento, no fue hasta que escuchó la risa de su hermano mayor acompañada de su hermana.
—¡Eres un imbécil, Haruka! —Se quejó la mujer de kimono violeta tocando el puente de su nariz, tomó la pala e intento golpearlo, pero en un hábil movimiento el hombre la esquivo.
El hombre de cabello blanco, ojos cerrados y cubrebocas negro rio.
—¿Qué sucede? —Preguntó la niña sentada desde el árbol. Ambos individuos la miraron.
—¡Usagi-chan! —Fue hasta ella y la cargo para después bajarla del árbol, —¿te divertiste entrando a la mente de algún héroe?
La niña negó.
—Todos sentían melancolía. No me divertía jugar con su mente si están tristes —sacudió su ropa quitando el poco polvo.
—¡Ja! —Gritó la mujer introduciendo la pala en la tierra. —Suena que tienes corazón, Cuatro.
—¿Por qué discutían? —Preguntó la niña mirando a sus hermanos. Su tono de voz era tan tranquilo y al mismo tiempo aburrido.
—Porque Kagura dice que venir a hurtar el cadáver de un muerto usando un abrigo no es buena idea —se rió y saco de su bolsillo una pequeña bolsa con onigiris y se los dio a la niña quien comenzó a comer en silencio.
—¡¿El cadáver de un muerto?! ¡Mas imbécil no se puede contigo! —Gruñó apretando el mango de la pala irritada, —debí venir con Hisoka. Él es más serio.
—¿El segundo pilar? —Se cruzó de brazos y chasqueo la lengua, —¿y cómo no sabes que hablas con él? Recuérdalo —se acercó a su hermana menor y le toco los hombros para darle un masaje —somos gemelos.
Ella rio.
—Dudo que Hisoka quiera teñir su cabello de blanco y optar una personalidad tonta.
—Se hace tarde —dijo la niña terminando de comer la tercera bola de arroz, tenía rastros de comida en sus mejillas, —Padre no le gusta que lo hagan esperar. Padre da miedo cuando se enoja.
—Usagi-chan tiene razón, Kagura. Dejemos de querer ser adolescentes normales cuando somos adultos asesinos. —Apuntó a Usagi —una niña con problemas para socializar y le divierte controlar la mente humana, —después señaló a Kagura, —una loca mujer con aires de científica que le gusta mutilar cuerpos y crear nuevos —asintió y la mujer de cabello azabache bufo, —y después estoy yo, el hermano divertido y cuerdo que le gusta hablar.
—Solo toma la puta pala y ayúdame —dijo perdiendo la paciencia.
Haruka se colocó sus guantes de cuero negro para tomar la pala y comenzar a cavar junto a su hermana Kagura, mientras que Usagi estaba sentada en el césped jugando con su muñeca. Después de unos minutos la pala tocó con la madera y una sonrisa se dibujó en el pálido rostro de Kagura. Abrió el ataúd y miro a la ex heroína.
—Es hermosa —dijo contemplándola como dormía. Usagi alzó la vista y se acercó hasta sus hermanos para ver el cadáver. Kagura sin borrar su sonrisa tocó la redondeada mejilla de la castaña y relamió sus labios, —muero por convertirte en mi títere.
—Das miedo, ¿lo sabias? —se rió Haruka mientras recargaba su mentón en su mano apoyada en el mango de la pala, —es una lástima. Se ve que es muy dulce —dice lo último con tristeza mirando a la castaña —¿Qué opinas, Usagi-chan?
—Ella me gusta —dijo en tono de voz cansado y con una media sonrisa en el rostro que hizo sorprender a Hisoka. Por lo general Usagi es una niña asocial que no demuestra sus emociones o sonríe, pero siempre se encuentra deprimida porque sus otros hermanos y Padre le hacen daño.
El celular de Kagura comenzó a sonar, y sin dejar de mirar a la castaña contestó la llamada.
—¿Tres, ya tienen el paquete? No me gusta que me hagan esperar —se escuchó la voz masculina del otro lado de la línea.
Kagura, quien siempre le había molestado que fuera llamada por el orden en que nació por esta vez no hizo ningún gesto molesta. Fue su madre quien les había dado un nombre a cada uno.
Chasqueo la lengua y paso sus dedos dando una suave caricia a la mejilla de la castaña.
—La tenemos Padre —sonrió aún más. —Sera mi mejor creación. Ahora nos dirigimos a casa. —Colgó la llamada y miró a su hermano, —Idiota, te toca, ¿no?
Haruka asintió y extendió su mano al cuerpo de la castaña y fue rodeada por un capullo amarillo con patrones circulares muy diminutos. Movió su mano y el capullo seguía la dirección que el quería. Kagura cerró la tapa del ataúd y comenzó echar tierra.
Usagi camino junto a su hermano quien se dirigía a la camioneta blanca, pero la pequeña detuvo su paso y ladeó su cabeza confundida.
—Es raro... —sus mejillas se ruborizaron y sonrió, —creo que la escucho pensar.
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Kagura había conducido por una hora hasta llegar a la mansión. Entro abriendo las puertas de par en par con una gran sonrisa como si acabara de hacer una gran compra. Estaba muy emocionada por usar sus instrumentos de cirugía en el cuerpo de Ochako Uraraka, sería la primera vez en experimentar con el cadáver de una ex heroína y eso la excitaba más.
Los tres hermanos caminaron hasta entrar a la amplia sala donde se encontraba Padre sentado en lo que era un trono, él era el monarca de esa mansión, antes la tarima tenía dos tronos de color negro, pero tras la muerte de Madre, la silla fue quemada. Los hijos hicieron una reverencia como muestra de grandeza.
Padre quien se encontraba aburrido al mirarlos entrar por la gran puerta dibujo una sonrisa satisfecha. El plan de Padre era que Izuku Midoriya una vez que haya muerto tomarían su cuerpo para modificarlo y usarlo como un arma, pero cuando habían notado el potencial de la chica fallecida fue la elegida.
Fue la elegida entre todos los héroes caídos.
—Mis hijos —dijo cruzando sus brazos sin borrar su sonrisa malvada. —Ya sabes que deben hacer, sobre todo tú Tres —dijo lo último mirándola quien aún tenía su mirada al mosaico del piso que parecía el tablero del juego de ajedrez.
—Si, Padre. Llevaré al sujeto 009 al laboratorio —se puso de pie junto a sus hermanos, —con su permiso.
Y salieron de la habitación.
—Ay, nuestro padre tan cariñoso, ¿verdad señoritas? Me da asco lo dulce que es con nosotros —dijo Haruka tocando su frente decepcionado mientras que con la otra mano mantenía el capullo flotante.
—Tantos años y siempre te quejas de lo mismo, Haruka. Padre siempre ha sido así desde que tengo memoria. Solo déjame el cuerpo al laboratorio y para comenzar a trabajar.
Kagura observó como Usagi mantenía su mirada fija al rostro de la heroína. El capullo al tener una tonalidad amarilla se veía aun así a la persona. La azabache le pareció extraño el comportamiento de la niña, pero no dijo nada porque Usagi siempre fue rara ante sus ojos, quizá solo tenía curiosidad porque se trataba de una heroína.
Los tres hermanos se dirigieron al ala oeste de la mansión rumbo al laboratorio. La azabache prendió la luz, y las capsulas de agua donde estaban sus marionetas se prendió una luz azul, Haruka miro todo el lugar y no pude evitar sentirse asqueado, no iba a negar que todo el laboratorio estaba tan ordenado y limpio, y no podía culpar a su hermana, después de todo ese fue su quirk, manipular objetos, pero cuando notó que su habilidad funcionaba con los cadáveres y no solo eso, que dichos cadáveres podía hacer que ella usaran su propio quirk estimulando el cerebro de ellos le pareció fascinante.
—Coloca a 009 en la mesa de metal que está en el medio —dijo Kagura emocionada mientras se colocaba su bata y un par de guantes de látex.
—Creo que 009 tiene un nombre —dijo mientras movía su mano hacia la mesa y una vez que el capullo estaba ahí libero su quirk.
—Incorrecto. Tenía un nombre. Ahora para mi es 009 —trajo una pequeña mesa de madera donde coloco sus instrumentos.
—Su nombre es Ochako Uraraka —mencionó Usagi en un murmullo.
—Su nombre significa —hizo una pausa —¿maravilloso té?
Kagura tomó las tijeras e hizo un corte al vestido de la castaña dejando su abdomen al descubierto donde se le notaba una cicatriz en forma de espiral.
—Sueña.
Tomó el bisturí y estaba por perforar la piel, pero se detuvo al escuchar la voz de Usagi.
—¡Repítelo, Cuatro! —Demando molesta apuntándola con el bisturí.
—Wow, wow, tranquila, hermanita —dijo Haruka arqueando una ceja.
—... Dije que está soñando —el de hebras blancas tocó su mentón dibujando una sonrisa que no se apreciaba por su cubrebocas negro. —La escucho pensar. —Se acercó Usagi y toca la mano de la castaña, —ella está viva —dijo con una sonrisa recargando su mejilla en la mesa de metal.
—¡No, mierda! —Arrojó el bisturí al suelo y tocó su cabeza —eso nos jode todo el plan de Padre. ¡Puto All For One tenía un trabajo! ¡Matarla y aun así falla! —Se quitó los guantes y miró molesta a la castaña. —¡¿Cómo putas sigue viva si hace poco estaba muerta?!
—¿Magia? ¿El poder del amor? ¿Obra del espíritu Santo? —Alzó sus hombros haciendo enfadar más a Kagura quien lo miró con odio.
—¡Cierra la puta boca! ¡Ella debía ser mi mejor creación! —Soltó un suspiro irritada y trono los nudillos, —bueno solo me queda terminar bien el trabajo —tomó el bisturí.
—Sera mejor que me aleje. No quiero que la sangre me salpique en este costoso abrigo —dio un par de pasos hacia atrás Haruka.
Usagi soltó la cálida mano de la castaña y se puso delante de su hermana mayor.
—Actuar sin las órdenes de Padre va en contra de las reglas. Se le debe de informar esto —habló en un tono serio, y Kagura apretó los labios, —si quieres puedo entrar en su mente y revelarte porque sigue vive. Recuerda que dentro de sus recuerdos puedo analizar más los detalles que su ojo no notó.
Kagura chasqueo la lengua y tomó asiento para después cruzar las piernas. Estaba impaciente.
Usagi se dio la vuelta y contempló como el pecho de la castaña subía y bajaba a un ritmo muy lento. Hizo un extraño movimiento con sus manos y un aura color rojo invadió la frente de la castaña quien frunció el ceño.
Usagi cerró los ojos y después de unos segundos los abrió y el aura roja desapareció.
—¿Cuál es el secreto? ¿Fue el amor? —Preguntó animado Haruka haciendo rechistar a Kagura.
Usagi negó.
—El quirk con el que fue atacada se llama fijación. Una vez activado en el individuo cualquier cosa que se haga en el cuerpo no podrá ser borrado, entonces moriría desangrada, sin embargo, el quirk de esa chica llamada Eri fue que la salvó. Ella intentó curar la herida, pero no sé dio cuenta que rebobinó las células de su cuerpo un momento antes de ser atacada.
—¿Algo así como si viajará en el tiempo y borrará que en su cuerpo All For One usó el quirk? —Preguntó Haruka y la niña asintió. —Huh, si, no entiendo nada, ¿Entonces por qué estaba muerta?
—Nunca lo estuvo. —Dijo Kagura en un tono de voz gélido. —El quirk de la mocosa con cuerno la logro curar, fue tardado, pero la regresó a la vida —se puso de pie y miró a la castaña —su cuerpo entro en un estado catatónico. Llamado también como la falsa muerte, sus signos vitales disminuyen y no son detectados por las máquinas.
—Ya veo —asintió Haruka comprendiendo, —se puede decir que nosotros salvamos a esta preciosura —se acercó a la joven castaña. —Es una pena que tus héroes te hayan dejado ir tan fácil —ladeó la cabeza para mirar a su hermana, —Kagura vamos con Padre.
Usagi miró como sus hermanos cruzaron la puerta del laboratorio, observo la mesa donde estaban los instrumentos médicos de Kagura y los retiró, caminó hasta la pequeña mesa de madera, dejo la muñeca y subió a la mesa donde se hinco para mirar mas de cerca a la castaña.
Con curiosidad tocó los cabellos de la mujer.
—No te he olvidado. Hace mucho mencionaste que podía ir contigo y te estuve observando desde lejos, e incluso entre a tu mente —le tocó sus manos y movió sus piernas, tal movimiento hizo que la muñeca se cayera al suelo, pero poco le importó, ahora tendría el cariño de una madre que siempre quiso. —Estabas tan confundida y dolida sin saber que opción debías tomar para salvar a Izuku Midoriya, pero como ya lo dije esa vez cuando te encontré en la banca sentada en aquella madrugada: —se acercó a su oído y susurro, —si te sientes atrapada olvidar siempre ha sido una excelente opción.
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Kagura junto a su hermano mayor entraron a la sala de Padre quien estaba leyendo un libro sobre la biografía de All Migth ex símbolo de la paz. Cuando escuchó las grandes puertas abrirse rechisto molesto y dio una mirada asesina a quienes le habían interrumpido la lectura. Ambos hermanos sintieron un gran escalofrió recorrer su espalda baja y procedieron a hacer una reverencia.
—Padre, tenemos malas noticias —hablo Kagura en un tono de voz tembloroso y comenzando a sudar de la frente.
Padre cerró el libro provocando un sonido al chocar la pasta dura con las incontables hojas. Se puso de pie, lo que raramente ocurría y bajo los escalones de mármol hasta llegar a sus hijos.
—De pie número Uno y Tres —dijo el hombre de armadura estilo samurái color ónix, su cabellera larga azabache se ondeaba al paso que daba. Los hermanos acataron la orden. —Número Uno, ¿Qué ocurrió con el paquete?
—La mujer está viva —Padre lo miro serio, odiaba las bromas de su hijo, pero cuando vio que no hacia algún gesto entendió que no estaba mintiendo. —Ahora mismo esta dormida y en un estado muy débil, pero ahora ella no pude ser una marioneta como querías, Padre.
Padre se dio la vuelta dándole la espalda a sus hijos y cerró los ojos pensativo.
—¡Pero, Padre, la puedo matar! —Dio un paso Kagura exaltada —¡Y así ella será mi mayor grande creación!
—¡Tres, silencio! —Gritó molesto mirando a la mujer y ella ahogo un grito desesperado. —Ya no te necesito para este plan —la azabache dio un par de pasos hacia atrás conmocionada.
—¿Qué? —Dijo en un susurro mordiendo su labio inferior —¡¿Qué?! —Repitió exaltada y molesta.
—Kagura, basta —dijo serio Haruka tomándola del brazo. Padre miro como su hija tocaba las sienes de su cabeza comenzando a tener un colapso, pero no le importó. —Padre, ¿ahora cuál es el plan?
Padre comenzó a subir los escalones de mármol para sentarse en su trono y apoyo su mejilla en su mano, su codo estaba sobre el brazo de la silla y dibujo una sonrisa en su rostro.
—Es hora de que el tercer pilar entre en acción.
Haruka frunció el ceño.
—¡¿Cuatro?! —Preguntó molesta Kagura, —esa mocosa no es ni la mitad de lo grandiosa que yo puedo ser.
—Numero Tres tus servicios ya no son requeridos. Podremos sacar ventaja de este error. Cuatro manipulara la mente de la heroína para convertirla en una villana. Es un resultado satisfactorio a ser simplemente un saco de carne sin emociones.
—Entendido, Padre. Será como tu lo desees —tomó a su hermana de los brazos y la sacó de la sala.
Caminaron hasta entrar al laboratorio y se sorprendieron al ver a la castaña sentada en la mesa de metal. Usagi tenia un marcado sonrojo en sus mejillas y sonría. Haruka y Kagura se miraron confundidos y al mismo tiempo asustados, su hermana menor había actuado sin siquiera recibir una orden. Lo cual era raro en su comportamiento.
—Bienvenida a casa, hermana —la abrazo la niña hundiendo su cara en su pecho, la castaña daba suaves caricias al cabello de la pequeña.
—Ya estoy aquí, Usagi —la separó de ella y tocó sus mejillas, los ojos achocolatados de la castaña habían tomado el color de un hermoso rubí, —no me voy a separar de ti.
En realidad, Ochako Uraraka si había muerto y quien había renacido era la persona que un día sería llamada como The Hunter.
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>>Después de dos meses de no actualizar Orpheus al fin hay nuevo capítulo.
Esto fue el origen de Ochako como The Hunter.
Ya el siguiente se viene los problemas con Midoriya... probrecito u.u
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Tengo otro Fanfic, es un Medieval por si gustas leer... Bueno jajaja en realidad tengo 2 historias Izuocha por si gustas leer. ¿Qué esperas, ardiente cupcake? Entra a mi perfil ( ˘ ³˘)♥
Eclipsa, fuera.
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